Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 24 de diciembre de 2015

OREMOS CON ZACARÍAS



CÁNTICO DE ZACARÍAS

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. 
Para concedernos que libres de temor,
arrancados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. 
Y a ti, niño, te llamaran Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados. 
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas,
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

LO QUE NOS ENSEÑA JUAN BAUTISTA



Juan es un libro abierto, que nos va dejando numerosas enseñanzas en su camino de preparar el camino, valga la redundancia, del Señor. Nos enseña la humildad. Él mismos se quita del medio cuando llega la hora de Jesús, de quién él anunciaba y preparaba el camino.

No se vanagloria de nada. Se sabe instrumento del Señor para anunciar y preparar su venida, y cumplida esa misión, hace mutis sin escándalos ni ruidos. Silenciosamente acepta su situación sabiendo que ha llegado el que tenía que llegar.

Juan Bautista no enseña también a cumplir con nuestra misión, sin esperar recompensa ninguna, ni halagos que nos puedan seducir. Cuando hacemos lo que debemos, hemos cumplido con lo que debíamos y nada merecemos. Todo nos ha sido regalado, hasta la salvación. Así que más premios podemos esperar, sino el permanecer al lado del Señor. La Transfiguración nos explica y nos descubres esta verdad. En la presencia del Señor todas nuestras ansías y esperanzas plenas están colmadas.

Pidamos al Señor la Gracia de ser humildes y de cumplir con nuestra misión de hijos de Dios. No para sentirnos superiores ni vanagloriarnos, sino para, humildemente, esforzarnos en cumplir su Palabra y vivir en su Verdad. No olvidemos nuestra pobreza y nuestra naturaleza caída. Somos pobres y limitados, y sin a Gracia del Señor nada conseguiremos. Sin Él seremos siempre esclavos de nosotros mismos. En Él podemos liberarnos.

Navidad significa eso, la esperanza de sentirnos liberados por el Amor y la Misericordia del Padre que se hace Hombre para, tomando nuestra naturaleza humana, menos en el pecado, acercarse a nosotros para darnos la alegre y esperanzada noticia de ser salvados. Amén.

martes, 22 de diciembre de 2015

MAGNÍFICAT



Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el todo poderoso ha hecho obras grandes por mí,
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.


El secreto de María es la humillación. Ella misma dice que Dios ha mirado su humillación considerándose como una esclava. Cuántas veces no hemos sido capaces de humillarnos. Todo lo contrario, muy poco nos cuesta ensalzarnos y levantar la cabeza orgullosa. Nuestra soberbia y arrogancia nos hace suficiente e impide que el Amor de Dios llegue a nosotros.

María es la humilde que se abaja y se hace esclava, y canta las alabanzas al Señor. María está limpia de pecado por la Gracia de Dios que ha hecho en ella maravillas. Nosotros se lo impedimos al Señor cerrándole nuestro corazón soberbio y orgulloso. Y es que sólo el que se humilla, será ensalzado, y, al contrario, quien se gloría y ensalza, será humillado.

Y se repite cuando se nos dice: Los últimos serán los primeros. Y los primeros, los últimos.

lunes, 21 de diciembre de 2015

DANOS, SEÑOR, LA FE DE MARÍA



Todo está profetizado, y todo se cumple en Jesús. Su nacimiento había sido anunciado por el profeta Isaías, y, llegado el momento, se cumplió. (Is 7,14b-15): Mirad : la Virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (que significa «Dios-con-nosotros»). Comerá requesón con miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.

Hay pruebas de la Divinidad de Jesús que son admirables y dan fe de su autenticidad y verdad. Pero, sin darnos cuenta, nos cegamos y sólo pensamos por nuestra razón y lo que ella alcanza. Nos limitamos y nos dejamos esclavizar por nuestro orgullo y soberbia. Y, sin darnos cuenta, nos perdemos. Porque esa ceguera no nos permitirá tampoco ver nuestra perdida.

Por eso, Señor, queremos pedirte de nuevo que aumentes nuestra fe, para que no desfallezcamos ni abandonemos de seguir tus pasos. A pesar de nuestros tropiezos y de que las cosas se tuerzan en nuestra vida. Nuestra fe nos lleva a Ti y nos da esperanza. Porque sin esperanza no se puede vivir. ¿A qué aspiramos si Tú, Señor, desapareces de nuestra vida? Tu presencia nos alienta y nos da esperanza.

Danos Señor la fe de tu Madre María, y, como ella, guardemos conscientemente todas estas cosas buenas dentro de nuestro corazón sin pestañear ni protestar. Tú tienes Palabra de Vida Eterna, y en Ti confiamos, Señor, y te seguimos a donde quieras que vayas.

Hay momentos en la vida que los problemas se amontonan, y nos hacen zozobrar la barca. Danos, Señor, la fortaleza de soportar las tempestades erguidos sin irnos al fondo. En ti confiamos, Señor, y con tu Madre María, queremos pedirte que nos llenes de tu Gracia y nos aumentes la fe. Amén.

domingo, 20 de diciembre de 2015

H I M N O




Ya muy cercano, Emmanuel,
hoy te presiente Israel, 
que en triste exilio vive ahora
y redención de ti implora.

