Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 3 de diciembre de 2018

EN NUESTRO CAMINO HAY MUCHOS SIERVOS ENFERMOS

Resultado de imagen de Mt 8,5-11
Es una manera de decirlo, pero sabemos que en nuestro camino terrenal hay mucha gente enferma, marginada, débil y pobre. Unos puede ser que se lo hayan creado ellos mismos; otros, quizás hayan sido víctima de las circunstancias de su propia vida y no tengan fuerza para salir de la encrucijada en la que se encuentran. Es posible que otros sean los culpables de su situación e incluso no quieran salir de donde se encuentran. Y fiinalmente están los que se encuentran cómodos e instalados en esta clase y dura vida.

De cualquier forma son personas que están en tu camino y a las que no debemos ignorar. ¿Qué hacer? Será difícil saberlo, pero no por eso debemos ignorarlos. La oración es un arma muy útil y muy necesaria. No podemos obviar a muchos que estén incluso relacionados por vínculos de sangre con nosotros. Pero, una cosa si es necesaria, el estar dispuestos, atentos y preparados para actuar en algún momento favorable o cuando ellos decidan dejarse ayudar para salir de esa situación precaria y de miseria.

Mientras, podemos rezar mucho y esforzarnos en esta disponible. Ese rato que, aparentemente te pueda resultar perdido no lo es. Es quizás ese vaso de agua, que compartas con ellos, será muy valioso. Te lo agradecen y se les nota en sus caras y aceptación. Ese hermoso tiempo, a eso me refiero, que compartes con ellos y que tratas de orientarle en la vida es la mejor ayuda que se le puede dar en esos momentos en los que perseverar en su estado de vida. Muchos han podido salir de ese mundo de miserias, pero no han querido.

Se hace necesario pedirle al Espíritu Santo que les ilumine y les llene de sabiduría y voluntad para que se dejan ayudar y quieran salir de ese estado indigente y de marginación. Es esa la oración que hoy te pedimos, Señor, y que, como el centurión, ponemos en tus Manos sabiendo que desde donde Tú estés, desde ahí, puedes moverles a querer levantarse y salir de su indigencia. Amén.

domingo, 2 de diciembre de 2018

ADVIENTO

Resultado de imagen de Lc 21,25-28.34-36


Himno
De luz nueva se viste la tierra,
porque el Sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.

El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que todo puede
en la Virgen su luz ha encendido.

Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos habita
se hizo carne en la Virgen María.

Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén.

I Domingo de Adviento (Laudes), solemnidad
                                                                                                                          

sábado, 1 de diciembre de 2018

ORAR Y PERSEVERAR

Resultado de imagen de Lc 21,34-36
El mundo nos seduce, pero también nos atraen nuestros deseos de éxito, poder, riqueza...etc. Vivimos en un mundo de afanes constantes por superarnos y conseguir más poder, riquezas y todo lo que nos haga más feliz, pues pensamos que en esas cosas encontraremos la felicidad. Cuanto más tengamos seremos más felices, pensamos de forma errónea, porque el tiempo nos desengaña y la experiencia nos dice todo lo contrario. 

Y nos lo demuestra el devenir de muchos poderosos y famosos que han tenido éxito en la vida. Y que, a pesar de sus éxitos no son más felices. Si cabe, más infelices. Pero, a pesar de la cercanía y las pruebas que vemos en la vida nos cuesta convencernos. Nuestra naturaleza humana se siente atraída por las cosas de este mundo y se resiste a dejarlas. Nos cuesta salir de esa espiral en la que el mundo nos envuelve. No nos resulta fácil y, para ello necesitamos mucha oración y esfuerzos de perseverancia.

O lo que es lo mismo, estar vigilantes y atentos a tu presencia Señor. Y es eso lo que derrama nuestro corazón hoy, junto a los hermanos que pasan por nuestra casa y con todos los que quieran unirse, en súplica para que nos mantengamos firmes y perseverantes en tu Palabra y presencia entre nosotros.

