Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 29 de octubre de 2020

PADRE, ENSÉÑAME EL CAMINO


 

Hay momentos en mi vida en que me siento desorientado y que no sé qué camino tomar o elegir. Se me hace de noche y la oscuridad impide que sepa dónde ir y por donde caminar. ¿Qué hacer en esos momentos de difícil solución, Señor? Porque, solo a Ti, mi Dios y Padre mío puedo preguntar.  Y es que solo tu Hijo Jesús, a quien Tú has enviado a este mundo, sabe, conoce y es el Camino, la Verdad y la Vida.

Por todo ello, Señor, aprovecho este momento de oración para pedirte que alumbres mi camino y que vea, si no directamente, sí firmemente y decidido a seguir tras tus pasos superando dificultades y dudas. Soy consciente de los obstáculos que el mundo, demonio y carne me ponen delante y con los que tendré que luchar cada día, porque tratarán de tentarme y alejarme desviándome de tu camino.

Sin embargo, Señor, yo confío en Ti y, esperanzado en tu Amor misericordioso, sigo adelante a pesar de las oscuridades y nieblas que se presentan en mi camino. Amén.

jueves, 8 de octubre de 2020

EN LOS CAMINOS DE LA VIDA


Señor, los caminos de la vida
están llenos de sorpresas,
y más si vamos por la periferia
siguiendo tus huellas;
pues aunque tratemos de ocultarlos,
antes o después, se hacen presentes
quienes están condenados,
por nuestras leyes y costumbres,
a ser invisibles.
Danos tus ojos, tu corazón, tus entrañas, tu empatía
y compasión más viva…
Y líbranos de pedirles y exigirles lo que no les dignifica:
que cumplan nuestras leyes estrictamente.
Ayúdanos, Señor, a seguir tus pasos,
a dejarnos sanar para sanar a los hermanos…
Y si brota el agradecimiento,
que sea desde lo más hondo:
libre, sincero, espontáneo…
como el del leproso samaritano.

Florentino Ulibarri

sábado, 13 de junio de 2020

PALABRA Y VERDAD

EVANGELIO - SAN MATEO 5,33-37 | Evangelio san mateo, Evangelio
No cabe duda que la palabra viene en decadencia galopante. Al menos, los de mi generación, recordamos cuando la palabra tenía un valor sagrado. Dada la palabra no había más alternativa. Se sabía que esa palabra tenía verdadero cumplimiento y, de una manera coloquial se decía, "esa palabra va a misa". Tender la mano y, como garantía de la palabra dada, estrecharla con el otro, sellaba de manera formal y segura el trato convenido. 

Hoy la decandencia ha sido imparable. Ya no hay confianza en esa palabra que el hombre da e incluso, los contratos tienen hasta cierto punto el riesgo de no ser cumplidos. Hay mucha demagogia y muchas artimañas para deshacer lo que ayer se había acordado y reseñado en un contrato. La ley se utiliza para destruir en lugar de construir, y, donde dice digo se entiende otra cosa. El lenguage se tergiversa y se utiliza en provecho propio de acuerdo con mis intereses. Y eso es lo que, al parecer, prima.

Ante toda esta barbarie, la palabra del creyente que inaugura el Reino de Dios, se erige como verdad sincera, honrada, justa que basta por sí misma. Es una palabra que tiene verdadera correspondencia, desde los labios, por donde se da a conocer, hasta el corazón donde realmente nace. Un sí o un no basta por sí mismo para dar garantía de verdad de la palabra. Porque, la vida de un creyente debe ser testimonio de la verdad y reflejo de lo que vive en su corazón.

Un corazón que sigue el Camino, la Verdad y la Vida con lo que se identifica Jesús y a quien seguimos todos los cristianos para, injertados y fortalecidos en Él, seamos bien reflejo de ese Camino, de esa Verdad y de esa Vida. Y pidamos que nuestra verdad sea siempre iluminada en la única Verdad que, en la hora de nuestro bautismo, mora en nosotros. Amén.

viernes, 8 de mayo de 2020

UNA VIDA SIN ESPERANZA NO ES VIDA

La resurrección
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Sería muy injusto y muy penoso nacer para, un poco más tarde, en el mejor de los casos, morir. Nacer con conocimiento de ti mismo, con conciencia de que existe y con capacidad para amar para estar destinado a morir es, como poco, absurdo y disparatado. El sentido común y lo lógico es nacer para vivir eternamente. Porque, nuestra razón nos habla de justicia y entiende que el bien merece ser recompensado, y la mayor recompensa es la vida.

Claro, que hacer lo que te venga en ganas abandonándote a tus pasiones y concupiscencia no está bien. Y no lo está porque, en ese intento de satisfascerte, perjudicas a otro. Y eso se llama egoísmo y someter a los más débiles. Estaríamos instituyendo la ley del más fuerte y el sufrimiento de los más débiles y pequeños. Por tanto, está claro que debe haber un camino que sea verdad, justo y gozoso. Y, Jesús, el Hijo de Dios Vivo lo ha dejado claro y en el Evangelio de hoy nos lo dice: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí».

