Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 14 de noviembre de 2019

LAUDES, XXXII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


Resultado de imagen de Jueves, XXXII semana del Tiempo Ordinario POR fANO


H I M N O

¡Nacidos de la luz!, ¡Hijos del día!
Vamos hacia el Señor de la mañana;
su claridad disipa nuestras sombras
y llena el corazón de regocijo.

Que nuestro Dios, el Padre de la gloria,
limpie la oscuridad de nuestros ojos
y nos revele, al fin, cuál es la herencia
que nos legó en el Hijo Primogénito.

¡Honor y gloria a Dios, Padre celeste,
por medio de su Hijo Jesucristo
y el don de toda luz, el Santo Espíritu,
que vive por los siglos de los siglos! Amén.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

ALABANZAS Y GRACIAS AL SEÑOR

Resultado de imagen de Lc 17,11-19
Si tomamos conciencia de todo lo que hemos recibido y de dónde venimos es para no dejar ni un instante en estar permanentemente alabando y dando gracias a Dios. Y es que todo lo hemos recibido gratuitamente de Él sin merecerlo. A Él todo honor y toda gloria. Es lo destacado en este Evangelio de hoy. De aquellos diez leprosos, enfermedad mortal en aquella época, sólo regresó uno, precisamente el extranjero, a dar gracias y a reconocer la grandeza y el poder de Jesús, el Hijo de Dios.

Y no nos debe de extrañar cuando también en nuestros días sucede lo mismo. Y quizás somos los protagonista nosotros mismos que, habiendo recibido todo de Dios, no nos sentimos agradecidos o no tomamos conciencia de ello y ni siquiera acudimos a dar gracias a Dios. 

Hoy, Señor, queremos pedirte perdón por tanta desidia y olvido; por tanta arrogancia y suficiencia y por creer que incluso me merezco tus atenciones, tu misericordia y tu amor. Perdón, Señor, por darte la espalda y por tomar todo lo recibido para mi provecho y para satisfacer mis egoísmos. Me doy cuenta que debo pensar en los demás y dar, de lo que Tú me has dado, parte a los demás. Porque, para eso, pienso, Tú me lo has dado.

 Por todo ello, Señor, te pido que me ilumines y me des la voluntad y la sabiduría para ser capaz de despojarme de mi suficiencia y de mis egoísmos y compartir con los demás de lo que Tú me has dado. De no pensar tanto en mí sino de darme a los demás. De reconocerte mi Señor y de sentirme agraciado por todo lo recibido, y de darte gracias como ese extranjero que, curado, descubrió que Tú, Señor, eres el Hijo de Dios hecho Hombre. Amén.

martes, 12 de noviembre de 2019

SEÑOR, DAME FUERZA Y VOLUNTAD PARA CUMPLIR CON MI DEBER SEGÚN TU VOLUNTAD

Resultado de imagen de Lc 17,7-10 por Fano
Será falso pensar que lo que tengo se debe a mis esfuerzos y trabajo. Es verdad que consecuencia de hacer las cosas bien y poner empeño en ello da sus frutos. Y, desde esa perspectiva, todo lo que tengo a partir de cierto momento de mi vida se debe a mis esfuerzos y trabajo. Eso está ahí y nadie lo discute. Pero, también es cierto y no tiene punto de discusión ni de duda que los primeros años de tu vida te fueron, junto con el don de la vida, regalados por tus madres o, en su defecto, por quienes te criaron. Sin ellos no estarías donde estás ahora.

También, tus habilidades, tu inteligencia, tus cualidades y talentos, ¿de dónde han venido? Es verdad que quizás tú las hayas perfeccionado con tu esfuerzo y práctica, pero alguien las ha depositado dentro de ti desde el principio. Esa voz, esa habilidad, esa cualidad para hacer esto o lo otro...etc. Eso ha tenido un principio y un don puesto por Alguien. Por una razón muy simple, porque otros muchos no lo tienen, y no son menos que tú ni tienen menos derecho que tú. ¿Acaso no son hijos del mismo Padre Dios?

