Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 2 de enero de 2017

¿RESPONDEMOS AL ANUNCIO DE SALVACIÓN DEL SEÑOR?

Primero nos lo anuncia Juan el Bautista, pero nos dice que él es un simple anunciador del que realmente viene detrás de él, a quien no es digno de desatarle la correa de su sandalia. Es Jesús el anunciado el que nos bautizará con Espíritu y fuego. Un Bautismo que nos hace sacerdotes, profetas y reyes. Un Bautismo que nos compromete a dar testimonio de nuestra fe.

Y esa es la pregunta, ¿respondemos nosotros a ese Bautismo? ¿Respondemos nosotros a esa llamada a proclamar, viviendo primero, lo que Jesús nos enseña, no sólo de palabra sino también con la vida. Hoy damos comienzo a un año nuevo. Un año nuevo siempre invita a hacer las cosas bien, pero, pronto, al pasar de los días, esas buenas intenciones e impulsos empiezan a decaer. El trajín de cada día y la rutina nos van lastrando nuestras esperanzas y, debilitados, empezamos a dejarnos cosas en el camino.

Pero es que nuestra respuesta no debemos hacerla solo. Tenemos y debemos ir acompañados. Ese es el propósito de este humilde rincón, como también "de dodim a agapé", el de acompañar sobre todo a los que por falta de tiempo no pueden integrarse en una comunidad, o visitar con frecuencia al Señor Eucarístico. Tenemos que ir juntos, marcando el ritmo del paso de nuestras oraciones. El agua que riega nuestra vida es la oración. Sin ella no crecemos.

Pero una oración humilde, paciente, esperanzada, alegre, obediente, escuchada, atenta, perseverante, constante, alejada de ruidos, silenciosa, firme, confiada y llena de fe. Una oración que nos enciende el corazón cada día, que nos alimenta del Pan Eucarístico, que nos fortalece en las desesperanzas e inconstancias, y que nos sostiene firmes en el camino.

Si, amigos y hermanos en la fe. Necesitamos orar. Esa es la respuesta que el Señor espera de nosotros, porque lo demás nos será dado por añadiduras (Mt 6, 33). Tengamos confianza y no dejemos de orar, hablar con Dios, y recibirlo Eucarísticamente, alimento espiritual, para caminar estos nuevos trescientos sesenta y cinco días esperanzado en las promesas del Señor. Un Señor que siempre cumple su Palabra. Amén.

domingo, 1 de enero de 2017

LA NECESIDAD DE ORAR

Para orar se hace necesario descubrir esa necesidad, valga la redundancia. No se puede rezar por obligación, y es malo rezar por rutina o costumbre. La oración necesita tener vida y corazón para ser vivida en la vida. No puede quedarse sólo en la palabra, porque si no aterriza y se hace obra, muere. Y si muere no da fruto.

Y eso se supera y se vence cuando la oración es el resultado de un encuentro y de una vivencia. Es el ejemplo que nos pone hoy el Evangelio. Los pastores fueron avisados de que había nacido un Niño. Se advierte que no fue avisado ningún notable. Unos simples pastores, que aquellos tiempos eran los excluidos de la sociedad. Son los pobres los primeros y los únicos que pueden asumir y aceptar la Buena Noticia de salvación.

Y eso significa que tú, si quieres también aceptar la Noticia de salvación, tienes que abajarte y ser pobre. Pobre de espíritu, humilde, disponible y generoso. No hay otro camino ni otra puerta. Es esa, la que estás intuyendo, la puerta estrecha. Porque abajarse y ser humilde no es fácil. Cuesta mucho. Pero es lo que primero hace Dios. Se hizo Hombre y se humilló ante los hombres abajándose a la misma altura que ellos y despojándose de su Divinidad y tomando todo lo mismo que el hombre menos el pecado.

Creo que eso duele más que la propia crucifixión. Siendo Dios se hizo Hombre sin ningún privilegio y aceptando todo lo correspondiente a la naturaleza humana. Sufrió, sintió sed, hambre y dolor como cualquier hombre. Ese es el Niño Dios que me he encontrado en el portal. Y el mismo que habita ahora en mi corazón. Un Niño Dios que, nació, murió y resucitó, y que ahora vive dentro de mí. En el portal de mi corazón.

Y a ese Niño Dios le pido que aumente mi fe; le pido que encienda mi corazón; le pido que me llene de fortaleza y que me ilumine para superar y vencer todas las tentaciones que el mundo me sirve y me pone en bandeja y, humillarme como Él, para ser capaz de lavar los pies a mis hermanos como Él mismo me enseñó. Amén.

FELIZ AÑO NUEVO


sábado, 31 de diciembre de 2016

ESTE MUNDO NO NOS COLMA DE GOZO

La vida pasa rápido y todo lo vivido, aún en gozo y alegría, se borra, se olvida y no deja huella. La vida se nos escapa y nos desesperamos y agarramos a ella angustiosamente y ansiosamente. Empezamos a darnos cuenta de nuestra locura y equivocación. Esta vida pierde todo su sentido con la muerte, porque ese no es su destino.

