Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 12 de diciembre de 2017

TU AMISTAD ES LA QUE SALVA

Un amigo es verdadero cuando su amistad sirve para que tú mejores como persona. Si ocurre lo contrario, o todo queda en pasar algún buen rato, la amistad no es tal, sino que se esconde en una falsa apariencia de circunstancias e intereses.

Sucede que en muchos momentos la auténtica amistad exige esfuerzos y compromisos que desnudan tu corazón y exigen sacrificios. Enfrentarse con la verdad no siempre es fácil y cuesta esfuerzos de despojos y desprendimientos, que al mismo tiempo te exigen liberarte de tus propios prejuicios e ideas. Sólo en la medida que camines en esa línea de liberación, tu alma va quedando limpia y liberada para abrirse a la verdadera amistad, que tiene su reflejo, en Jesús, el Buen Pastor.

Él es el único que ofrece una amistad verdadera hasta el extremo de entregar la suya para salvarte. Su amistad es un compromiso de amor e, independiente de lo que tú hagas, Él siempre sostiene los brazos abiertos y en actitud misericordiosa. Por eso, Señor, desde este humilde rincón de oración, te pido que me tomes todo entero. Todo mi ser; toda mi mente; toda mi alma, para que, abandonado en tus Manos pueda abrazarte amistosamente abrazando con verdadera amistad a todos los hombres.

Enséñame, Señor, a ser verdadero amigo tuyo siendo verdadero amigo de los demás. Dame la paciencia, la sabiduría, la fortaleza y la paz necesaria para amar dándome a los demás. Porque, en eso consiste el amor que Tú quieres que viva, y eso es lo que yo quiero vivir para llegar verdaderamente a Ti. Y en el esfuerzo experimento que sin tu Gracia no podré lograrlo. Por eso, Señor, quiero tu amistad, porque es esa la única y verdadera amistad que salva.

No desespero, Señor, porque sería mala señal. Confío en Ti y te pido por una persona que necesita una señal de esperanza y de consuelo. Está algo desesperada y sus errores, que acepta y confiesa, los está pagando. Pero, haz Señor que no se excedan con ella y que tu justicia y misericordia Señor la alivien y le den paz. Te lo pedimos, Señor. Amén.

lunes, 11 de diciembre de 2017

LA PARÁLISIS DE MIS PECADOS

Estoy delante de Ti, Señor, y te presento mis parálisis. Son muchas las que me impiden caminar hacia Ti. Sé que tengo tu perdón, pues a eso has venido a encontrarte conmigo, pero, igual que aquellos hombres, no paso del asombro y de la indiferencia. Perdonas mis pecados y me mandas a caminar, y no sé si realmente tomo conciencia de perdón, me arrepiento y camino hacia Ti.

Me pregunto si sigo tendido en mi cama con mis parálisis sin responderte y aceptar tu perdón. Y no encuentro respuesta que me descubra la curación de mis parálisis. Sigo tumbado, Señor, en la camilla de mi parálisis porque mi corazón está cerrado a tus Palabras. Necesito abrir mis ojos y mis oídos y aceptar tu invitación de perdón. Con eso basta. Todo lo demás se curara por añadidura.

Es lo verdaderamente importante aceptar tu Misericordia, porque es ella la que nos da la salvación. La curación de mi parálisis no tiene mayor relevancia, porque ella volverá de nuevo. Somos limitados, pecadores y nuestra naturaleza tiene camino de pecado. Metemos y sacamos la pata una y otra vez. Lo que realmente nos salva es tu Misericordia, Señor. Hazno entender eso, porque es eso lo que nos salvará.

Tú nos has dicho que nos quieres sacrificio, sino Misericordia -Mt 12, 1-8-. Es ese amor el que nos da la salvación, y esa falta de misericordia es la que paraliza toda mi alma y mi cura. Por lo tanto, Señor, con sólo tu perdón basta para tomar mi camilla, levantarme y caminar. Perdona mi falta de fe y mi incredulidad. Y dame la sensatez y la fe de creer en tu Palabra sin titubeos ni vacilación.

