Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 7 de diciembre de 2020

ODA XXI A NUESTRA SEÑORA (FRAY LUIS DE LEÓN)

Fray Luis de León
 
 
Virgen, que el sol más pura, 
gloria de los mortales, luz del cielo,

en quien la piedad es cual la alteza: 

los ojos vuelve al suelo
y mira un miserable en cárcel dura,
cercado de tinieblas y tristeza.
Y si mayor bajeza
no conoce, ni igual, juicio humano,
que el estado en que estoy por culpa ajena,
con poderosa mano
quiebra, Reina del cielo, esta cadena.

Virgen, en cuyo seno
halló la deidad digno reposo,
do fue el rigor en dulce amor trocado:
si blando al riguroso
volviste, bien podrás volver sereno
un corazón de nubes rodeado.
Descubre el deseado
rostro, que admira el cielo, el suelo adora:
las nubes huirán, lucirá el día;
tu luz, alta Señora,
venza esta ciega y triste noche mía.

Virgen y madre junto,
de tu Hacedor dichosa engendradora,
a cuyos pechos floreció la vida:
mira cómo empeora
y crece mí dolor más cada punto;
el odio cunde, la amistad se olvida;
si no es de ti valida
la justicia y verdad, que tú engendraste,
¿adónde hallará seguro amparo?
Y pues madre eres, baste
para contigo el ver mi desamparo.

Virgen, del sol vestida,
de luces eternales coronada,
que huellas con divinos pies la Luna;
envidia emponzoñada,
engaño agudo, lengua fementida,
odio crüel, poder sin ley ninguna,
me hacen guerra a una;
pues, contra un tal ejército maldito,
¿cuál pobre y desarmado será parte,
si tu nombre bendito,
María, no se muestra por mi parte?

Virgen, por quien vencida
llora su perdición la sierpe fiera,
su daño eterno, su burlado intento;
miran de la ribera
seguras muchas gentes mi caída,
el agua violenta, el flaco aliento:
los unos con contento,
los otros con espanto; el más piadoso
con lástima la inútil voz fatiga;
yo, puesto en ti el lloroso
rostro, cortando voy onda enemiga.

Virgen, del Padre Esposa,
dulce Madre del Hijo, templo santo
del inmortal Amor, del hombre escudo:
no veo sino espanto;
si miro la morada, es peligrosa;
si la salida, incierta; el favor mudo,
el enemigo crudo,
desnuda, la verdad, muy proveída
de armas y valedores la mentira.
La miserable vida,
sólo cuando me vuelvo a ti, respira.

Virgen, que al alto ruego
no más humilde sí diste que honesto,
en quien los cielos contemplar desean;
como terrero puesto—
los brazos presos, de los ojos ciego—
a cien flechas estoy que me rodean,
que en herirme se emplean;
siento el dolor, mas no veo la mano;
ni me es dado el huir ni el escudarme.
Quiera tu soberano
Hijo, Madre de amor, por ti librarme.

Virgen, lucero amado,
en mar tempestuoso clara guía,
a cuvo santo rayo calla el viento;
mil olas a porfía
hunden en el abismo un desarmado
leño de vela y remo, que sin tiento
el húmedo elemento
corre; la noche carga, el aire truena;
ya por el cielo va, ya el suelo toca;
gime la rota antena;
socorre, antes que emviste en dura roca.

Virgen, no enficionada
de la común mancilla y mal primero,
que al humano linaje contamina;
bien sabes que en ti espero
dende mi tierna edad; y, si malvada
fuerza que me venció ha hecho indina
de tu guarda divina
mi vida pecadora, tu clemencia
tanto mostrará más su bien crecido,
cuanto es más la dolencia,
y yo merezco menos ser valido.

Virgen, el dolor fiero
añuda ya la lengua, y no consiente
que publique la voz cuanto desea;
mas oye tú al doliente
ánimo, que contino a ti vocea.

domingo, 6 de diciembre de 2020

CONVERSIÓN

Muere el jesuita Ignacio Iglesias, gran colaborador del padre Arrupe
Ignacio Iglesias, SJ


Sigue curvado sobre mí, Señor,

remodelándome,

aunque yo me resista.

