Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 2 de octubre de 2019

LA CÁRCEL DE NUESTRA HUMANIDAD

Resultado de imagen de Mt 18,1-5.10
De alguna manera vivimos en una cárcel, pues estamos sometidos a nuestras propias apetencias y pasiones. Nos sentimos débiles y amenazados hasta el punto de experimentarnos seducidos por la debilidad de nuestra carne. Y nuestras reacciones no se resisten a la propuesta, falsa y aparente, que el mundo nos propone. ¿Qué hacer ante tantas tentaciones y peligros de las que no podemos librarnos? ¿Rendirnos? No parece la mejor idea, pues en el mejor de los casos todo lo que nos propongan está destinado a la caducidad y eso desvalora enormemente esa propuesta.

Jesús nos promete lo verdaderamente valioso e importante: Vida Eterna en plenitud gozosa de felicidad. Y eso, propuesto por Él, es garantía de cumplimiento y promesa apoyada en su Palabra, Camino, Verdad y Vida. Su Resurrección lo avala y lo demuestra. Ante tanto testimonio sobran las palabras. Y la moneda, por decirlo y expresarlo de alguna manera, válida es el amor. Sin amor nada se consigue, pero con amor, que es lo que Jesús propone y nos da, alcanzamos la plena liberación de todo aquello que nos amenaza y  nos esclaviza.

Y Él, el Señor, es garantía de todo lo que nos ha dicho y prometido. No se ha limitado a simplemente decírnoslo, sino que Él ha ido delante viviéndolo y cumpliendo. Y la apoteosis ha sido su Resurrección. Él ha vencido la muerte y los que en Él creen tienen la promesa de que también, en Él, la vencerán y alcanzarán esa promesa de Vida Eterna en plenitud. ¡Alabado y glorificado sea el Señor! Amén.

martes, 1 de octubre de 2019

UN CORAZÓN MISERICORDIOSO

Resultado de imagen de Lc 9,51-56
Mi corazón, Señor, esta contaminado por el odio, la ambición, la soberbia, la pereza y la venganza entre otras muchas apetencias. Es el pecado que, aunque lavado en y por el Bautismo, por mi condición humana y pecadora, me hace caer repetidamente cada día. Y necesito levantarme y, limpio, volver a empezar el camino. Gracias, Señor, por esa maravilla del sacramento de la Reconciliación donde me das la oportunidad de volver a limpiarme y resarcirme de todas mis faltas y errores, sobre todo de ese deseo irrefrenable de venganza ante las ofensas recibidas.

En el Padrenuestro, la oración que nos enseña Jesús, pedimos el pan de cada día. Pero, no sólo el pan material, sino también el espiritual que nos da firmeza y sujeta nuestra fe por la Gracia de Dios Padre. Y también pedimos el perdón de nuestros pecados, que trae como condición indispensable el perdonar también nosotros las ofensas recibidas de los otros. No podré recibir la Misericordia de Dios si yo no estoy dispuesto a, contando con su Gracia, perdonar a los demás, incluso a mis enemigos.

Y es que Jesús, el Señor, no sólo nos lo enseña y nos lo dice, sino que nos da ejemplo. En el Evangelio de hoy comprobamos como Jesús reprende a Santiago y Juan cuando manifiestan el deseo de vengarse y de arrojar fuego sobre los habitantes de aquella aldea de Samaría por no acoger a Jesús. El Señor le invita  a irse a otro sitio sin responder a ese rechazo de acogerlos.

¿Me dice eso algo a mí? ¿A cuántos que me han ofendido me resisto a darle mi perdón y les aguardo una oportunidad para vengarme? ¿Cómo es posible que no escuche ni medite lo que Jesús me dice en y con su Palabra? Realmente, ¿mantengo esa actitud en mi corazón o, abierto a su Misericordia le suplico que me transforme y me dé un corazón misericordioso?

La Palabra no es solo para conocerla sino para, conocida, vivirla. Al menos intentarlo, pues de no ser así estaremos siendo indiferente, como ayer el rico epulón respecto al pobre Lázaro. Pedimos vencer esa indiferencia y estar atentos al dolor que nos rodea y no responder con venganza. Amén.

lunes, 30 de septiembre de 2019

LAUDES DEL LUNES DE LA SEGUNDA SEMANA


Resultado de imagen de San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia


H I M N O

Experiencia de Dios fue vuestra ciencia,
su Espíritu veraz os dio a beberla
en la revelación, que es su presencia
en velos de palabra siempre nueva.

Abristeis el camino para hallarla
a todo el que de Dios hambre tenía,
palabra del Señor que, al contemplarla,
enciende nuestras luces que iluminan.

