Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 24 de enero de 2019

PIDAMOS POR LA UNIDAD

Resultado de imagen de Mc 3,7-12
Nuestro objetivo es alcanzar la unidad, pues nos hemos bautizado bajo una misma fe y un mismo Espíritu. ¿Por qué, luego, los cristianos se han separado? Diferencias que en el fondo están marcadas por el deseo de rebeldía, de poder, de desobedecer y de muchas cosas más. Nos ocurre a nosotros incluso en estos momentos dentro de nuestra propia parroquia o grupo. Siempre nos cuesta estar unidos.

Y es que la unidad nos exige despojarnos de todos nuestros pecados y diferencias. En el fondo sabemos que sólo en Dios podemos estar unidos, y sin Él, nuestros caminos se bifurcan y separan. Pidamos esa unidad y que nuestros corazones no se miren en la humanidad sino en el Espíritu de Dios, porque es Él quien realmente nos une. No exijamos el mismo Dios que, quizás nosotros fabricamos o pensamos, para otros, sino dejemos que el Dios Amor nos llegue a todos y nos una a todos.

En ese Dios Amor, no mi dios imaginado por mí, cabemos todos, porque todos somos sus hijos, y el Hijo, el predilecto y amado por el Padre, nos lo ha revelado en el silencio de la Cruz dando su vida por cada uno de nosotros y borrándonos el dios que cada uno se forma, para dejar el único y verdadero Dios que nos ama y nos espera.

Unidos en el Espíritu de Dios, a través de este medio virtual, digamos todos:  Por la unidad de todos los creyentes en Cristo, para que pronto llegue el día en que las iglesias y comunidades eclesiales seamos uno como l oquiere el Señor - C. EPISCOPAL -

miércoles, 23 de enero de 2019

¿DÓNDE ESTÁN MIS PARÁLISIS?


Resultado de imagen de Mc 3, 1-6
Es posible que no hayamos descubierto nuestras parálisis. Quizás están muy ocultas dentro de nosotros y pasan desapercibidas. Aparentemente estamos saludables y nuestras piernas se mueven rápidas al ritmo que nuestros músculos tiran de ellas. Incluso, hacemos deporte y nuestra elasticidad corporal responde muy bien. No hay síntomas de parálisis. Y si eso es lo que parece y vemos no tenemos necesidad de recurrir al médico.

Sin embargo, tenemos dificultad para escuchar a alguna persona amiga que necesita ser escuchada. Tenemos dificultad para compartir con quien lo necesita y grandes problemas con nuestra solidaridad y generosidad con los demás. Sobre todo con los que sufre. Igual no nos hemos dado cuenta, pero pensamos solo en nosotros y, lo más, nos apenamos o compadecemos de los sufrimientos que padecen otros o que las noticias nos descubren.

Pero, lo hacemos desde otro ángulo, como mero espectadores y sin tomar parte activa en ello. Ni siquiera con nuestra preocupación y oración. Cosa que ni siquiera creemos en ella o no le damos mayor importancia. Las parálisis no están en la inmovilidad de nuestros músculos, al menos las importantes, sino en nuestro corazón. Quizás esté apagado, empapado de esa agua insípida, estancada y casi muerta. Necesita ser transformada, purificada y convertida en ese vino nuevo que trae vida nueva, generosa, compartida, alegre, y renovada.

Hay algunos santos que, estando inmovilizados, se han movido mucho. Ha corrido con su generoso corazón y han alcanzado la cima hasta encontrarse y llegar a Dios. Sí, después de este recorrido he descubierto que yo también tengo muchas parálisis que necesito curar, y tiendo mi mano, Señor, me atrevo a ponerla delante de Ti. Quizás, sin tu permiso, pero confiado en que Tú la advertirás y la sanarás.  Y es eso lo que te pido, Señor, cura mis parálisis que me impiden llegar y encontrarme contigo. Amén.

martes, 22 de enero de 2019

LA MIRADA HUMANA

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Cuando el hombre trata de opinar o juzgar cualquier hecho o ley, la diversidad entre unos y otros es notoria. Eso se ve cada día en las distintas interpretaciones de las leyes. Hay leyes incluso que dan lugar a diferentes interpretaciones. ¿Qué ocurre entonces? ¿No debe estar la ley suficientemente clara para no dejar lugar a la duda o a la interpretación? ¿Por qué una ley se puede interpretar de varias formas?