Hemos sido creados para vivir eternamente, y eso es así porque, nos lo dice Jesús, el Hijo de Dios y porque también nosotros lo experimentamos, y desde lo más profundo de nuestro corazón lo deseamos. Por eso, Señor, te damos las gracias y te pedimos que nos sostengas en esa esperanza de alcanzar la Vida Eterna para la que hemos sido creados por tu Mano generosa y misericordiosa. 

Pero, consciente de todos los peligros que nos salen al paso, te pedimos también, Señor, que nos guíes, que nos acompañes y que nos fortalezca en esa lucha diaria contra las tentaciones y peligros que el Maligno nos tiende. Por eso, Señor, queremos seguirte sin desfallecer conscientes de que, sólo Tú eres el Camino la Verdad y la Vida. Amén.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

UN CAMINO QUE NO APETECE

Resultado de imagen de Lc 6,20-26 por Fano
No es fácil aceptar un camino en principio escabroso y abrupto. Si así nos lo presentan hay que pensarlo con detenimiento para aceptarlo. Ante las Palabras de Jesús en este Evangelio de hoy se nos presenta una situación como la señalada al comienzo de esta reflexión. ¿Cómo escoger este camino lleno de tropiezos y peligros? Primero, no es apetecible; segundo, ¿podré recorrerlo? 

No estamos ante una opción fácil de decidir o escoger. Nuestra naturaleza está inclinada a no sufrir y a desear pasarlo bien. ¿Conoces a alguien que desea pasarlo mal? Eso no tiene sentido y no corresponde a las inclinaciones de nuestra propia naturaleza. Sin embargo, llamados a amar estamos dispuestos a sufrir y padecer los peligros y necesidades que se nos presente por amor. Eso si lo sentimos en lo más profundo de nuestros corazones. Y eso nos descubre que hemos sido creados por y para amar.

Por eso, Jesús nos presenta hoy dos caminos y nos da el nombre de bienaventurados, que significa dichosos y felices, a aquellos que se adentran por este camino estrecho y lleno de difícultades. De antemano sabemos que nos cuesta mucho y que, no sólo nos cuesta sino que, por nuestras fuerzas, no podemos superarlo ni recorrerlo. Necesitamos hacerlo yendo de la Mano del Señor y fuertemente agarrados a Él. Necesitamos reflexionar y alumbrarnos con su Palabra y, sobre todo, con su Cuerpo y Sangre, la Eucaristía, para, fortalecidos en Él, superar todas las tentaciones que nos irán saliendo al paso.

Con, por y en Él tendremos fuerza para llorar con los que lloran; sufrir con los que sufren; padecer con los que padecen; tener sed de verdad y justicia; soportar odio, afrentas e insultos por Jesús. Y en Él seremos bienaventurados, porque, precisamente en Él se esconde ese Tesoro que apetecemos y que muchos, cegados por el mundo, demonio y carne, se adentran en el mundo y sus placeres equivocando el verdadero y único camino de salvación. Pidamos al Señor esa sabiduría, fortaleza y luz para saber escoger nuestro verdadero y único camino tomados de su Mano, y tratemos de permanecer y sostenernos junto a Él. Amén.

sábado, 10 de agosto de 2019

MORIR PARA VIVIR

Resultado de imagen de Jn 12,24-26
En alguna ocasión he pensado que el morir no tiene sentido. Es decir, nacer para luego sufrir con la muerte parece algo fatalista y sin mucho sentido. Pensar que eso viene de la Mano de un Dios que definimos como Amor y Misericordia menos se puede comprender. De modo que ante esa realidad de la muerte te quedas algo perplejo y confuso.

Sin embargo, por la Gracia de Dios, el Espíritu Santo te va iluminando y aclarando su significado. Poco a poco empieza a comprender que la muerte es la semilla de la verdadera vida. Porque, primero tendrás que demostrar tu amor, para luego ganarte la confianza y el amor de los demás. Sabido es que el primer contacto es de puro tanteo en un clima de conservación y desconfianza. 

Primero tendrás que pasar la prueba o examen para luego alcanzar el premio prometido. San Juan de la Cruz habla de que al atardecer de la vida nos examinaran del amor. Porque, esa es la consecuencia fundamental de tu esencia de libertad. Eres libre y en consecuencia responsable de tu elección de vivir para ti o de vivir para los demás. Dependiendo de lo escogido tu vida sera salvada o condenada. 

Las palabras sobran y necesitarás demostrarlo, pues las palabras se las lleva el viento y son las obras las que garantizan tu palabra. Por lo tanto, tienes dos camino:, o te entregas a ti mismo de manera egoísta, o te das, por amor, al servicio de los demás. Esa es la elección. Seguir a Xto. Jesús nos lleva a decir el camino elegido, el de la vida o la muerte. El de morir para dar frutos o el de vivir para perder la verdadera vida. 