Saber de Dios en vida convertido
es la virtud del justo, que, a su tiempo,
si Dios le dio la luz, fue lo debido
que fuera su verdad, su pensamiento.

En nuestro corazón de criaturas,
no se encendió la luz para esconderla,
que poco puede andar quien anda a oscuras
por sendas de verdad sin poder verla.

Demos gracias a Dios humildemente
y al Hijo, su Verdad que a todos guía,
dejemos que su Luz, faro esplendente,
nos guíe por el mar de nuestra vida. Amén.

domingo, 29 de septiembre de 2019

¿DE DÓNDE TE HA LLEGADO LA HERECIA DE TU VIDA?

Resultado de imagen de Lc 16,19-31
A la hora de empezar esta reflexión me acuerdo de la parábola del Padre Misericordioso o también llamada del hijo pródigo. Porque, esa herencia que el hijo ha malgastado y dilapidado de forma irrespetuosa e irresponsable puede estar pasando también contigo. ¿De dónde te viene a ti esa herencia que tienes? ¿O es que la vida que tienes y los días que has vivido te los mereces y te los has dado tú? ¿O es que todo lo que tienes hasta ahora es obra de tu trabajo y tu esfuerzo? ¿Es eso lo que crees?

Debamos de darnos cuenta que todo lo que tenemos es por obra y Gracia de Dios. Y se nos ha dado para compartirlo y ponerlo en y para beneficio de los que sufren y lo pasan mal. Se nos pide no ser indiferentes, porque la indiferencia es un pecado. Se nos pide amar y el amor se concreta en esa disponibilidad y actitud de compartir tus riquezas, que, además del dinero están también contenida en tu tiempo, tus cualidades, tu paciencia, tus capacidades, tu compañía y tu amor.

Danos, Señor, la fortaleza, la voluntad y la disponibilidad de poner todo lo recibido al servicio de los que lo necesitan, y hacerlo de forma gratuita, tal y como lo hemos recibido. Porque, sera, según hayas gastado tu tiempo y todo tus bienes, tendrás lo que corresponde a esa actitud de amor y generosidad con los demás. Y esa actitud, Señor es lo que te pedimos hoy.

Convierte nuestros corazones ambiciosos, placenteros y endurecidos por el egoísmo en unos corazones suaves, compasivos, misericordiosos y generosos para que no se cierre a las necesidades de los demás sino que se compadezcan y se abran a compartir y estar disponibles y atentos a sus necesidades. Nos sentimos atrapados por todo lo que nos rodea y por vivir en una actitud consumista que nos ciega y nos aleja de esa actitud de estar atentos, y no indiferentes, a darnos y compartir con todos aquellos que lo necesitan. Amén.

sábado, 28 de septiembre de 2019

DANOS, SEÑOR, FORTALEZA PARA SOPORTAR NUESTRA CRUZ

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Igual que el Señor, yo, su discípulo por mi compromiso de bautismo, tendré que padecer una muerte, como Él, de cruz. Porque, el discípulo no es mayor que el maestro, nos dice el Señor - Lc 6, 40 - y, si Él nos ha anunciado que será condenado y padecerá una muerte de cruz, nosotros tendremos que tener muy claro que nuestro camino tendrá como destino la cruz. Es decir, nuestro camino de seguimiento al Señor es un camino de cruz. Está, pues, claro que seguir a Jesús nos exige cargar con nuestra cruz, la que se ajusta a nuestra medida y a nuestra capacidad.

Jesús no vino para darnos una vida cómoda y sin problemas, nos dijo un día que había venido a traer la guerra, no la paz, entre nosotros - Mt 10, 34 - sino para, entregándola por amor, luchar por la verdad, la justicia, la dignidad y la paz entre los hombres. La felicidad y el gozo que buscamos tiene un precio, pero no un precio en dinero como se hace aquí en este mundo, sino un precio valorado en la cantidad de amor que estás dispuesto a gastar de tu vida en aliviar a los que sufren y en anunciar que Jesús es la verdadera Vida, el Camino y la Verdad.

Eso, Señor, lo quiero tener claro para transmitirlo, y eso es lo que te pido en primer lugar con todas mis fuerzas. Pero, también, Señor, te pido que me des la fortaleza para, no sólo transmitirlo de palabra sino incluyendo el testimonio de mi vida. Es lo que más deseo ahora en este momento, y lo que siento dentro de mi corazón. Por eso, creo estar dispuesto a cambiar todo lo que tengo y a darlo todo si tú enciendes mi corazón. Y no hablo de cosas extraordinarias, sino lo ordinario de mi vida diaria, esforzándome en sobrenaturalizar todo lo pequeño y natural de mi vida, y en naturalizar todas lo que acontece a diario en mi vida sabiendo que vienen de Ti y son para tu Gloria.