Sé, Señor, que tengo tu perdón, pero lo que no sé es si experimento dolor de contrición  por haber faltado a tu amor una y otra vez. Y eso te pido en estos momentos de preparación del Adviento, dolor de contrición para hacer una buena confesión. Conciencia de los pecados cometidos y arrepentimiento profundo para ,fortalecido en él, resistir con voluntad, paciencia y alegría todas esas tentaciones que amenazan con paralizar mi vida e impedirle caminar hacia Ti. Amén.

domingo, 10 de diciembre de 2017

¡SEÑOR, NECESITO TU GRACIA!

Me adentro en el adviento. Es el tiempo de preparación a tu venida, a tu Encarnación, a tomar la Naturaleza humana nacido del vientre de María. Y me pregunto, ¿estoy preparado Señor para recibirte? Porque con tu venida entre los hombres instauras el Reino de Dios cerca de ello. Y yo, Señor, ¿me doy cuenta?

Yo vivo en un mundo que me seduce. Hay muchas cosas bonitas y mi naturaleza está cargada de pasión, de ideales, de inclinaciones y satisfacciones, de orgullo, de sentimientos y dignidad. Pero, sobre todo, de amor. Necesito amar y sentirme amado. Soy un ser en relación y sin los demás no existo. El mundo soy yo y otros. De no ser así, mi mundo se acabaría. Por eso, el amor es tan importante para mí.

Pero, un amor que crece cuando da, cuando protege, cuando se experimenta capaz de llegar a dar la vida hasta el extremo de entregarla totalmente. Y ese amor está cerca. Es el que nace en cada uno de nuestros corazones cuando realmente te encuentras con Jesús. Ese Jesús del que haba Juan el Bautista a orillas del Jordán. Ese Jesús del que, sin nombrarlo, porque no le conoce, se atreve a decir: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo». Sin embargo, tú y yo podemos decir que sí le conocemos. Tenemos mucha más ventaja que Juan, que lo supo más tarde en la cárcel antes de morir.

Por eso, tenemos la obligación de decírselo a otros que quizás no se hayan dado cuenta. Tenemos que decirle al mundo que miren dentro de sus corazones. El Reino de Dios ha llegado y anda entre nosotros. Porque, cuando amamos hasta el extremo a nuestros hijos, estamos amando como Dios nos ama. Y ese amor salta hasta la eternidad. Hace falta sólo dejarse tocar por la Gracia de Dios para darnos cuenta. Estamos muy cerca.

Por eso te pedimos, Señor, que nos des tu Gracia para experimentar ese inmenso amor que duerme con nosotros. Por eso, Señor, necesitamos tu Gracia para despertar y descubrir que esa felicidad que buscamos está en nuestro corazón, pues Tú nos la has dejado al darnos el aliento de vida semejante al Tuyo. Gracias Dios mío. Amén.

sábado, 9 de diciembre de 2017

DESPIÉRTANOS, SEÑOR, Y AUMENTA NUESTRA FE

Tenemos intención de buscarte, Señor, y de abrirnos a la acción del Espíritu Santo. Sabemos de nuestros pecados y limitaciones, y de nuestra pobreza. Nos sentimos compasivos con todos aquellos que sufren y lo pasan mal, e incluso experimentan pocas o ninguna esperanza. Queremos hablarle de Ti y llenarles de esperanza. Pero, no sabemos cómo ni nos sentimos fuertes para darle eso que necesitan.

Nos compadece el dolor, pero, ¿cómo quitar ese dolor? Por eso, Señor, te pedimos que nos des paciencia y sabiduría para saber interpretar y discernir nuestros movimientos y nuestra aportación. Pero, sobre todo, Señor, aumenta nuestra fe. Fe en sabernos asistidos por el Espíritu Santo y capaces, por tanto, de hacer lo mismo que hicieron tus apóstoles. Tú espera que continuemos esa misión de anunciar que el Reino de los Cielos está cerca, y nosotros queremos hacerlo.

