Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 14 de diciembre de 2013

SIEMPRE EN CONTINUO ASCENSO



Nunca debo parar, como nunca puedo dejar de alimentarme. Mi vida debe ser un continuo camino de perfección. Ese es el ideal y la meta. Y para eso necesito ir y caminar junto a Ti Señor, auxiliado por el Espíritu Santo. Eso me exige esfuerzo de escucha, de estar vigilante; esfuerzos de desapegos y apetencias, de desprendimientos de hábitos que me someten y esclavizan... de ayuno - penitencia - caridad.

Me exige constantemente lucha y combate hasta el extremo de no tener tiempo ni momento de reclinar la mi cabeza. Y eso es duro, está lleno de tentaciones y apetencias que te arrastran a la comodidad, al descanso o la evasión... Dame Señor un corazón capaz de dejarse moldear por tu Amor, y sobre llevar el camino de la cruz injertado en Ti. Porque sólo en, con y por Ti puedo encontrar las fuerzas de superar la lucha de cada día.

Ayúdame a tener una actitud de entrega en las cosas que cada día se presentan en mi propia vida. Cosas sencillas que ocurre a mí alrededor y, aquellos que están en mi camino, gocen de mi actuar y obrar en ellos.

viernes, 13 de diciembre de 2013

LA AVENTURA NOS ASUSTA




Nos cuesta movernos. No queremos abandonar nuestro sillón preferido frente a la chimenea de casa, y junto al televisor que nos informa y nos pasan alguna película interesante. Nos gusta esos ratitos que nos dan descanso y felicidad. Y, en verdad, creo que los necesitamos. Pero, también creo que pueden ser un peligro que el diablo nos mete en el cuerpo para que nos acomodemos y no desparramemos nuestros talentos hasta el máximo.

Corremos el peligro, ¡siempre lo estamos!, de aborregarnos, de instalarnos y de medir nuestra fe con cuatro cositas, y más cuando nos elogian y nos ponen en los altares, que nos confunden, nos engañan y nosotros también nos autoengañamos. La fábula del cuervo y la zorra nos puede servir de aviso.

No siendo malo el descanso, justo y necesario, sí debemos estar alerta y prestos a los impulsos de Espíritu que nos implica y nos llama a amar saliendo de nuestros calentitos corazones y compartir ese fuego con otros que han perdido sus esperanzas y se mueven en un mundo hostil y de espaldas a Dios.

Eso suena a aventura, pero es en la aventura cuando experimentamos la presencia del Espíritu y la necesidad de su asistencia y su poder. Dejarnos llevar por su acción nos despertará nuestra fe, nos fortalecerá nuestro espíritu y nos llenará de la Gracia de Dios que hará nuestra vida más gozosa y alegre y nos alumbrará el camino con el don de sabiduría.

Pidamos esa Gracia para estar siempre prestos a los impulsos del Espíritu y a seguir sus pasos.

jueves, 12 de diciembre de 2013

LA BATALLA ES CONTINUA



La batalla es constante, no parará hasta la última gota de sangre. Por eso, nuestra oración también tiene que ser constante hasta convertir nuestra vida en una permanente y presente oración. Las alertas de permanecer vigilantes, expectantes, en espera y oración, son las armas que debemos usar para estar preparados.

Hay una lucha interior que se libra a cada instante y en cada momento. No hay descanso ni tregua. La carne es débil y el mundo y demonio son tentaciones que están siempre alerta y vigilantes de tentarla para desviarla y perderla. Más con nuestra perseverancia orante siempre saldremos vencedores.

Es el mensaje de Juan Bautista: nos previene para que hagamos penitencia, para que estemos prestos y vigilantes, y para que perseveremos en actitud arrepentida. Y nos ofrece el Bautismo de agua para purificarnos. Pero es Jesús quien nos libera totalmente con el Bautismo de agua y Espíritu y nos salva de nuestra esclavitud.

No estamos solos, nos ha sido enviado el Espíritu Santo y en Él seremos vencedores de la batalla de nuestra vida para convertirla en Vida Eterna y gozosa.  Pidamos al Espíritu esa Gracia y abramos nuestro corazón confiado a su acción.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

EQUIVOCAMOS NUESTRO DESCANSO



Nos sentimos extresados y agobiados. Buscamos relajarnos y distraernos y pedimos un descanso. Pensamos que no podemos con tanta carga sobre nuestras espaldas y proyectamos descansar. Pero nos confundimos, porque el descanso proyectado es más de lo mismo: viajes, excursiones, compras, fiestas...etc.

Al final venimos a descansar en casa, cuando ya no sabemos a donde acudir ni encontramos espacio lejos de tantos ruidos y algarabías. Es entonces cuando despertamos y descubrimos que el descanso es otra cosa. No tanto buscar satisfaciones y entretenimientos sino cambiar de dinámica y ocuparnos en cosas diferentes a las rutinarias de cada día. Descansar no es parar, sino eludir la responsabilidad de cada día y gastar el tiempo en otros menesteres que nos atraigan y nos gusten.