La vida fue creada para ser eterna. Viene de Dios y Dios es eterno y nos ha creado para vivir junto a Él. Nos lo revela su Hijo, nuestro Señor Jesús. Así de sencillo, no hay otra explicación que se le pueda dar y que le dé sentido. Lo sencillo necesita la sencillez para entenderse. Por eso necesitamos ser humildes y, como niños, creer en lo que se nos dice.

Además, está escrito e impreso en nuestro corazón. El Señor ha dejado su huella dentro de nosotros y no podemos obviarlo a pesar de nuestra indiferencia y necedad. La vida en este mundo se hace camino, para perdiéndola ganarla para la verdadera Vida Eterna. Esa de la que Jesús, el Hijo de Dios, nos habla y nos promete como enviado por su Padre.

Por eso se ha hecho Palabra y ha acampado entre los hombres, para darnos a conocer el Camino, la Verdad y la Vida. Sí, Señor, hoy te pedimos que nos renueves por dentro, que transformes nuestro corazón viejo, duro y encallecido, en un corazón renovado, nuevo, joven, lleno de tu Gracia y disponible a darse hasta el extremo de entregar su vida por amor.

Sí, Señor, danos esa sabiduría que nos llene de luz y de verdad, y que destruya la mentira del pecado que contamina y debilita nuestro maltrecho corazón. Sí, Señor, te esperamos y abrimos nuestros corazones a tu Gracia y, por ella y con ella, permanecemos fieles a tu Palabra. Amén.

viernes, 30 de diciembre de 2016

LA FAMILIA, CÉLULA DE LA SOCIEDAD

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS


Muchas veces he llegado a pensar, ¿qué sería de nosotros sin familia? El hombre es un ser en relación. No ha sido creado para vivir solo. La experiencia de vivir sólo en una isla nos vuelve loco. Necesitamos la relación y el tú es imprescindible para descubrir el yo. Aparte, hay muchos más valores que sólo se pueden aprender en la familia. El sacrificio, la solidaridad, la paciencia, el soportarnos, el auxilio en la enfermedad. Eso no se puede aprender fuera de la familia.

Y el afecto, cariño y comprensión que va, como una planta cultivada, naciendo con el riego del agua del amor de cada día. La escucha y el silencio sólo se aprende en familia. La obediencia y muchas más cosas que ahora, serenamente y tranquilos, podemos reflexionar y descubrir. Somos lo que somos gran parte a nuestra familia. Y muchas cosas las hemos descubierto en familia, buenas y malas. Pero todas positivas, porque las buenas, para mejorarlas y hacerlas más frecuentes, y las malas, para evitarlas y tratar de borrarlas de nuestras vidas.

La familia es el camino que nos señalo Dios enviando a su Hijo, nuestro Señor Jesús, para vivir en una familia. Bajo la tutela de José y María. Unos padres que son modelos para todos los padres y todas las familias. La Sagrada Familia es el modelo a mirar, seguir e imitar. Pidamos al Espíritu Santo que, como guió a José a escapar de la amenaza de Herodes, nos guíe también a nosotros a superar todas las dificultades que el mundo, nuestro mundo, intenta poner a la familia para destruirla y desunirla.

Pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine para defender la vida dentro de la familia, la unidad y los valores donde se construye y apoya la convivencia, la verdad, la justicia, el amor y la paz. Pidamos que sepamos comprender el significado del verdadero amor.

jueves, 29 de diciembre de 2016

¡COMO SIMEÓN, PERMITENOS, SEÑOR, VER LA LUZ!

Enciende nuestro corazón, Señor, y permítenos ver la Luz. Esa Luz que nos ilumina y nos, como Simeón, permite morir en paz y esperanzados en tu Gloria. Posiblemente nos falta paciencia y fe. Porque la fe se demuestra en la paciencia y esperanza. Porque la fe se experimenta en la oscuridad y en la desesperación. Podemos mirar a Abrahán, a Job y muchos otros como han perseverado. Y es en Jesús donde se cumple todo y la fe se aproxima para en la Resurrección quitarnos la venda de los ojos.

Ayer lo veíamos al leer que Pedro y Juan entraban al sepulcro ya vacío. Juan entró, vio y creyó. Y nosotros por su testimonio también creemos. Esa es nuestra fe y nuestra esperanza. La vida en este mundo no tiene sentido si no se fundamente en Jesús. Él es nuestra única esperanza. Y no porque no nos queda más remedio, sino porque dentro de nosotros experimentamos esas ansias de felicidad que Él no promete y nos viene a regalar.

