Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 12 de junio de 2020

EL PECADO ESTÁ DENTRO DE TI

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.: Evangelio según San Mateo ...

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

No podrás librarte del pecado porque mora dentro de ti. Has nacido con él, heredado de nuestros primeros padres, y sólo quedarás limpio con tu bautismo. De ahí la gran importancia de bautizarnos porque, con él, recuperamos la dignidad de ser hijos de Dios y quedar limpio de todo pecado. Pero, eso no nos asegura que no volvamos a caer en él. Eso significa que empieza la lucha que durará toda nuestra vida.

Por tanto, la sombra del pecado nos seguirá en nuestro camino. Está ahí y siempre tentándonos hasta conseguir que flaqueemos y, entrando en nosotros, vuelva a asentarse en nuestro corazón. No es lo más importante el hecho de consumarlo sino de quererlo, desearlo y consentirlo libremente. De tal forma que ese deseo y libre voluntad es lo que va a determinar en último momento la culpabilidad del mismo. Porque, se puede haber cometido pero, quizás presionado, ignorándolo o no de forma consciente. En esos posibles sucesos quedamos eximidos de culpa.

Lo que no nos libra y nos señala como culpables es la aceptación libre y voluntaria del deseo concupiscente de la pasión con la mujer de otro. La proposición deshonesta o deseada, sin tener en cuenta el vínculo sacramental propio o del otro u otra, es la causa principal del pecado. Tenga o no concreción. Y ese deseo o tentación van a estar siempre e irremediablemente presente en nuestros corazones. La única manera de combatirlos será la oración y la perseverancia en, asidos al Espíritu Santo, fortalecernos para rechazarlas y no dejarlas asentar en nuestros corazones.

Pidamos esa Gracia y esa voluntad para sostenernos siempre firmes en nuestra voluntad de ser fieles a nuestro compromiso de bautismo y de matrimonio y, por la Gracia de Dios, poder combatir y superar esas tentaciones con nuestra lucha de cada día. Amén.

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