Esa fue la opción que Jesús planteó al joven rico y a tantos otros. Y también la que te plantea a ti y a mí. Jesús no quiere medias tintas no componendas. O estás con Él o contra Él. No se puede servir a dos señores nos dice, porque al final sucederá que dejas a uno para servir al otro. Está claro, seguirte, Señor, me exigirá morir a mis egoísmos y entregarme, por amor, a servir a los demás injertado en Ti. Gracias, Señor, en tus Manos me abandono. Amén.

viernes, 17 de mayo de 2019

TÚ, SEÑOR, ERES MI ESPERANZA Y MI VIDA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



Sólo Tú bastas, Señor. Por lo tanto, mi corazón descansa en Ti y nada debe preocuparme más allá de saber que Tú buscas mi bien y mi salvación  por encima de todos mis miedos, mis angustias y sufrimientos. Y todo lo que me pueda ocurrir puedo dejarlo en tus Manos, porque en ellas están seguras. Confío que Tú me llevarás a esa mansión que preparas para cuando vuelvas llevarme contigo. Por lo tanto, nada debe preocuparme, aunque mis miedos y temores estén presente en mi vida.

Sé que mi naturaleza es débil y el demonio trata de asustarme, de seducirme y de llevarme por el camino donde Tú no estás. Pero, también sé que junto a Ti poco puede hacer el demonio, y que auxiliado por el Espíritu Santo, recibido en mi bautismo, puedo salir victorioso de esa lucha de cada día. Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Se lo dices a Tomás.

También nos lo dice a nosotros y, nos recuerda, que sólo a través de Ti podemos llegar al Padre. Por eso, Señor, queremos, aprovechando este humilde rincón de oración, manifestarte que queremos estar a tu lado y seguirte sin vacilar, sin ninguna duda y con paso firme. Queremos estar vigilante, pendiente, atentos a tu segunda venida, y esperándote para irnos contigo, tal y como Tú nos has dicho, a ese mansión que nos preparas.

Gracias, Señor, por todo lo ofrecido y recibido, porque venido de Ti es seguro lo que me prometes y, de no recibirlo, será por mi culpa. Por eso, al mismo tiempo, Señor, te pido luz, sabiduría y fortaleza para no desfallecer y distraerme y quedar en manos del demonio que procurará inficionar mi vida con todas las seducciones necesarias y posibles para alejarme de la escucha de tu Palabra, Señor. Dame esa serenidad y paz que me permita serenamente mantenerme firme y fiel a tu Palabra y siempre a tu lado. Amén.

viernes, 3 de mayo de 2019

¿A DÓNDE VAS? ¿SABES Y CONOCES TU CAMINO?

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Todos debemos de tener una hoja de ruta en nuestra mente y definida en nuestro corazón. No en vano, nuestro Padre Dios nos ha dejado bien gravado en nuestro corazón la huella de nuestro destino y la ruta de nuestro camino - Jr, 31, 31-33 -. Y, para evitar equívocos y confusión, ha enviado a su Hijo para señalarnos el camino claramente. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y conviene tenerlo muy claro para evitar perdernos en las aguas pantanosas de este mundo; en las trampas seductoras activadas por el demonio y las apetencias naturales nacidas del pecado dentro de nosotros mismos.

Sólo en Él podemos ir sorteando todos esos obstáculos que nos llevan al pecado y a emborrarnos su verdadero rostro. Sólo en Él podemos tener claro el Camino a seguir con la esperanza de estar siempre franqueados por la Verdad y sostenernos en la esperanza de la Vida. Y es que cuando se tiene el norte claro encontramos la fortaleza necesaria para superar y vencer todos los obstáculos que se nos van presentando.

No perdamos nunca la meta de nuestro camino. Es el Señor quien nos alumbra y nos guía y quien sostiene nuestros pasos. Unidos a Él y con la mirada fija en Él iremos construyendo la vivencia de nuestra vida en y desde Él. Pero, eso nos exigirá renuncias, sacrificios y lucha en cada momento de nuestra existencia. Nunca será fácil, porque será una lucha sin cuartel y en la que nosotros tenemos mucho que decir y poner. 

Porque, si es verdad que todo nos viene del Señor y todo es por su Gracia, Él ha querido que nosotros colaboremos y nos ha creado libres para poder decidir. Y esa decisión está en nuestras manos. Podemos abrirnos o cerrarnos a su Gracia y, en esa medida, podemos vencer o ser vencidos. Porque, mundo - demonio y carne nos pueden y, enfrentados por nuestra cuenta, siempre seremos vencidos.

Te necesitamos Señor, y dejarnos llevar y dirigir por el Espíritu Santo, para que con su auxilio, su fortaleza y su asistencia levantar una muralla ante el mal e impedir que nos alejen de Ti. Danos, Señor, esa sabiduría para saber siempre discernir y optar por seguir tus pasos, pues sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

miércoles, 1 de mayo de 2019

EL PELIGRO DE PERDER LA REFERENCIA DE LA VERDAD

Resultado de imagen de Jn 3,16-21
Podíamos empezar esta humilde reflexión preguntándonos sobre la verdad. ¿Qué es la verdad? Esas palabras salieron de la boca de Pilato en el juicio y preguntas que le hizo a Jesús. Y hoy podíamos preguntárnosla nosotros de nuevo. ¿Qué es la verdad? La conclusión que hoy podemos plantearnos es que cada cual tiene su verdad. 