Sin embargo, sucede que nos confundimos, que nos despistamos o que no sabemos realmente qué tenemos que hacer. Quizás esperamos hacer grandes cosas y, posiblemente sean las pequeñas cosas de cada día las que nos están hablando sobre la responsabilidad de nuestra misión. No estamos solos y eso significa que podemos contagiar del mensaje del Reino  todo lo que pulula a nuestro alrededor.

Quizás sea esa nuestra misión, llenarnos de vida de Cristo para derramarla en todos aquellos con los que nos relacionamos. Pero, para eso, necesitamos estar muy cerca del Señor, y eso significa oración y Eucaristía. Permanecer en el Señor es contar con Él para todo, porque sin Él nada podemos hacer. Permanecer en el Señor es hablarle a Él de todo lo que nos ocurre; de nuestros problemas; de nuestros miedos y tentaciones; de nuestros deseos de dejarlo todo.

Permanecer en el Señor es insistir a pesar de nuestra pereza y rogarle que nos salve y nos dé la fortaleza necesaria para sobreponernos y superar todas las dificultades que tratan de alejarnos de Él. Sí, Padre, te pedimos que envíes obreros a tus mies. Amén.

viernes, 8 de diciembre de 2017

¿QUÉ TE PROPONES?

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


¿Tienes algún proyecto? ¿Sabes realmente a donde vas? ¿Crees que está muy lejos los últimos momentos de tu vida para plantearte por donde caminas? ¿Piensas que estos proyectos que puedes proponerte llenan plenamente tu vida? Porque tus proyectos son humanos. Nacen en este mundo y en él se quedan. Son proyectos caducos que nadie se lleva consigo.

A María, aquella joven sencilla le ocurrió algo parecido. Ella tenía su proyecto. Un proyecto humano con un joven José, sin embargo, Dios le propuso otro proyecto. Un proyecto divino, de alcance infinito y eterno. Y gracias a ella, que lo aceptó, ese proyecto también puede ser para nosotros. Pero debemos escuchar, como hizo Ella, la voz del Señor que nos habla y nos propone un camino divino por encima de todos nuestros pobres proyectos humanos.

Pidamos al Señor que nos de la Gracia de construir nuestra vida desde Él. El matrimonio, la vida de servicio, la profesión, el compromiso son actitudes que no deben servirnos como huidas ni como tapaderas para llenar nuestra vida, sino como desprendimientos generosos, gratuitos que se corresponde con el amor de Dios. Porque, construidos desde nuestra humanidad, son limitados y caducos.

Dejemos que el Espíritu Santo nos dirija desde el proyecto divino, empapando nuestra humanidad y fortaleciendo nuestro espíritu, para que podamos superar todas las dificultades y obstáculos que nos salen al paso impidiéndonos llevar a cabo la Voluntad de Dios. En eso tenemos la referencia de María, nuestra Madre, que supo dejar todo, lo que de humanidad tenía su proyecto, para ponerlo en Manos de la Gracia de Dios.

Gracias, Madre, llena de Gracia porque el Señor está contigo. Tú eres bendita entre todas las mujeres, porque bendito es el Fruto de tu vientre, nuestro Señor Jesús. Amén.

jueves, 7 de diciembre de 2017

DÍAS DE TEMPESTADES

Hay muchos peligros en la vida. Peligros de tempestades, huracanes, inundaciones, terremotos...etc. En estos últimos tiempos, con esto de los cambios climáticos, parecen haber aumentado. Muchos no le dan importancia, alegando que eso ya ha pasado en otros tiempos, y otros se lo toman más en serio. De cualquier forma y debido a las comunicaciones, hoy estamos muy bien informados y nos enteramos de todo lo que está ocurriendo.