Todo lo que he recibido ha sido por la Voluntad de Dios y de forma gratuita y por Amor. Desde el principio estoy en su Pensamiento y sin dejara de estarlo, dejaría inmediatamente de existir. ¿Con qué derecho le puedo exigir recompensa o premio? Él es mi Señor y Creador y de Él todo lo he recibido. Muy sencillo, tengo que sentirme agraciado, privilegiado y alabarle y adorarle durante me conceda tiempo en esta vida hasta llegar a la otra.

Gracias, Señor, por la vida y por la oportunidad  y esperanza de tener la posibilidad de, por tu Inmensa Misericordia y Amor, alcanzar la otra, la Vida Eterna. Gracias, Señor, por sentir el deseo gozoso de esperanza y de aspirar a gozar de tu presencia eternamente. Gracias por tu Bondad y Misericordia, que me permite levantarme y emprender, a pesar de mis miserias e inmericimientos, el camino de nuevo y compartir tu Gloria Eterna. Gracias, Señor, y reconociéndome débil y pecador, te pido que me fortalezcas y me llenes de tu Fuerzas para poder servirte en el servicio de cada día a los demás. Amén.

lunes, 11 de noviembre de 2019

DAME, SEÑOR, LA FORTALEZA Y LA SABIDURÍA PAR NO ESCANDALIZAR

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Somos prontos a protestar y, en la protesta y enardecidos por la rabieta y la furia, propensos a murmurar y, casi sin darnos cuenta, a escandalizar inclinando a otros a hacer lo mismo. Quizás no nos damos cuenta o, sin importarnos demasiado, incitamos a otros a caer en ese pecado que nosotros mismos proponemos. Pero, lo más grave es cuando eso ya lo hacemos conscientes y sabiendo sus consecuencias.

Pedimos perdón por las veces que podemos caer de forma no premeditada e imprevista por nuestro genio pronto y desmedido. Pedimos perdón y nos arrepentimos por los escándalos que podamos haber cometidos sin ser muy conscientes de realizarlo, y te pedimos, arrepentidos, Señor, de esas posibles acciones. Danos la moderación, la templanza y la sabiduría de sujetar nuestra lengua y suavizar nuestro corazón para actuar con prudencia y moderación.

Danos, Señor, la paciencia y perseverancia para tener en cuenta siempre que nuestras obras pueden provocar malas conductas y llevar a otros al error si no actuamos debidamente y con la debida prudencia. Danos la fortaleza y la sabiduría de ponernos siempre en Manos del Espíritu Santo, y desde Él, abiertos a su acción y auxilio, abandonarnos en sus Manos y seguir sus impulsos, porque de Él todo lo que nos viene está bendecido para nuestro bien. En tus Manos, Señor, nos abandonamos. Amén.

domingo, 10 de noviembre de 2019

SEÑOR, AUMENTA MI FE Y DAME LA SABIDURÍA DE CONFIAR EN TU PALABRA


Resultado de imagen de Lc 20,27-38 por Fano
Imaginar como sería la vida junto al Padre es un atrevimiento de ignorancia y de total necedad por nuestra parte. No sabemos nada al respecto ni podemos saberlo, pues desde el momento que podamos interpretar lo que Dios nos tiene preparado, Dios no sería inalcanzable y podríamos entenderle. Ese, sí, seguro, no sería Dios. Dejaría de serlo inmediatamente. Dios es inalcanzable  y, precisamente, por eso es Dios. Luego, atrevernos, repito, imaginar la vida junto al Padre sería vano e inútil. Dios es ininteligible para nosotros, sus criaturas y nunca, salvo cuando Él quiera y estemos frente a Él, lo entendermos y no nos hará falta la fe. Mientras tendremos que seguir creyendo y fiándonos de su Palabra. 

Nuestro destino es otro mundo totalmente diferente e imaginario al nuestro. Un mundo ausente de dolor, de sufrimiento y de todo lo que pueda complicar nuestra vida. Un mundo ausente de problemas, enfermedades, odios, venganzas y guerras. Un mundo donde el gozo, la paz, la concordia, la justicia y el Amor sean lo que todos respiramos. De qué manera y cómo compete a Dios, porque para Él nada hay imposible.

