Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 14 de abril de 2018

CRISTO Y YO MAYORÍA APLASTANTE

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A veces me empeño en hacer las cosas por mi cuenta. Tendré que reconocer mi tozudez y terquedad, porque yo, hombre sujeto al error, me equivocaré ciento de veces, y fracasaré tanto como éxitos tengo. Y no hace falta pruebas ni demostraciones, la vida me lo demuestra a cada instante, y los que me conocen lo experimentan con frecuencia.

Pero, lo peor es que continúo empeñado, erre que erre, con mi tozudez y terquedad y no aprendo. El Evangelio de hoy me enseña que ir en la barca de mi vida solo o acompañado con otros, pero sin el Señor, no es buena medida ni buen seguro. Las tempestades, los peligros y las tentaciones mundanas amenazan con hundirnos. Necesitamos a Aquel que tiene poder para caminar por encima de las aguas; necesitamos a Aquel que con su poder hace posible que la tempestad remita y nazca la paz. A Aquel que es Fuente de Vida y de Amor Eterno.

Señor, a Ti te hablo humildemente y te pido que tomes asiento en la barca de mi vida. Pero, no un asiento cualquiera, sino el mejor, el principal, el que ocupa el centro de mi corazón desde donde Tú puedas dirigirla y y defenderla de los peligros, tempestades y acechanzas del mundo, del demonio y la carne. Porque, mi naturaleza es débil, frágil y pobre, y contigo, Señor, la ruta de mi navegación es segura y mis miedos, aunque siempre estarán ahí, pues estoy herido y tocado por el pecado, disminuyen y soy fortalecido en mi voluntad.

Tu sola presencia me conforta, me anima y me da fuerza para entregarme al servicio, fruto del amor, a los demás. Gracias, Señor, por aceptar mi invitación y subir a mi humilde y pobre barca. Dame la sabiduría de tener siempre tu lugar reservado en mi corazón y cuidarlo con esmero y delicadeza. Dame el arrojo de no descuidarlo ni de cerrarlo a tu Gracia y a tu Misericordia. Y enciende en mí la motivación de renovarlo cada día de mi vida. Porque, contigo, Señor, encontraré siempre la orientación correcta para arribar al puerto de la verdadera Vida. Esa Vida Eterna que Tú das y ofreces a todos aquellos que creen en Ti. Amén.

viernes, 13 de abril de 2018

YO QUIERO ALIMENTARME DEL PAN VIVO DE TU CUERPO

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Quiero, Señor, recibir de tus Manos el Pan que me da la Vida, tu Vida, y me hace hijo del Padre celestial y hermanos entre nosotros. Porque, Tú das el verdadero alimento que nos da la Vida Eterna y nos invade de paz y felicidad. Sin embargo, para eso tengo que estar en tu presencia, es decir, seguirte y abrirme a tu Palabra. Seguirte, Señor, a pesar de la dificultad del camino, lo desolador del desierto y las penurias y batallas que presenta la marcha de cada día.

No por ser hijo del Padre Celestial, por los méritos de nuestro Señor Jesucristo mi vida va a ser mejor que las que le dan la espalda al Señor y se resisten a ser sus hijos. El ejemplo está en Jesús, el verdadero Hijo de Dios, que por sus méritos entregando su Vida gana para nosotros el perdón del Padre y el ser considerados sus hijos, pero, para ello, ha entregado su Vida y ha padecido su Pasión y Muerte.

No ha sido la vida de nuestro Señor un camino de rosa, y hasta suplicó en su última hora de muerte el abandono del Padre. Pero, al final, entregó su Vida en sus Manos. Jesús nos marca el camino y nos lo dice muy claramente: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Él es el ejemplo a imitar y a seguir. Él es nuestra referencia y modelo.

Pidamos al Señor que, siguiendo al Señor, seamos capaces de afrontar nuestra vida con el mismo espíritu que la afrontó Jesús. Pidamos al Señor la sabiduría y fortaleza para ponernos en Manos del Espíritu Santo y, asistidos y auxiliados, seamos fuertes para soportar todo lo que la vida nos exija y nos presente. Pidamos que sepamos entender que este mundo es un camino, a veces de penurias, de sacrificios y de lucha, y otros de cierta felicidad y tranquilidad, pero siempre vamos a tener la amenaza de la tentación del pecado.

Pidamos, con fe y confianza, que sepamos entender que seguir al Señor no es un camino de rosa, pero sí es el camino que da sentido a nuestra vida y nos conduce a la otra vida, la trascendente, en donde alcanzaremos la verdadera paz, felicidad y Vida Eterna. Amén.

jueves, 12 de abril de 2018

DENTRO DE MI CORAZÓN HAY UN TESORO IRRENUNCIABLE

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Si no te conociera, Señor, mi corazón estaría triste, desorientado, frustrado, desesperado y angustiado. Porque, dentro de él late un deseo gozoso de felicidad y de paz. Pero, también un deseo de eternidad. Él me descubre la vida como una fuente inagotable de paz y de felicidad, y un deseo enorme de eternidad. Sus latidos me revelan que no quiere morir, que ha sido creado para vivir eternamente.

