Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 27 de enero de 2015

EL TRABAJO DEL ESPÍRITU



No tendría ninguna lógica la venida del Espíritu Santo si no fuese que la Misión del Señor quedó imcompleta. Los apóstoles no entendieron muchas cosas, por no decir casi ninguna. Y a nosotros, la Iglesia, que continúa su Misión a través de los apóstoles, tampoco entendemos mucho. Es el Espíritu Santo quien nos va guiando y revelándonos muchas cosas que no llegamos a entender.

Por eso, Jesús nos dice que se queda con nosotros hasta el fin del mundo. No puede ser de otra forma. Al darnos libertad estamos constantemente en peligro. Imaginemos a un hijo que lo dejamos en libertad. Estamos constantemente vigilándolo. Y más, en nuestro caso, que estamos tocados y heridos por el pecado. El Maligno nos puede y necesitamos la fuerza y la sabiduría del Espíritu.

No podemos quedarnos desguarnecidos ni a la intemperie espiritual. Necesitamos la Gracia del Espíritu para la lucha diaria contra nuestra voluntad. Porque muchas veces hacemos lo que no deseamos hacer. Nuestras apetencias nos pueden, nos arrastran y, a pesar de que entendemos que no debemos, nos vencen. Por eso, necesitamos la fuerza del Espíritu Santo, para en Él poder y vencer.

Y eso nos exige oración, perseverar y permanecer en el Señor. Cumplir y vivir ese cumplimiento, no sólo de palabra sino también de vida. Porque sólo así estaremos hermanados con el Señor y, coherederos con Él, de la Gloria del Padre.

lunes, 26 de enero de 2015

¡SEÑOR!, ¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO OBEDECERTE?



Por naturaleza estamos predispuestos al rechazo. Y lo vamos adquiriendo en la medida que maduramos desde la docilidad y pureza de intenciones del niño, a la soberbia y malicia de intenciones del hombre. No cabe duda que es la naturaleza de nuestro pecado original. Estamos tocados y heridos, y en la medida que pasamos del hombre nuevo purificado en el Bautismo al hombre viejo, herido por el pecado, alimentamos el rechazo a todo lo que nos viene de Dios nuestro Padre.

Necesitamos, pues, permanecer en el Señor. Ser dócil y obediente y seguirle por medio de los sacramentos. No podemos dejar que ese hombre nuevo, nacido en el Bautismo, muera por el pecado al alejarse de nuestro Señor y cerrar su corazón a la acción del Espíritu Santo. No podemos cegarnos por la soberbia y ver en la bondad y el amor del Señor la acción del demonio, porque Jesús viene a liberarnos precisamente del poder del Maligno que trabaja para que permanezcamos en el pecado.Y el Maligno no permitiría luchar contra sí mismo. 

Mantenernos en el hombre nuevo, renacido a la Gracia, es cosa de permanecer unido e injertado en el Señor. Abiertos a la acción del Espíritu Santo y confiados en su poder y su amor. Por eso, seguros de su presencia y abandonados a su Gracia, mantengamos la calma y la esperanza de alcanzar la victoria sobre la muerte del pecado y renacer a la Vida de la Gracia junto al Padre que nos ama y nos salva.

Danos, Señor, la paciencia de sabernos cuidados, protegidos y salvados en tu Espíritu y aguardar esperanzados la hora que Tú has elegido para llevarnos a tu presencia. Amén. 



domingo, 25 de enero de 2015

ME RESISTO SEÑOR A TU LLAMADA



Me resisto Señor a tu llamada, y me resisto porque experimento que mi entrega no es la que yo quisiera. No es la que a mí me gustaría que fuese. Hay momentos de dudas, de cobardía, de deseos de abandono, de desánimos, de condiciones...etc. Sin embargo, también todas esas experiencias me hablan de mis miserias y limitaciones y de la necesidad de misericordia, Señor.

No quiero alejarme de Ti, Dios mío, a pesar de los peligros que el mundo me tiende. Muchos nacen dentro de mí, y otros están esperándome afuera. La tentación es el arma que el Maligno tiene siempre preparada y que usa con gran eficacia. Por eso, Señor, necesito vivir muy cerca de Ti, y permanecer junto a Ti.

