Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 26 de abril de 2012

FUENTE: UN NUEVO COMIENZO AUTOR: RON ROLHEISER, OMI


La resurrección nos da también la posibilidad de acceder a una vida nueva por el hecho de que podemos perdonar y ser perdonados.

 
EL PERDON ES EL MENSAJE
La resurrección de Jesús tiene muchas dimensiones. Por un lado, se trataba de un evento físico. El cuerpo muerto de Jesús fue resucitado. El universo cósmico en su nivel más profundo de improviso tiene un nuevo conjunto de leyes y hasta los mismos átomos del universo fueron reorganizados. Algo radicalmente nuevo, físicamente nuevo, tan radical y nuevo como la Creación original, apareció en la historia. Este aspecto no debe ser subestimado. 
Sin embargo, la Resurrección fue también un acontecimiento espiritual y eso también es importante. En la Resurrección de Jesús se nos da solo un cuerpo y un cosmos resucitado, se nos da también la posibilidad de perdonar y ser perdonados. Esta nueva posibilidad y su radical novedad nunca deberán ser subestimadas. Desde el principio de los tiempos hasta la resurrección de Jesús, los cadáveres fueron cadáveres, cuerpos sin vida. Los corazones de Adán y Eva permanecieron muertos hasta la resurrección. Todo eso ha cambiado ahora. Hay nuevas posibilidades. 
Lo que es nuevo en la Resurrección no es solo la increíble posibilidad de resucitar físicamente. La Resurrección nos da también la posibilidad ---igualmente increíble--- de perdonar y ser perdonados. Ese es el modo en que se nos pide apropiarnos de la Resurrección en nuestra vida cotidiana: perdonando y dejándonos perdonar. 

Desde la Soledad del Sagrario

miércoles, 25 de abril de 2012

FUENTE: UN NUEVO COMIENZO AUTOR: RON ROLHEISER, OMI



EL PODER DE
 LA RESURRECCION



La resurrección no es solo algo que sucedió con Jesús hace 2000 años y que nos sucederá a cada uno de nosotros alguna vez en el futuro, después de nuestra muerte, cuando nuestros cuerpos sean resucitados a una vida nueva. Es mucho más.

La Resurrección es algo que nos anima en cada momento de la vida y en cada aspecto de la realidad. Dios está siempre generando nueva vida. Envuelve esa vida con una bondad, gracia, misericordia y amor que, al final, cura todas las heridas, perdona todos los pecados y lleva la muerte en todas sus facetas a una vida nueva.

Sentimos este poder de la Resurrección en los momentos más ordinarios de nuestra vida. La Resurrección, entendida en su sentido más profundo, se manifiesta inconscientemente en nuestra vitalidad, en lo que llamamos “salud”. Es la sensación, si bien vaga, de que es bueno estar vivo. La misma estructura atómica del cosmos siente y percibe este poder de la Resurrección. Por ello, este poder – como nos sucede a nosotros cuando estamos sanos—nos impulsa constantemente hacia adelante, sostenido por una esperanza originaria que se encuentra en la estructura fundamental de todas las cosas.

Cierta vez un amigo me envió una tarjeta de Pascua que concluía con el siguiente reto: “¡Ojala dejes atrás una larga cadena de tumbas vacías!”. Ese es mi deseo de Pascua y mi reto para todos nosotros, que nuestras voces heridas y antes apagadas, comiencen a cantar nuevamente: ¡Cristo ha resucitado! ¡La vida es muy, muy buena! ¡Felices Pascuas!

Desde la Soledad del Sagrario

martes, 24 de abril de 2012

LAS COSAS MÁS SENCILLAS



Orar es hablar con Dios. No es otra cosa, aunque se puede decir de muchas formas, pero lo básico y sustancial es, hablar con Dios. Pero yo añadiría que orar es tener conciencia de que todo lo que hagas, desde que despierta y tomas conciencia de ti, lo haces en su presencia.

Estás aburrido, ansioso, inquieto, molesto, perdido, insatisfecho, contento, alegre, relajado, pasándolo bien, molesto, sufriendo, siendo paciente, aguantando a otro, acompañando, esperando, soportando, ayudando, en silencio y... Todo eso cuando está puesto en su presencia es oración.

Nada se pierde ni se desestima. Todo cobra valor infinito en Manos de Dios, porque Él lo enaltece, lo agranda, lo sublima, lo diviniza. Todo se hace oración cuando se ofrece en su nombre.

Y te das cuenta que lo que estás ofreciendo es tu propia persona, porque cuando haces todo lo arriba enumerado y más... eres tu quien te estás ofreciendo, y ante ese ofrecimiento, tu Padre Dios no puede negarte nada, porque te conoce, sabe cómo eres, te ama y ha estado esperando que simplemente te ofrezca tal y como Él te ha creado. Amén.


lunes, 23 de abril de 2012

SIN TI, SEÑOR, NO HAY MOMENTO BUENO


Porque solo Tú, mi Señor, llenas plenamente. Lo demás alivia nuestra humanidad pecadora, pero no la limpia de toda ansiedad e insatisfacción. Por eso, Jesús, solo en Ti descansaremos plenamente, y mientras estaremos errante buscándote sin parar.