Tú piensas así y pides respeta para tu manera de ver las cosas, y los otros manifiestan lo mismo. El resultado es que podemos llegar a la conclusión de que hay muchas verdades. Tantas como seres, grupos o colectivos haya en el mundo. Cada cual interpreta las cosas, los actos y la moral cómo y según piensen o crean. Luego, diríamos que no hay una verdad sino varias. ¿Realmente, es eso así?

Supongo que ese argumento se cae por su propio peso. Hay una sola verdad y todas las demás deben de irse purificando hasta coincidir y llegar a una única Verdad. Esa Verdad con mayúscula que está por encima de todas las pequeñas verdades de nuestras vidas. Una sola Verdad dirige al mundo y ha creado el mundo. Una sola Verdad es la que nos salva y la que alcanza la Perfección Absoluta. Creo que eso está fuera de dudas y que todos, desde lo más profundo de nuestros corazones, lo admitimos y creemos así. 

Una Verdad absoluta que abarca todo e imparte perfecta justicia. Sin lugar a duda que a nosotros, seres humanos, se nos escapa y necesitamos estar adheridos a ella para irnos perfeccionando y llegar a, unidos a ella, encontrar la perfección. O lo que es lo mismo, la Vida Eterna, que es a lo que estamos llamado y deseamos. Cristo Jesús no es una opinión más. Él es la Verdad Absoluta, es el Camino y la Vida.

Apartados del Señor nos perdemos, nos confundimos y experimentamos que nuestras leyes y verdades son limitadas, imperfectas y no abarcan el complejo e ilimitado casos que nos relacionan y nos hacen desconocidos e incomprendidos para nosotros mismos. Necesitamos la Luz del Señor para que nos aclare nuestro camino y nuestra búsqueda de la Verdad. Sería inútil cerrar los ojos a la luz del sol que nos alumbra cada día. Pues, de la misma forma, será inútil cerrar los ojos al Espíritu Santo que te alumbra el Camino para que llegues a la Casa del Padre. Amén. 

domingo, 3 de marzo de 2019

DAME, SEÑOR, LA SABIDURÍA PARA VER MIS PECADOS

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Suele ocurrirnos que vemos con mayor facilidad los pecados de los otros que los propios nuestros. Y nos confesamos pecadores, pero siempre tenemos más presente y claros los pecados de los demás. E incluso nos atrevemos a corregirlos, o, todavía peor, a criticarlos. Por eso, más que hablar de los pecados de los demás mejor es hablar de los nuestros y pedirle al Señor que nos dé la sabiduría de saber descubrirlos y de esforzarnos en corregirlos.

Está claro que debemos empezar por nosotros mismos. No podremos tratar de corregir a otros cuando somos nosotros los que realmente debemos corregirnos. Debemos empezar por nosotros y, en la medida que podamos irnos corrigiendo, podemos encontrar la manera de ayudar a otros comprendiéndolos y ayudándoles con nuestra propia  experiencia. Porque, asociados a otros ciegos no tendremos otra salida sino la de encaminarnos al precipicio.

Porque, sólo uno puede ayudarnos, el Señor, y en Él podemos encontrar la forma de alumbrar a los demás, pues sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Siguiéndole podemos llevar su Luz a la vista de los demás, para que entiendan y vean sus propias faltas y puedan enmendarse. Por eso, pedimos la sabiduría para ver nuestros propios pecados y, desde ahí, asistidos por la Gracia del Espíritu Santo, poder también aportar en Él algo de luz para otros.

Danos, Señor, la luz de poder dar buenos frutos y de saber encontrar el camino para sembrar esa buena semilla que pueda dar buenos  frutos también en los demás. Danos, Señor, la luz para encontrarte y para entender y saber que Tú eres nuestro único y verdadero guía, pues de Ti viene todo bien. Ayúdanos a superar todos los obstáculos y tentaciones que nos salen al paso en este mundo y a darnos cuenta que esta vida es un camino y una prueba para, superada, llegar a Ti. Amén.

sábado, 5 de enero de 2019

NECESITO UN CORAZÓN ARDIENTE EN VERDAD

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El camino que nos prepara Juan el Bautista es un camino previo y necesario para llegar al Señor. No podemos encontrarnos con Jesús sin previamente, primero, encontrarnos con nosotros mismos. Se hace necesario ver la película de nuestra vida y vernos por dentro dándonos cuenta del pecado que habita dentro de nosotros. Un pecado que está implícito en nuestra propia naturaleza caída.

Pero, no podemos adentrarnos en nosotros mismos por nuestra cuenta. Necesitamos ir acompañados, pero no de cualquiera. Ni siquiera de alguien muy preparado. Necesitamos de Aquel que tiene poder para comprendernos, escucharnos y perdonar nuestros pecados. Necesitamos la Misericordia de nuestro Padre Dios. Y eso sólo lo podremos buscar y pedir si somos capaces primero de reconocernos pecadores.

