Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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lunes, 16 de diciembre de 2013

SOSTENME SIEMPRE EN LA VERDAD, SEÑOR



Dame, Dios mío, la sabiduría de permanecer en la Verdad. Esa Verdad que Tú nos proclamas y nos regala: Que Tú eres el Hijo de Dios Vivo y te haces Hombre para con tu Muerte y Resurrección redimirnos y danos la Gloria eterna.

Y que Juan el Bautista ha sido enviado por delante de Ti para preparar tu camino y dejarnos la esperanza de aguardar tu venida con gozo y alegría. Por eso, Señor, esta tercera semana de adviento, llamada de "Gaudete" la queremos vivir llenos de esperanza, de gozo y de gran alegría.

Nos sabemos salvados por tu Misericordia y por tu Amor en tu Hijo Jesús, que se hace Hombre, pasando por un Niño humilde que nace en un pesebre de Belén. Él es nuestra esperanza y nuestro gozo, a pesar de que nuestro camino esté lleno de dificultades, de subidas duras y dolorosas, de incomprensiones u otros padecimientos.

Sabemos que al fina, Tú, Señor, nos recibirás en tu Reino. Reino de Amor, de gozo y de paz.

sábado, 7 de diciembre de 2013

A VECES DUDO DE MI FE



Supongo que a ti también te pasa. ¿No tienes dudas, sobre todo cuando el camino se pone duro y difícil? Te preguntas, ¿para qué hago esto? ¿Servirá esta lucha para algo? Y es que Satanás no está dormido. Él también juega y trata de convencernos que no vale la pena caminar contra corriente. Así encontró Jesús a muchos, fatigados, vejados y abatidos. Diríamos sin esperanzas.

Cuando decidimos quedarnos, dejar de luchar y rendirnos a las corrientes de este mundo, pronto experimentamos que nuestra esperanza empieza también a desaparecer. Es el Espíritu Santo que nos alerta, que nos previene, que nos empuja, porque somos seres de esperanza, de deseo de una vida mejor. Y en este mundo sólo encontramos apariencias de esperanza y felicidad, pero no la auténtica verdad y felicidad. 

Nos damos cuenta que estamos siendo arrastrados, y volvemos nuestros ojos a Jesús, la única y verdadera esperanza. En, por y con Él nos encontramos a gustos, felices, esperanzados y en paz. No por eso dejamos de padecer y sufrir contra tiempos, pero lo hacemos con otra mirada, con otra esperanza. Son las pruebas que nos mantienen alerta y deseosos de buscarle y de dejarnos encontrar con Él. 

Precisamente porque le necesitamos.

 A pesar de mis penas y tristezas. A pesar de mis sufrimientos y mis temores. A pesar de mis angustias e inseguridades, dame Señor la esperanza de saberme salvado y de continuar el camino hacia Ti. Eso descubre que mis dudas son superadas y que mi fe, aunque en momentos se tambalea y me recuerda mi humanidad, mi pobreza y mis pecados, sigue en pie porque Tú la sostienes.


jueves, 28 de noviembre de 2013

SABEMOS QUE SU PALABRA NO FALLARÁ



Sabemos que vendrá, vendrá para poner todo en orden. Esa es nuestra gran esperanza fundada en su Palabra. Palabra de vida eterna y que siempre ha tenido debido cumplimiento en el Señor, el Hijo de Dios vivo. En Él podemos confiar y estar seguros y salvados.

Hoy, Señor, no queremos sentirnos asustados ni atemorizados. Todo lo contrario, Señor, estamos alegres y confiados en tu Palabra, y esperanzados en tu venida. Porque Tú, Señor, pondrás las cosas en su sitio y nos salvarás de este caos y alocado mundo que te da la espalda.

Danos, Señor, la fuerza y la esperanza de no desfallecer. Danos la perseverancia de mantenernos unidos y fortalecidos en la fe a pesar de todos los contratiempos, los engaños, las apariencias y el caós que vendrá sobre este mundo. En Ti confiamos y en Ti esperamos alegres y en paz.

domingo, 5 de mayo de 2013

CON LA ESPERANZA DE TU REGRESO, SEÑOR



Gracias, Dios mío, por quedarte entre nosotros. No te vemos con los ojos de nuestro cuerpo, ni te tocamos con las manos de nuestros brazos, pero te percibimos con el espíritu de nuestro corazón y te sentimos con la fe de nuestra alma. Tú, Señor, estás entre nosotros porque tu Palabra así nos lo dice, y así nosotros la acogemos fiados de Ti y de tu presencia entre nosotros.

Percibimos tu aliento, tu fortaleza y tu poder, y sobre todo, tu Cuerpo y Sangre bajo las especie de pan y vino, que nos alimentan y nos dan la vida hasta tu regreso. En Ti confiamos y en Ti nos alegramos, porque tu eres nuestra esperanza y nuestra vida.