Te pedimos, Señor, la sabiduría, no la de este mundo sino la que viene de ti, para que nos ilumine, abra los ojos de nuestros corazones y nos haga ver la Verdad. La Verdad de tu Palabra, que nos libera de las ataduras y esclavitudes de este mundo y nos llena de verdadera paz, gozo y felicidad eterna. En Ti, Señor confiamos y, abandonados en tu Palabra esperamos tu segunda venida con contenida esperanza llenos de paz y confiados en tu Eterna Misericordia. Amén.

viernes, 30 de noviembre de 2018

LA LLAMADA

Resultado de imagen de Mt 4,18-22
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Todos somos llamados, unos para una cosa y otros para otra, pero todos tenemos una misión. Por eso hemos venido a este mundo de la Mano de Dios. Quizás tu misión sea ésta o la otra, pero todos tendrán la suficiente capacidad para realizarla porque para eso han sido llamados. Jesús nos llama a cada uno por su nombre, nos conoces y sabe de nuestras capacidades y posibilidades. Y no nos deja solos. Él siempre está con cada uno de nosotros.

Sucede también que la misión de algunos consiste en ser carga para otros. Y es tan importante una como otra, porque tan difícil es dejarse ayudar como el ayudar. ¿Cuántas personas se deprimen o se entristece porque se ven dependientes e inútiles? En esos momentos te has convertido en un caramelo para quienes creen en el servicio y amor y, a través de ti y por ti tienen la posibilidad de amar en Xto. Jesús.

No escondemos que la tarea es dura y fuerte, pero la fuerza y fortaleza que recibes del Espíritu Santo es superior. Y, si tus talentos son los adecuados para esa función salen a la luz y te ves capacitado/a para realizar la tarea. Jesús nos llama para evangelizar, pero también para otras tareas que indirectamente también evangelizan. Lo verdaderamente importante es estar atentos, escuchar su llamada y responder.

Pidamos al Señor esa gracia de escucharle y saberle responder. Pidamos que no nos separemos del Espíritu Santo, que nos auxilia y nos fortalece con sus dones. Pidamos estar siempre al lado del Señor por medio de la oración y los sacramentos. Pidamos tener paciencia y ser perseverantes y creamos que el Señor nos dará todo eso que pedimos, pues se trata para nuestro bien y para nuestra salvación, que es, precisamente, lo que Él quiere. Amén. 

jueves, 29 de noviembre de 2018

LA HORA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA

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No todo da igual en la vida. No puedes ir por la vida según tus convicciones y pensamientos. No puedes caminar atendiendo a tu forma de ver, de sentir, de ambicionar y de construir tus propios proyectos. Y no puedes porque al final todo lo que trates y construyas perecerá. Este mundo se acaba. Se acaba para ti en la hora de tu muerte y se acaba para todos en la hora final de este mundo.

Está escrito en nuestros corazones. Todos intuimos y, por sentido común, sabemos que lo que empieza acaba. Y todos pensamos en lo más profundo de nuestro corazón que el mundo tendrá su hora en algún momento de la historia. Pero, ¿qué sucederá entonces? ¿Dónde estaré yo? Posiblemente, habrás muerto, pero eso no significa que haya llegado el final de tu vida. Sí, la de este mundo, pero empezará otra, y esa otra sera eterna y su nuevo camino tendrá mucho que ver con lo que hayas hecho antes. De como hayas vivido tu vida primera.

Jesús nos descubre y nos advierte de los momentos finales en el Evangelio de hoy - Lc 21, 20-28 - y no nos lo dice para meternos miedo sino para darnos ánimo y esperanza, pues sus últimas palabras son esperanzadoras y animosas, valga la redundancia. Por lo tanto, pidamos ahora con humildad y unidos en oración con otros hermanos la humildad y sabiduría necesaria para darnos cuenta de esta realidad de nuestra vida. Para elevar nuestra mirada al cielo y abrir nuestro corazón a la acción de Espíritu Santo, poniéndonos en sus Manos para que dirija nuestra vida y nos lleve por el camino correcto al encuentro con el Señor.

