Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 16 de noviembre de 2019

NECESITO ORAR, SEÑOR

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Dame, Señor, la sabiduría para saber y entender la necesidad de la oración. Necesito orar a pesar de que los resultados no se vean, o quizás sean contrarios a lo que yo pido y deseo. Y es que, Señor, confieso y me doy cuenta que no sé pedir. Quizás pida lo que no necesito o lo que, a la larga, no me conviene, pero lo ignoro y es eso lo que necesito saber y darme cuenta. Y no es nada fácil, por eso, Señor, te pido sabiduría y paciencia para, poniendo toda mi confianza en Ti, tener fortaleza y perseverancia en no dejar de orar e insistir sin desmayo.

Necesito, Señor, orar para vaciar todos mis problemas e interrogantes en Alguien en quien pueda confiar. Y ese, Señor, eres Tú. Es posible que yo no te escuche ni te preste la debida atención. Es posible que yo no te entienda ni sepa que Tú me escuchas y estás siempre presente. Y es también posible que dude de tu Palabra, pero, yo, Señor, quiero fiarme de Ti porque Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Por todo ello, a pesar de mis dudas, quiero seguir insistiendo aunque todo se suceda contrario a lo que deseo y te pida. Creo en tu Bondad y tu Infinita Misericordia. Me lo has demostrado con tu Pasión y Muerte, entregando tu Vida de forma voluntaria y libre para rescatarme y librarme de mis pecados y restituirme la dignidad de hijo de tu Padre Dios. 

Dejo todo en tus Manos y a tu Voluntad, Señor, porque, sólo Tú es el que sabe y el que busca mi bien ante que yo mismo, que, sometido al pecado, busco ignorantemente mi propia perdición y muerte. Tú sólo, Señor, puedes salvarme y a Ti me confío y abandono. Por mi parte y siguiendo tu advertencia y contando con tu Gracia, seguiré insistiendo hasta que Tú decidas, Señor, el momento de mi hora. Amén.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

¡SEÑOR, TAMBIÉN YO TENGO MUCHAS NECESIDADES!

Posiblemente, tengas en tu vida lo necesario para vivir. Por la Gracia de Dios tu economía no te ha fallado nunca en tu vida. Has nacido en una familia que ha tenido lo suficiente para criarte y darte lo necesario para tu educación y necesidades como persona. Y tú has sabido aprovechar todo ese regalo y has sabido crearte lo necesario para tener siempre para vivir dignamente. Quizás, en algún momento hayas tenido algún apuro, pero, por la Gracia de Dios, has podido superarlo sin que eso te haya exigido algún sacrificio.
Resultado de imagen de Mt 15,29-37

Gracias, Señor, por tanta Gracia y por tanta compasión, porque, ahora, reflexionando, me doy cuenta de que esos momentos de apuro son mis panes y mis peces. Y tantos que he tenido a lo largo de mi larga vida, que voy cumpliendo sin darme cuenta. ¿Sabes una cosa, Señor,? A veces pienso que cuanto más años mi concedes es porque me quieres para cumplir alguna misión.

No es que tenga muchos, pero son ya unos cuantos en los que observo que muchos compañeros y conocidos se han quedado en el camino. Unos cuantos me faltan para ser octogenario y aunque con alguna limitaciones me siento bien y con ganas. ¿Será esta mi humilde y pequeña labor? ¿Sabes?, en muchos momentos pienso que dejo mucho que desear y que no cumplo bien tus ordenes. Cada día me parece que dejo muchas cosas que hacer y que no amo bien como Tú me has enseñado.

Sabes que quiero ser mejor y que trato de esforzarme, aunque en muchos momentos mis fuerzas fallan, por dar un buen testimonio en mi familia. Pero, cuánto más me esfuerzo me da la sensación que peor lo hago. De una cosa estoy satisfecho. Bueno, un poco satisfecho. Y es de seguir adelante, de levantarme y continuar. De confiar en Ti y saber que Tú me empujas y me acompañas. Gracias por todo, Señor.

Estoy convencido que Tú sabes lo que más necesito y, aunque te pido cosas me voy abandonando sólo en estar en tu presencia y dejarme guiar por tu Espíritu, que sé que sabe lo que mejor me va. Por eso, Señor, acepto esos panes y peces que Tú me ofreces cada día y te pido que sepa comerlos y digerirlos bien para el bien de mi salvación. Gracias Señor. Amén.

jueves, 23 de febrero de 2017

VIVIENDO EN EL AMOR

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Posiblemente, muchos actuamos de forma interesad y para que se nos vea. Es verdad que lo hacemos de forma instintiva y espontánea, pero no de forma desinteresada y a quien verdaderamente lo necesita. Actuamos mirando al mundo y para que se nos vea. Al menos estamos inclinado a ello. Y esa debe ser nuestra lucha, actuar con quien verdaderamente lo necesita, sea quien sea, y si es nuestro enemigo, más razón tenemos para actuar, porque ello es la prueba del algodón de nuestro sincero y verdadero amor.

Ese es el sentido evangélico de hoy. Dar un vaso, por amor, a quien verdaderamente lo necesite. Privarnos de los excesos que nos puedan afectar y aflojar nuestra espiritualidad. No se trata de no hacer cosas que puedan gustarte, pero sí ponerlas en su justa medida. Sin perder la orientación del camino y de Dios, que es y debe ser el centro de nuestra vida.

