Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 9 de diciembre de 2012

INQUIETO POR LA VERDAD


Dame, Señor, la valentía y la fuerza de no parar nunca en buscar la verdad. Verdad que iguale a los hombres, que haga justicia en igualdad de oportunidades, de derechos, de responsabilidades y oportunidades para todos. 

Que cada cual sea libre para tomar sus propias decisiones, decisiones que busquen la verdad y el bien, porque solo la verdad busca el bien de todos, pues en la mentira se esconde el mal y la injusticia. Y es en la verdad donde encontramos la libertad. Libertad que se define en buscar el bien de todos los hombres.

Señor, enciende mi corazón y llénalo de verdad, verdad que me libere de todo aquello que impide que este mundo sea mejor y viva en paz. Verdad que busque la concordia y la dignidad de toda persona humana. De tantos niños inocentes víctimas y reos de muerte en el seno de sus propias madres.

Señor, dame la sabiduría y la perseverancia de escuchar y hacer vida en mi vida esas palabras de Juan en el desierto: «Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios».

sábado, 8 de diciembre de 2012

NO ES FÁCIL FIARSE


Estamos acostumbrados a ver la anunciación como algo clásico y que tenía que ser así. Nos parece algo natural que no podía ser de otra forma. Sin embargo, el anuncio de la encarnación del Hijo de Dios es un acontecimiento que cambia totalmente la vida de una persona.

Una persona sencilla que tiene puestas todas sus ilusiones en el acontecimiento de su boda. La natural aspiración de toda joven, pero que de repente, mientras todo el mundo está indiferente y abstraído por sus propios problemas, esa joven, María, es elegida para ser la Madre de Dios.

Elegida para ser corredentora con su Hijo en la redención de todos los hombres. Y ante ese panorama toma la decisión de abandonar sus planes y seguir los de Dios. Sin más demostraciones ni garantías. Sin seguridades ni respuestas a los compromisos contraídos. Un panorama arriesgado, inseguro y difícil de afrontar. Con todos estos ingredientes, María se pone en Manos del Señor su Dios.

¿Y nosotros? ¿Cuáles son nuestros planteamientos? ¿Estamos dispuestos a irnos poniendo en Manos del Espíritu Santo para irnos dejando llevar por sus impulsos y soplos? ¿O sin dejar los nuestros, miramos a ver cuales podemos cumplir y satisfacer de los que Él nos propone?

Son preguntas que descubrirán que clase de nacimiento se va a realizar, este año otra vez, cada día en nuestro corazón. ¿Un corazón acomodado e instalado en condiciones, o un corazón disponible y entrega a la voluntad del Señor?

Pidamos al Espíritu que nos de la sabiduría y fortaleza de dejarnos llevar y pongamos nosotros todo lo que esté de nuestra parte para que así sea.

viernes, 7 de diciembre de 2012

MI FE ME MUEVE

 

Porque cuando se cree no paras en tu empeño y te adentras en el riesgo de conseguir aquello que buscas y que significa tu fuente de felicidad. Pronto descubres que tu felicidad no la alcanzas en las cosas de este mundo, ¡claro si estás despierto y atento!, y te sientes ciego y necesitado de nueva luz para encontrar el camino donde encontrar esa fuente que perdura y permanece siempre encendida.

Experimentas pobreza e impotencia, y descubres que necesitas buscar a Alguien que te pueda dar esa Luz que tú solo no sabes encontrar ni descubres. Dame luz, Dios mío, para ver el camino que busco. Que busco sin saber dónde puedo hallarlo. Me siento ciego y necesitado.

Quisiera tener vista, pero no una vista para ver solamente la vida, sino una vista que sepa vislumbrar tu Amor, tu Gracia y tu Misericordia. Dame esa fe que me mueva a caminar y a buscarte. Me experimento ciego y sin horizonte, y busco el horizonte de tu Amor.

Me siento perdido en este mundo de tinieblas, y quiero encontrar la luz. La Luz que me ayude a ver el gozo y la eternidad que palmita dentro de mi corazón; la justicia y la paz que anhelo dar, y el amor que enciende la alegría y la felicidad que busco desesperadamente.

jueves, 6 de diciembre de 2012

SER Y PARECER


Es eso lo importante y lo coherente. Porque nos pasa que solemos aparentar lo que no somos. Adoptamos caretas temporales y circunstanciales según nuestras apetencias e intereses, y no somos lo que queremos aparentar ser. Por eso, hoy, la Palabra de Jesús nos impele y descubre los signos de apariencias con los que tratamos de mentir a los demás.