En ese esfuerzo sencillo y humilde de cada día aceptando mi pequeñez y mi pobreza, y sabiendo que todo viene de Ti, mi Señor, te doy gracias por todo y abro mi pobre corazón a tu Gracia para en y con ella se vaya transformando a tu estilo y según tu Voluntad. Amén.

viernes, 27 de septiembre de 2019

¿QUÉ SE PIENSA DE JESÚS?

Resultado de imagen de Lc 9,18-22
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Es bueno detenerse y observar que se piensa de Jesús a tu derredor. ¿Qué dicen los que están a tu lado y con los que te relaciones cada día sobre la Persona de Jesús? La respuesta no es muy alentadora, pues igual que les pasó a los apóstoles también nos ocurre hoy a nosotros. Unos ni se pronuncian o, quizás no le conocen, y ni siquiera han oído hablar nada o mucho de Él; a otros no les convence y lo toman como cuento o leyenda; otros les simpatizan y creen, pero se lo fabrican a su estilo y manera. Y otros se acercan, le oyen, tratan de escucharle y vivir su Palabra y van creyendo en Él.

La cuestión es encontrar tu ubicación y descubrir en que situación de las descritas anteriormente te encuentras. O quizás otras que no hayamos dicho. De cualquier manera te invitamos a dar una respuesta sincera sobre lo que tú piensas de Jesús. Yo también doy la mía y puedo decir que está sumergida en estas reflexiones de cada día en las que trato de esforzarme en seguir a Jesús y vivir en su Palabra.

Para mí, coincidiendo con Pedro, es el Mesías, el Hijo de Dios Vivo, el Cristo de Dios, tal y como dice Pedro. Sin embargo, tengo que confesar que me siento inquieto y preocupado, porque no sé si esa fe que comparto es una fe madura o está todavía en proceso. O, quizás, se ha quedado infantilizada y acomodada y ha dejado de crecer. Por eso, Señor, no quiero quedarme parado en mi fe. Quiero seguir avanzando y llegar al compromiso de dar todo lo que, de tu Manos generosa he recibido, hasta el extremo de entregar mi vida por se coherente con mi fe en tu Persona, el Hijo de Dios.

Porque, Tú lo has dado todo hasta el extremo de entregar tu Vida por la mía. Y lo has hecho sin condiciones y sin pedirme nada a cambio. Sin embargo,  sabías y sabes que con eso me has salvado y me has dado la felicidad. Yo, Señor, quiero corresponderte en esa medida, aunque sé que nunca podré alcanzar tu Gracia y tus regalos ni merecer nada, pero quiero ponerme en tus Manos y seguir tu camino hasta el extremo también de entregar mi vida. Dame, Señor, la luz para entenderlo y la fortaleza para llevarlo a cabo siguiendo y viviendo en tus mandatos. Amén-

jueves, 26 de septiembre de 2019

DAME FORTALEZA, SEÑOR, PARA CUMPLIR CON TU PROYECTO DE SALVACIÓN

Resultado de imagen de Lc 9,7-9
No son mis ideas ni mis proyectos los que me gustaría realizar y cumplir, sino que son los tuyos, Señor, los que, verdaderamente son los importantes y los que, para mi propio interés, los que debo cumplir. Esos proyectos que Tú quieres que viva y cumpla porque son los que me dan la Salvación que Tú me regalas y me propones a través de esos mandatos.

Dame, Señor, la Fortaleza, la Voluntad y la Sabiduría de andar por tus caminos y no por los míos. Dame, Señor, la Luz que me ilumine y encienda mi corazón para comprender, entender y vivir tu plan de salvación. Ese Plan de Vida que has pensado desde la eternidad para mí. Es eso, Señor, lo que entiendo que tengo que hacer, y para lo que necesito tu ayuda y fortalece tu Gracia a través de la oración y los sacramentos.

Pero, por mucho que me empeñe y me esfuerce necesito la Fuerza y el Poder del Espíritu Santo. Ese Espíritu Santo que recibía en la hora de mi bautismo y que, por mi condición humana de pecador, quizás lo haya ignorado durante mucho tiempo de mi vida. Ahora, Señor, quizás desdes una fe más adulta quiero pedirte que me des la sabiduría de vivir mi vida de forma más coherente desde y con esa fe que, por la Gracia del Espíritu Santo va madurando en tu presencia en el acontecer de cada día de mi vida.

Cambia mi corazón, Señor, y el rumbo de mi vida según y atendiendo a tus planes y proyectos, tal y como hiciste con Abraham y otros muchos. Dame las fuerzas y la fe para aceptar y cumplir tus mandatos y tus propuestas y enséñame el camino que has elegido para mi humilde persona, o aclárame si voy por el camino correcto según tus Planes. Amén.