Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 18 de marzo de 2020

UN DIOS QUE BUSCA AL HOMBRE Y SE HACE CERCANO

Resultado de imagen de Mt 5,17-19
Dios te ama y, por eso, te busca. No hay otra razón. Si a Dios no le importáramos nos dejaría con nuestras miserias y camino de muerte. ¿Qué no entendemos ese Infinito Amor? Estoy de acuerdo. No lo entiendo y además no lo merezco, pero, esa es la realidad por la que murió Jesús en la Cruz. Y eso es historia y realidad, así que, con esa prueba de verdadero Amor, Jesús, el Mesías enviado, me ha demostrado el  increible e incomprendido Amor de su Padre. 

Y ese Dios se ha hecho Hombre para estar cerca de mí y hablarme de ese gran Amor de su Padre. En la parábola del hijo pródigo o, mejor, Padre amoroso, Jesús nos expone y nos enseña hasta donde llega el Amor del Padre y como, a pesar de nuestras miserias y pecados, nos acoge misericordiosamente. Ahora, la cuestión es que nosotros, como aquel hijo hundido en la miseria de su propio pecado, tengamos la humildad y la voluntad de levantarnos y reconocernos pecadores y, arrepentidos, regresemos a la Casa del Padre.

Y esa es la Ley que Dios quiere que, impresa en mi corazón, no deje de cumplir ni de transmitir. La ley del amor que está por encima de la ley de los hombres. Y, como somos pecadores y transgredimos la ley necesitamos la Misericordia y el Amor de nuestro Padre Dios. Por eso, levantamos nuestra mirada y vamos al encuentro de Él que, primero ha salido a nuestro encuentro, porque, nuestro Dios es un Dios que sale al encuentro de su criatura y la busca para ofrecerle y compartir con ella su Gloria.

Señor, danos la sabiduría de dejarnos encontrar por tu Amor y de reconocernos pecadores, y de saber aplicar nuestras leyes impregnadas del espíritu de ese amor con el que Tú has bañado nuestros corazones. Amén.

martes, 17 de marzo de 2020

MI CAPACIDAD DE PERDONAR ES LIMITADA

Resultado de imagen de Mt 18,21-35
No nos resulta fácil perdonar y mucho menos a aquellos que nos han ofendido. Nuestra capacidad de perdonar es limitada e insuficiente. Incluso, deseándolo y queriéndolo, nos resulta difícil, por no decir casi imposible. Decimos: "le perdono, pero no olvido", es como el máximo de lo que podemos hacer. Ahora, ¿nos perdona nuestro Padre Dios así? ¿Y nos conformamos nosotros con ese perdón insuficiente, que no olvida y mantiene siempre en el recuerdo nuestros pecados? ¿O nos gustaría ser perdonados, borrando nuestro pecados, para siempre como si no hubiesen existidos? Seguramente sería de esta última la que nos gustaría. ¿Y eso no nos obligaría a hacer nosotros también lo mismo?

¡Eh ahí la cuestión! El perdón recibido de nuestro Padre Dios nos obliga también a nosotros perdonar. No porque nuestro Padre Dios nos lo exija, sino porque se desprende de nuestra misma naturaleza al ser perdonados. No comprenderíamos que fuésemos perdonados y, luego, nosotros no perdonáramos. La parábola que Jesús no cuenta nos deja clara y zanjada esta cuestión. Aquel hombre, tras ser perdonada su deuda, imposible de pagar, no fue capaz luego de perdonar a quien le debía simplemente muy poco. 

Y eso al rey no lo gustó. La lógica natural nos dice que debía perdonar después de él ser perdonado en tan cantidad impagable. Y esa es también nuestra lógica. Perdonamos porque el perdón que recibimos de nuestro Padre Dios es tan grande, Infinito e inmerecido, que, ¿cómo no vamos a perdonar deudas limitadas, humanas que nos hagan nuestros mismos prójimos? Me daría vergüenza presentarme delante de nuestro Padre Dios sin perdonar las ofensas que me hayan hechos mis otros hermanos habiendo sido yo perdonado  de mis enormes pecados por nuestro Padre Dios. ¿No te parece lógico?

Otra cuestión que nuestras fuerzas sean débiles y necesitemos la Gracia de nuestro Padre para poder perdonar setenta veces siete. Para eso tenemos esa hermosa oración del Padrenuestro que el mismo Jesús nos ha dejado y en la cual pedimos al Padre que nos dé las fuerzas y voluntad para perdonar tal y como somos perdonados. Amén.

lunes, 16 de marzo de 2020

ENSEÑANOS, SEÑOR, A SEGUIR ADELANTE


Resultado de imagen de Lc 4,24-30
No resulta fácil continuar la marcha cuando hay dificultades. Todos hemos experimentados que tras repetidos fracasos abandonamos nuestro objetivo o misión. Muchos nos basta con solo uno donde nuestra vida se haya sentido amenazada. Jesús sufrió muchos de esos fracasos y fue en su propio pueblo donde le amenazaron de muerte, pues quisieron despeñarlo por aquella montaña. Sin embargo, el Evangelio dice: Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.