Es entonces cuando, como Natanael, descubrimos la Infinita Misericordia y el Poder de nuestro Padre Dios para perdonarnos nuestros pecados. Y le pedimos que nos dé la sabiduría de darnos cuenta y de conocerle como el Hijo de Dios verdadero. Pidamos esa Gracia, no sólo de creerlo sino de vivirlo, porque hay mucha diferencia de confesarlo pero luego no ir coherentemente nuestra vida con esa confesión.

Pidamos un corazón limpio capaz de descubrir, sin segundas intenciones, la verdad con la claridad de sus acciones y sus intenciones. Así se presentó Natanael delante del Señor a pesar de sus tribulaciones. Y el Señor descubrió la limpieza y honradez de su corazón. Pidamos esa misma actitud para nosotros y tratemos de borrar y desalojar las malas intenciones que nos arrastran a la rebeldía y al rechazo.

Pidamos un corazón limpio y cargada de buenas intenciones para dejarnos acoger por la Bondad del Dios. Pidamos también paciencia para saber esperar ante el silencio de Dios y nunca desesperar. El sabe mejor que nadie qué realmente necesitamos y cuando lo necesitamos. Pongámonos en sus Manos y confiemos en su Misericordia y Amor. Amén.

sábado, 17 de noviembre de 2018

PEDIR ES NECESARIO

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No podemos pasar esta vida sin pedir. Lo necesitamos imperiosamente y de forma vital. Imprescindible, diría yo, pues nuestro camino es lucha diaria por avanzar desde la imperfección a la perfección. Y eso no podemos lograrlo sin el auxilio del Espíritu Santo. Somos seres imperfectos y, por nosotros mismos, no podemos perfeccionarnos. Se hace necesario el auxilio de la Perfección - el Espíritu Santo -  para alcanzar la perfección.

Ese es el camino hacia la santidad, ser perfectos como mi Padre Celestial es Perfecto - Mt 5, 48 - nos dice el Señor. Y ese debe ser nuestro objetivo y camino. De ahí la necesidad de nuestra insistencia y lo vital y fundamental que es para nuestro camino y vida. Y lo importante que esté apoyada en nuestra fe. Una fe que se deja ver en los gestos y actuaciones de nuestro camino.

Pedirle al Padre en justicia y verdad lo que verdaderamente necesitamos, tanto para la vida como para alcanzar esa santidad querida y perseguida como objetivo principal y primero de nuestro camino y como consecuencia de nuestra fe. Y, en esa lucha y camino de cada día no desfallecer, a pesar de que no veamos respuestas ni resultados, porque el Señor sabe el cómo y cuándo, la hora y el momento que nos conviene.

Una cosa es segura, el Señor nos escucha y nos responderá siempre. A nosotros nos toca aguardar con verdadera paciencia y, sobre todo, fe. Aprovechamos este momento del rincón de oración para pedirle, eso, fe y mucha paciencia y confianza. Sabemos, Padre, que eres bueno, que nos quiere y nos escucha, y que nos darás todo aquello que nos viene bien para nos desviarnos del verdadero camino que nos lleva a tu Casa.

Danos, Señor, la fuerza, la voluntad, la sabiduría, la perseverancia y la constancia de no desfallecer, e insistir con fe y confianza en pedirte lo que verdaderamente necesitamos, para alcanzar el Perdón y la Misericordia y permanecer a tu lado en gozo y plenitud hasta la Eternidad. Amén.

domingo, 28 de octubre de 2018

TU GRACIA, SEÑOR, PARA VER

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No dependerá de nosotros ver la Luz. Mejor, diría que en cierto modo Dios nos ha dado la Gracia de ser libres y de, con nuestra libertad, esforzarnos en buscar y pedir esa Luz que nos salva. Pero, todo, tanto la capacidad de libertad para elegir, decidir, poner voluntad y esforzarnos en buscar y pedir, como el don de la fe, es obra de Dios. Por eso, todo está en sus manos.

Pero, nosotros, sus hijos, podemos, porque Él así lo ha querido, aceptarlo como Padre, o rechazarlo y no querer su amistad ni su oferta de salvación. Podemos optar por el mundo, el placer y la satisfacción de nuestras apetencias y egoísmo y no obedecerle, pero, quizás lo que se nos olvida o no tenemos tan presente  es asumir nuestras responsabilidades y consecuencias. Ni tampoco lo que nos jugamos al final de nuestra vida, cuando nos llegue nuestra hora.

Por eso, Señor, repetimos como Bartimeo: ¡Haz que veamos, Señor! Ver la Luz de tu Palabra y la Gracia de tu Amor Misericordioso. Ver la única y verdadera salvación que nos da Vida Eterna en gozo y plenitud. Ver, Señor que el único camino es vivir en tu obediencia y en tu Amor. Y que amando, tal como nos ha enseñado tu Hijo, nuestro Señor, es la plenitud de la verdadera felicidad.