Sin embargo, el descanso de la batalla diaria, de la lucha contra uno mismo, de vencer esas debilidades que nos inclinan y someten nuestra voluntad a hacer lo que, en conciencia, entendemos que no debemos hacer, es un descanso que no está en el cambio de actividad, ni en parar la actividad ni en ocuparnos en distraernos. Eso puede que en algunos momentos nos ayude, pero no soluciona nuestro peregrinar y nuestra lucha en el camino de nuestra vida.

Solo encontraremos descanso en el Señor: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobre cargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».

Porque sólo en la mansedumbre y humildad seremos capaces de, injertados en Xto. Jesús, vencernos a nosotros mismos.

 Danos Señor esa Gracia de buscarnos en la humildad y de esforzarnos en ser mansos para que nuestra alma sea saciada de paz y amor, el verdadero descanso.

 

martes, 10 de diciembre de 2013

EN TU CONFIANZA ME ATREVO A CAMINAR


Camino en tu Providencia, Señor

Sigo adelante Señor a pesar de los peligros. Hay momentos que mi pluma se atreve a caminar porque sabe de tus cuidados y tu defensa. Sabe que Tú eres la Verdad y que Tú la defiendes hasta con tu Muerte. Y que sales victorioso con tu Resurrección. Me siento seguro y me atrevo a subir al risco a pesar de los peligros.

Y lo hago, no para escaparme de tu Redil, ¡dónde mejor estaría!, sino para llevar tu Palabra más allá de mis fronteras y posesiones. ¡Se está tan bien entre tu rebaño que no puedo quedarme sin proclamarlo y decírselo a otros que andan perdidos o desorientados.

¡Y claro, Señor! Corro algún peligro. Hay lobos, falsos profetas, reyes con minúscula interesados en ser los dueños de este mundo. No se dan cuenta que este mundo es un mundo caduco y de barro. Están cegados por la oscuridad, a pesar de alumbrarse con muchas luces, pero no las ven, son luces falsas, efímeras, que pronto los dejaran en la total oscuridad.

Tú Señor, eres la Luz que alumbras el camino, y lo haces con Amor y Paz. No hay nada que temer, porque tu vara y callado nos protege. Aunque camine por caminos oscuros y peligrosos, Tú me sigues y me proteges.


lunes, 9 de diciembre de 2013

CURA MI PARÁLISIS SEÑOR



Mi incapacidad para dejarme perdonar me paraliza Señor. Me asalta la duda del perdón, y me resisto a dejarme perdonar por los hombres. Hombres de carne y hueso como yo y tocados por el pecado. Sé que Tú le has dado ese perdón, pero sólo queda en mi saber, pues a la hora de aceptarlo me vienen las dudas.

No quiero pedirte pruebas que, como hiciste con el parlítico, me demuestren tu poder divino para perdonar los pecados, pero si necesito que cures mi parálisis de miedo e impotencia de sentirme perdonado. Dame la Gracia y la sabiduría de dejarme curar por tu Misericordia y perdón.

Sé, Señor, que tienes poder para perdonar los pecados, pero a mí me cuesta, no tanto saberlo que dejarme perdonar. Danos la luz de descubrir la necesidad que tenemos de ser perdonados, porque sólo en el perdón encontramos la paz y la fuerzas para amar y dejarnos amar.

Descubrir la necesidad de ser perdonado es descubrir que soy pecador. Y nada hay tan grande para mover tu Misericordia Señor que la súplica de un hijo que se reconoce pecador.

domingo, 8 de diciembre de 2013

SEÑOR, NECESITO TU GRACIA



Yo no tengo la Gracia que tiene María, tu Madre, Señor. Ella alcanzo tu Gracia y Tú la llenaste de Ti. No hay mayor Gracia que la de ser elegida Madre tuya. Pero yo, Señor, aunque también me has creado por amor y te has hecho Hombre en María para acercarme y regalarme tu salvación, yo, Señor, soy un pecador.

Un pecador que no merece tu Gracia ni tu Misericordia, y sin embargo, Tú me la das y me la ofreces, Y lo has hecho sin pedirme ni siquiera opinión. No me has dejado ni opinar. Te has entregado, en tu Hijo, a mi entera salvación. Y sin embargo, me dejas en libertad y aceptas mi rechazo y mi negación a tu plan.

¿Qué hubiese sido de mí si María también te rechaza? Ahora sé valorar la colaboración y grandeza de María, tu Madre, al aceptar tu Voluntad. Yo, Señor, y Tú lo sabes, quiero también aceptar tu plan, lo que ocurre que, Tú también lo sabes, soy un miserable pecador y te decepciono a cada momento. 

Quiero aprovechar este momento para pedirte que me des la Gracia suficiente para, como María, tu Madre, corresponder a tu Amor y ser capaz de seguirte. No simplemente de Palabra, sino también con mi vida, con mi ejemplo, con mi testimonio, con mi trabajo, con mi servicio, con mi humildad, con mi entrega, con mi aceptación y sacrificio... Ayúdame Señor.