Ven ya, del cielo resplandor,
Sabiduría del Señor,
pues con tu luz, que el mundo ansía,
nos llegará nueva alegría.

Llegando estás, Dios y Señor,
del Sinaí legislador,
que la ley santa promulgaste
y tu poder allí mostraste.

Ven, Vara santa de Jesé,
contigo el pueblo a lo que fue
volver espera, pues aún gime
bajo el cruel yugo que lo oprime.

Ven, Llave de David, que al fin
el cielo abriste al hombre ruín
que hoy puede andar libre su vía,
con la esperanza del gran día.

Aurora tú eres que, al nacer,
nos trae nuevo amanecer,
y, con tu luz, vive esperanza
el corazón del hombre alcanza.

Rey de la gloria, tu poder
al enemigo ha de vencer,
y, al ayudar nuestra flaqueza,
se manifiesta tu grandeza. Amén.

20 de diciembre de 2015, 
domingo IV de Adviento.
 Feria privilegiada. Ciclo C.
Oración de la mañana (laudes) 

sábado, 19 de diciembre de 2015

¡FORTALECE Y AUMENTA NUESTRA FE, SEÑOR!



Perdona Señor mi cobardía, mis miedos, mis desconfianzas y mis dudas. No merezco tu perdón, y menos tu Misericordia amorosa sin condiciones. Porque mi fe se desvanece y cambia al ritmo de las circunstancia que me rodean. Es una fe condicionada a que las cosas me vayan mejor. Me doy cuenta de mi pecado y no soy mejor que Zacarías. Mi fe se resquebraja y es débil.

Por eso, Señor, aprovecho este momento que me brindas con tu Palabra, para en humilde oración pedirte que fortalezcas y aumentes mi fe. Afírmala como raíz que se adhiere fuertemente a la tierra húmeda y soporta los embates e inclemencias del tiempo. En cierta ocasión escuche a dos personas que hablaban sobre  un determinado alimento. El uno le decía al otro que ese alimento era muy completo, pero que le falta un aminoácido. Habló de las judías (alubias) como que le faltaban un aminoácido, pero que al ponerle arroz se completaba y los tenía todos.

Yo que escuchaba sentí en mi interior un impulso que me dijo: Falta uno, y el más importante, la fe. Porque con la fe están todos completos. Sí, sabemos que necesitamos comer, pero no sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Necesitamos, Señor, que nos des el don de la fe, y nos lo aumente cada día para perseverar y mantenernos firmes en ella.

Danos la perseverancia que necesitamos para soportar con paciencia las tribulaciones que el camino nos presenta. Que nuestro rumbo sea firme, nítido, decidido y constante, y que no se altere a pesar de que los pronósticos del tiempo no le sean favorable.

Mantennos siempre erguido, con la mirada levantada y puesta en Ti. No permitas que nos tambaleen, ni que nuestras dudas puedan hacernos zozobrar. Sostennos en pie, y con nuestros ojos levantados hacia Ti, para que, de la Mano, y guiados por el Espíritu Santo, podamos avanzar con paso firme y decidido, a la Casa que Tú, nuestro Señor, nos tienes preparada. Amén.

viernes, 18 de diciembre de 2015

EL PROYECTO DE JOSÉ

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS

Resultado de imagen de (Mt 1,18-24)
(Mt 1,18-24)



José ideó un plan, pues no quería perjudicar a María, trata de repudiarla en secreto. En estas intenciones recibió la visita del Ángel del Señor en sueño, que le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en Ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: «Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros”».

Cuando José despertó, hizo lo que el Ángel le había dicho. Tomó a María por esposa y puso al niño poro nombre Jesús. Nos parece fácil tomar esa resolución que hizo José, y tan fácil que es lo que pensamos como lógico y que tenía que suceder. Pero, debemos suponer que a José no le ocurrió igual, y que tuvo que dudar y pasarlo mal.

Su decisión llevaba consigo sufrir las miradas y comentarios de su entorno más directo. Su decisión arrastraría las tribulaciones de sus propias dudas. Pero, sobre todo, ver frustrado sus proyectos y verse envuelto en otro, sin saber exactamente a qué atenerse o qué creer. No se puede tener más fe y confianza, porque la confianza y la fe, no se mide tanto en creer y confiar cómo dejarse llevar, aunque sea con dudas, porque nuestra humanidad siempre llevará la duda consigo.

Y, ahora Señor, queremos pedirte que nos des esa fe y confianza de, aun caminando en la duda, dejarnos llevar por tus indicaciones y caminos. Queremos, como José y María, ser esclavos tuyos, y, a pesar de nuestras debilidades y pecados, seguir la voz que nuestros pobres corazones oigan y escuchen en lo más profundo de sus profundidades.

Danos, Señor, esa sabiduría, esa capacidad de discernir el bien del mal, ese don de distinguir tu llamada y tus señales, y, sobre todo, esa fortaleza y voluntad para llevarlas a nuestras vidas según tu Voluntad. Amén.