Llega la hora del trigo y la cizaña y conviene que sepamos diferenciar, en nuestras vidas, los buenos frutos de los malos y que sepamos cultivar los buenos y desechar los malos. Por eso, te pedimos Señor la Gracia y la Sabiduría de vivir en tu Palabra y con coherencia con nuestra vida. Amén.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

TÚ Y YO TAMBIÉN TENDREMOS NUESTRAS PRUEBAS

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Nuestras apariencias, tarde o temprano, serán descubiertas. Nadie escapa a la mirada de Dios y todos tendremos la hora de nuestra verdad. Por mucho que busquemos escapar o aparentar la medida de nuestra fe llegará el momento de la verdad donde será puesta y prueba y descubierto su compromiso. Toda mentira emergerá y será descubierta, por tanto, en vano serán tus esfuerzos y también los míos para esconder todas nuestras mentiras y trapos sucios.

Mejor, postrados ante el Señor, confesar nuestros pecados y miserias abiertos a la Misericordia de Dios. Porque, ¿quién no ha pasado miedo o ha sufrido en ciertos momentos de su vida? ¿Y quién no ha sentido deseos de abandonar y de rendirse a las seducciones de este mundo? ¿Y quién no ha deseado en muchos momentos de su vida dejar la batalla y subirse al carro del sistema económico y de poder de este mundo? ¿Y no has querido, en algún momento de tu vida, dejar al Dios de la Misericordia y del Amor por el dios dinero?

Posiblemente nos identífiquemos con algunas de estas actitudes, pero lo importante es confesar que, a pesar de todas estas miserias, ese Dios revelado por Jesús, nuestro Señor, nos quiere, nos abraza, nos espera y nos perdona. Y nos promete que no nos dejará solos y, al final, si perseveramos soportando en Él todos los avatares que la vida nos presenta, encontraremos ese lugar de paz y felicidad eterna a la que aspiramos como hijos suyos.

Por tanto, serenos, confiados y agarrados a sus promesas de salvación, tengamos siempre a flor del corazón la Buena Noticia que sus Palabras nos ofrecen y nos llenan de esperanza. Te damos gracias, Señor, porque esas Palabras nos dan vida, fortaleza y esperanza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». Amén.

martes, 27 de noviembre de 2018

TODO, EN ESTE MUNDO, TIENE SU FIN

Resultado de imagen de Lc 21,5-11
No descarto ese impulso que todos tenemos de progresar. Es más, creo que es una obligación avanzar y progresar, pero siempre desde una visión contenida y sabiendo que todo aquí abajo tiene su fin. Al final no quedará piedra sobre piedra y todo desaparecerá. Eso nos debe ayudar a pensar que el fin no está en las cosas de este mundo ni ellas deben ser lo primero.

Lo importante es adorar a Dios en Espíritu y Verdad, y eso significa que Él debe ser el primero en nuestro corazón y el fin de nuestro camino. Todo lo demás no cuenta. Sin embargo, hay muchos sabios que ponen sus pensamientos en las cosas de este mundo como si en ellas les fuese la vida. Y otros que creyéndose los salvadores se proclamarán como ‘Yo soy’ y ‘el tiempo está cerca’. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato».

Nosotros, Señor, creemos en tu Palabra, porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Y, llenos de esperanza e inundados de paz esperamos tu segunda venida para que hagas la paz en este mundo y nos lleve contigo, según tu Palabra, a esa mansión que nos preparas de Vida Etenra.

Por eso, desde este humilde rincón, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para no dejarnos embaucar por ningún falso profeta ni por los acontecimientos que sucedan en este mundo. Danos la firmeza de sabernos sostener en tu Palabra y perseverar firmes en tu obediencia junto a los hermanos y unidos en la Iglesia bajo el manto de tu Madre, nuestra Señora, que nos ampara y protege. Amén.