Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 24 de agosto de 2016

LLAMADOS A VER COSAS MAYORES



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Es promesa de Jesús, y su Palabra siempre tiene cumplimiento. De modo que, veremos cosas mayores. Y, de hecho, las estamos viendo, porque, ¿no es un milagro nuestra comunidad bloguera? ¿No es un milagro que nuestra fe se sostenga día tras día? ¿Y no es un milagro que la Iglesia siga firme y presente en el mundo pese a las persecuciones de todos los tiempos y de los actuales?

Lo que debe importarnos es responder a esa llamada de Jesús como lo hizo Natanael. ¿Somos nosotros personas sin dobleces, sin segundas intenciones? ¿Somos personas de las que se puede fiar otro? ¿Somos personas sinceras, transparentes y cargadas de buenas intenciones y limpio corazón? Porque para responder al Señor necesitamos tener un corazón de esa magnitud.

Por eso, y por muchas más cosas, Señor, te pedimos que nos transformes y nos des un corazón como el de Natanael, cargado de buenas intenciones y de honradez. Un corazón capaz de abrirse a la verdad y rendirse ante lo justo y verdadero. Un corazón capaz de descubrirse y proclamar: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Danos, Señor, la Gracia de poder proclamar tu Palabra y confesarte como el Hijo de Dios a todos los hombres que caminan en nuestra vida. Abre mi vida a la verdad y justicia, para que transmita verdad y justicia y transparente tu Palabra, Señor, para que todos los hombres te conozcan como el Hijo de Dios Vivo. Amén.

martes, 23 de agosto de 2016

SEÑOR, NOS SABEMOS DEBILES PARA HACER TU VOLUNTAD



Muchas veces preferimos las normas y los cumplimientos que la justicia y la misericordia. Porque detrás de las normas y leyes sólo hay el cumplirlas, pero detrás de la justicia y la misericordia se abre un abanico de posibilidades que te exigen discernir y renunciar o morir a muchos de tus intereses y proyectos.

Ser justo exige aplicarte tu mismo la ley que aplicas a otro. Y ser misericordioso es perdonarte de la misma forma que perdonas a otro. De modo que acabas con tus privilegios y te pones a la misma altura que los demás. Y es más fácil cumplir con una ley que exigirte tú mismo ser fiel, justo y misericordioso.

Es lo que sucede con muchas personas. No solas aquellas que vivieron en la época de Jesús, sino también los que vivimos ahora. No nos cuesta mucho establecer leyes, ni tampoco cumplirlas, aunque eso tenga algo más de dificultad, pero se nos hace más difícil ir más allá de la letra y aplicarlas a nuestra vida con justicia, misericordia y fidelidad.

Y, hoy, Señor, queremos pedirte que nos des esa Gracia de saber discernir y cumplir. Te pedimos la voluntad para ser responsable y aplicar la Ley en toda su sustancia en nuestras vidas. Que no nos limitemos a meramente cumplir sin más, sino que miremos para lo más importante y sustancial, que es el amor. Porque cuando se ama se es justo, misericordioso y se tiene fe. Y todo lo demás viene por añadidura.

Gracias, Señor, por advertirnos nuestros pecados y por señalarnos lo que verdaderamente importa. Te pedimos que, agarrados a Ti y por la acción del Espíritu Santo, podamos ser fieles, justos y misericordioso para, no sólo quedarnos en el cumplimiento, sino que seamos capaces de vivir nuestra vida según tu Palabra. Amén.

lunes, 22 de agosto de 2016

SEÑOR, ENSEÑAME A DEJAR PASAR LA LUZ



Ilumíname, Dios mío, para que deje pasar toda la luz que de Ti recibo y así facilitar que otros, sobre todo aquellos que están más cerca de mí, puedan recibirla y acercarse a Ti. Porque eres Tú quien única y verdaderamente puedes alumbrar y salvar. Sálvame de impedir que otros, sobre todo los más pobres y pequeños, puedan recibir malos consejos y testimonios que les induzcan a separarse y alejarse de Ti.

Danos, Señor, la luz de saber dar buenos consejos y buenos testimonios. Temo, Señor, que por mí pobreza y humanidad pecadora pueda desviar y confundir a muchos que desean llegar a Ti y conocerte. Necesito tu Luz y tu Ánimo para, como los apóstoles, retomar fuerzas e ilusión y seguir adelante dejando actuar tu Palabra en mi vida.

