Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 14 de agosto de 2016

PRENDE EN MI CORAZÓN LA LLAMA DEL AMOR



Llena mi corazón, Señor, de frutos de amor, porque así, de esa manera, lo que saldrá por mi boca será la Verdad de tus Palabras y los frutos de tu Amor. Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu Amor, envíanos Señor tu Espíritu y nuestros corazones serán transformados, convertidos en corazones nuevos y capaces de defender la verdad por encima de todo, incluso en riesgo de nuestra propia vida.

Ese es el Fuego que Tú, Señor, has venido a prender. El Fuego de la Verdad, de la Justicia y de la Paz.  Un fuego que nos trae luchas, amenazas, persecuciones y tempestades que ponen en peligro nuestras vidas. Pero que, a pesar de esos riesgos y contrariedades, contigo, Señor, nos fortalecemos para superarlas y para, en lo más profundo de nuestro ser, encontrar el gozo y la paz de hacer tu Voluntad.

Tú has pasado por eso, y hoy, en el Evangelio, nos lo dices: «He venido a encender fuego en el mundo, ¡y cómo querría que ya estuviera ardiendo! Tengo que pasar por una terrible prueba ¡y cómo he de sufrir hasta que haya terminado!»

Es el camino de nuestra propia cruz; es el grano de trigo que muere; es la renuncia a ganar la vida de este mundo; es el darse y entregarse al servicio de los demás, incluso de los enemigos. Es tomar tu cruz y seguir al Señor. Por eso, te pedimos Padre del Cielo que nos llenes de fortaleza, de valor y de fe, para seguirte a pesar de todas esas molestias, contrariedades y luchas por la que hemos de pasar cada día.

Danos la sabiduría y la luz para saber en todo momento superarnos y llenarnos de paciencia ante las adversidades de cada día, y para que siempre pongamos como prioridad el esfuerzo de seguirte y hacer tu Voluntad. Amén.

sábado, 13 de agosto de 2016

¡¡TRANSFORMAME, SEÑOR!!



Estoy en tus Manos, Padre del Cielo, y a ti te suplico que, como buen Alfarero me modeles según tu Voluntad. Haz, Señor, que mi corazón se sienta pobre y humilde y vomite todas las impurezas que el pecado le ha contaminado y, limpio de ellas, pueda entregarse, en paz y sosiego, a contemplarte en adoración y servirte en verdad y justicia.

Postrado ante Ti, mi Señor y Padre del Cielo, te pido que transformes mi vida, desordenada y esclavizada por el pecado, para que toda ella sea dedicada a servirte en la oración contemplativa y en el servicio, según tu Palabra, a los demás. Para ello, dame la sabiduría, la paciencia y la fortaleza de discernir con firmeza y voluntad por los caminos que Tú, mi Señor, quieres que camine y que te son agradables.

Transforma mi vida, Señor, y pon en mi corazón la ilusión, el deseo y la fuerzas de sólo servirte en el servicio y compasión a los demás. En tus Manos, Dios mío, como niño en las manos de sus padres, abro mi corazón para que con tu Amor y Misericordia sea modelado. Amén.

viernes, 12 de agosto de 2016

EN UN MUNDO EGOÍSTA Y DESORDENADO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



El egoísmo desordena los apetitos y estropea la unidad. Porque cuando uno se deja llevar por su egoísmo, este termina por someterle y dominarle. Y si no eres libres, no harás el bien ni la verdad, sino lo que te impulsen tus apetitos, apetencias y apegos. Buscarás dar respuestas a tus satisfacciones y responder a tus apetitos. Y eso te llevará a la desunión y destrucción.

¿Acaso no está ocurriendo eso en las familias? ¿Acaso el egoísmo y la ideología de género no llevan a los pueblos al hedonismo y la comodidad? ¿Y eso no destruye la vida y la familia? ¿Y no es verdad que los pueblos que matan terminan desapareciendo? ¿Y no vuela por encima de Europa esa amenaza?

Dar respuestas a esos interrogantes que están encima de nuestras cabezas es el planteamiento, si quieres político, que prioriza todas las cuestiones del hombre actual. La familia y la unidad familiar es la roca donde deben apoyarse los pueblos, porque si sus familias, unidas y en verdad y justicia, ordenan sus vidas en aras del bien y la paz, los pueblos renacen y prosperan.

