Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 24 de noviembre de 2019

LAUDES DEL DOMINGO - CRISTO REY

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H I M N O

Oh Jesucristo, Redentor de todos,
que, antes de que la luz resplandeciera,
naciste de tu Padre soberano
con gloria semejante a la paterna.

Tú que eres luz y resplandor del Padre
y perpetua esperanza de los hombres,
escucha las palabras que tus siervos
elevan hasta ti de todo el orbe.

La tierra, el mar, el cielo y cuanto existe
bajo la muchedumbre de sus astros
rinden tributo con un canto nuevo
a quien la nueva salvación nos trajo.

Y nosotros, los hombres, los que fuimos
lavados con tu sangre sacratísima, 
celebramos también, con nuestros cantos
y nuestras alabanzas, tu venida.

Gloria sea al divino Jesucristo,
que nació de tan puro y casto seno,
y gloria igual al Padre y al Espíritu
por infinitos e infinitos tiempos. Amén.

Laudes - Jesucristo, Rey del Universo -  

sábado, 23 de noviembre de 2019

ME HAS CREADO, SEÑOR, PARA LA VIDA

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Decimos que Dios es Amor, y esa definición nos clarifica que Dios es Eterno, porque el Amor siempre se mantiene vivo. Dios Ama al mundo que ha creado, porque una cosa creada no puede ser odiada por su creador. Dios Ama al mundo, pero, sobre todo a sus criaturas, el hombre y la mujer, creados a su imagen y semejanza. Y esa semejanza nos hace ser llamados a la eternidad, tal y como lo es Dios.

Sin embargo, antes tenemos un periodo de prueba que se desarrolla a través de nuestra vida por este mundo terrenal. Un mundo al que estamos llamado a superar venciendo al pecado que nos arrastra y nos tienta para apartarnos de la plena felicidad en la eternidad. La idea y noción de eternidad duerme dentro de nuestros corazones y el despertarla dependerá de nosotros. Y lo hacemos cuando y en la medida que abramos nuestros corazones a el anuncio de la Buena Noticia de Salvación.

Hoy, unidos todos los que leamos esta humilde reflexión, pedimos al Padre del Cielo, nuestro Padre Dios, que nos aumente nuestra fe, que nos llene de esperanza y de que creamos en su Palabra de Resurrección, porque, Él ha Resucitado, y con Él también nosotros resucitaremos. Tengamos presente que nos ha prometido que todo lo que le pidamos en Nombre de su Hijo Jesús se nos dará, y le pedimos que nos transforme nuestros corazones en unos corazones mansos y humildes y abiertos a su Palabra. Unos corazones confiados y esperanzados en su Palabra y fieles a sus mandatos.

¡Señor, nos has creado para ti y no descansaremos - siguiendo las palabras de san Agustín - hasta que descansemos en Ti. Porque, tú, Señor, eres nuestro principio y nuestro fin. Porque, nos has hecho para Ti y queremos entregarte esa libertad que nos has dado gratuitamente y sin merecerla, en tus Manos para que Tú, Señor, dispongas de nuestras vidas, sabiendo y confiando que será lo mejor para nosotros. Amén.

viernes, 22 de noviembre de 2019

ORAR, LA FORMA HABITUAL DE HABLAR CON DIOS

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Nuestro Dios es un Dios dialogante y abierto a intimar con cada uno de sus hijos. Por eso, el hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, es un ser en relación. Es decir, un ser necesitado de relacionarse y dialogar, sobre todo, con su Creador. Jesús, enviado por su Padre a redimirnos, y conocedor de nuestra naturaleza humana, que el mismo tomó, nos enseña a orar con nuestro Padre y a relacionarnos con Él. Ya, de antemano y para eso, nos ha enseñado el Padrenuestro, esa oración hermosa y rica en contenido para que no divaguemos y nos perdamos pidiendo cosas innecesarias e inservibles para alcanzar nuestro verdadero y único destino.

