Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 22 de diciembre de 2015

MAGNÍFICAT



Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el todo poderoso ha hecho obras grandes por mí,
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.


El secreto de María es la humillación. Ella misma dice que Dios ha mirado su humillación considerándose como una esclava. Cuántas veces no hemos sido capaces de humillarnos. Todo lo contrario, muy poco nos cuesta ensalzarnos y levantar la cabeza orgullosa. Nuestra soberbia y arrogancia nos hace suficiente e impide que el Amor de Dios llegue a nosotros.

María es la humilde que se abaja y se hace esclava, y canta las alabanzas al Señor. María está limpia de pecado por la Gracia de Dios que ha hecho en ella maravillas. Nosotros se lo impedimos al Señor cerrándole nuestro corazón soberbio y orgulloso. Y es que sólo el que se humilla, será ensalzado, y, al contrario, quien se gloría y ensalza, será humillado.

Y se repite cuando se nos dice: Los últimos serán los primeros. Y los primeros, los últimos.

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