Llénanos y aumenta nuestra Fe, Señor, para que sea la Luz que nos guíe y nos fortalezca en perseverancia tu seguimiento. Danos fortaleza para poner todos nuestros talentos en buscarte, en seguirte y en pedirte la Luz de la Verdad. Danos voluntad para no desfallecer y gritar y pedir como Bartimeo hasta escuchar tu respuesta, Señor, y llegar a ver. A ver la verdadera y única Luz que eres Tú, mi Señor. Amén.

domingo, 9 de septiembre de 2018

DESCUBRIR LA NECESIDAD DE QUE ABRAS MIS OJOS Y OÍDOS

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Hay momentos que crees haber llegado y ya piensas en descansar. Hay momentos que crees estar en la otra orilla y te parece que ya has llegado a donde querías llegar. Y hay momentos que te parece que nada más puedes aprender o nada nuevo te van a enseñar. Posiblemente, llegado ese momento debes pensar que tus oídos y tus ojos siguen bastante cerrados, porque, a la otra orilla nunca llegaremos mientras nuestro corazón siga latiendo y el Señor no nos llame al descanso eterno en su presencia.

Tendremos que seguir caminando y esforzándonos en perseverar con nuestros ojos y oídos bien abiertos. No tanto los ojos y oídos físicos, sí los de nuestro corazón y nuestro espíritu. Porque, al Señor no lo oímos ni lo vemos con nuestros ojos y oídos corporales, sino con los ojos y oídos del espíritu y de nuestro corazón silencioso y despojado de todo lo que nos impide ver y oír. Sobre todo ese ruido del mundo que nos distrae, nos confunde y nos oscurece el camino haciéndonos ver una ruta aparente correcta pero en el fondo equivocada.

Y eso sólo lo conseguiremos en constante oración, que no significa cantidad en espacio y tiempo, sino en atención y escucha silenciosa persistente y perseverante de forma constante y diaria. Significa tomar conciencia que mi vida es de Dios. Significa que cada día debo caminar en su presencia y discernir mis actos y trabajos según su Voluntad y su Palabra. De ahí la necesidad de reflexionarla y conocerla. Pero, especialmente significa que Dios me quiere y me ama, y por eso, desea recibir tu libertad y deseo de que tus oídos y ojos se abran a su Luz y le veas y le conozca, y que por su Infinita Misericordia, te quiere dar esa felicidad eterna que tu tanto deseas y buscas.

No dejes de pedírsela y, mejor, pidámosla todos juntos y unidos de la mano tomando esa hermosa oración que Él nos enseñó: "danos hoy, Señor, nuestro Pan de cada día". Ese Pan Eucarístico que nos da la Vida Eterna y nos alimenta en nuestro camino para estar atentos y abiertos a tu Palabra. Amén.

viernes, 27 de abril de 2018

SÓLO DARTE GRACIAS, SEÑOR

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.

No hay otro camino sino el que Tú, Señor, nos señala. Cada día entiendo menos como la gente vive tan ciega y engañada por los ruidos de este mundo, que todo lo que contiene es efímero y tiene sus días contado. En todo aquello que termina no se puede encontrar esa felicidad que, tanto tú como yo, buscamos, porque, la felicidad exige eternidad.


Jesús nos lo dice hoy claramente. Sí, porque a través del Evangelio nos habla todos los días, y hoy nos lo dice con gran claridad: Juan 14, 1-6 «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os...


¿Significa eso que nos invita a vivir contigo eternamente? ¿Tú, el Señor, el Creador de todo lo que se ve y lo que permanece escondido a nuestros ojos? ¿Se puede pedir más? Ante esta confesión, Señor, sólo puedo pronunciar una palabra: Gracias. Gracias, Señor, por tanto amor. Porque, amar significa eso que Tú tan pacientemente nos demuestras, nos testimonia y nos enseña.

No merecemos nada y, sin embargo, Tú nos perdonas y nos hace hijos del Padre y nos revelas que has ido a prepararnos una mansión junto al Padre. ¿Cómo tanto regalo y gloria? Nunca lo entenderemos hasta estar delante de Ti y, por tu Gracia, ser iluminados para darnos cuenta y verte claramente, Señor. Por eso, hasta tanto, danos la Gracia de perseverar, de seguirte, de ser dócil a tu Palabra y de permanecer constante a tus mandatos que, cada día, nos derramas y nos dirige en tu santo Evangelio que tan santamente cuida y conserva tu Iglesia. Nuestra santa madre la Iglesia.

Sí, Señor, danos la fortaleza, la sabiduría y la paz para no dejar nunca, hasta llegar a Ti, de seguirte, porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

miércoles, 28 de febrero de 2018

¿QUÉ CAMINO TOMA TU VIDA?