Por todo ello, te damos gracias, Señor, por tu presencia Eucarística, y por permitirnos hablar contigo, escuchándonos y regalándonos lo que necesitamos para alcanzar la Vida Eterna que nos has prometido gratuitamente. Gracias, Señor, por indicarnos la forma de orar con esa hermosa oración del Padrenuestro y, te pedimos, que nos la enseñe cada día mejor, no sólo a rezarla sino a vivirla en cada instante de nuestras vidas. Porque, queremos santificarte, vivir según tu Palabra y hacer presente tu Reino entre nosotros por y con tu presencia.

Queremos hacer tu Voluntad, no la nuestra que está sujeta a error. Pedirte el Pan Celestial de tu Espíritu bajo las especies de pan y vino, para fortalecer nuestro espíritu y ser fiel alimentados por tu Cuerpo. Y ser capaces de perdonar como Tú nos perdona, para, por tu auxilio librarnos de caer y ser presa de las tentaciones y  de permanecer  en el mal. Y del Maligno que nos acecha. Amén.

jueves, 21 de noviembre de 2019

DANOS, SEÑOR, LA PAZ

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Nos empeñamos en buscar la paz donde no está. Porque, la paz no se encuentra en el poder, ni tampoco en las riquezas. Tampoco la encontraremos en el éxito ni en la fama. Sin lugar a dudas, la paz no está en este mundo que trata de seducirnos y engañarnos. De ello tenemos innumerables ejemplos delante de nuestros ojos que buscando la felicidad en las cosas de este mundo no encuentran la paz. 

Porque, la felicidad es una consecuencia de la paz. Tú y yo somos felices cuando experimentamos la paz dentro de nosotros mismos, en el centro de nuestros corazones. Entenderás que nadie puede ser feliz si no experimenta la paz en su corazón. 

Por tanto, Señor, te pido que llenes mi corazón del gozo de la paz. Esa paz con la que Tú me saludas cada día y me das desde el Amor. Ese amor que yo debo poner en mi corazón como primera prioridad y fuente de mi paz y felicidad, para, luego, darme, por tu Gracia, a los demás en correspondencia a tu Infinito Amor.

Te doy gracias de antemano porque sé y confío, Señor, que me escuchas y me das esa paz que ansío y te pido. Eso sí, no sé cuándo ni cómo, pero si sé que llegará, porque tu Palabra siempre se cumple. Ahora, consciente de mis flaquezas y debilidades, también te pido, Señor, que me sostengas y me llenes de tu fortaleza, para resistir todas las pruebas que tu permitas en mí y me ayudes a perseverar firmemente en tu presencia. Amén.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

¡SEÑOR, ENSÉÑAME Y GUIAME A ADMINISTRAR BIEN LOS TALENTOS RECIBIDOS

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Es una gran responsabilidad la administración de los talentos que he recibido gratuitamente de Manos del Señor. Porque, de la misma forma que se me han dado tendré yo también que darlos. Sería aprovecharme por mi parte y comportarme de forma egoísta utilizar solo para mí lo que he recibido gratuitamente para derramarlo en bien de todos. Porque, ese es el encargo que me han dado, amar. Y se ama cuando, no sólo se manifiesta con palabras, sino cuando también se demuestra con obras. Y las obras se esconden en los talentos que he recibido.

Pero, la pregunta que se me plantea es, ¿a quién o a quienes tengo o debo ayudar? Por sentido común deberá tener prioridad aquellos que han recibido poco o casi nada. Es decir, a los pobres, marginados y excluidos. A los que están carentes de muchas cosas porque se han equivocado o porque han dilapidado mal lo que han recibido o porque han recibido poco. Pero, eso sí, aquellos que han aprendido de sus errores y confiesan y se arrepienten de sus pecados. Porque, siempre se necesitará tu colaboración.

