Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 27 de marzo de 2019

DAME, SEÑOR, CONOCIMIENTO PARA SABER INTERPRETAR Y OBEDECER TU VOLUNTAD

Resultado de imagen de Mt 5,17-19

Todo es importante, porque, si lo pequeño se deja por el hecho de ser pequeño, al final terminaremos confundido y dejando lo que es importante. Todo, por muy insignificante que sea, debemos cumplirlo. Otra cosa es saber bien discernir el significado y el espíritu de esas normas, preceptos o leyes. No todas tienen o cumplen el verdadero sentido que Dios quiere de nosotros. Será muy importante saber aplicar el verdadero espíritu y la Voluntad que nuestro Padre Dios quiere.

Un ejemplo lo podemos encotrar en la ley del sábado. Mientras la ley prohibía trabajar y caminar muy poca distancia y sometía al hombre a ese la ley poniendo el cumplimiento primero, Jesús interpreta con buen sentido que el hombre es lo primero y que esa es la Voluntad de su Padre. El sábado en función del hombre y no al revés. Lo mismo puede ocurrir con otras leyes o costumbre que el hombre toma como ley. Siempre tendremos que tener en cuenta que el bien del hombre es lo primero. El bien del hombre en cuanto beneficia y va dirigido a su salvación integral.

En ese sentido, Señor, queremos hoy pedirte desde este humilde espacio de oración que nos des la sabiduria de discernir, a la luz del Espíritu Santo que nos asiste en la verdad, sobre todos nuestros actos y actitudes ante los cumplimientos y leyes que, quizás, no nos liberan sino que nos somete.

Ayúdanos a tener en cuenta todo los preceptos y normas por muy pequeñas e insignificante que nos parezcan y llevarlas con seriedad y compromiso a su cumplimiento siempre en función del bien y salvación del hombre. Danos la perseverancia de mantenernos fieles a los mandatos de la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia. Pero, siempre Señor, en esa actitud de plenitud que Tú vienes a perfeccionar ante los errores y desvios del hombre.

En tus Manos, Señor, nos ponemos y nos abandonamos confiados a tu Bondad y Misericordia para que, injertados en el Espíritu Santo sepamos en todo momento cumplir tu Voluntad y seguir el Espíritu de tus enseñanzas. Amén.

martes, 26 de marzo de 2019

NO PODRÉ SEGUIRTE SI NO SOY CAPAZ DE PERDONAR

Resultado de imagen de Mt 18,21-35
Es necesario perdonar si queremos estar con el Señor, porque de no hacerlo nos engañamos a nosotros mismos. Jesús nos perdona, de modo que también nosotros tenemos que perdonar. Otra cosa es el doloroso esfuerzo que necesitamos para poder hacerlo. A nadie se le esconde lo difícil que resulta perdonar cuando eres ofendido, pero el camino es el del perdón.

No podremos presentarnos delante del Señor pidiéndole misericordia y nosotros negársela a quienes nos la piden a nosotros. Es incongruente y contradictorio y nos damos cuenta que en la misma medida que somos perdonados tenemos nosotros que perdonar. ¿Y eso qué significa? 

Significa que nosotros somos perdonados sin merecerlo y siempre, a pesar de las barbaridades que hacemos y los pecados que cometemos. Con nuestra mentalidad estaríamos ya condenados y si el Señor pensara como nosotros ya no tendríamos remedio. Por eso, te damos gracia, Señor, por tanta e infinita Misericordia que nos perdona todas nuestras culpas sin ponernos condiciones y nos esperas pacientemente a que nos demos cuenta y nos abramos a tu perdón.

Todo lo que nos ocurra nos lo tenemos merecidos y si nos alejamos de Ti, Señor, será por voluntad propia y por nuestros pecados. En Ti, Señor, encontramos comprensión y amor. Tu Corazón siempre está abierto a perdonarnos y a darnos lo que realmente necesitamos, estar y permanecer contigo, porque sólo en Ti encontramos la paz y el gozo eterno.

Danos, Señor, la sabiduría y la paz para encontrar la fortaleza de perdonar todas las ofensas recibidas de la misma forma que Tú perdonas las mías. Amén.

lunes, 25 de marzo de 2019

ENSÉÑAME MARÍA A DECIR QUE SÍ

Resultado de imagen de Lc 1,26-38
A veces me parece imposible y en mi cabeza limitada e insuficiente no entra el comprender este misterio que el poder de Dios realiza. Confieso, como le ocurre a todas las personas, que me fe no alcanza a comprender como me gustaría, pero, al mismo tiempo me alegra tener un Dios así. Un Dios poderoso, Infinito e incapaz de ser comprendido por el hombre. Porque, para ser Dio es necesario ser superior al hombre y a toda su capacidad intelectual.

