Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 25 de abril de 2021

YO, SEÑOR, QUIERO SER DE TU REDIL

 

Todos perseguimos escalar puestos en la sociedad y situarnos lo más arriba que podamos. Cierto es que muchos no estamos capacitados para desempeñar tan altos puestos o misiones, pero todos estamos en ese mismo redil y queremos estar bajo la protección del mejor  y buen Pastor y guía.

Pero, ¿qué pastor está dispuesto a entregar su vida por salvar la de sus ovejas? Primero, porque nadie tiene ese poder para hacerlo; segundo, porque, nadie por sí mismo puede hacerlo. Solo Jesús, dueño y Señor de la Vida y la muerte, que el Padre le ha entregado, se da voluntariamente, por verdadero Amor, entregando su Vida para salvar la tuya, la mía y la de todos aquellos que quieran pertenecer a su redil.

Y, yo, Señor, quiero ser de la partida de tu redil. Dame la capacidad, la sabiduría, la docilidad y la voluntad de seguirte, obedecerte y estar atento a la escucha de tu llamada. Gracias, Señor, por llamarme y dejarme entrar en tu redil. Amén.

sábado, 24 de abril de 2021

DENTRO DE MÍ HAY UN CHISPA DE ETERNIDAD QUE MUEVE MI VIDA

 

Hacemos muchas cosas que, de forma inconsciente, no nos damos cuenta de su verdadera importancia. No llegamos a valorarlas hasta que el tiempo nos las descubre. Son como chispas que saltan de nuestro interior - corazón - sin llegar a conocer de donde vienen y quien las ha puesto dentro de nosotros. El caso es que nos mueven y nos inclinan a actuar. Y, sin embargo, hay un denominador común en todos esos actos, la búsqueda de la felicidad. Y, no una felicidad cualquiera, sino una felicidad eterna.

Esa es la búsqueda que contradictoriamente no se encuentra en este mundo. Y, Jesús, que lo sabe se ofrece como Alimento espiritual para darnos esa felicidad que, empíricamente buscamos de forma equivocada y ciega en este mundo. Porque, en él - mundo - no está. Solo nos saciamos plenamente en el Señor. San Agustín acertó a decirlo: "Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en Ti".

Por todo ello, Señor, queremos pedirte ese Pan de Vida que Tú nos ofreces como alimento que nos fortalece, nos llena de tu Gracia y nos prepara y anima espiritualmente para consustanciarnos con tu Cuerpo y tu Sangre y, parafraseando las palabras de Pablo, también poder proclamar que no somos nosotros los que vivimos, sino que es Cristo que vive en nosotros. Amén.

viernes, 23 de abril de 2021

EMBRIAGAME DE TU SANGRE, SEÑOR, QUE BAÑE TODO MI CUERPO

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

Tu Cuerpo y tu Sangre, Señor, alimentan mi cuerpo y mi alma. Deseo y quiero recibirte cada día y acudo a la Eucaristía con esa hermosa y santa intención. Soy consciente de mis pecados y los pongo en tu presencia limpiándolos con frecuencia en ese hermoso Sacramento de la reconciliación. 

Te pido, Señor, que mi humilde y mísero cuerpo se transforme y confunda con el Tuyo. Que mi sangre sea la Tuya y mi alma se asemeje a tu Espíritu. Porque, creo Señor, y eso te pido, que pueda sentir y experimentar, que cada momento Eucarístico mi ser queda configurado con el Tuyo y eres Tú quien vives en mí. Y eso es lo que quiero y te pido, que mi corazón se abra al Tuyo y deja actuar al Espíritu Santo para que mi ser y obrar sean, cada día, más parecido a Ti.

Creo, Señor, que en cada Eucaristía Tú estás presente y, aunque me cueste creerlo, yo lo creo a pesar de que mis sentimientos no puedan experimentarlo. Pero, mi fe, Señor, está ahí y mi corazón me dice que solo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Sé que mi fe no es lo que me gustaría que fuera, pero, te doy gracias porque está presente en mi corazón y me conduce a Ti. 

Eso sí, Señor, experimento que sin Ti mi vida quedaría perdida, sin sentido y sin rumbo. Eso ya, me dice mi corazón, es fe, aunque sea poca e insuficiente, Pero, confío en Ti, Señor, y aprovecho esta ocasión para insistir y pedirte que aumentes mi fe. Hasta dentro de un momento en la Eucaristía. Hasta luego, mi Señor.

jueves, 22 de abril de 2021

TÚ, SEÑOR, ERES LA ROCA QUE ME SOSTIENE ERGUIDO

 

La fe solo se ve en el momento de la prueba. Es decir, cuando aparecen los obstáculos, las dificultades, incluso hasta el extremo de poner en riesgo nuestra propia vida, la fe se hace visible y se da verdadero testimonio de ella. Es el caso del protomárti Esteban, y de muchos otros que le han seguido hasta la fecha. Decimos y demostramos que creemos cuando en los momentos difíciles perseveramos y persistimos en la fe.

