Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 19 de octubre de 2018

QUÉ OTRA COSA DECIR SINO GRACIAS

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Gracias, Señor, por la vida, por tu Infinita Paciencia, Bondad, Misericordia y Amor. Gracias, Señor, porque, a pesar de no merecer nada, has entregado a tu Hijo Unigénito a una muerte de Cruz por la salvación de todos lo hombres. Gracias, Señor, porque, a pesar de tantas injurias rechazos, blasfemias, bofetadas indiferencias, mentiras, soberbia, pecados...etc., Tú te mantienes firme en tu Amor y Misericordia.

No puedo decir nada, sino simplemente y en silencio, gracias. Gracias, Señor, por tanto Amor y por tus constantes cuidados y vigilancias. Gracias, Señor, por tus advertencias y recuerdos para que despierte y valore la verdadera vida. Porque, ésta, la de este mundo, la perderé cuando llegue el momento de mi hora y es la otra, la que empieza a partir de ésta la que debo guardar y cuidar. 

Porque esa es para siempre. Es la Vida Eterna prometida y la que, Tú, Señor, has querido dejar en mis torpes manos que no saben cuidarla. Por eso, Señor, te pido paz, sabiduría y fortaleza para saber discernir y sostenerme en tu Palabra. Es esa la mayor sabiduría de este mundo y la que yo te pido para todos los que andamos tras tus pasos, Señor. Porque, Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

jueves, 31 de mayo de 2018

EL HECHO DE SER MADRE

Resultado de imagen de Lc 1,39-56
Hoy pasa casi desapercibido el don de la maternidad. Ser madre parece que se valora poco, incluso se ve como una carga y una desgracia. Se evita la maternidad, pero no al placer y a la satisfacción. Se mata al posible embrión que se pueda engendrar por comodidad, por falta de responsabilidad, por los problemas que pueda causar y se da vía libre al placer y a la satisfacción. Pronto, descubrimos un nuevo problema, la pobre natalidad, pues los pueblos que matan desaparecen.

La vida es un don preciado que nos regala Dios. El hombre nace y vive en familia y negarse a la formación de una familia se vuelve en su propia contra. Porque, el hombre es un ser en relación, necesita al otro para tener la oportunidad de darse y de experimentar el amor que lo realiza y lo llena de esa felicidad y paz que busca y que necesita. Por la vida nos vino la salvación, el Mesías prometido,  al qué María, abriéndose a la Voluntad de Dios, prestó su seno para que Él gestara su Naturaleza Humana y se hiciera hombre.

Gracias, María, Madre de Dios, por tu disponibilidad, por tu sí y por tu entrega. Gracias, María, porque negándote nos hubieses privado de la oportunidad de salvación. Gracias, María, porque renunciaste a tus planes y proyectos para entregarnos al Mesías y Salvador del mundo. Gracias, María por tu generosidad, por tu humildad y por tu obediencia al Plan de Dios. Gracias, María, por ser la morada de Dios para que, encarnado, fuese el Dios hecho Hombre que nos revelase el gran y la infinita Misericordia de su Amor.

Por todo ello, María, Madre de Dios, gracias. No somos merecedores de tan alta Gracia ni de tanto Amor. Y, a pesar de ello, tú, junto a tu Hijo, permanecen pacientemente esperándonos y con los brazos del perdón abiertos. Gracias María, porque, a pesar de la sin razón del hombre, tú estás firmes al pie de la cruz de cada uno de tus hijos e intercede también por cada uno de nosotros. Gracias, María, por, a pesar del camino que te profetizó Simeón en la presentación del Niño Dios en el templo, tú, junto a tu castísimo esposo José, seguiste sin dudar el camino de salvación para el que Dios te había elegido. Gracias, Madre, gracias.

sábado, 10 de febrero de 2018

TODO LO BUENO LO MULTIPLICA EL SEÑOR

Jesús multiplica nuestras pobres y humildes oraciones; Él convierte en verdadero pan nuestro pobre y limitado esfuerzo, nuestros fracasos los transforma en éxitos. Nuestras preocupaciones por los que están enfermos las convierte en alivios y sanaciones. Él continúa haciendo milagros. Él hace fructificar nuestra escucha y atención al que lo necesita. Él está presente en todos nuestros actos y nos lo engrandece y multiplica para que den de comer al que está hambriento.