Pidamos a la Virgen, Madre y esposa, que interceda por todas las familias y que el Espíritu Santo nos ilumine a fin de entender que la vida empieza su salvación por la familia y desde la familia. Porque la mejor escuela que se puede tener es la familia. El mejor plan de enseñanza es proteger y defender la familia. Amén.

jueves, 11 de agosto de 2016

NUESTRA VIDA DEPENDE DEL PERDÓN



Todas nuestras esperanzas descansan en el perdón. Este año, proclamado por el Papa Francisco, como año de la Misericordia, nos marca el camino y el rumbo de lo que tiene que ser nuestra vida. Vida vivida en la Misericordia como el Padre. Y no busquemos otra hoja de ruta, porque esa es la única.

En la parábola del siervo cruel (Mt 18,21—19,1), Jesús nos deja claro cual debe ser nuestra actitud de perdón ante los demás. Porque en esa medida del perdón que estemos dispuestos a dar, así también nosotros seremos perdonados. Y si el Señor nos propone eso, debemos confiar y creer que podemos hacerlo, porque nada imposible nos exigirá nuestro Señor.

Primero, porque en y con el Señor podemos lograr todo lo que nos propongamos siempre que sea su Voluntad. Porque para Él no hay nada imposible. Por lo tanto, esperanzado y confiados, pidamos al Señor que nos llene de su Gracia para estar en disposición de perdonar todas las ofensas recibidas tal y como Él nos perdona a cada uno de nosotros.

Nuestras vidas dependen del perdón. No viviremos en el Señor si no estamos dispuestos a perdonar. Ese es nuestro primer paso de conversión: Decirle al Señor que nos ponemos en sus Manos para que nos moldee como el alfarero y nos transforme nuestro corazón en un corazón nuevo capaz de perdonar todas las ofensas recibidas. Sabemos que, por nosotros mismos, no podemos alcanzarlo, pero sí en el Señor.

Todo nuestro camino está lleno de perdón. Vivimos porque hemos sido perdonadaos por el Señor. Y si observamos, vemos que también hemos recibido mucho perdón en nuestra vida de nuestros padres de la tierra, hermanos, amigos y personas en general. Necesitamos perdonar para ser perdonados. Pero, también sabemos por experiencia, que hay ofensas que nos cuestan mucho perdonar. Nuestra soberbia es la muralla que nos lo impide.

Pidamos al Señor la humildad y la fortaleza de, por la Gracia del Espíritu Santo, superar todos esos obtáculos que generados por nuestra soberbia y egoísmos se resisten a no dejarnos perdonar. Amén.

miércoles, 10 de agosto de 2016

TODO CONSISTE EN MORIR



La cosa es simple, se trata de morir. Y morir es morir. Eso significa que tu vida en este mundo está dispuesta a, no ser la primera, sino a quedarse rezagada pendiente de otras que no puedan avanzar. Es decir, todo consiste en ir al ritmo del que no puede caminar con rapidez o necesita muletas para caminar. Tu misión será entonces servir de muletas.

Y hay muchas clases de muletas. Modernas y más antiguas, pero en definitiva, muletas. Muletas que, sean como sean, son eficaces y viables para ayudar a caminar. Y caminar no es simplemente moverse, sino también avanzar, crecer. No sólo en movilidad y espacios, sino en conocimientos y cercanías. Porque el único camino que vale la pena recorrer y conocer, su peso es Oro Puro y el Gran Tesoro, es el Camino, es la Verdad y es la Vida.

Y las muletas que nos ayudan a recorrerlo son las de aquellos que están dispuesto a dar su vida para ello. Dar tu vida, por y para que sirvan de apoyo a otros y puedan llegar a Jesús es la razón de tu vida, y también la mía. Morir para nacer; morir para vivir; morir para resucitar en gloria por la Misericordia de Dios. Ser gano de trigo para que otros puedan comer y alimentarse.

Porque eso es lo que hace el Señor, nuestro Señor, en cada Eucaristía. Se vuelve alimento espiritual para que tú y yo podamos fortalecernos y transformarnos en camino, en verdad y en vida en Él y por Él. Creamos que en el Señor todo lo podemos. Dejemos que Él, por su Espíritu Santo, nos transforme y nos construya un corazón nuevo. Sólo necesita que lo pongamos en su Mano y le dejemos actuar.