¡Qué atrevido pensar

que tengo yo mi llave!

¡Si no sé de mí mismo!

Si nadie como Tú puede decirme

lo que llevo en mi dentro.

Ni nadie hacer que vuelva

de mis caminos

que no son como los tuyos.

Sigue curvado sobre mí,

tallándome,

aunque a veces de dolor te grite.

Soy pura debilidad, Tú bien lo

sabes.

Tanta, que, a ratos,

hasta me duelen tus caricias.

Lábrame los ojos y las manos,

la mente y la memoria,

y el corazón, que es mi sagrado,

al que no Te dejo entrar

cuando me llamas.
Entra, Señor, sin llamar,

sin mi permiso.

Tú tienes otra llave,

además de la mía,

que en mi día primero Tú me diste,

y que empleo, pueril, para

cerrarme.

Que sienta sobre mí tu ‘conversión’

y se encienda la mía

del fuego de la Tuya,

que arde siempre,

allá en mi dentro.

Y empiece a ser hermano,

a ser humano,

a ser persona.

Ignacio Iglesias, SJ

sábado, 5 de diciembre de 2020

ORAR PARA SERVIR


Aquel que ora, sirve, porque la oración debe llevarte al servicio. Se ora - se habla con Dios - para imitar a su Hijo, el Mesías enviado, que, precisamente, nos dice que ha venido a servir, no a ser servido. Esa es la actitud que un cristiano y seguidor de Jesús de Nazaret debe tener. Ser servidor de los demás, de manera especial y concreta de los más necesitados.

Quien sirve, ama. Y quien ama es porque ora, pues sin la oración - relación íntima con Dios - tu manera de amar no es ni será la correcta, pues está mediatizada por el pecado y sometida a tu ego personal. Ambas cosas - servicio y amor - van estrechamente unidas. No puede servir quien no es capaz de amar, pues, de ser así terminaría sirviéndose a sí mismo.

Proclamar la Buena Noticia es servir. Ya dijo Jesús que no había venido a ser servido, sino a servir. De modo que, cuando estás en actitud de servicio, estás amando. Y cuando amas estás, no solo cumpliendo la Voluntad de Dios, sino anunciándola. Pidamos, pues, tener un corazón capaz de amar en el servicio a los demás, para anunciar la Buena Noticia desde la humildad, la obediencia y la disponibilidad de servicio a los más desfavorecidos. Amén.

viernes, 4 de diciembre de 2020

SIN LUZ, CAMINO EN LA OSCURIDAD

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

¿Has probado a cerrar los ojos y dar algún paso? ¿O has entrado en una habitación sin luz y a oscura? Incluso, conociéndola nos resulta difícil movernos por ella. Imagínate por un camino que hay que inventar cada día, porque la vida se inventa a cada paso. Aunque nos parezca lo contrario y pensemos que vamos seguro, cada instante de nuestra vida nuestro corazón - diástole y sístole - se contrae y relaja para que nuestros ojos vean y nuestro espíritu sienta. 

Pero, en cualquier momento se puede parar por algún paso mal dado o por otros problemas. Nuestra vida siempre, aunque no lo creamos, está en peligro. Y, en consecuencia, cada instante es muy importante. Por eso, Señor, el camino sin Ti, Dios mío, se llena de tinieblas y de inseguridades amenazado siempre por el peligro. Necesito tu Luz, pero no la luz de mis propios ojos que vino conmigo al nacer a este mundo, sino la Luz que viene de Ti y de tu presencia que me acompaña.

Danos, Señor, esa Luz que necesitamos y que nos alumbra el camino de tu Palabra y de tus pasos. Experimentamos que nos cuesta caminar, Señor, y en muchas ocasiones se nos hace difícil encontrar el verdadero camino y ver la Verdad - que eres Tú, Señor -. Llena nuestro pobre espíritu de esa fe que nos permita verte, Señor, para, a pesar de la oscuridad a la que, por nuestros pecados, nos somete el mundo, podamos oírte, escucharte y verte.

