Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 24 de abril de 2014

¿POR QUÉ NO ACTÚO SEGÚN QUIERO?



Hablamos mucho de libertad pero, ¿hemos experimentado nuestro encadenamiento? Esa pregunta surgió en mí a la hora de preguntarme: ¿Por qué no actúo según quiero? ¿Por qué no soy más caritativo, entregado, disponible, servicial, atento...? ¿Por qué, repitiendo las palabras de Pablo, hago lo que no quiero y dejo de hacer lo que quiero?

Esas respuestas me dan la medida de mi libertad, y experimento que no soy libre, que me falta mucho para alcanzar la libertad. Estaré, como dijo San Agustín, inquieto hasta que llegue a Ti, Señor, porque sólo en Ti alcanzaré la plena paz y libertad.

Las dudas siempre me asaltarán y experimento que sólo en Ti puedo, Señor, continuar el camino a pesar de llevar la carga de la cruz de mis dudas en él. Has Resucitado y estás entre nosotros. Tengo el testimonio de los apóstoles y tu presencia en la Iglesia, de manera especial en la Eucaristía. Me acerco a Ti todos los días y tomo el alimento de tu Cuerpo. Y sin embargo, Señor, no actúo como a mí me gustaría.

Siento que los días transcurren y pasan sin responderte Señor. Siento que se me va la vida en la mediocridad y la tibieza. Siento cansancio, rutina, egoísmos, pasividad, vanidad, y muchas cosas más que me apartan y me separan de Ti. Experimento que te decepciono y me decepciono. 

Sólo una cosa me mantiene, que a pesar de todo, no sé donde saco fuerzas, sigo detrás de Ti y continuo a tu lado. Dame, Señor, el don de la constancia y la perseverancia aunque sea arrastrándome por el dolor de la duda y la desconfianza.

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