Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

LO QUE NOS ENSEÑA JUAN BAUTISTA



Juan es un libro abierto, que nos va dejando numerosas enseñanzas en su camino de preparar el camino, valga la redundancia, del Señor. Nos enseña la humildad. Él mismos se quita del medio cuando llega la hora de Jesús, de quién él anunciaba y preparaba el camino.

No se vanagloria de nada. Se sabe instrumento del Señor para anunciar y preparar su venida, y cumplida esa misión, hace mutis sin escándalos ni ruidos. Silenciosamente acepta su situación sabiendo que ha llegado el que tenía que llegar.

Juan Bautista no enseña también a cumplir con nuestra misión, sin esperar recompensa ninguna, ni halagos que nos puedan seducir. Cuando hacemos lo que debemos, hemos cumplido con lo que debíamos y nada merecemos. Todo nos ha sido regalado, hasta la salvación. Así que más premios podemos esperar, sino el permanecer al lado del Señor. La Transfiguración nos explica y nos descubres esta verdad. En la presencia del Señor todas nuestras ansías y esperanzas plenas están colmadas.

Pidamos al Señor la Gracia de ser humildes y de cumplir con nuestra misión de hijos de Dios. No para sentirnos superiores ni vanagloriarnos, sino para, humildemente, esforzarnos en cumplir su Palabra y vivir en su Verdad. No olvidemos nuestra pobreza y nuestra naturaleza caída. Somos pobres y limitados, y sin a Gracia del Señor nada conseguiremos. Sin Él seremos siempre esclavos de nosotros mismos. En Él podemos liberarnos.

Navidad significa eso, la esperanza de sentirnos liberados por el Amor y la Misericordia del Padre que se hace Hombre para, tomando nuestra naturaleza humana, menos en el pecado, acercarse a nosotros para darnos la alegre y esperanzada noticia de ser salvados. Amén.

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