- ... hermoso día que nos regaló Dios por su infinito amor y
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porque para Ti sólo el amor es importante. Has bajado a enseñarnos a amar, y te has hecho nuestra pedagogía y nuestro modelo. No debemos dejar que nos confundan, que nos distraigan y nos encandilen las luces de este mundo.
El Príncipe de este mundo tratará de confundirnos y tentarnos con todo lo que este mundo puede ofrecernos, pero Tú, Señor, eres nuestra referencia, nuestro Camino, Verdad y Vida, y nada debe alejarnos de tu presencia y tu amor.
Amar es seguir tus pasos y no los de la ley de los hombres. Como aquellos rabinos de tu tiempo, que sometían al hombre a la ley, Tú proclamaste que la ley está en función del hombre, porque nada es superior al amor, y amar es buscar el bien de todo lo que Tú, mi Dios, has creado.
Infunde en nosotros la sabiduría de discernir, según el amor, el bien común por encima de todas las leyes que nos esclavizan y hasta condenan la vida de muchos inocentes. Amén.