Entiendo, ahora, por qué te quedaste con nosotros en la Eucaristía y por qué te haces presente en cada sacramento. Entiendo ahora por qué nos has enviado a Paráclito, el Espíritu Santo, para que nos asista, nos acompañe y nos fortalezca y defienda contra las amenazas y peligros del mundo y del Maligno.

Necesito, Señor, permanecer en Ti y estar a tu lado frecuentándote y alimentándome en la Eucaristía de tu Cuerpo y tu Sangre. Dialogando contigo permanentemente en la oración personal, Eucarística, pero sobre todo en la Penitencia, donde me perdonas todas mis miserias, mis fracasos, mis pecados. Necesito estar y verme con mis compañeros de comunidad y compartir mi fe en Ti con ellos.

Y, sobre todo, vivir en tu Amor como centro de mi vida, y vivir el amor entre mis hermanos de fe y los hermanos que, alejados de Ti, te rechazan o no te conocen. Danos la sabiduría de proclamarte con nuestras vidas y palabras. Amén.

sábado, 24 de enero de 2015

BENDICE SEÑOR NUESTRA LOCURA



¡Bendita locura Señor caminar tras de Ti y tratar de imitarte! ¡Bendita locura la del esfuerzo de amar y darme en ese amor hasta consumir mi vida! ¡Bendita locura, Señor, la de complicar mi vida para simplificar la vida de otros! ¡Bendita locura, Señor, la de morir haciendo el esfuerzo de servir como Tú lo has hecho con cada uno de los hombres!

Danos la fuerza de ser capaces de renunciar a nuestras apetencias y egoísmos para, liberados, entregarnos al servicio y a la atenta escucha de la comprensión, compasión y misericordia por los demás. Libéranos, Señor, del poder de la murmuración, de las habladurías y la influencia de quienes nos quieren arrastrar al mal, para que siendo libres actuemos sin prejuicios y en plena libertad.

Líbéranos, Señor, de manifestaciones, actos y signos piadosos exhibicionistas y exagerados para ser visto, y guárdame de ostentaciones y lucimientos que no corresponden a un deseo sincero y coherente de seguirte y servirte haciendo el bien en los hermanos. Pero danos también luz, paciencia y sabiduría para hacer lo debido, lo justo y necesario buscando tu Gloria y no la mía.

Danos, Señor, la paciencia de escucharte en el ejercicio de escuchar a los demás, y la sabiduría de saber, valga la redundancia, interpretarte.

viernes, 23 de enero de 2015

SER LUZ, NO PENUMBRA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Cada uno en su familia está llamado a ser luz, ejemplo y mediador entre sus hijos y Jesús. Cada uno tiene una misión en su entorno, ambiente y circunstancias que ponga a los que le rodean en relación directa con Jesús. Al menos que les sirva de enlace y presentación, luego será él quien tendrá que vérselas con Jesús y responder o no a su llamada.

La misión no es sino dar testimonio de que Jesús vive y viene a salvarnos. La misión no es sino dar testimonio de la alegría y la esperanza de que el mundo es el medio por y donde podemos ganar la vida y dicha eterna. La misión es vivir en la esperanza de experimentarnos salvados para siempre. Y eso cuando se vive se transmite.

También puede ocurrir que se nos llame a algo más, como le ocurrió a Pablo, a Pedro y a otros muchos. Y eso será cuestión de estar atento, escuchante, dispuesto a dejarte encontrar y a responder confiado y abandonado en el Señor. Si te llama es porque puedes hacer lo que Él quiere y espera de ti.

Pero antes debes seguirle y responder a su llamada. En la diaria convivencia con Él encontrarás respuestas a tus interrogantes, y señales para el camino. Seguirle es convivir diariamente, a cada instante, hablando y escuchando. Alimentándote de la Vida de la Gracia y en perseverante y constante oración. No te quedarás sin respuesta e irás encontrando el camino que Él quiere que recorras.