Esas dudas e interpretaciones ante una misma ley deja en evidencia la imperfección del hombre. Y las limitaciones que tiene para discernir respecto a la verdad. Todo está regulado y contaminado por su propia naturaleza humana, que está herida por el pecado. Así, sus egoísmos, sus avaricias, sus debilidades, sus apetencias y todos sus pecados le someten al error y a la equivocación.

Es de suma claridad que la ley no puede estar para someter al hombre, sino para ayudarle a un orden, a una verdad y justicia. Y todo lo que suponga un mal contra él sería injusto. Por tanto, una ley que no busque el bien del hombre sino lo contrario sería injusta. Es decir, dejaría de ser ley Y hay muchas en este mundo a las que los cristianos debemos oponernos. El aborto, las desigualdades, las dictaduras, las explotaciones, que aunque algunas no están contenidas en las leyes, sí se permiten como si lo fueran.

Todo eso da como resultados enfrentamientos, migraciones y muertes que vemos cada día en el mundo que vivimos. Por lo tanto, la mirada humana está enferma cuando se aparta de Dios. Pidamos que el hombre vuelva su mirada a Dios para que, desde Él y por la acción del Espíritu Santo, regule las leyes de este mundo en favor de la verdad, la justicia y el bien del hombre. Amén.

lunes, 21 de enero de 2019

LA FUERZA DEL AYUNO

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Hay muchos momentos difíciles en nuestra vida. Momentos de renuncia, de sacrificios y de penitencia. No hace falta buscar mucho para darnos cuenta que en nuestra vida hemos tenido que esforzarnos y sacrificarnos para conseguir una preparación para ganárnosla económicamente y poder vivir, e incluso formar y fundar una familia. La vida, de por sí, es ya un constante ayuno.

Pero, eso no nos priva de vivir momentos de alegría y de felicidad. Sobre todo cuando las cosas salen bien y cuando todos nos podemos reunir y festejar la vida, la felicidad y los buenos momentos de prosperidad y gozo. Para el cristiano, la presencia de Jesús es siempre motivo de alegría y de gozo. Estamos salvados y liberados del pecado por el amor del Padre, porque, por el Hijo enviado - nuestro Señor Jesús - hemos sido rescatado para recuperar nuestra adopción de hijos de nuestro Padre Dios.

Por lo tanto, son momentos de alegría y de fiesta. El Señor está presente entre nosotros y, por lo tanto, el Reino de Dios ha llegado. Vida nueva para una vida llena de esperanza y de un nuevo renacimiento por medio del bautismo. Por eso, en la presencia del Señor nos alegramos y hacemos fiesta. Ya habrá momentos para la lucha, la penitencia y el sacrificio, que llegarán cuando tengamos que enfrentarnos, en las horas decisivas, contra las tentaciones y apetencias de nuestras propia naturaleza humana herida por el pecado.

Llamaremos al Señor, caminaremos en su presencia y en Él abandonaremos todos nuestros sufrimientos; todas nuestras penas y cargas para que, también en Él, se nos hagan más suaves y ligeras. Te pedimos, Señor, que nuestro caminar sea un caminar consciente de que Tú lo haces también con nosotros y que nuestras fatigas en Ti se convierten en alegría, en ánimos y perseverancia para no desfallecer y seguir, tras tus pasos, tu camino, porque en Ti creemos y Tú eres nuestro Camino, Verdad y Vida. Amén.

domingo, 20 de enero de 2019

II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - LAUDES -

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H I M N O
Somos el pueblo de la Pascua,
Aleluya es nuestra canción,
Cristo nos trae la alegría;
levantemos el corazón.

El Señor ha vencido al mundo,
muerto en la cruz por nuestro amor,
resucitado de la muerte
y de la muerte vencedor.

Él ha venido a hacernos libres
con libertad de hijos de Dios,
él desata nuestras cadenas;
alegraos en el Señor.

Sin conocerle, muchos siguen
rutas de desesperación,
no han escuchado la noticia
de Jesucristo Redentor.

Misioneros de la alegría, 
de la esperanza y del amor,
mensajeros del Evangelio,
somos testigos del Señor.