Hágase tu Voluntad, Señor, como hiciste con María, tu Madre. Y danos un corazón humilde, disponible, sencillo, dócil y generoso, para, como Ella, estar dispuesto a morir para servir a los demás. Amén.

martes, 9 de agosto de 2016

DORMIDOS Y ATONTADOS POR COSAS PERECEDERAS




No me gusta llamar basura a las cosas de este mundo. Entre otras cosas porque han sido creadas por nuestro Padre Dios para nuestro provecho y para nuestro uso, pero, tengo que confesar, que muchas veces siento esa tentación porque pueden ser la causa por la que, despistados como las doncellas necias, seamos también nosotros necios, valga la redundancia, y perdamos el Único y Verdadero Tesoro por bienes y tesoros con minúscula que están llamados a desaparecer.

Por eso, en esta reflexión-oración de hoy, vamos a gastar nuestro humilde esfuerzo en pedirle al Señor que nos llene de luz, de sabiduría, de paciencia y voluntad para sostenernos firmes en su presencia, atentos y vigilantes para no ser sorprendidos por ninguna tentación, despiste u olvido, tal y como le ocurrió a aquellas doncellas necias.

Tenme siempre, Señor, pendiente de Ti. A pesar de que los otros se rían, se mofen y valoren poco mi humilde esfuerzo de ponerte en el altar de mi pobre vida. No permitas que me desgaste y, olvidado, no tenga mi lámpara plena de aceite, y también mi alcuza completamente llena.

Abre siempre mi boca para pedirte auxilio, sin miedo, sin respeto humano, sin vergüenza, sin dudarlo ni un sólo momento. Consciente a cada instante que Tú eres mi Padre y, como Padre, me has salvado por los méritos contraídos por tu Hijo Jesús, entregado a una Muerte de Cruz voluntariamente y Resucitado para tu Gloria.

Gracias, Señor, por pensar así, por traer a mi pobre mente estas palabras que Tú me envías, construyes y despierta dentro de mi pobre y pequeño corazón. Gracias, Señor, porque mis dedos se mueven para, en tu Amor y Misericordia, formarlas y compartirlas en y por tu Nombre. Gracias, Señor por el Infinito e Inmenso regalo de tu Salvación. Amén.

lunes, 8 de agosto de 2016

POR TU PASIÓN Y MUERTE, SEÑOR, NOS HAS SALVADO EN TU RESURRECCIÓN



Ser hijos de Dios es el privilegio y el honor más grande de este mundo, y también del prometido. Porque siendo hijos de Dios gozaremos eternamente de su presencia y en su plenitud. Por eso, Señor, te doy gracias eternamente porque me aceptas como hijo y me amas como Padre.

Un Padre que me das la herencia, la herencia de tu Gloria y coheredero con tu Hijo Jesús si, injertado en Él, padezco con Él a fin de que también sea glorificados con Él. Y eso lo haces extensivo a todos, porque somos todos hijos tuyo, Padre del Cielo.

Estamos, pues, salvados. Lo deciamos el otro día y, en el Evangelio de ayer domingo, nos lo repite de nuevo el Señor: «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino (Lc 12,32-48). Y es que el Reino de Dios es el Señor Jesús, que ha venido para, en nombre del Padre, entregarse a una muerte de Cruz, que hoy nos la descubre, para pagar el rescate y librarnos de nuestros pecados y darnos la salvación.

Te damos gracias, Señor, poque no hay privilegio mayor. Te damos gracias, Señor, por el privilegio de darnos la enorme grandeza de ser verdadero hijos tuyos. Te damos gracias Señor por darnos tan alta y grande dignidad. Y te pedimos que nos des la sabiduría y la voluntad para superar todos los obstáculos que nos ayuden a ser digno de tan alto galardón y ser fieles a tu Palabra y Voluntad.

Danos, Señor, la fortaleza de responder a tu Misericordia y Salvación siendo buenos hijos. Hijos que cumplan tus mandatos y tus exigencias de amor, que no es otra cosa que simplemente hacer lo que más nos conviene, que es amar. Porque sólo amando encontraremos esa gozosa felicidad que buscamos desesperadamente y que por tu Misericordia y Bondad encontramos en Ti. Gracias Padre. Amén.