Confía en el Señor y entrega tu corazón al noble esfuerzo de amar. Porque el amor es la buena Noticia de salvación que trae Jesús. El amor salva y establece la paz y la concordia fraterna entre los hombres. El amor es la semejanza entre Dios y los hombres, porque Dios es Amor. Y no tengas miedo, porque el Señor está siempre contigo. Él terminará l que tú no puedas terminar, y también lo multiplicará. Él dará sentido a tu vida y la orientará multiplicando sus frutos. 

Porque, Jesús, el Señor, es el primero y principal protagonista de tu vida, y también el primero que se preocupa por ti y por los problemas y necesidades de los demás. Y camina contigo acompañándote en el día a día y asistiéndote en el trabajo para aliviar el problema de los más necesitados y carentes de lo necesario para vivir.

Gracias, Señor, por estar presente y por manifestarte en los actos de cada día; gracias, Señor, por caminar junto a nosotros y multiplicar todos nuestros inútiles y pobres esfuerzos. Gracias, Señor, por convertir nuestras humildes obras en grandes y buenas obras, valga la redundancia, para y por los que las necesitan. Gracias, Señor, Gracias.

Pero, gracias también, Señor, por darnos tu pan. Ese pan transformado en oración, en fe, en alimento espiritual, en aliento de esperanza y en perseverancia. Ese pan comunitario con los hermanos, tanto en nuestras parroquias y comunidades, como virtuales en los diferentes grupos de Facebook o blogs. Gracias, Señor, porque ellos nos alimentan, combaten nuestras fatigas y continuo camino que, abandonado en tus Manos, nos llevan hacia el encuentro gozoso, pleno y eterno contigo. Amén.

martes, 30 de mayo de 2017

TAMBIÉN NOSOTROS GLORIFIQUEMOS AL SEÑOR


Nuestra gloria es glorificar al Padre, obedeciéndole en todo lo que nos han enseñado el Hijo, para dar también en el Padre gloria al Hijo. Porque esa es nuestra Vida Eterna, darles Gloria y Alabanzas por toda la Eternidad. 

Indudablemente que no lo entendemos y se nos escapa a nuestra razón. Nuestras limitaciones nos lo impiden, y le pedimos al Padre que nos dé la sabiduría de poder entenderlo y experimentarlo. Porque, el mundo en el que vivimos no responde a esas ansias de felicidad y eternidad que nosotros experimentamos dentro y en lo más profundo de nuestros corazones.

Y, creemos en Ti, Señor, que has sido enviado por el Padre, para darnos a conocer su Infinito Amor, y que nos has elegido y llamado a tu redil, para que, siguiendo tus enseñanzas, encontrar y conocer al Padre, del que nos has dado todo y nos has enseñado todo lo que Tú has recibido. 

Gracias, Padre, por todo lo que nos has dado. Y así como tu Hijo te ha Glorificado en la tierra dándonos a conocer tu Infinito Amor, así, también, nosotros, queremos responder a ese Amor glorificándote a Ti, Señor nuestro, por revelarnos el Amor del Padre y entregar tu Vida, por Amor, para salvar la nuestra.

Gracias, Padre, porque ahora sabemos que todo lo que nos ha enseñado tu Hijo viene de Ti, pues, Él, nos ha dado testimonio de tu Palabra con su Vida y sus Obras. Gracias, Señor, por tu Inmensa Misericordia que nos has dado de parte de tu Padre y que, Tú mismo, nos has regalado entregando voluntariamente tu Cuerpo y tu Sangre en la Cruz para redimir ante el Amor del Padre todas nuestras miserias y pecados.

No nos cansamos de darte las gracias y de pedirte insistentemente que nos des la Fortaleza y la Gracia en tu Espíritu para no desfallecer en perseverar y seguir tus pasos a pesar de las dificultades que nos presenta este mundo. Amén.

jueves, 3 de noviembre de 2016

QUIERO SER, SEÑOR, DE LOS QUE SE EXPERIMENTAN SALVADOS POR TU AMOR

Quiero ser de los que experimentan la necesidad espiritual de ser curado y buscarte, Señor, para que me sanes y me salves. Te doy las gracias porque sé que me buscas y me tiendes tus manos para salvarme. Te doy las gracias porque me cargas sobre tus hombros y soportas el peso de mis pecados, perdonándome misericordiosamente. Gracias Señor.