Soy consciente que muchos se fijan en mis reflexiones y que recibo testimonios alentadores y que les ayudan a seguirte. Gracias, Señor, porque eres Tú el protagonista y de quien nos viene todo. Y lo que hacemos, para nuestro regocijo y satisfacción, es para tu Gloria. Porque todo te pertenece y todo nos es regalado por tu Amor y Misericordia.

Pero soy pobre y pecador. No sé donde tengo mi mano derecha cuando se trata de cumplir tu Voluntad, Señor. Quiero decir que fallo, meto la pata y no soy digno de Ti. Y si lo soy o lo parezco es por tu Gracia y por tu Amor. 

Dame la sabiduría de ser luz y guía, en y por la acción del Espíritu Santo, para aquellos que se encuentren perdidos, desorientados y confusos. Poder decirles, con mi vida y humildes palabras, que Tú, sólo Tú, Señor basta, pues sólo tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

domingo, 21 de agosto de 2016

SEÑOR, QUIERO ESTAR ENTRE TUS ELEGIDOS




Mi intención y mi propósito es estar entre tus elegidos, Señor. Eso es lo que quiero. Lo he descubierto muy temprano en mi vida, pero también he fallado mucho y te he marginado también mucho. Por eso temo que, a la hora de la verdad, puedas no reconocerme como hijo. No por tu infinito Amor, demostrado al entregar tu propia Vida, sino por mi desidia, mis egoísmos y pecados.

Tengo miedo de llevarme una sorpresa. Tengo miedo de estar entre los primeros para luego ser de los últimos y rechazado de tu presencia. Si, Padre, tengo mucho miedo. Uno de los dones del Espíritu Santo es  el santo "temor de Dios", y te lo pido con insistencia, porque el experimentarlo me sostiene en tu presencia y me da fuerzas para perseverar. Porque soy débil y ante las tentaciones y jugarretas del Maligno estoy perdido. Sé que contigo estoy salvado, pero, vuelvo a decirlo, tengo miedo de fallar.

Por eso, Padre, cada día me agarro a Ti por medio de la oración. Ahora comprendo por qué el Papa Francisco pide que recen por él. ¡Pues si él lo hace!, ¿qué tendría que hacer yo? Yo lo hago todos los días. Confieso que, no porque él lo haya dicho, sino porque en una oración que llevo seis años y algunos meses rezando, se pide por el Papa y también por los obispos.

Aprovecho esta ocasión para pedir que también recen por mí. Porque todos lo necesitamos. También en mis oraciones están todos ustedes de alguna manera presentes. Porque, si consideramos y creemos que Dios es nuestro Padre, todo lo que pidamos, aunque sea para nosotros, Él lo hace extensivo para todos. A pesar de todo eso, será siempre bueno pedir por todos los blogueros, los que nos leemos y comentamos; los que escribimos y reflexionamos; los que no estamos sino poco tiempo, porque nos falta; por los que piden y están enfermos. Hagamos el esfuerzo de hacerlos presentes en nuestras oraciones. Esa es la comunión de los santos y uno de los esfuerzos de tomar el camino de la puerta estrecha.

Gracias te damos, Señor, por todos lo que hemos recibido de Ti, y lo que recibimos en este preciso momento. Haz que comprendamos que todo lo que Tú permites que suceda en nuestras vidas será transformado, por tu Misericordia, en Gracia de salvación. Amén.

sábado, 20 de agosto de 2016

PALABRAS Y OBRAS




Las palabras van unidas a las obras. Ambas alternan el orden según las circunstancias, pues en algunas ocasiones las palabras anteceden a las obras, y en otras ocurre lo contrario, van detrás, cuando casi ni hacen falta. Obras y palabras se corresponden y donde falte una de las dos, la otra queda desolada o desamparada.

Es verdad que las obras, en muchas ocasiones, hablan por sí mismas, pues ellas solas se bastan para dejar elipticamente a las palabras y claro el testimonio de lo que quieren significar. Sin embargo, necesitan, las obras, darse a conocer y esplicarse bien. Y, sobre todo, llegar a aquellos lugares donde las obras no llegan o donde no se entienden sus actuaciones. 

La coherencia entre palabras y obras se hace necesaria para que el mensaje llegue completo, bien clarificado y se entienda correctamente. Ocurre, a veces, que las obras no se comprenden bien y necesitan ser explicadas. Porque los criterios de este mundo ponen precio a todo, y cuando las obras son gratuitas y se regalan se interpreta como locura, suerte o ganga. Amar exige gratuidad para ser verdadero amor. Sin la gratuidad el amor se torna, se vuelve mentira. Por eso, las palabras necesitan de las obras y viceversa. 