¿Cómo tendrá que ser Dios, autor de todo lo creado, visible e invisible, cuando el hombre ha descubierto tantas maravillas que hoy nos asombramos. ¡Cuanto todavía le faltará por descubrir! ¡Cómo sera mi Dios que su poder me vuelve a la Vida venciendo la muerte! Ese, realmente, es el Dios que me gusta tener y ese es el Dios que me revela su Hijo, nuestro Señor Jesús, encarnado en María y anunciado por el Ángel Gabriel.

Gracias María, porque tu Sí ha cambiado la faz del mundo y el devenir del hombre. Gracias Madre, porque con tu respuesta afirmativa a Dios has puesto, por la Gracia Misericordiosa del Padre, nuestra Vida con mayúscula en nuestras manos. Depende ahora de nosotros responder como tú, Madre, lo has hecho. Por eso, cogido de tu mano, santísima Madre, y como hijos que se dejan llevar por su Madre, pedimos tu intercesión para que nos enseñes el camino que tú recorriste junto a José y a tu Hijo hasta llegar al momento de la Pascua.

Porque, ese debe ser nuestro camino. Un camino Pascual, confiado y apoyado en la confianza de que en Jesus encontraremos, como Él, la victoria de la Vida sobre la muerte. Por eso, Madre, enseñanos a no pararnos ante las dificultades y a seguir, hasta llegar al pie de la Cruz, con nuestras humildes y pequeñas cruces compartiéndolas con Él. Amén.

domingo, 24 de marzo de 2019

SÓLO TÚ, SEÑOR, TIENES PALABRA DE VIDA ETERNA

Resultado de imagen de Lc 13,1-9 por Fano
Nada hay en el mundo que pueda satisfacer al hombre con gozo y plenitud eterno. ¡Nada, porque en este mundo todo perece y termina! Y lo que es perecedero no alcanza la felicidad eterna, pues en cuanto desaparece nos sume en un vacío que nos entristece y nos deja peor. Nuestra experiencia nos lo dice cada día cuando vemos la cantidad de personas que llegan al final de su camino. Nosotros no somos mejores y también nos llegará nuestro momento final.

Pero, lo hermoso, importante y bueno es que Dios, nuestro Padre revelado por su Hijo, nuestro Señor Jesús, nos quiere salvar. Nos lo manifiesta Jesús cuando nos lo dice en la oración del Padrenuestro. Nos anima a que hagamos su Voluntad, que significa que vivamos nuestra vida siguiendo su Palabra. Y esa Palabra nos la ha revelado Jesús y la ha dejado en sus apóstoles - la Iglesia - para que nosotros no nos perdamos, no nos olvidemos y la sigamos con fidelidad y perseverancia.

Posiblemente, nuestros esfuerzos aparente ser vanos. Quizás no vemos que nuestra vida da frutos o que nuestra fe está estancada. No perdamos la fe y la confianza en el Señor. Su paciencia es Infinita y aguarda a que lleguen nuestros frutos. Y, por supuesto que llegarán si somos perseverantes y continuamos el camino que el Señor Jesús nos ha trazado. Es Él el Camino, la Verdad y la Vida y siguiéndole daremos los frutos que, por su Gracia, brotarán del esfuerzo de nuestra humilde vida.

Pidamos al Señor que aumente nuestra fe y que nos dé esa perseverancia y esa paciencia para no desfallecer y nunca dejar de seguirle y de esforzarnos en convertirnos abonando nuestra viña particular - la vida - de buena tierra para que dé los frutos esperados. Tengamos plena confianza en Él. Amén.

sábado, 23 de marzo de 2019

NO SE PRESENTA FÁCIL INICIAR EL REGRESO


Resultado de imagen de Lc 15,1-3.11-32
El arrepentimiento puede que no resulte tan difícil, pues, dentro de la intimidad de nuestro corazón y escondido en el silencio más profundo de nuestra singular individualidad, las cosas se ven mejor y el arrepentimiento no nos exige gran dificultad. Los verdaderos obstáculos empiezan a presentarse con la propia dureza de nuestro corazón a la hora de llevar a cabo la acción del arrepentimiento y manifestarlo ante los demás.

Es, cuando tenemos que hacer público, ante la persona ofendida o no escuchada, ese reconocimiento a la advertencia de nuestra empecinada equivocación. Entonces descubres que tiene mucho sentido la humildad que reiteradamente has escuchado como muy necesaria para seguir al Señor. Sin ella es imposible llegar a lo más profundo de tu corazón y tener un verdadero y sentido arrepentimiento. 