Y eso es así porque es la única manera de desarrollar y cultivar esa semilla de amor sembrada en mi corazón. El sol y el agua necesario para que esa semilla crezca y dé frutos serán mis compromisos de amor en despojarme de mis bienes recibido gratuitamente y ponerlos en favor de los demás. Si nos damos cuenta y lo miramos desde esta perspectiva descubrimos que es un regalo inmenso para probarnos y para darnos la oportunidad de sacrificarnos y experimentar el único y verdadero amor. El tener hijos va en esa dirección, son regalos para desarrollar y dar todo ese amor que llevamos dentro.


De otra manera no sabría ni tendría posibilidad de administrarlos y gastarlos en el bien de los otros. Pero, ¿qué otros?, me repito de nuevo. Pues, los más pobres, los que poco o nada han recibido. Es decir, los ignorantes, los más débiles, los excluidos e incluso los engreídos, los suficiente, los más fuertes y poderosos...etc. Todos son pobres, si bien, los nombrados primeros, es decir, los carente de todo, los marginados, los ignorantes y excluidos son los preferidos por el Señor. El problema de los otros es que se rebelan y se cierran a la acción del Espíritu Santo y nuestro testimonio de amor les puede ayudar. Demos gracias a Dios y pidámosle la Gracia necesaria para saber nosotros administrar los talentos recibidos. Amén.

martes, 19 de noviembre de 2019

DAME, SEÑOR, UNA CORAZÓN PERMEABLE

Resultado de imagen de Lc 19,1-10
Reconozco, Señor, que mi corazón está endurecido por los pecados carnales y la ambición de riqueza y poder. Ya, mi corazón ha venido con la herencia de mis padres y está manchado por el pecado original. Me cuesta enderezar mi camino y levantarme no es tarea fácil. Por tanto, sin lugar a duda, reconozco, Señor, que mi corazón está herido por el pecado y difícilmente hay hueco en él para tu Palabra.

Eso no significa que la escuche. Es posible que en muchos momentos puntuales o incluso en la Eucaristía la escuche, y hasta reciba la Sagrada comunión, pero, ¿es tu Palabra, Señor, la prioridad de mi corazón? Es decir, ¿se conduce mi vida y mi corazón por el cumplimiento de tu Palabra como prioridad? Eso es lo que descubre la dureza o suavidad de mi corazón. Posiblemente, priman otros intereses e intenciones más carnales y materiales que el cumplimiento de tu Palabra.

Esa es mi realidad por mucho que quiera disimularla y esconderla. Y de nada me sirve ocultarla, Señor, porque Tú lo sabes todo. De nada me sirve esconderla porque la verdad emerge y prevalece siempre. Dame, pues, Señor, un corazón capaz de suavizarse y de ser poroso a tu Palabra, para que Ella penetre y lo inunde de tu Bondad y Amor.

Es esa, Señor, la petición de hoy, como la de otros tantos días pasados. Como ves, Señor, no dejo de insistir según tu me has propuesto, y persisto en mi perseverancia, aunque eso, sí, confieso, que muchas veces me parece que lo hago de forma rutinaria, más como una costumbre que otra cosa. Por eso, confío en Ti, Señor, y, esperanzado, de una manera u otra sigo insistiendo. Gracias, Señor, por todo y, finalmente, te pido que me des un corazón permeable a tu Palabra e impermeable a todo lo que viene de afuera y con olor a contaminarme de seducciones e inclinaciones pecaminosas.

lunes, 18 de noviembre de 2019

LAUDES - LUNES DE LA PRIMERA SEMANA


Resultado de imagen de Laudes - Lunes, XXXIII semana del Tiempo Ordinario,




H I M N O

Mis ojos, mis pobres ojos
que acaban de despertar
los hiciste para ver,
no sólo para llorar.

Haz que sepa adivinar
entre las sombras la luz,
que nunca me ciegue el mal
ni olvide que existes tú.

Que, cuando llegue el dolor,
que yo sé que llegará,
no se me enturbie el amor,
ni se me nuble la paz.

Sostén ahora mi fe,
pues, cuando llegue a tu hogar,
con mis ojos te veré
y mi llanto cesará. Amén.

Lunes, XXXIII semana del Tiempo Ordinario