Y el mundo en el que vivo, Señor, no me revela eso. Encuentro mentiras, guerras, ambiciones y pasiones egoístas que, los más fuertes, haciendo uso de su poder, someten a los débiles y  los esclavizan hasta el punto de matarlos en muchas ocasiones. Ese afán de codicia y soberbia desata guerras y muertes que viven en la mentira y en la falsedad. Mi corazón no encuentra sosiego ni esa paz que anhela con desespero y pasión. ¿Qué panorama tengo si sigo empecinado en mirar para este mundo?

Todo cambia contigo, Señor. Tú si respondes a lo que anhela mi corazón. Y tus Palabras son Palabras de paz, de fraternidad, de verdad, de amor y de justicia. Tus Obras se corresponden con tus Palabras y mi pobre corazón se llena de júbilo y sosiego esperanzado en Ti.

Gracias, Señor, por tanta esperanza y por abrir en mi corazón la alegría de saberme llamado a un mundo de verdadera paz, de fraternidad, de felicidad y eternidad. Gracias, Señor, porque has dado respuesta y esperanza a lo que mi corazón desea. Gracias, Señor, por darme la sabiduría de descubrirlo y buscarlo dentro de mí. Porque es mi corazón quien guarda el único y verdadero Tesoro que hay que buscar en este mundo. Y buscarlo con la mirada levantada hacia el Cielo, porque sólo del Cielo nos vendrá la salvación.

Gracias Señor, te pido en estos momentos que aumentes mi fe y sostengas mi mirada levantada por encima de este mundo, porque, él, no es sino el camino por el que puedo llegar hacia Ti. Un camino que, primero es de pruebas, de sacrificio, de cruces que, luego, me transportarán por tu Amor y Misericordia a tu presencia para iniciar el gozo y la felicidad de la Vida Eterna junto a Ti. Amén.

miércoles, 11 de abril de 2018

EN TÍ, SEÑOR DESCANSA MI ESPERANZA

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Quiero ser luz, Señor, para, desde Ti irradiar tu Luz al mundo que vive y se esconde en las tinieblas. Quiero recibir tu Verdad, Señor, porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Porque, en el mundo reina la mentira, la ambición, la envidia, el deseo de poder y de ser cada uno más fuerte y poderoso que el otro. Hay ausencia de amor, de fraternidad y de verdad.

Si echamos una simple mirada al mundo observamos que ocurre. Simplemente, encender la televisión y comprobar que las noticias vienen cargadas de luchas, de mentiras, de disputas, de deseos de venganza, de alcanzar puestos de poder...etc. Ante esta miríada de noticias nos quedamos exhausto y confundidos. No sabemos a dónde ir ni que pensar. ¡Dios mío!, ¿dónde está la verdad?

Por eso, Señor, nos postramos a tus pies, porque Tú eres la Verdad Absoluta. Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida, y en Ti nos abandonamos y confiamos. Danos, Señor, esa sabiduría de descansar todos nuestros anhelos, deseos y esperanzas en Ti. Danos la Gracia de alumbrar nuestras vidas desde tu mirada y tu Verdad, porque sólo Tú nos salva y nos ilumina con la única y verdadera Verdad.

Tú, Señor, has venido, no para juzgarnos ni condenarnos. ¡Qué gran Verdad!, sino para amarnos y revelarnos que nos quiere hasta el extremo de dar tu vida por cada uno de nosotros, y salvarnos. Y lo haces dándonos la buena Noticia de ofrecernos tu Palabra para que creamos en Ti. Y nos revela que quienes creamos estaremos salvados, porque Tú Misericordia es Infinita y nos perdona.

Pero, ocurre lo contrario con aquellos que se entregan al mundo y se sumergen en las tinieblas, rechazando tu Persona y no creyendo en tu Palabra. Yo, Señor, quiero creer en Ti y eso te pido desde este humilde rincón de oración, estar siempre a tu lado y en constante esfuerzo por ser mejor cada día y vivir, con el trabajo y la motivación de acercarme y parecerme más a Ti cada instante de mi vida. Amén.

martes, 10 de abril de 2018

DAME, ESPÍRITU SANTO, UN CORAZÓN NUEVO

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Dame, Espíritu Santo, un corazón nuevo que se abra a tus mandatos, a tus impulsos, a tus soplos y a tu sí firme y decidido. Dame, Espíritu Santo sabiduría, fortaleza y voluntad firme para tomar las decisiones que Tú me envías y me revelas. Dame, Espíritu Santo, el don de consejo y de entendimiento, para tener capacidad para discernir y tomar siempre las decisiones que van de acuerdo con las tuyas.

Gracias, Señor, por María, la Madre del sí firme y decidido; la Madre que con su resolución abrió el camino de la Redención y de la Misericordia para todos los hombres. Gracias, Espíritu Santo, porque con tu presencia y participación, María concibió en su seno al Verbo encarnado para que, hecho Hombre, y, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su condición de Dios, sino que se despojó de su rango tomando la condición de esclavo y pasando por un hombre cualquiera.

