Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 28 de mayo de 2016

DAME VALOR, SEÑOR, PARA DECIR SIEMPRE LA VERDAD



No es fácil mantenerse en la verdad siempre. Hay momentos que dudamos de si conviene o no conviene. Sobre todo cuando, decirla o no le afecta a nuestra comodidad; a nuestra economía; a nuestros sentimientos y pasiones; a nuestros gustos e intereses y a nuestra vida. Son esos momentos donde necesitamos valor y fuerza, pero, sobre todo, por la Gracia de Dios y la acción del Espíritu Santo, confesar y decir siempre la verdad.

Nuestra ceguera, contagiada por el mundo, nos invita a la apariencia, y de la apariencia a la mentira va sólo un paso. Muy poco, y lo de menos son nuestros pasos y nuestros zapatos, como decíamos ayer, sino nuestras huellas de verdad y de amor. Eso es lo que cuenta en nuestra historia, y es de eso de lo que se hablará, del olor de amor que han dejado tus huellas al pasar, tu vida, por la vida de los demás.

Diría que, en la medida que iniciamos la apariencia, estamos ya también iniciando la mentira. Porque esconder la verdad es mentir. Es verdad que en algunos momentos conviene disimular, pero eso nunca supone esconderla. Al contrario, supone dejarla en manos providentes de que otros la descubran. 

Lo verdaderamente importante es la intención. Nunca tapar la Verdad con mi verdad, porque la mía está contaminada y ciega, y necesitada de buscar luz que la alumbre y la clarifique. Por eso, Padre, necesitamos pedirte que nos ilumines y nos alumbre el camino, para encontrar siempre la verdad de nuestra vida en la única Verdad de la Vida que eres Tú, Padre.

Porque sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

viernes, 27 de mayo de 2016

¿DE DÓNDE Y DE QUIÉN PUEDO ALIMENTAR MI FE?

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



La pregunta está en saber dónde y en quién puedo alimentar y sostener mi fe. Porque sabiéndolo tenemos mucho tiempo y mucha guerra ganada. Sólo aquel que tiene claro el camino y la meta, sabe a dónde dirigirse con paso firme. Porque lo verdaderamente importante no son los pasos que puedas dar, ni tampoco los zapatos que puedas usar, sino las huellas de amor que puedas dejar por donde pisas y pasas.

Mi fe es el motor que va a dar impulso a mi vida, porque dependiendo de lo que crea y en quien crea, toda mi vida va a tener sentido y firmeza. Porque cuando se desdibuja la meta y el objetivo no está claro, mis pasos son dubitativos, débiles y sin consistencias para apoyarse firmemente. Por lo tanto, a la menor zozobra se derrumban y quedan a merced del viento, que como veletas son llevados de un lugar a otro.

Pidamos, por lo tanto, sabiduría para sostenernos en la fe. Esa fe que, por la Gracia de Dios, nos ha sido dada y bendecida en el Bautismo con la venida del Espíritu Santo, y que, camina con nosotros para, sin desmayar, sostenernos en la fe. Pidamos fortaleza, para que, animados en la fe del Poder de Dios, no perdamos el rumbo del camino, a pesar de las tentaciones y peligros que se nos presentan en la vida.

Pidamos misericordia, para que podamos, llenos de Gracia, perdonar las ofensas que recibimos de nuestros hermanos y así recibir nosotros también el perdón de la Misericordia de nuestro Padre Dios. Y, pidamos también, la constancia y perseverancia de, a pesar de no ver frutos en nuestra vida, sigamos en el esfuerzo de continuar la lucha de cada día en la esperanza de que, por la Gracia de Dios, nuestros frutos serán recogidos por el Señor. Porque es Él el Verdadero autor de nuestro trabajo.

En esta esperanza, te pedimos Señor, que nos aumente nuestra pequeña y débil fe para que, agarrados a Ti, podamos reverdecer y dar frutos como Tú esperas de nosotros. Amén.

jueves, 26 de mayo de 2016

SÓLO TÚ, SEÑOR, PUEDES ABRIR MIS OJOS



No puedo encontrar solución a mi vista sino estás Tú, Señor, en mi vida. Porque mis ojos, enfermos por el pecado, sólo pueden ver el egoísmo, la individualidad e indiferencia y se llenan de poder y riqueza. Y en este mundo en el que vivo, contagiado por la ambición y la soberbia, mi vista está oscurecida e impedida para verte, Señor, en los hombres necesitados de consuelo, de fraternidad y amor.

Y cada día que pasa, Señor, mi corazón late de desesperación por no verte más claro y por no derramar más ternura en todas aquellas personas que la necesitan. Porque en ellas Tú apareces como el necesitado, y yo como el ciego que no te ve. Dame, Señor, como a Bartimeo la vista de poder ver y amar. Ver donde están las necesidades, y amarlas para poder en parte mitigarlas.

Y grito y grito, Señor, para que abras mis ojos y me des la fuerza necesaria para, en la humildad y el servicio, darme sin condiciones. Espero, Señor, que alumbres mi vida con los ojos de la Verdad, y me llenes de sabiduría para darme con verdadero amor por tu Amor.

Sé que no merezco tu Perdón y Misericordia, pero por la Palabra que nos has revelado en tu Hijo Jesús, y por los méritos de su Muerte y Resurrección, nos perdona y nos das tu Misericordia. Gracias, Señor, por tanto Amor. Quiero responderte y te pido para ello que me llenes de tu mansedumbre y de humildad, para, al menos, esperar confiado en tu Poder y aceptar lo que Tú decidas y cuando lo decidas.

No permitas que mis ojos se cierren sin ver la claridad de tu Verdad y tu presencia en los demás, y enséñame a descubrirte en los hermanos. Y no sólo darme cuenta, sino saber con paciencia y humildad atenderte, escucharte y servirte. Amén.