Todo eso nos obliga a guardarnos mejor y a edificar nuestras casas de forma más segura y solida. Sin embargo, incomprensiblemente, vemos muchas cosas que están construidas con materiales no muy fuertes y en lugares peligrosos donde la corriente puede llegar. De esta forma, quedamos expuestos a la deriva y a la fuerza de las corrientes de aguas. Debemos pertrecharnos mejor y construir sólidamente sobre roca firme.

Y eso significa no quedarnos en las prácticas y cumplimientos sin vivir en la Voluntad del Padre. Todo lo que hagamos deberá servirnos y fortalecernos para vivir en la Voluntad del Padre. Y vivir en la Voluntad del Padre es vivir al estilo del Sermón de la Montaña. Las bienaventuranzas nos hacen bienaventurados en la medida que vamos haciendo de nuestras vidas un rosario de bienaventuranzas y lo vamos escenificando en el esfuerzo de cada día.

Las obras de misericordia, corporales y espirituales, nos señalan el camino de perfección. Sí, no nos hace falta que nos lo recuerde. Son difíciles y cuestan mucho, y más cuando no ves resultados. Y nosotros, elegidos para ello, somos débiles y pecadores. No encajamos por ningún lado. Pero la Gracia de Dios hace el milagro y nos capacita y da fuerza para que vayamos superándonos y dando pasos de perfección. 

Por eso, este es un momento de gracia para pedir todos juntos esa fuerza y capacidad para ir dando pasitos de perfección es ese sentido. Démonos las manos virtualmente y recemos un Padrenuestro cuando lleguemos a este momento pidiendo por todos y para que seamos capaces de cumplir la Voluntad de Dios. Amén.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

LOS GESTOS DEL SEÑOR

Cualquier cosa bien intencionada y dirigida a un buen fin, sin ánimo de lucro, de vanidad, de egoísmo ni de aprovechamiento, es considerada por el Señor para multiplicarla en bien del hombre. Eran sólo siete panes y  unos pocos peces, pero esa generosidad de desprenderse de ellos para el bien de los demás, fue suficiente para multiplicarlos por infinito hasta que saciase a todos aquellos hombres y mujeres que se habían acercado a Él.

Y fueron todos saciados. No sólo los enfermos, sino también los acompañantes. Todos estaban necesitados del hambre espiritual que sólo sacia el Señor. Porque, todos somos enfermos. Quizás te sientas bien ahora, pero mañana puede ser tú el enfermo. Y no enfermos sólo físico, sino enfermo espiritual. Enfermo del alma. Por eso, pedimos al Señor que nos capacite para discernir sobre nuestras enfermedades, sobre todo las espirituales, más difícil de ver y de sentir.

Porque, las corporales las descubrimos más fácil. Nuestros cuerpos nos avisan y los médicos profesionales nos las curan. Y cuando no están al alcance de los médicos, tenemos al Señor para pedirle que nos alivie el dolor y nos fortalezca en la lucha con la enfermedad. Pero, estas enfermedades no son tan peligrosas, porque sólo pueden matar el cuerpo, pero nunca el alma. Sabemos, porque el Señor nos lo ha dicho, que resucitaremos, así que la muerte del cuerpo no tiene tanta importancia.

Lo que verdaderamente importa es el alma. Esa alma que, por nuestros pecados, podemos perderla para siempre. Y esa enfermedad que transmite el pecado es lo que queremos y te pedimos, Señor, que nos cure. Limpia nuestra alma del pecado de la avaricia, de la soberbia, de la suficiencia, del orgullo, de la pasión desenfrenada, del sexo, de la riqueza, poder y egoísmo. 

Danos ese alimento que nos da vida y nos sostiene fuerte ante las tentaciones de dejarnos invadir por las seducciones de este mundo caduco y lleno de peligros, aparentemente seductores, pero maliciosamente malos. Amén.