Gloria a Dios Padre, que nos hizo,
gloria a Dios Hijo Salvador,
gloria al Espíritu divino: 
tres Personas y un solo Dios. Amén.

sábado, 19 de enero de 2019

LÍMPIAME, SEÑOR, DE MIS PECADOS

Resultado de imagen de Mc 2,13-17
Soy un pecador y necesito al Médico que me pueda limpiar mis pecados. Es ya un gran paso descubrir mis pecados, porque, uno de los grandes peligros es no percibirlo y alejarte del sacramento de la Penitencia porque te cuesta ver tus pecados. Por lo tanto, desde esa perspectiva conviene y es bueno descubrir tus egoísmos, tus vicios, tus defectos, tus ambiciones y debilidades. Porque, descubriéndolas buscarás quien te pueda perdonar.Y sólo hay uno, nuestro Señor Jesús, y yo quiero que me vengas a mi humilde casa, tal y como hiciste con Leví, y me limpies de mis pecados. Reconozco que estoy enfermo y quiero curarme.

Te doy gracias por tu ofrecimiento, tu entrega y tu amor generoso por el que me llamas para curarme, pues sin Ti, ¿a dónde puedo acudir? Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna y poder para limpiar y perdonar todos mis pecados. En Ti descanso y recobro fuerza y esperanza para empezar de nuevo el camino. Hoy, alguien me preguntó, ¿qué es la vida? Y mi respuesta fue "caminar".

No sé cómo me vino a mis labios, pero pensé que quizás el Espíritu me había soplado la respuesta. Pues, segundos después me volvieron a preguntar, ¿y a dónde? Y volví a responder algo sorprendido: "a un objetivo concreto", pues, de no saber a dónde se va estaríamos perdidos y sin rumbo. Y volvieron a preguntarme, ¿y todos vamos por el mismo camino? A lo que respondí:  "claro, porque todos buscamos lo mismo".

Luego, sorprendido por mis rápidas respuestas pensé interiormente. Todos queremos ser felices y todos buscamos la felicidad. Por tanto, el camino es el mismo para todo, y sólo hay uno, Tú Señor, que nos limpias de todas nuestras impurezas y pecados. Tú eres el único Camino, Verdad y Vida, y es ese el camino que quiero recorrer. Y también pienso que les gustaría recorrer a todos los hombres. Por eso, desde este humilde blog lo comparto con todos aquellos que, humildemente, quieran leerlo y reflexionarlo. Te lo pido, Señor. Amén.

viernes, 18 de enero de 2019

YO TAMBIÉN NECESITO PERDÓN

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Resultado de imagen de Mc 2,1-12Muchas veces nos cuesta encontrar nuestras faltas y pecados. Quizás, reflexiónamos poco y no nos miramos con paciencia y serenidad. Así, se nos escapan muchas actitudes y murmuraciones que pasan desapercibidas a nuestra vista, pero que son ocasiones y faltas que, por negligencia, cometemos. Tan responsables somos de no cuidarnos y reflexionar sobre nosotros que de las faltas de amor que cometemos imprudentemente y por negligencia extrema.

Necesitamos pararnos y meditar sobre nuestros actos y ver cual es la relación con las personas que a diario nos relaciónamos. En esta línea también nosotros tenemos muchas parálisis que necesitamos presentarlas ante el Señor para ser curados. Parálisis que están ocasionadas por nuestros pecados y que, limpiados estos, podemos quedar liberados de nuestras parálisis.

Por eso, consciente de todo eso y arrepentidos contritamente ante el Señor, pedimos perdón por todos nuestros pecados y también fortaleza para no volver a caer. Pedimos sabiduría y voluntad por la lucha diaria contra las tentaciones y circunstancia que nos provocan y arrastran a cometerlos. Pedimos que siempre tengamos a mano una camilla y quienes nos lleven delante del Señor y tengamos la posibilidad de ser perdonados de nuestros pecados.

Damos gracias también al Señor por dejarnos esa puerta de la Penitencia abierta para, acudiendo a ella, alcanzar tu Miserícordia, Padre, y limpiar nuestros pecados. Gracias por tener la posibilidad de empezar cada día una vida nueva llena de esperanza y buenos propósitos. Gracias, Señor, por darnos esa hermosa oportunidad de poder levantarnos y arrepentirnos de nuestras malas acciones.

Quiero, Señor, presentarte hoy mis parálisis y ponerlas en tu presencia confiado y abandonado a tu Perdón y Misericordia. Gracias, Padre por la comunidad de hermanos que me ayudan a encontrarte y a ponerme delante de Ti para alcanzar tu perdón. Yo, Señor, confieso y quiero también tu Misericordia y Perdón. Amén.