Un mundo que aceptamos en y por la Palabra de Dios y al que aspiramos confiados en su Infinita Misericordia y Amor. Un mundo que no merecemos ni nunca, a pesar de nuestras posibles buenas obras, podremos alcanzar y merecer. Un mundo y otra nueva vida plena de gozo y felicidad que es puro regalo por la Misericordia y Amor de Dios y la que nunca podremos merecer ni hacer méritos para ello, porque nuestras obras son finitas y Dios es Infinito y inalcanzable para por nuestros merecimientos merecer, valga la redundancia, la gloria eterna.

Por todo ello, Señor, te pedimos que nos sostengas en tu Pensamientos y nos des la fortaleza y sabiduría de perseverar en tu camino y según tu Palabra aunque la oscuridad del pecado nos enturbie nuestro camino y nos ponga tropiezos y dificultades para avanzar. Gracias por tu Misericordia y Amor. Amén.

sábado, 9 de noviembre de 2019

LAUDES - La dedicación de la Basílica de Letrán,

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Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma

H I M N O


Piedra angular y fundamento es Cristo
del templo espiritual que al Padre alaba,
en comunión de amor con el Espíritu
viviente, en lo más íntimo del alma.

Piedras vivas son todos los cristianos,
ciudad, reino de Dios edificándose,
entre sonoros cánticos de júbilo,
al Rey del universo, templo santo.

El cosmos de alegría se estremece
en latido vital de nueva savia,
al pregustar el gozo y la alegría
de un cielo y una tierra renovados.

Cantad, hijos de Dios, adelantados
del Cristo total, humanidad salvada,
en la que Dios en todos será todo,
comunión viva en plenitud colmada.

Demos gracias al Padre, que nos llama
a ser sus hijos en el Hijo amado,
abramos nuestro espíritu al Espíritu,
adoremos a Dios que a todos salva. Amén. 

Laudes - Común de la dedicación de una iglesia.

viernes, 8 de noviembre de 2019

DAME, SEÑOR, LA CAPACIDAD DE DISCERNIR Y ACTUAR

Resultado de imagen de Lc 16,1-8"
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

En muchas ocasiones y circunstancias de nuestra vida quedamos paralizados y cegados por nuestros miedos, que nos impiden actuar. Sobre todo en los asuntos que se refieren al testimonio de nuestra fe. Da la apariencia, cuando no es la verdadera realidad, que tenemos dos vidas, una para la galería social donde se desenvuelve nuestra vida de trabajo, de ocio y de relaciones, y otra para los actos de piedad de nuestra religiosidad.  Digamos que una fe dividida o repartida de dos formas, o con dos caretas.

El Evangelio de hoy nos plantea esta circunstancia. Mientras los hijos de las tinieblas, que viven de espalda a Dios, emplean toda su astucia para poner a su favor los problemas y dificultades que su propio actuar les depara salvando su pellejo aun haciendo el mal, los hijo de la luz se comportan pasivos, temerosos y escondiendo su fe bajo las apariencias de la mascara y del miedo. Quedan atenazados en su propia incoherencia. 

A Jesús le admira esa astucia del mal administrador, que no la forma de actuar, que activa toda su capacidad e inteligencia para soltear su problema y salir airoso. Nos describe como se mueven los hijos del mal y como ponen toda su astucia a su servicio, mientras los cristianos no nos esforzamos en luchar contra todo ese mal que nos amenaza y nos tientan para desviarnos y alejarnos de la Palabra de Dios. Jesús echa de menos esa coherencia que sus seguidores deben tener y vivir en todos los ordenes de su vida.

Consientes, Señor, de todos nuestros fallos y pecados, te pedimos esa fortaleza y voluntad para estar siempre dispuestos a vivir coherentemente nuestra fe a pesar de que nos traiga disgustos, problemas y enfrentamientos no deseados con los demás. Danos esa capacidad de discernir y actuar con mansedumbre, suavidad, paciencia y valentía para dejar bien claro el testimonio de nuestra fe. Amén.