Sin lugar a duda, creer en Jesús exige demostrarlo, pues, no solo con decirlo se le sigue. No basta solo, aunque también es necesario, parecer, sino ser, y se con un compromiso coherente y responsable. 

Pero, siendo nuestra naturaleza débil, necesitamos encontrar el apoyo necesario para fortalecernos y sostenernos firmes en la fe. Una fe que solo sostendremos alimentados en la Eucaristía - Pan de Vida Eterna - en la que se nos ofrece Jesús, realmente presente bajo las especies de pan y vino.

Señor, te pedimos que nos des la perseverancia, la constancia y voluntad de sostenernos firmes en tu Palabra y seguimiento, alimentado siempre con ese Pan de Vida que Tú nos das, ofreciéndonos tu Cuerpo y Sangre. Amén.

miércoles, 21 de abril de 2021

¡SEÑOR!, ¿QUÉ TENEMOS QUE HACER? SOLO TÚ TIENES PALABRA DE VIDA ETERNA

 

Es innegable que todos buscamos y queremos que nuestra vida no tenga fin. Es decir, que sea eterna, pero, ¡claro está!, una eternidad de gozo y felicidad plena. Una felicidad que aquí abajo - en este mundo - nunca conseguiremos durante el tiempo de nuestra vida. Pero, ¿cuál es el camino a seguir para encontrarla?

¡Está muy claro, Jesús!, cuya Palabra tiene siempre cumplimiento nos lo ha dicho el mismo. De modo que no hay más que decir, también nosotros, si estamos injertados en Él, resucitaremos en y por Él. Por tanto, regresemos a la Casa del Padre sin miedos y confiados en su Infinita Misericordia. 

Nos acogerá con los brazos abiertos y  nos devolverá, por su Infinito Amor, nuestra dignidad de hijos perdida por el pecado. Te lo pedimos, Señor, con humildad, alegría y esperanza. Conocemos, por cuanto has hecho y haces cada día, tu Infinito Amor Misericordioso y, apoyados y descansados en él nos levantamos humildemente y regresamos a tu Casa. Te damos las gracias. Amén.

martes, 20 de abril de 2021

EN BÚSQUEDA DEL VERDADERO PAN QUE SACIA

 

Nos pasamos toda la vida buscando saciarnos tanto de alimentos como de felicidad. Buscamos el alimento, no solo del cuerpo sino del alma pero, llegamos a cansarnos al quedarnos siempre insatisfechos, o, dicho de otra forma, no llegar nunca a satisfacernos plenamente. El peligro está escondido en que nos acostumbremos y lleguemos a resignarnos. ¡No hay tal alimento!, y nos establecemos en la mediocridad, en la tibieza y en la convicción de solucionar nuestros problemas como el mundo nos da a entender. Y, lo peor, a esperar que llegue, resignado, la hora final de nuestra vida. 

¿No te das cuenta que si buscas y deseas encontrar un alimento que te satisfaga plenamente, es que existe ese alimento? ¿Quién ha puesto ese deseo dentro de ti? ¿Lo tienen los animales? Ellos, una vez satisfechos no quieren más, se siente llenos y a descansar y dormir. Sin embargo, tú y yo nunca quedamos llenos, siempre queremos y buscamos más. Claro, no lo encontramos porque en este mundo no está. Es Jesús quien nos lo da. Él es el Pan bajado del cielo que viene a satisfacer ese deseo interior de nuestra alma de Vida Eterna.

Danos, Señor, ese Pan que, quizás sin saberlo, ignorándolo y ciegos a tu Palabra dejamos escapar, o no acogemos como el verdadero alimento que nos da esa Vida Eterna que, equivocadamente buscamos en este mundo caduco y perecedero. Danos esa sabiduría de entender tu Palabra y escucharla confiado y dispuesto a hacerla vida en nuestras vidas.

«En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo». «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».

lunes, 19 de abril de 2021

LETANÍA

 

 

 

Enséñame cómo se va a ese país

que está más allá de toda palabra

y de todo nombre.

Enséñame a orar a este lado de la frontera,

aquí donde se encuentran estos bosques.

Necesito que tú me guíes.

Necesito que tú muevas mi corazón.

Necesito que mi alma se purifique

por medio de tu oración.

Necesito que robustezcas mi voluntad.

Necesito que salves y transformes el mundo.

Te necesito a ti para todos cuantos sufren,

para todos cuantos padecen prisión,

peligro o tribulación.

Te necesito para todos cuantos han enloquecido.

Necesito que tus manos sanadoras

no dejen de actuar en mi vida.

Necesito que hagas de mí,

como hiciste de tu Hijo,

un sanador, un consolador, un salvador.

Necesito que des nombre a los muertos.

Necesito que ayudes a los moribundos a cruzar el río.

Te necesito para mí, tanto si vivo como si muero.

Es preciso. Amén.

 

Thomas Merton