Danos, pues, Señor, la sabiduría de hablar en verdad y justicia. No sólo con la boca, sino también con las manos, el cuerpo y todo  mi ser, para que lo que sale del corazón a través de la boca se transforme en obras con mis manos. En Ti confío, Señor, y a tus Manos me encomiendo, para que mi vida tenga la coherencia de tu Vida. Amén.

viernes, 19 de agosto de 2016

LA PLENITUD ES EL AMOR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS

No hay que darle muchas vueltas a la Ley. Está clara y tú y yo lo sabemos. Quizás el problema esté en que nos fastidia darle cumplimiento y utilizamos la demagogia para justificarnos. Es decir, nos auto engañamos. Porque amar no es mirar para mí, sino mirar para el otro. Eso fue lo que hizo Jesús. Vino a dar a los demás, no a darse a sí mismo.

Su camino fue un plantearse que necesitabas tú y yo para ser felices. Y eso fue lo que hizo, dar su Vida para que tú y yo fuésemos felices. Ahora, la sorpresa es que la hemos rechazado, o que la miramos con lupa para aceptarla. Es verdad, y Jesús lo sabe, que tenemos una gran dificultad, el pecado. Y nuestra naturaleza humana está tocada y fácilmente vencible por las tentaciones y vicios de este mundo. El principal nuestro egoísmo.

Pero, Jesús, sabía eso, y no nos dejó a la deriva ni solos. Se ha quedado para que, tú y yo, pudiésemos cumplir con ese hermoso y pleno mandato del amor. Empezando, para cumplir el primero, por amar a los que tenemos enfrente. No es que sea este el primero, sino que para cumplir el primero, es decir el Amor a Dios sobre todas las cosas, hay que ejercitarse en el segundo, en el prójimo. 

Sin el primero nos sería imposible encontrar fuerzas para vivir el segundo. Pero el segundo es la prueba de que estamos viviendo y amando a Dios. Por eso, siguiendo la actitud de la reflexión en el Evangelio, hagamos ahora nuestra propia oración, y, si puedes y te atreves, compartela con todos. Gracias, porque ayudarás a encender y fortalecer nuestra fe. Amén.

jueves, 18 de agosto de 2016

GRACIAS, SEÑOR POR INVITARME A TU CASA



No somos conscientes de nuestra suerte ni del Misterio Infinito del Amor de Dios. Un Amor que nos salva a pesar de no merecerlo: Un Amor que nos invita, a pesar de nuestro rechazo, a tener la oportunidad de, revestidos de la Gracia y arrepentidos de nuestros pecados, alcanzar la Misericordia de Dios. No lo sabemos, porque no actuamos en consecuencia ni respondemos a su invitación.

Quedaríamos asombrados de cómo actuamos y respondemos a la invitación que el Señor nos manda si fuésemos capaces de entender. Por eso, sabido que no comprendemos. Y es más, conscientes de que no alcanzamos a comprender, te pedimos, Señor, que nos ilumines y nos des del don de la Gracia de darnos cuenta de lo que hacemos  y valoremos la oportunidad infinita que Tú nos regala por tu Amor.

Gracias, Señor, por esta infinita invitación que no merecemos ni llegamos a comprender en toda su valoración. Arranca de nuestro endurecido corazón la soberbia y el orgullo que nos ciega y nos predispone a rechazarte y a ignorar tu invitación. Abre nuestros ojos a esa barbaridad a punto de cometer contra tu invitación. Perdónanos nuestra ignorancia y osadía altanera de creernos con derecho y merecedores de negarte y rechazarte.

Danos la humildad de abajarnos, de reconocer nuestros pecados, nuestra pequeñez y pobreza,  para que, humillados y postrados ante tu grandeza y Amor, seamos capaces de adorarte y reconocerte Señor y Creador de todo lo visible e invisible. Pero, sobre todo, Padre. Padre bueno que nos salva y que nos quieres. Y que nos haces tus hijos por los méritos de Jesús, tu Verdadero y único Hijo, el Mesías, el enviado, que entregando su Vida, ha rescatado la nuestra para la Gloria Eterna.

Gracias, Padre, dame la sabiduría de rebuscar en el fondo de mi corazón y desenterrar esa hermosa y valiosa invitación al Banquete de tu Hijo Jesús, para que, revestido con la Gracias de tu salvación, asista humildemente y lleno de gratitud al banquete del Cielo prometido. Amén.