¿Te recuerda y se parece eso a algunas de tus experiencias personales en las que te has sentido fracasado? ¿Y qué has pensado? ¿Quizás, abandonar tu camino de fe y confianza en el Señor? Jesús, nuestro modelo, nuestro camino, verdad y vida nos marca el camino a seguir y predica con el ejemplo, no sólo con sus Palabras. Sigamos su camino y confiemos en Él

No es lo más importante el éxito, ni tampoco el fracaso. Ambas cosas son transitorias y accidentales. Jesús, queriéndonos enseñarnos nuestra condición humana, limitada, débil y pecadora, nos muestra que ante el fracaso se antepone la fe y la confianza en el Padre. Él ha venido a cumplir una Misión enviado por el Padre y, por encima de todo, la confianza en el Padre le fortalece para seguir adelante. El Espíritu Santo le acompaña y le fortalece para salir victorioso. 

El camino es Jerusalén y su Muerte, para salvarnos y merecer la Misericordia del Padre para todos nosotros, pero, todavía no había llegado su hora y tenía que abrirse paso entre la gente y seguir adelante. También, a ti y a mí, quizás no nos ha llegado nuestra hora y tenemos que seguir adelante confiando en nuestro Padre Dios y agarrados al Espíritu Santo que nos acompaña desde la hora de nuestro bautismo.  

Pongámonos en sus Manos y pidamos al Padre que nos dé esa fortaleza y voluntad para, como su Hijo, cumplir con nuestra misión de ser luz y sal de su Palabra y su Amor durante el camino de nuestra vida en este mundo. Amén.

domingo, 15 de marzo de 2020

LA CUESTIÓN ES DESPERTAR TU FE

Resultado de imagen de Jn 4,5-42
Tu fe está sembrada en tu corazón. Si no la descubres puede ser que esté dormida, distraida o entretenida por y en las cosas de este mundo. Posiblemente, como la semilla sembrada en el camino o en tierra de poca profundidad o entre abrojos y malas hierbas las dificultades, tus anhelos y afanes y todo lo que el mundo te ofrece bajo los espejismos de la mentira y la falsa felicidad te hayan alejado de la buena tierra que necesita tu corazón para que la buena semilla sembrada germine y dé buenos frutos. El primer y el mejor, la fe.

Por todo ello, Señor, conscientes de que mis fuerzas son inferiores e insuficientes a las propuestas seductoras de este mundo, te pido y suplico que me des esa Agua Viva que ofrecistes a aquella samaritana con esa fuerza que me ilumine y me despierte de todas esos aparentes falsos espejismos que el mundo me sugiere y me presenta. Quiero, Señor, sentir esa sed inextinguible y perseverante que me dé las fuerzas para buscarte y para seguirte sin descanso. Quiero y te pido, Señor, que me des de esa Agua que me da la Vida Eterna.

Gracias, Señor, porque, sé de tus deseos de buscarme y de ofrecerme esa Agua Viva que salta hasta la Vida Eterna. Gracias, Señor, porque, como a la mujer samaritana, te haces el encontradiso y me pides agua para provocar en mí esa sed de la verdadera y única Agua que sólo Tú puedes dar. Gracias, Señor, y humildemente te pido que sostengas ese deseo en mí de sed y de búsqueda de esa Agua Viva que Tú con tu Amor y Misericoridia me das. 

Te pido, Señor, que me des esa sed de recibirte cada día bajo las especies de pan y vino como verdadero alimento que me fortalece y me sostiene para continuar perseverando y siguiendo tus pasos. Amén.

sábado, 14 de marzo de 2020

HUMILDAD Y RECONCILIACIÓN

Resultado de imagen de Lc 15,1-3.11-32
Gracias Padre por tu compasión y, sobre todo, por tu Misericordia. Gracias por acogerme con los brazos abiertos después de tanta indiferencia y oidos sordos. No merezco nada y menos cuando no te he escuchado y creido que mis planes eran mejores que los Tuyos. Sólo puedo pedirte perdón y arrepentirme de mi atrevimiento, mi osadía y suficiencia.

Pero, vuelvo a darte gracias, Padre, por darme esa fortaleza y voluntad para saber y poder reconocer mis pecados y, sobre todo, tener la fortaleza para levantarme y, humildemente, regresar a Casa. No es fácil reconocer mi culpa y abajar mi orgullo para, humildemente, regresar a Casa. Y, para encontrar a un Padre con los brazos abiertos, esperándome y dispuesto a perdonarme misericordiosamente y restituir mi dignidad perdida por mis propios pecados.

Todavía no encuentro palabras para expresar ese agradecimiento por tanta misericordia, ni tampoco llego a comprenderla. Todo me ha sido dado gratuitamente y nada merezco y, por la Infinita Misericordia de mi Padre, encuentro pan, techo y amor. Gracias Padre, pero, también te pido por mi hermano, que no se alegra de mi vuelta. 