Ya nos dijo san Agustín que nos descansaríamos hasta llegar a Ti, y no se equivocaba, porque realmente es así. Solo Tú eres Alfa y Omega, el Principio y el Final. Nada hay fuera de Ti, y buscar otras cosas que puedan sustituirte es equivocar el camino de nuestra felicidad.

Por todo ello, Señor, danos la sabiduría y la orientación de saber buscarte. Buscarte en los espacios donde Tú moras, donde Tú estás, donde Tú vives. Porque no te encuentras en la indiferencia, en los placeres desordenados, en los egoísmos del bienestar, en las tertulias superficiales y egocéntricas, en los momentos que buscan el placer por el placer... 

Tú, Señor, estás junto a cada uno de nosotros, procurando nuestro bien, nuestra sonrisa bien intencionada, nuestro compartir alegre y divertido, nuestra atención mutua e interesada en buscar el bien del otro, nuestro compartir en buscar los caminos que conducen a ti, nuestras ansias de buscarte como el Tesoro más preciado...

Danos la brújula que nos descubra el verdadero camino, y no permitas que nos podamos perder en la distracción de buscar solo buenos momentos al margen de Ti. Amén.

domingo, 22 de abril de 2012

¡AFIANZA NUESTRA CONFIANZA, SEÑOR!


Y danos un espíritu generoso. Crea en nosotros un corazón puro, limpio, nuevo, renuévanos por dentro con un espíritu firme; no nos arroje lejos de tu rostro, no nos quite tu Santo Espíritu; devuélvenos la alegría de tu salvación, afiánzanos con espíritu generoso. Enseñaremos a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a Ti.

Pertenecen estas estrofas a los versículos 12-15, del salmo 50 (51). Es el salmo de la Misericordia de Dios, por la que somos salvados y perdonados. Y reconocemos nuestra culpa, nuestras dudas, nuestras impotencias y debilidades. Somos frágiles y débiles y necesitamos la fuerza del Espíritu Santo para poder llevar a cabo nuestra misión según la Voluntad de Dios.

Por eso, al igual que los apóstoles, desconfiados, llenos de miedos, de dudas que nos impiden reconocer al Señor, dejémonos interpelar por su Palabra, por sus manos y cuerpo, por su presencia sentado a la mesa con cada uno de nosotros y partiéndonos el pan. 

Hoy, domingo, día del Señor, reconozcámoslo en la Eucaristía, donde nos parte su pan y nos invita a la mesa. Igual que hizo con los Apóstoles, hoy lo hace con nosotros. Nos da su presencia, su cuerpo, se hace alimento para nuestra vida, y nos fortalece en nuestra fe. Amén.

sábado, 21 de abril de 2012

TUYO ES EL REINO, EL PODER Y LA GLORIA POR SIEMPRE SEÑOR


Porque todo ha sido creado por Ti, en Ti y para Ti. Todo tiene la plenitud en la Encarnación, y todo fue previsto y programado para que se cumpliera en Jesús, el Hijo amado.

Él es el Primogénito, el Predilecto para lo que todo fue pensando, y en Él tiene lugar todas las cosas. Su Cuerpo y su Sangre fueron multiplicados para toda la humanidad, para alimentarla cada día, cada semana, cada domingo. 

Él es el alimento que nos da la vida, la resurrección y la vida eterna. Solo Él puede saciar nuestra hambre y nuestra sed. Hambre de vivir en plenitud; insaciable anhelo de felicidad y eternidad que anida en lo más profundo de nuestro corazón. Solo Él lo puede colmar.

Solo Jesús puede alimentar el amor y la esperanza que necesitamos para superar todas las dificultades y desengaños de la vida sin desfallecer. En la más terrible de las caídas, solo sus enormes manos nos pueden sostener.

Jesús es la Palabra que se hace pan, que se hace carne, que se rompe y al tiempo se multiplica, que llena como nadie el vacío existencial de los hombres... ¡Algo más que panes y peces! Misterio inabarcable.

viernes, 20 de abril de 2012

LA MEJOR ORACIÓN


Así le dijo a la samaritana, ¡si tú conocieras quién te pide de beber, le pedirías..." Porque el agua que da Jesús es el agua que salta a la Vida Eterna.

Sólo Él es el verdadero tesoro que todos buscamos, y lo tenemos tan cerca que nos cegamos buscando en otros lugares. Porque Jesús está siempre a tu lado, pero visible, en carne y alma, delante de ti. No tienes ni siquieras que moverte, está junto a tu cama, a tu mesa, en tu casa, en tu mujer o marido, en tus hijos, en tu familia, trabajo, amigos...etc.

Porque cada momento que vives con ellos lo estás viviendo con Jesús. Y nuestra mejor oración será la que hagamos con cada uno de ellos. ¿Cómo? Tratando de hacerles la vida agradable desde la verdad y el amor. Esforzándonos en comprenderlos, en ser paciente con sus debilidades y apegos, siendo tolerantes y esperando los momentos oportunos...

Aguantando con espacios de silencio, de decisiones compartidas, de asentimientos de esperanza, de dejarlo todo en Manos del Espíritu antes que alejarlos y distanciarlos de nuestro amor. No hay mejor manera de orar, y esa es la que invito a, todos juntos, elevarla al cielo para que, abandonados en el Espíritu Santo, seamos capaces de seguir sus impulsos. Amén.