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Es una muy buena pregunta, y, además de buena, necesaria. Saber por donde caminas y hacia dónde, dará sentido a tu vida, o le descubrirá si merece la pena seguir ese camino. Porque, lo grave es caminar sin rumbo, sin meta, sin sentido y a lo loco. Eso de que a lo loco se vive mejor se queda sólo en la canción, porque terminada de cantar vuelve la realidad. Estamos vivos y en la vida, y necesitamos establecer las coordenadas de nuestro rumbo para definir que nos proponemos.

Porque, dependiendo de nuestra propuesta la vida se irá enriqueciendo o apagándose. Es bueno también preguntarnos para que caminamos hacia esa meta que hemos previamente definido. Porque, si no sabemos el por qué de nuestro camino, apaga y vámonos. Al margen de todo esto, que toda persona debe preguntarse, hay dos cosas ciertas: a) que vivimos; b) que morimos. Todo lo demás está sujeto a que pueda darse o no, pero estas dos citadas son realmente ciertas.

Por lo tanto, si vamos a morir, quizás hay que modificar eso de caminar hacia un lugar concreto. Pues, de cualquier manera, llegues o no llegues vas a morir. Entonces, ¿merece la pena el esfuerzo? ¿Merece la pena caminar, sufrir, soportar dolor, sacrificios, trabajo, esfuerzos...etc? ¿Qué sentido le damos a eso? ¿A qué conclusiones llegamos?

Todo cambia si descubrimos y creemos que se nos ha dado la vida para perpetuarla en plenitud de gozo y felicidad. Ese es el mensaje de Jesús. No es una doctrina, ni una filosofía, ideología o lo que tú quieras suponer y pensar, es una buena Noticia. Una Noticia de salvación. Estamos llamados a Vivir Eternamente en plenitud de felicidad. ¿Qué te parece? Todo cambia radicalmente y toma un sentido diferente y nuevo. La vida merece la pena vivirla porque su finalidad es alcanzar la Eternidad en gozo y felicidad.

Ahora, ¿cómo? El Evangelio de hoy nos lo pone claro, "sirviendo y haciéndote esclavo del otro". «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».

miércoles, 6 de septiembre de 2017

¿BUSCAMOS NOSOTROS AL SEÑOR?

Es posible que busquemos al Señor, pero, ¿cuáles son nuestras intenciones? Porque, puede ser que lo busquemos por algún problema que tengamos, y que elevemos nuestra mirada al Cielo cuando la enfermedad nos ataca, o cuando las dificultades nos amenazan seriamente. Entonces nos acordamos de Él. Pero solucionado estos problemas, todo queda olvidado y volvemos a nuestra rutina diaria.

La actitud de búsqueda comporta la medida de nuestra fe. Porque, seguir al Señor es para caminar detrás de Él, escuchándole, atendiéndole y esforzándonos en responderle a cada momento. Es una actitud de seguimiento abierto y sin condiciones, aunque nos cueste cumplirlas y le fallemos en cada momento. Sin embargo, nos reafirmamos en seguir y mejorar con su Gracia.

No se trata de buscarle cuando nos interesa, sino descubrir que Él es el único Camino; la única Verdad y la única Vida Eterna. Él siempre nos interesa, porque Él es nuestra esperanza de salvación. Verdad es que seguirle no va a ser fácil, porque implica muchos sufrimientos y peligros; implica muchos riesgos y amenazas y nos complica fuertemente la vida. Seguirle conlleva renuncias, olvido de ti mismo, entrega y despojos de todas tus apetencias. Es tremendamente difícil. Diría imposible para cada uno de nosotros.

Sin embargo, muchos lo han conseguido. Son los santos que ya gozan de su presencia en el Cielo. Por lo tanto, ellos nos descubren y nos dejan en evidencia si nosotros no pensamos que también, con y en el Espíritu Santo podemos lograrlo. Para eso ha venido en nuestro Bautismo el Espíritu Santo, para acompañarnos a esa tarea de ser santos. Es lo que el Señor quiere y nos pide, pero no nos deja solos y nos da todo lo que necesitamos.

Simplemente, así de sencillo, aunque sea fuerte y duro, necesita tu y mi colaboración. Nuestro esfuerzo confiado y esperanzado de que en Él podemos y estamos llamados a ser santos. Pidámoslo con confianza y esperanza, confiados en su Misericordia y Amor. Amén.

domingo, 25 de junio de 2017

AMAR ES CAMINO DE RENUNCIAS Y SACRIFICIOS

Es posible que muchos creyentes pensemos que ir al lado de Jesús es garantía de un camino seguro, sin tempestades ni peligros y adversidades. Y, al menos mi pobre experiencia me dice que no. Otra cosa, y eso si lo es seguro. No porque lo diga yo, sino porque es Palabra de Dios. Seguir a Jesús es camino de garantía de salvación. Pero eso no significa que no sea un camino de sufrimientos y sacrificios.