Danos Señor la fortaleza de espíritu que necesitamos para, a pesar de lo empinado del camino, podamos soportar todos los contratiempos que el cargar con nuestra cruz nos exige. Que nunca perdamos la confianza y la esperanza de sabernos acompañados y fortalecidos en el Espíritu Santo, y que no perdamos de vista la esperanza y la certeza de esperarte confiados en tu regreso. Amén.

sábado, 30 de marzo de 2013

DESEOS DE ALCANZARTE, SEÑOR



Me experimento pecador, y me avergüenzo de seguirte defraudándote a cada momento. Confieso que me da vergüenza y que ese sentimiento me desanima y se me hace duro perseverar. Pienso que siempre lo mismo, que mi vida se hace una hipocresía y una mentira. ¿Hasta cuándo, me pregunto, Señor?

Pero, leo y oigo por otros, lo que Tú has hecho con la mujer adultera y hasta con Pedro. Y las Escrituras me hablan de esa parábola que cuentas del hijo prodigo, y me corazón se enciende y se agita. Nace en mí la esperanza de que me trates como a esos que has salido al paso de tu vida.

Y Tú, no solo me esperas, sino que sales a mi encuentro, me lo dices cuando hablas de la oveja perdida. Y eso me llena de esperanza, de alegría y de deseos de abandonarme en tus brazos. Señor, hoy me vuelves a repetir que has muerto por mí, y que con tu muerte has pagado mi rescate. Eso significa que estoy salvado.

Dame, Dios mío, la Gracia de darme cuenta, de darme cuenta que tu Amor me salva y que, si quiero yo salvarme, sólo tengo que seguirte y vivir ese amor del que Tú me llenas y me regalas. Sé que eso no es fácil, pero cuento con tu Gracia, y también con la ayuda de la Iglesia, que Tú has dejado para que todos unidos y juntos podamos llegar a Ti.

sábado, 23 de marzo de 2013

GRACIAS POR TU PRESENCIA



Tú, Señor, eres el Hijo de Dios vivo. Lo creo firmemente; me empeño en creerlo con esa voluntad y libertad que Tú también me has dado. Y si no fuese así, ¿a dónde iría, Dios mío? Este mundo no ama; este mundo solo se busca y se goza en los placeres y gozos que aquí encuentra, y eso, para unos pocos nada más, porque la inmensa mayoría sufre más que goza.

Todo lo que aquí nos rodea es bueno, pero no es suficiente, se acaba. Y el hombre lo desvirtúa, lo utiliza mal, contra sí mismo, y se pierde. Experimento una aspiración mayor, de felicidad y eternidad, y eso no lo encuentro en este mundo. Sólo en Ti hallo la esperanza que anhelo y busco.

Por eso, Señor, porque Tu Vida llena totalmente mi vida; porque Tu Esperanza despierta la mía y la hace vida; porque Tu Amor llena de gozo mi ser y lo hace dichoso, porque Tú, Señor, eres lo que da sentido a mi vida y la sumerges en un mundo de esperanza, justicia y paz.

Porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Y no sabría caminar de otra forma. Me perdería, me ahogaría, me encontraría la muerte. ¡Gracias Dios mío por el misterio de tu Amor!

jueves, 14 de febrero de 2013

Fe y Esperanza - Consolación en la Angustia


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Señor, Señor. No puedo más. Vengo de una larga noche; estoy saliendo de las aguas saladas. Ten piedad. La soledad es una alta muralla que me cierra todos los horizontes. Levanto los ojos y no veo nada.


Mis hermanos me dieron la espalda
y se fueron. Todos se fueron.
Mi compañía es la soledad;
mi alimento la angustia.
No quedan rosas. Todo es luto.
¿Dónde estás, Padre mío?
Una cruel agonía se me ha detenido, congelada,
en lo hondo de las entrañas.
 
Dame la mano, Padre; apriétamela;
sácame de este negro calabozo.
No me cierres la puerta, por favor, que estoy solo.
¿Por qué callas? Mis gritos llenaron la noche,
pero Tú permaneces sordo y mudo.
Despierta, Padre mío.
Dame una señal, siquiera una, de que vives,
de que me amas, de que estás aquí, ahora, conmigo.
Mira que el miedo y la noche
me rondan como fieras,
y sólo me quedas Tú, como única defensa
y baluarte.
 
Pero yo sé que la aurora volverá,
y me consolarás de nuevo,
como una madre consuela a su niño pequeño;
y la armonía cubrirá los horizontes,
y ríos de consolación correrán por mis venas.
 
Regresarán mis hermanos a mi presencia,
y habrá de nuevo espigas y estrellas;
el aire se henchirá de alegría
y la noche de canciones,
y mi alma cantará eternamente tu misericordia,
porque me has consolado.
Gracias, Padre mío. Amén.
 
 
Del libro "Encuentro" del Padre Larrañaga