Por tanto, todo aquello que empiezas a experimentar que afloja tu relación con Dios y te aleja de Él, déjalo, córtatelo, sácatelo. Ese es el criterio. Se trata de saber discernir y de actuar. No cabe duda que, al mismo tiempo, estamos descubriendo la necesidad e importancia de la oración. Necesitamos orar, estar con el Señor y abierto a la acción del Espíritu Santo. ¿Cómo, si no vamos a sostenernos y perseverar si no estamos unidos y en constante relación con Él? ¿Cómo vamos a vencernos a nosotros mismos sin la fuerza del Espíritu de Dios que nos asiste, nos acompaña y nos fortalece?

Solos estamos entregados y en manos del Maligno, que trata de apartarnos del camino del Señor. Por eso, unidos y consciente de la necesidad de estar en el Señor, le pedimos que nos llene de su Gracia para vencer todas las tentaciones e inclinaciones que amenazan nuestro camino y nuestra vida.

Y, también, acudimos a nuestra Madre, para que nos aconseje, nos transmita su serenidad, su confianza y su humildad en la seguridad que su Hijo, el Señor, nos escucha y camina con nosotros. Amén.

miércoles, 15 de abril de 2015

ME OLVIDO, SEÑOR, Y PIERDO EL RITMO DE TUS PASOS



Sin darme cuenta, Señor, me olvido de Ti. Cuando tomo conciencia de mi olvido descubro que Tú no estás a mi lado. No porque Tú te hayas ido, sino porque yo te he dejado. A pesar de saber que sin Ti nada puedo, prevalecen, muchas veces, mis ideas, y una y otra vez me empeño en ponerlas delante de las Tuyas.

¡Y así me va! Fracasos y fracasos. Quizás aparentemente no lo parezcan, pero no tarda en aparecer el engaño y la falsa ilusión. Porque todo lo que no nazca de Ti, Señor, es caduco y no se sostiene. Tú sostiene el mundo y si lo sueltas se cae abajo. Y yo quiero mantenerme en él con sentido y esperanza, y eso solamente me lo das Tú, Dios mío.

Por eso, hoy te digo una vez más la necesidad que tengo de Ti. No porque yo me empeñe en decírtelo, sino porque si me aparto de Ti, ¿a dónde voy, Señor? Solo Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Las cosas de este mundo son simplemente cosas. Cosas que nos alegran la vida y nos dan alegría, pero cosas. Cosas que van y vienen y en el tiempo desaparecen.

Cosas que no terminan por llenarnos, por darnos la paz que nos invade de serenidad, sosiego y alegría eterna. Solamente Tú nos das eso que todos buscamos. Pero somos pecadores, ciegos e ignorantes que llegamos a perderte por un puñado de monedas. Y no queremos, Señor. Danos la paciencia, la prudencia y la sabiduría de saber esperar y confiar. Nunca perder la confianza en el Espíritu Santo que nos acompaña y nos asiste.

¡Dios mío!, sabemos que por nosotros no podremos alcanzarte, y queremos ponernos en tus Manos para que Tu Espíritu nos alumbre el verdadero camino que nos mantenga toda nuestra vida en este mundo junto a Ti. Amén.

sábado, 3 de mayo de 2014

PEDIR LO QUE VERDADERAMENTE NECESITAMOS PARA SALVARNOS



A la hora de acudir a unas rebajas compramos más de lo que necesitamos. A veces salen caras, porque gastamos más en cosas que, si están bien, no las necesitamos y luego se pudren en los roperos. En muchas ocasiones terminan en caritas aunque de forma indirecta y sin esa intención. Sería bueno aprovechar esas ocasiones para pensar más en los que verdaderamente necesitan cosas para ser bien utilizadas.

De la misma forma, pedimos cosas que no son las prioritarias o que nos priven de sacrificios y renuncias que nos vendrían bien como ejercicio, al igual que hacemos para cuidar nuestro cuerpo con las dietas o con ejercicios físicos. Y es que no sabemos pedir, o al menos no pedimos lo que verdaderamente nos vendría bien. Ocurre también que no sabemos bien qué nos viene bien.

Danos Señor el don de saber pedir y de dejarnos regalar de tu verdadero y único Amor aquellas cosas que Tú nos das y son las que realmente nos viene bien y nos hace bien. Bien que significa salvación eterna y que es lo único y verdaderamente importante. Todo lo demás, aunque en algunos momentos de nuestra vida sean necesarios, son caducos y pasa, más tu Palabra y tu Vida Señor nunca pasa y es eterna.

Abre mi corazón Señor y llena mi boca de palabras que pidan encontrar el único y buen camino que conduce a tu morada y que nos mantenga toda la vida eternamente junto al Padre. Amén.

martes, 18 de febrero de 2014

DAME LO QUE NECESITO, NO LO QUE DESEO



Se me ocurre pensar que hay bastante diferencia entre la necesidad y los deseos. Porque puedo desear muchas cosas, que incluso algunas puedes ser necesarias o no sobran al menos, pero sin las que me puedo pasar. Sin embargo, hay cosas que si las necesito de forma muy importante o casi vital.

También es verdad que solemos pedir muchas cosas deseadas sin mirar su verdadera necesidad, y cuando se trata de pedir gratuitamente, como es el caso de pedir a nuestro Padre Dios, solemos hincar la lista de los deseos ante que las necesidades. Bien, es verdad que a veces pedimos lo que, al menos, creemos que es verdadera necesidad, pero no por eso será lo que más nos conviene.

Será bueno, aunque nos costará más, disponer nuestro corazón a la Voluntad de Dios, entre otras cosas porque es Él el único que sabe realmente que necesitamos y que nos viene mejor para cada uno de sus hijos. 

Por eso, hoy, aprovechando esta humilde reflexión les invito a unir nuestras oraciones para pedirle sabiduría, como hizo el rey Salomón, en saber discernir lo que tenemos que pedir y separar aquello que aunque sea deseo no nos sea tan necesario.