Quiero sentir la alegría de sentirme buscado, importante para ti, hallado y salvado. Quiero sentir la alegría que ayer compartíamos a conocer tu promesa de que nos preparas una mansión en la Casa de tu Padre para llevarnos cuando regreses de nuevo a este mundo al final de los tiempos. ¡¡Señor, gracias por todo!!

Gracias porque me buscas y me salvas, y gracias porque, no sólo contentándote con eso me ofreces tu Casa, me preparas en ella una mansión y me invitar a vivir eternamente en plenitud de gozo y felicidad. Gracias, Señor. Me encuentro lleno de alegría y no pudiendo retener ese gozo en mi corazón lo proclamo a los cuatro viento por este medio de los blogs y redes que Tú has puesto en mis manos. Gracias Señor.

Gracias, Señor, por todo tu amor y, sabiéndome enfermo y necesitado de tu curación, te pido que me des la sabiduría, la fortaleza,  la paz y paciencia para saber, viviendo tu Palabra, proclamarla y extenderla por todos los lugares a donde puedo llegar. Porque bien merece una fiesta, una gran fiesta, como la de aquel que encuentra su oveja perdida, o la mujer que halla su dracma perdida. Y esa dicha de fiesta y celebración no se puede perder ni dejar de celebrar.

Por eso proclamamos la alegría de una persona que se convierta y se abra a la plenitud eterna que a todos los otros que permanecen ciegos, cerrados a la verdadera luz y sometidos a la oscuridad de este mundo.

viernes, 1 de julio de 2016

GRACIAS, SEÑOR, POR TU LLAMADA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Gracias, Señor, porque me has elegido. Gracias, Señor, porque no soy digno de que me llames y me elijas entre los tuyos. Gracias, Señor, porque miras para otro lado y te olvidas de mis pecados. Gracias, Señor, porque, no sólo me llamas para que siga tu camino, sino porque me das la Vida y Felicidad Plena y Eterna. ?Cómo puedo resistirme a seguirte, Señor?

Despierta mi inteligencia; dame la sabiduría para comprender tu amor; transforma mi corazón de piedra apegado a las apetencias de este mundo caduco, y muéveme, como a Mateo, para que lleno de tu Gracia y de tu Amor te siga con paso firme y seguro. Gracias, Señor, por tu llamada.

Dame la capacidad de descubrir mis pecados, que son mis más graves y peligrosas enfermedades. Lléname de humildad para saber agacharme y experimentarme necesitado y acoger tu Perdón y Misericordia. Quitame la venda de mis ojos que me impiden ver mi soberbia y orgullo y actúan como impedimentos para abrirme a tu Perdón y Misericordia.

Dame, Señor, la sabiduría de sentirme agradecido por tu Amor, porque una cosa es decirlo y otra muy diferente sentirlo y experimentarlo. Quizás, Señor, no estamos preparados para descubrir conscientemente todo lo que te debemos, porque somos tus criaturas y obra de tu Amor, y Tú nos sorprendes con tu locura de Amor y de salir a nuestro encuentro y de hacerte nuestro servidor. La verdad, Señor, no entiendo nada.

No me cabe en mi cabeza como es posible que nos ame hasta la locura de dar a tu Hijo para, entregado a nosotros por amor, ofrecer su Vida para rescatarnos. Sí, Señor, te entiendo, no estamos preparados para descubrir tanto Amor. Gracias, Señor, por tanto Amor. Amén.

miércoles, 11 de mayo de 2016

SIMPLEMENTE GRACIAS, SEÑOR.



No tenemos ni la capacidad de asombro para dar gracias al Señor, porque por mucho que digamos gracias nunca podremos acercarnos a la medida de gratitud por tanto recibido. Realmente no nos cabe en la cabeza tanta Gracia. Porque, ¿qué es nuestro, o que merecemos? La vida; la oportunidad de vivir para alcanzar la Vida Eterna; cada instante que respiras, que disfrutas, que tomas conciencia de que tu corazón late. Y tantas cosas que podemos descubrir y que, quizás, no valoramos.

El Señor se ha encarnado en naturaleza humana igualándose a nosotros. ¡Se ha despojado de su Dignidad de Dios y de todo privilegio para sufrir y padecer como nosotros! Ha entregado su Vida para que la nuestra merezca el Perdón y la Misericordia del Padre. Y, encima, ahora se preocupa en pedir al Padre que nos cuide y nos proteja.