Porque, seguir a Jesús significa estar dispuesto a amar como Él nos ama. Y eso implica y exige renuncias, desapegos, sufrimientos, entrega y servicio. Amar, pues, supone dejarnos la vida en el camino. Sí, nuestra vida. El Plan de Dios para nuestra salvación, lo deja muy claro nuestro Señor Jesús, el enviado a decírnoslo: "Amar y perdonar". Dos palabras claves y simples. Fáciles y sencillas para su comprensión, pero tan difíciles de vivir hasta el punto que sin el concurso del Espíritu Santo no podremos llevar a nuestras vidas.

Claro está que estas dos palabras encierran un camino de adversidades, de peligros, de renuncias, de desapegos, de mortificación, de dejarnos la vida en cada instantes y del esfuerzo diario de comprender, escuchar y perdonar en todo momento y a toda persona. Eso dibuja un camino de cruz y una vida crucificada difícil de aceptar y acoger libremente. Por eso las Palabras de Jesús, que no nos desanima, sino que nos habla claro y nos garantiza la plena felicidad al final del camino eternamente, pero también mientras caminamos, porque es el alma la que nos da gozo y paz mientras soportamos las adversidades que el camino nos exige.

Quien no tenga esto claro, debe escuchar mejor las Palabras de Jesús: «No tengáis miedo a los hombres. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados». 
Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. 

Tenemos la garantía de sus Palabras y la promesa de su defensa. Y esa es nuestra oración desde este rincón. Danos, Señor la sabiduría de, si no entender, confiar y fiarnos de Ti, porque Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Y con Jesús no hay nada que temer. Él ha vencido la muerte, pues ha Resucitado, y pedirá a su Padre, en nuestra defensa, que también nos dé la Vida Eterna en plenitud de gozo y felicidad. Amén.

domingo, 14 de mayo de 2017

EN TI PONGO TODA MI CONFIANZA

Estoy tranquilo, Señor, a pesar de las turbulentas aguas que corren por los ríos de este desesperado y loco mundo. Estoy tranquilo, Señor, a pesar de la oscuridad que envuelve a este mundo y de su desesperada búsqueda de paz y felicidad. Una paz y felicidad que fundamenta en el poder, la riqueza, el bienestar y el placer de unos sobre los otros. Porque este mundo no es el bueno, sino el medio para llegar al Bueno, bueno con B mayúscula, que prepara el Señor para cada uno de los que creen en Él.

Este mundo es caduco, y todo lo que tiene fin no es bueno del todo, porque la verdadera felicidad no puede terminar, es eterna. Pues, si termina, se acaba. Y cuando se acaba, ¿qué hacemos? ¿Sufrimos? Ese dios no me convence. Un dios que muera deja de ser dios. A ese dios no me entrego ni sirvo, porque, también un día morirá. Mi Dios tiene que ser Eterno, porque lo bueno y gozoso lo es si es eterno. Esa condición es imprescindible, y nos señala y demuestra que hemos sido creados para la Vida. Vida Eterna. Si no esto no tiene sentido.

Por eso, Jesús, que hoy nos dice que es Dios, y que Dios es Jesús, nos revela que sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Él es el único y verdadero Dios que salva, porque es Eterno. Y, sí, a ese Dios quiero servir, quiero seguir y ante Él me postro con todo mi corazón y ser, y me humillo como esclavo. 

Te pido, Señor, que me des esa sabiduría y voluntad para seguirte con total fidelidad y entrega y derramar todo mi amor desde Ti a los hombres, por los que Tú has entregado tu Vida. Te pido, Señor, que alumbres mi vida para que pueda dar testimonio de tu Amor sirviendo a los hombres como Tú has hecho con cada uno de nosotros. Amén.

sábado, 17 de diciembre de 2016

ESPERANDO Y CAMINANDO

Nuestra espera no es una espera pasiva, quieta e instalada. No, nuestra espera es una espera dinámica, activa y caminante. Porque queremos nacer contigo cada día a una vida nueva que empieza y se construye desde Ti y para tu Gloria. Una espera que se mueve y crece en amor.

Una espera ardiente y comprometida en edificar un mundo mejor. Un mundo que despierta a mi lado y que mueve mi vida. Un mundo que palpita, vive y muere con sus luchas y pecados. Un mundo que será mejor en la medida que mi espera transmita verdad, justicia y amor.

Por eso, Señor, quiero esperarte preparando un corazón para que puedas encontrarte acogido, confortable y a gusto. Y eso lo hago no llenándolo de regalos, fiestas y banquetes, sino de sonrisas, servicio y obras buenas en beneficio de todos aquellos que lo necesitan.

De ahí que, cada día, tenemos la esperanza y la oportunidad de vivir una alternativa nueva. Una alternativa a nacer en el amor y a vivificar con nuestro ser y obrar esa porción de mundo que nos toca vivir desde nuestra humilde situación. Sin perder de vista, como Juan el Bautista, que es la Gracia de Dios la que hace el milagro de convertirnos y de transformar nuestro humilde y miserable corazón.

Te damos gracias Señor por darnos estas oportunidades, y te pedimos que nos des la sabiduría de saber aprovecharlas y ponerlas, por tu amor, en función de todos aquellos, preferentemente, pobres y excluidos, que la necesitan. Amén.