Jesús Vive, y está a tu lado. ¿Cómo no te va a hablar? ¿Cómo no se va a preocupar por ti? ¿Cómo no va a querer solucionar tus problemas? Posiblemente, no será como tú has pensado y quieres. Las soluciones las da Él, no tú, porque es Él el Señor, el que sabe, el todo poderoso y que todo lo puede. A ti y a mí sólo nos corresponde obedecer y confiar. 

Posiblemente no te guste, pero es así, necesitamos humildad y reconocernos siervos, pero seguros de que Él nos ama hasta dar la vida por cada uno de nosotros. Amén. 

jueves, 22 de enero de 2015

AMAR SEGÚN MIS APETENCIAS



Yo sé donde me meto, se oye decir. Yo sé lo que me conviene y en dónde debo estar. Son frases que descubren nuestras intenciones y la manera que los hombres entienden el amor. Amar no será nunca un sentimiento, aunque para amar sentimos, ni tampoco una apetencia o gusto. Amar es un compromiso por el que yo descubro que sólo amando puedo ser feliz y alcanzar el gozo eterno.

Los sentimientos sólo nos descubren que estamos vivos. Hoy siento esto, pero mañana puedo sentir de otra forma. Por eso, cuando los sentimientos nos dicen que se ha acabado el amor, nos están mintiendo, porque el amor no es un sentimiento sino un compromiso. Un compromiso, que, si que es verdad, tuvo su comienzo en un sentimiento de enamoramiento y atracción, pero que luego se transforma en responsabilidad que nos exige paciencia, soportar, dominio, comprensión y unidad.

El amor es verdadero amor cuando es capaz de querer en los momentos de exigencias de perdón, de dificultades, de soportar obstáculos, de comprensión, de diferencias, de...etc. El amor no termina, porque si termina significa que nunca lo hubo ni existió. En su lugar estaba el sentimiento, la apetencia, la satisfacción, la soberbia, el poder, la riqueza...

Por eso, vivir el amor exige estar entre los otros y unidos a los otros. Así, el Señor que lo sabe todo nos invita a la unidad, a ser uno como Él y el Padre son uno. Y esa exigencia de unidad nos interpela y nos llama al amor.

Pidamos al Señor que nos ilumine y nos descubra la necesidad que tenemos de soportarnos, de querernos, de comprendernos y, sobre todo, de ir juntos hacia la Casa del Padre. Amén.

miércoles, 21 de enero de 2015

NO ES DE SENTIDO COMÚN PROHIBIR CURAR EN SÁBADO



Cualquier momento es bueno para hacer el bien. Nunca la ley debe interponerse a la hora de hacer el bien. Se debe abrir la puerta, a pesar de pasar algún minuto de la hora de cierre, cuando llega alguien desesperado reclamando atención. Porque, quizás, para esa persona sea vital que le atiendan.

Recuerdo con cierta nostalgia la veces que los vecinos interrumpían a mis padres en horas fuera del horario comercial para rogarles que les despachara algo que se les había olvidado o terminado. No cabe duda que era inoportuno y mala prevención que otros sufríamos, pero me satisface recordar que mis padres, aunque alguna vez con alguna protesta, siempre les atendían.

La ley está hecha para cumplirla, pero hay momentos que debe saltarse porque las necesidades de los hombres están por encima. Precisamente tenemos la esperanza de ser salvados y perdonados por la Misericordia de Dios, no porque nos lo merezcamos. Podemos decir que Dios se salta la ley, mira para otro lado y nos perdona por su Infinita Misericordia. ¿Cómo no vamos nosotros también a perdonar a pesar de que tengamos razón ante las ofensas que nos hayan hecho?

El bien del hombre es lo primero y la ley es ley cuando se pone a su servicio. Claro está, y se entiende, que eso no supone abusar, incumplir y aplicarla para sus intereses, sino sirviéndola ponerla para hacer siempre el bien ya sea sábado, tarde o temprano.

Pidamos al Señor que nos ilumine y dejémonos iluminar por el Espíritu Santo, para que nuestro obrar sea siempre mirando el bien del hombre, sobre todo, su salvación.