Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 21 de agosto de 2018

LÍBERAME DE LA ESCLAVITUD DE MIS APEGOS

Resultado de imagen de Mt 19,23-30
No puedo librarme de la esclavitud de mis apegos. Mi humanidad me secuestra y me somete. Cada día es una batalla campal contra mi mismo. Me siento esclavo de mis gustos, de mis apetitos, de mis apetencias y apegos. No puedo liberarme de ellos y no me siento libre. Son las riquezas que anidan en mi corazón y encadenan mi voluntad secuestrando mis buenas intenciones y forzándome a buscar mis gustos y mis satisfacciones.

Me doy cuenta, Señor, que te necesito y que sin Ti nada puedo. Suplico tu Gracia y tu Fuerza para poder superar mis vicios, mis apetencias, mis apegos y mis satisfacciones y, desapegado, darme generosamente a los demás y a hacer tu Voluntad. A veces, Señor, las riquezas de mi corazón están escondidas en mis proyectos y mis planes, que antepongo a los tuyos. 

Muchas veces no es el problema el dinero, sino mis egoísmos y mis ideas. Muchas veces son ellas las que me hacen ensoberbecerme y entregarme a sus placeres olvidándome de los demás. Es una batalla de cada día para la que necesito tu Gracia, Señor. Por eso, te pido fuerzas y sabiduría para saber sostenerme firme en tu presencia y resistirme a las apetencias de mis gustos y satisfacciones. 

No quiero quedarme en el mero cumplimiento de preceptos y normas, sino ir más allá de lo que el amor me exige y me llama. Quiero darme en la totalidad de mis fuerzas y mis cualidades y eso, aunque a veces me cuesta y me cansa, sé, Señor, que contigo puedo superarlo y soportarlo. Por eso, desde lo más profundo de mi corazón te confieso, Señor, que quiero seguirte e irme desapegando de todo aquello que me separa de Ti. Amén.

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