Y, esperanzados seguirte, igual que esos dos ciegos del camino que, advirtiendo tu presencia te siguieron gritando y llamándote para que abrieras sus ojos para verte. Gracias, Señor.

jueves, 3 de diciembre de 2020

CON Y POR LA FUERZA DE TU GRACIA


¿A dónde voy yo solo, Señor? ¿Soy un pecador y mi debilidad se pone de manifiesto en cada momento e instante de mi vida. Sé, Señor, que Tú no buscas mis virtudes y capacidades - regalos de tu Gracia - sino que me pides mis pecados para lavarlos en tu Amor Misericordioso y levantarme, fortalecerme y guiarme a dar testimonio de tu Poder de sanación corporal y espiritual.

Porque, no solo calmas nuestra sed física, sino, también psíquica, anímica y la llenas de esperanza. Tú, Señor, eres la Roca que nos sostiene y nos das la fortaleza para mantenernos a flote ante la adversidad y las tempestades que el camino de la vida nos presenta. Y en Ti, Señor, ponemos todas nuestras esperanzas para sostenernos a flote y no sucumbir a las corrientes perversas y malignas que nos amenazan y tientan para arrastrarnos al mal y al pecado.

Danos, Señor, la Gracia de asirnos a tu Mano y de no despegarnos de ella. Sabemos de nuestras debilidades y del poder del pecado que nos amenaza y, de estar mal edificada y vacilante nuestra fe, quedar a merced del poder del demonio y alejarnos de tu Amor misericordioso. Amén.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

DANOS NUESTRO PAN DE CADA DÍA


Todos queremos más y cuando se nos presenta la oportunidad atesoramos dinero y bienes, e incluso víveres para reforzar nuestra seguridad. Es algo que con esta pandemia hemos incluso experimentado. Sin embargo, esa actitud de guardar y atesorar descubre en cada uno de nosotros cierto aislamiento y cerrazón a compartir. Y nos resistimos a salir de nuestro cascaron. Pensar en las necesidades de los demás nos cuesta y nos interpela al mismo tiempo.

La actitud de Jesús hoy, en el marco de preocuparse por todos aquellos que, posiblemente le han seguido por intereses materiales de salud, nos mueve a hacer otro tanto también nosotros. Quizás nos movemos por el pan material y es eso lo que nos interesa, pero, es por ahí por donde empieza la llamada y la evangelización, quitar el hambre y la sed física para luego ofrecer el alimento verdadero que quita la sed y el hambre para siempre. Esa agua viva que salta a la Vida Eterna.

Por eso, Señor, desde este rincón te pedimos estar abiertos y disponibles a compartir nuestras capacidades y bienes, tanto intelectuales como físicos, con todos aquellos que los pueden necesitar y darle buen uso. No se trata de derramar sino de aprovechar y darle un uso útil a todo aquello que tenemos y podemos poner al servicio de los más necesitados. Danos, Señor, esa Gracia y esa actitud de compartir nuestro alimento material y espiritual. Amén.

martes, 1 de diciembre de 2020

LA GRACIA DE SER PEQUEÑO

 

Esa es mi lucha, Señor, la de todos los días. Una lucha contra mi soberbia, mi prepotencia, mi vanidad y mi egoísmo. Una lucha en la que si voy solo pierdo siempre. Es decir, estoy y estaré siempre vencido. Por eso, Señor, tu presencia se me hace totalmente imprescindible, me es necesaria para poder salir victorioso de esa lucha sin cuartel.

Te suplico, Señor, y acudo a Ti para pedirte que me llenes de humildad y paciencia. Me ayudes a aceptar mi pequeñez. Necesito, Señor, no me cansaré de suplicarte, de tu presencia y tu Gracia.

Dame, Señor, la sabiduría de darme cuenta de mi necedad e ignorancia y, por tanto, abajarme y revestirme de humildad, para, siendo pequeño y aceptando mi pequeñez y necesitado de Ti, abrirme a tu Gracia y llenarme de humildad. Una humildad que abra mis ojos y que me haga ver la grandeza de tu Amor y de tu Infinita Misericordia.

En eso confío y apoyo todas mis esperanzas y eso te suplico, Señor, con todas mis fuerzas. Dame paciencia y aumenta, Señor, mi fe. Amén.