Me identifico con él, porque, también yo tomo esa actitud ante otros hermanos en la fe que, apartados de ti, Señor, se han alejado de tu Casa y no han regresado o cuando regresan yo trato de cerrarles las puertas o echarles en cara su tardío regreso y sus pecados. ¿Acaso soy yo mejor que ellos? Perdóname, Señor, mi osadía y mi suficiencia, y te pido, Señor, que nos des esa paciencia y corazón compasivo para acoger a todos nuestros hermanos en la fe que, movidos por el Espíritu Santo, inician su regreso a la Casa del Padre. Amén.

viernes, 13 de marzo de 2020

RENDIDOS AL DESAMOR

Resultado de imagen de Mt 21,33-43.45-46
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Es más fácil dejarse llevar por la corriente, pues no necesitas esfuerzo y, simplemente, dejarte llevar cómodamente instalado. Eso te permite satisfacer tus apetitos y satisfacciones priorizándolas como lo políticamente correcto ante la realidad de lo que realmente es lo que debes hacer, lo verdadero, justo y para el bien de todos. Es lo que hacían los escribas y fariseos del tiempo de Jesús, dictaban leyes que luego ellos se las aplicaban según sus apetencias y satisfacciones.

Y hoy no estamos lejos de esa realidad. Se dicen muchas cosas, pero se aplican otras. La realidad política, por ejemplo, de nuestra propia nación, nos descubre eso que compartimos en estos momentos. Todos decimos lo que decimos y conviene decir, pero, luego, hacemos lo que nos conviene. Priorizamos nuestros intereses ante que los intereses de los demás y hasta los del bien general. Así descubrimos muchas injusticias y un mundo donde el desamor, las mentiras e injusticias están por encima de la verdad, la justicia y el amor.

Hacen falta hombres y mujeres, comprometidos y creyentes en la Buena Noticia que Jesús nos propone y dispuestos, injertados en el Espíritu Santo, a vivir en el amor y en la verdad aplicando la justicia. Creyentes que entiendan que, a pesar de las dificultades de cada día, nuestra victoria es segura porque vamos auxiliados y asistidos por el Espíritu Santo que nos dará todo lo necesario para superar y fortalecer nuestra voluntad ante los obstáculos y tentaciones que el mundo nos presenta.

Jesús nos lo explica en esta clara y reveladora parábola de la viña lo que realmente ocurre en nuestro mundo de hoy. La ambición, el afán de poder, las riquezas y el entender la vida como nos parece y siguiendo nuestros apetitos y satisfacciones nos lleva a enfrentarnos, al desamor, la injusticia, la mentira y la muerte. Pidamos que nuestros corazones, endurecidos por nuestros egoísmos, sean transformados por la acción del Espíritu Santo, y, para ello, pongamos nuestro esfuerzo, nuestros talentos, nuestras oraciones y todo lo que hemos recibido del Señor en sus Manos, para que, por su Gracia, nuestros corazones endurecidos se suavicen y se abran a amar en verdad y justicia. Amén.

jueves, 12 de marzo de 2020

LÁZARO Y EL HOMBRE RICO

Resultado de imagen de Lc 16,19-31
Tras esta parábola, Jesús, nos enseña y nos muestra el camino y la necesidad de compartir con los demás, sobre todo, con los necesitados, los pobres y los excluidos de la sociedad. Esa es la razón, pienso yo, por la que unos han recibido más talentos y cualidades que otros. Y en esos talentos están incluidos las familias, los lugares de nacimientos, los ambientes y todas las circunstancias que nos han servido para llegar a transformar, por la Gracia de Dios, nuestros corazones en corazones amorosos y misericordiosos semejantes al Señor.

La parábola nos muestra como unos han recibido más que otros e, implícitamente, la necesidad de servirnos los unos a los otros. Evidentemente, los que tienen más a los que poseen menos. Es ese servicio, apoyado en la verdad y la justicia, lo que hará que reine la paz entre los hombres y que el mundo distribuya e iguale las necesidades de los más pobres y necesitados.

Aquel hombre rico ignoró al pobre Lázaro y teniéndole al lado no se percató de sus necesidades. Vivió indiferente a las necesidades del pobre y eso traerá consecuencias en su vida. Porque, hemos sido creados para amar y no para el desamor. Por tanto, el hecho de que no cumplamos con nuestro destino, que es donde encontramos esa felicidad que buscamos en otro lugar, nos llevará a vivir eternamente en la infelicidad.

Pidamos que nuestros corazones sean transformados, por la Gracia de Dios, en corazones amorosos y sensibles a las necesidades de los que sufren y esperan nuestra ayuda. Pidamos y abramos nuestros corazones para darle posibilidad y libertad al Espíritu Santo que nos transforme y nos dé el impulso necesario y la luz suficiente para ver claro que sólo en el Señor encontraremos la felicidad y la Vida Eterna. Amén.