Un verdadero arrepentimiento que trasciende tu intimidad y se manifiesta ante los demás en las personas ofendidas o rechazadas. Es, ese momento, cuando experimentas estar dispuesto a levantarte y regresar a la Casa del Padre. Regresar a esa Casa donde puedes abrir tu corazón a ese Infinito Amor Misericordioso del Padre y entregarte en sus Manos.

Dame, Señor, esa actitud de dolor y arrepentimiento para, igual que aquel hijo pródigo, levantarme reconociendo mis pecados y emprender el camino de regreso a Casa. A esa Casa que hoy es la Iglesia, Padre y Madre, que me espera en Xto. Jesús. Porque, el Dios revelado por Jesús, es Padre y Madre a la vez, que nos acoge en la Santa Madre Iglesia, fundada por el Hijo en los cimientos de los apóstoles y abierta al perdón y la misericordia de todos aquellos, sus hijos, dispuestos al regreso.Gracias, Señor, por la Iglesia y por tu espera paciente, amorosa y misericordiosa. Amén.

viernes, 22 de marzo de 2019

COMO UN NIÑO, DAME LA INOCENCIA DE CREER EN TU PALABRA

Resultado de imagen de Mt 21,33-43.45-46
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Esta es la oración de Laudes que hace toda la Iglesia en la mañana de hoy, y al leerla se me ha quedado grabada en el corazón: "Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia ti nuestros corazones y abrásalos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y eficaces en el bien obrar. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglo".

Eso es lo que te pido hoy, "la inocencia" de creer en tu Palabra y no rebuscar en mi soberbia la razón para entenderla. La inocencia de, a pesar de mi pobreza intelectual, de mis dificultades para entenderte y mil y una pregunta que revuelven mi corazón, confiar en la Palabra de tu Hijo, el enviado por el Padre y aceptar a darles mis frutos y mis pecados para que Él me limpie y me purifique.

Dame, Señor, la inocencia y la fortaleza para, como un niño en brazos de su Padre, entregarme sin condiciones a rendir los frutos que esperas de mí. Esos frutos que Tú previamente has depositado en mí cuando me has creado y me has dado esa oportunidad de servirte al entregarme tu viña, esa parcela del mundo donde has querido colocarme. 

Señor, fortaleceme y dame paciencia para saber encajar y cargar con mis debilidades, mis tribulaciones y todo aquello que me tienta a abandonar el camino y a no rendir los talentos que Tú has depositado en mí. Dame toda la humildad necesaria para poder aceptar todos los obstáculos que me amenazan, que tratan de abatirme y de apartarme de tu presencia. 

Ayúdame a superar mi impaciencia, mi pereza, mi apatía y todo lo que me inclina a no responderte con los frutos que Tú esperas de mí. En tus Manos, Señor, me abandono. Amén.

jueves, 21 de marzo de 2019

DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN COMPASIVO

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No cabe ninguna duda que vivimos en un peligro constante. La sociedad en la que estamos inmerso nos atosiga y llama a vivir bien; a gozar de todas sus maravillas; a vivir despreocupadas y a darnos la gran vida; a no pensar en los otros y a disfrutar de todo los que podamos. Es verdad que no podemos negar la inclinación que tenemos a compadecernos y a ser solidarios con los que sufren o lo pasan mal, pero, quizás nos quedamos ahí, damos una aportación o hacemos algún buen gesto para acallar nuestra conciencia y seguimos nuestro placentero camino.

¿Realmente estamos siendo solidarios con nuestro prójimo? ¿Somos consciente que debemos compartir y preocuparnos de todos aquellos que sufren? ¿En qué lugar nos situamos en el contexto de esta parábola que nos pone Jesús en el Evangelio de hoy? Son preguntas que buscan respuestas en cada uno de nosotros. Quizás, dormidos por las olas de este mundo no nos paramos a pensar ni percibimos el clamor de todos aquellos que sufren como Lázaro. Nos haría bien reflexionar un poco.

Porque, llegará nuestra hora y nos encontraremos como ese hombre rico, del que habla la parábola, en un lado o en otro. Jesús describe y nos revela la existencia de un lugar donde realmente no se pasa bien. Y esos lugares serán nuestra herencia según tu vida haya sido compartida o no; según tu vida haya seguido la Voluntad del Padre o no. Por eso, aprovecha este momento de oración y reflexión para pedirle al Padre un corazón compasivo y misericordioso con todas aquellas personas que sufren, que carecen de lo suficiente o no que no le conocen.

Dame, Señor, un corazón cargado de inquietud, de fortaleza, de compasión, de generosidad y de misericordia para responder de la misma forma que Tú has hecho conmigo y con todos los hombres, porque tu Voluntad es salvarnos por amor, pero contando con la libertad y la voluntad que nos has regalado. Gracias, Señor, por tu Infinita Misericordia. Amén.