Te pido, Señor, que yo también, asistido por el Espíritu Santo, sea capaz de tomar esa condición de esclavo para servir a los hombres. Servirlos por amor buscando el bien de todos y olvidándome de mí. Dame, Señor, esa disponibilidad que tuvo tu Madre para que yo también pueda sostenerme en el sí firme como respuesta a tu llamada y a tu amor misericordioso.

Pongo en tus Manos, Espíritu Santo, toda mi vida. Una vida instalada, difícil y apegada a tantas esclavitudes que intentan alejarme de Ti, Señor. Fortalece, Espíritu de Dios, mi vida y dame tus dones para hacerme fuerte y firme contra todas mis debilidades y pecados. Renueva mi corazón y transformalo en un corazón nuevo capaz de servir y amar y, sobre todo, creer. 

Creer, Señor, en tu Palabra y serte fiel en todo momento de mi vida y en cualquier situación donde me encuentre, para, por tu promesa, alcanzar la Vida Eterna. Amén.

lunes, 9 de abril de 2018

TAMBIÉN PARA NOSOTROS CADA DÍA SE CONVIERTE EN UNA ANUNCIACIÓN

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María fue visitada por el Ángel Gabriel y anunciada de lo que Dios había decidido para ella. Sabemos y conocemos el relato -Lc 1, 26-38- pero, quizás lo que no sabemos que también nosotros somos visitados y anunciados del Amor de Dios y de su plan de salvación. Porque, la obra redentora de Dios, que empieza en el Sí de María, continúa hasta llegar a ti. También a ti te pregunta el Señor y te anuncia que has sido elegido como hijo, y que quiere compartir contigo su Gloria para la eternidad. ¡Dichoso mensaje el recibido!

Quizás todavía no somos consciente del mensaje recibido. Nos ha tocado la verdadera dicha, pero no lo advertimos y seguimos buscando el premio de la lotería o de la once. Premios humanos y caducos que al final quedan en nada. Hemos sido, a través de nuestra Madre, la Virgen, considerados hijos de Dios y contenidos dentro de su plan de salvación. Nuestro Señor Jesús es enviado, encarnado en Naturaleza Humana, para redimirnos y hacernos partícipes de la Gloria del Padre.

Y cada día se produce ese misterio y milagro de salvación donde se nos anuncia, por medio de nuestra Madre María, que el Hijo de Dios, encarnado en su seno se ha hecho Hombre para salvarnos a nosotros y a todos los que crean en Él. Por lo tanto, no nos cerremos a la Gracia recibida y abramos nuestros corazones para que esa siembra en ellos realizada dé los frutos apetecidos.

Pidamos con humildad y fe confiada la sabiduría, la paciencia y la fortaleza necesaria para perseverar, junto a nuestra Madre María, en la Palabra del Señor. Dejémonos anunciar su mensaje y su plan de salvación, que sembrado en nuestros corazones, nos anuncian y nos convocan a participar de la Gloria de Dios. 

Pidamos también al Espíritu Santo que nos dirija y nos transforme nuestros corazones y nos llene de humildad para como María, nuestra Madre, podamos decir como ella que se haga la Voluntad de Dios en nosotros. Amén.

domingo, 8 de abril de 2018

AMOR MISERICORDIOSO

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Lo necesito y eso me ayuda a creer. Necesito tu perdón, Señor, misericordioso por mi incredulidad, por mis pecados, por mi poca fe y por mi exigencia de pedir pruebas que convenzan mi razón humana exigente y soberbia. Sé que por mí mismo me será imposible creer, pero, apelo, Señor, a tu Amor Misericordioso para que me des la fe y poder seguirte de palabra y de obras.

Gracias, Señor, por experimentarme necesitado, y también por reconocerme pecador. Gracias, porque ese tomar conciencia de mis limitaciones y necesidades me impulsa a buscarte y a escucharte. También te pido, Señor, que me des un corazón humilde, pequeño y dócil a tu Palabra. Porque, como los apóstoles, tengo miedo y debilidades que, fácilmente, me pueden y me apartan de Ti.

Yo quiero creer sin necesidad de ver, pero me es imposible sin tu Gracia. Como Tomás necesito meter mis dedos en tus llagas y adentrar mi mano en tu costado. Perdona, Señor, mi osadía y dame la fe que necesito para adorarte y reconocerte mi Dios y Señor. Sé que tengo que poner mucho de mi parte, pues esa libertad que has puesto en mí  me delata como responsable y me exige responder. Y trato de hacerlo, a pesar de las dificultades que la vida me presenta.

Dame, Señor, la sabiduría de saber esperar y aguardar tus señales y de perseverar en tu presencia humildemente sin desesperar ni exigir nada. Dame, Señor, el conocimiento de permanecer en tu silencio y de encontrarlo en mi humilde y pobre corazón. En él quisiera permanecer y abandonarme para dar respuesta a todas mis ambiciones, interrogantes y anhelos desde tu Amor Misericordioso.

Y, por último, Señor, te pido en este día la Paz. Esa Paz que Tú siempre ofreces y das a todos aquellos a los que te presentas y confían en Ti. Yo, Señor, quiero también acogerme a esa Paz que, viniendo de Ti, nos llena de gozo, de felicidad y de amor. Amén.