Y eso no se transmite, o transmite todo lo contrario de lo que queremos transmitir. La verdad no se puede dar cargada de mentiras, porque no hace efecto sino daña y perjudica. Por eso y para eso tenemos al Espíritu Santo, que nos asiste, que nos infunde ciencia, sabiduría y fuerzas para llevar a nuestras vidas la Palabra del Señor.

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y encienden en nosotros la llama del amor. Envía, Señor tu Espíritu y nuestros corazones serán creados de nuevo.

¡Oh Dios!, que iluminas los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de tu consuelo, por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

BUSCAR LA SANACIÓN DEL ALMA


Porque de nada me vale ser sanado ahora y luego perderme en la eternidad. Quiero, Señor, ser curado ahora, porque no lo puedo evitar. Busco el pan de cada día y la salud en este mundo. Me cuesta sufrir y padecer, pero sé que tengo una cruz y que he de cargar con ella.

También sé que aunque sea sanado ahora, me llegará el día de mi hora y tendré que padecer la muerte como has hecho Tú, Señor. Por eso, te pido que abras mis ojos e ilumines mi mente para que vea. Vea el verdadero alimento que no es el de las necesidades de este mundo, que sí que lo necesitamos, pero más importante es el alimento que salta hasta la vida eterna.

Dame, Dios mío, a beber de esa agua para no tener nunca más sed, porque la de aquí abajo no me llena plenamente. Vuelvo a sentir ser. Mantenme firme en la perseverancia de buscar y estar siempre en la actitud de apagar esta sed de aquí abajo, porque de esa manera estaré siempre buscándote y caminando a tu lado llegaré un día a alcanzar esa agua que satisface la sed para siempre.

martes, 4 de diciembre de 2012

MANTENME COMO UN NIÑO, SEÑOR



Porque solo así podré alcanzar la humildad necesaria para recibir tu Palabra. Tu Reino, Señor, que has revelado a los pequeños, a aquellos que se mantienen en la actitud del necesitado, de que despierta al deseo de sed y hambre. Porque solo esos encontraran el camino que Tú ofreces y señalas.

Mi corazón se ha hecho viejo contaminado por los olores y perfumes de este mundo. Olores y perfumes que generan egoísmos, hambre de riquezas y poder sin pensar en los que dejan en el camino mal heridos y desprovistos de todo. El mundo no me ayuda a mantenerme puro e inocente como era de niño.

Y yo quiero seguir firme en mi amor primero, cuando todo era limpio y simple y la luz brillaba al mi derredor. Pero siento que, no solo ya no es así sino que con mis solas fuerzas no puedo avanzar ni mantenerme. Y ese es mi grito de hoy, Padre mío. Dame la capacidad y sabiduría de seguir siendo niño, de seguir, cogido de tu Mano, caminando por la senda del servicio, de la disponibilidad y del amor.

Hay una cosa que debo aprender primero, y es a ser humilde, porque solo en la humildad, como tu Madre María, encontraré el camino de recibir, de estar siempre necesitado, de ser agradecido y de amar. Amén.

lunes, 3 de diciembre de 2012

AUMENTA MI FE, SEÑOR

  Comienza el año de la fe: "Señor aumenta nuestra fe"

Porque la fe no es cosa de un momento, ni tampoco algo que se tiene y se guarda o se encuentra y se coge. ¡No!, la fe es la confianza que se gana día a día y se va amasando en la propia vida. La fe es la confianza que que hoy pones en ese Jesús que te habla, pero que necesitas también ponerla mañana para que no disminuya ni se pierda.

La fe es la consecuencia de compartir con otros tu seguimiento a Jesús, apoyándote y dándote en el Espíritu Santo al servicio de la comunidad. Porque cuando la compartes, se fortalece y crece en tu interior por obra de la Gracia.

La fe es el resultado del trato a diario con una persona. En este caso con Jesús, y de ese trato se genera esa confianza que termina en fe. La fe es algo que está por encima de nosotros y que nosotros mismos no podemos alcanzar. Sin lugar a duda, tenemos que buscarla y esforzarnos en comprenderla, pero por nosotros mismos nos será imposible conseguirla.

La fe es un don de Dios, un regalo que nos da el Señor a nuestra disponibilidad y búsqueda necesitada de ponernos en sus Manos. Sí, la necesitamos y la buscamos, pero es Dios quien nos la da en última instancias cuando lo buscamos, pues es Él quien nos busca primero.

Pidamos al Padre, por intercesión de su Hijo Jesús, que nos aumente nuestra fe y nos la fortalezca hasta el punto de que podamos vencer todos aquellos obstáculos que nos impiden mantenernos firmes en el seguimiento a su Hijo Jesús.