No hay paz ni sosiego sin Jesús. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Su Palabra colma todos nuestros anhelos y esperanzas. Demos gracias a Dios por todos estos testimonios, signos y señales que nos hablan de su presencia entre nosotros; que nos hablan de su Amor y Misericordia, y nos invitan, porque somos libres, a entrar en el banquete pleno de gozo y felicidad eterna.

Pidamos al Señor, como Simeón, que nos llene de paciencia y esperanza y nos ilumine para saber esperar y creer en la presencia del Redentor, que ha dado la vida por cada uno de nosotros y nos abre sus brazos y las puertas celestiales donde viviremos eternamente. Amén.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

LIMPIOS POR EL PERDÓN

No cabe ninguna duda que aquellos niños inocentes, día que se celebra hoy, están todos en el cielo. Fueron víctima de la codicia y ambición de un rey, Herodes, que temía por su reino. Un rey que no supo interpretar el Reino que traía Jesús, el Señor. Un rey que, quizás, nos representa a todos nosotros, pecadores que ambicionamos las riquezas de este mundo y matamos por ellas.

Eso explica las muertes y esclavitud de muchos niños que en la actualidad, hoy mismo, sufren la ambición de los mayores. Alepo (Siria), bombardeada es un ejemplo, que por su actualidad puede representar lo que queremos significar. No estamos nosotros limpios como esos niños que murieron por la persecución al Niño Jesús, pero nos sostiene la esperanza de la Misericordia de Dios. En Él confiamos y a Él nos abandonamos.

Danos, Señor, la fuerza, sabiduría y voluntad de no quedarnos pasivos y de saber migrar. Migrar desde nuestras comodidades a darnos en servicio a los demás; migrar de nuestro estar instalado a ofrecernos en disponibilidad por construir un mundo mejor. Salir de nuestro letargo y caminar hacia la perfección. Y eso nos descubre la necesidad de hacer el viaje contigo Señor. Como lo hizo María y José.

Nos reconocemos pecadores, imperfectos y culpables, pero esperamos tu Perdón y tu Misericordia. En ella estamos confiados y en ella caminamos seguros y esperanzados. Aprovechamos para mirar también para muchos niños que hoy sufren explotación, torturas, malos tratos y abandono. Y son víctimas de las guerras. Para muchos niños tratados como objetos y despojados de sus derechos, sobre todo a la vida. Son condenados a muerte, como fueron aquellos primeros mártires inocentes por Herodes, pero que estos son por sus mismos padres.

Y te pedimos, Señor, para que recibamos luz y fuerza para gritar y defenderlos. Danos capacidad de lucha y de entusiasmo para no desfallecer y proclamar que la vida es un regalo que Tú, Señor nuestro, nos regala y sólo a Ti te pertenece. Amén.

martes, 27 de diciembre de 2016

EXPECTANTE E INCRÉDULOS

Quizás no sea la palabra correcta que mejor define esos momentos expectantes de espera, de desconcierto y confusión. Supongo que la expectación sería fuerte. Son momentos tensos y de espera confusa. Es de sentido común que nuestra humanidad pecadora se sienta débil y asaltada por las dudas. No entendía casi nada y aquellos acontecimientos no esperados les dejaban desesperanzados y confusos.

Los de Emaús iban descorazonados, derrotados. Habían pasado los tres días y no sabían mucho o nada. Al parecer unas mujeres decían que el sepulcro estaba vacío. Pero, ¿qué atrevimiento y credibilidad tienen esas mujeres para decir tal cosa? ¿Acaso sus palabras tienen crédito? 

Supongo que muchos de nosotros nos podemos identificar con ellos, y sobre todo con los de Emaús. Nos cuesta creer en la Resurrección. Pero ocurre que Jesús si se ha empeñado en que nosotros le creamos. Esa es la oferta y promesa de salvación: Creer en Él (Jn 11, 25). Y para eso nos ha creado libres, y sin presión ni condiciones. Eres libres de creer como de no hacerlo. Desde esas perspectivas, tú eres el protagonista y de ti depende tu propia salvación.

Sería lógico pensar que no eres muy listo cuando pasas desapercibido por delante de lo que quieres, deseas y persigues con ansiedad e intensidad toda tu vida. Porque, no podrás negar que buscas la felicidad. Pero una felicidad eterna. Y es eso precisamente lo que te ofrece Jesús. Nadie te lo ha ofrecido antes, ni ahora ni mañana. ¡¡Ni nunca!! Sólo Jesús, el Hijo de Dios Vivo es capaz, por la Misericordia de Dios, de proponerte tal proyecto de salvación. Lo tomas o lo dejas.

No podemos dejar pasar esta oportunidad y, unidos todos, pedirle al Señor que nos aumente la fe. Que nos ilumine nuestra alma para que se encienda nuestro corazón y, como Pedro y Juan, creamos en Él. Porque queremos seguirte, Señor, y proclamar que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.