¿Se puede tener un Padre Dios y un Hijo más buenos que lo dan todo por cada uno de nosotros? Que se puede tener está claro, porque lo vemos y el Evangelio nos lo demuestra y dice cada día, pero entenderlo, si es verdad que no podemos. Porque de entenderlo estaríamos todo el día de rodilla dándote gracias, Señor. Por eso, Padre Bueno del Cielo, hoy te damos gracias por todo lo que haces por nosotros, y, por los méritos de tu Hijo, Jesús, que, no sólo nos ha salvado con su Muerte y Resurrección, sino que sigue a nuestro lado intercediendo por nosotros.

Gracias Padre porque has dispuesto entregarnos a tu Hijo para nuestra salvación. Y gracias, Señor Jesús, Hijo del Padre, que has aceptado la Voluntad de tu Padre voluntariamente y por amor a cada uno de nosotros. Gracias, simplemente gracias, porque no podemos ni sabemos decir nada más. Y porque no alcanzamos a entender cómo se puede amar tanto. 

Y, eso sí, te pedimos, Señor, que nos des sabiduría para entender y perseverar, aun no entendiendo, y que nos transformes nuestros corazones, para que podamos amar a los demás tal y como Tú nos amas a nosotros.

viernes, 29 de abril de 2016

DE NADA NOS VALDRÍA SENTIRNOS SUFICIENTES

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Sería un grave error pensar que no necesitamos que nadie nos enseñe y sentirnos demasiado llenos de nosotros mismos. Ser suficientes y prepotentes nos lleva a no dejarnos enseñar por nadie. Esa suficiencia  y presunción nos ciega y no deja espacio a Dios. Siempre han existido, y actualmente también, hombres que cierran las puertas de su corazón al Señor.

Y lo malo, no es que sé condenan ellos, sino que también arrastran a muchos más que cegados por sus luces falsas y espejismos artificiales se dejan conducir ciegamente. En ese sentido tenemos la gran responsabilidad de ser sal y luz, como nos decían estos días pasados, para alumbrar el verdadero camino a todos aquellos que realmente desean encontrarlo.

Por lo tanto, te doy gracias, Señor, por darme la sabiduría de saberme pequeño, sencillo y limitado. Y si algo de luz doy para otros y para mí es por tu Gracia y la acción del Espíritu que nos alumbra, tanto a los que se acercan a este rincón como a mí que vivo en él. Y eso te pido, Señor, sabiduría y capacidad de saber discernir el bien del mal, y de vivir ese discernimiento con sencillez y humildad desde tu Palabra y tu Gracia.

Danos un corazón sencillo y humilde, consciente siempre que toda sabiduría y obra buena viene de ti, y que al compartirla nunca pensemos ni creamos que es mérito nuestro y que sepamos asumir, a pesar de las gracias y reconocimientos de los compañeros, que siempre nos gustan, la acción de tu Espíritu que es quien nos auxilia y nos guía y a quien debemos dar gracias.

Y, ahora, Señor, te pedimos que seamos perseverantes y que, a pesar de nuestras caídas, nuestros fallos y pecados, permanezcamos siempre pegados e injertados en Ti. Y que no busquemos el alivio y el consuelo en las cosas del mundo, sino que acudamos a Ti donde únicamente encontraremos descanso y paz. Amén.

miércoles, 8 de abril de 2015

¿SUPONGO, SEÑOR, QUÉ A MÍ TAMBIÉN ME BUSCAS?



Por tu hijo Jesús, Padre del Cielo, sé que me quieres. Lo has enviado a una muerte de Cruz para salvarme. Y, Él, la ha aceptado libremente y voluntariamente. La primera pregunta que viene a mis labios es: ¿Tanto valgo para Ti, Padre mío? Porque a un Dios que entrega a su Hijo, hasta el extremo de morir en la Cruz, se le tiene que llamar Padre. 

Y al Hijo que acepta voluntariamente y libremente, no se le puede llamar sino Hermano. Pues, Él se ha abajado a nuestra altura, y se ha igualado, despojándose de su condición Divina, conmigo. Padre nuestro, gracias por hacerme hijo Tuyo y hermano de tu Hijo Amado.

Gracias, Señor, por buscarme, por no dejarme solo en el camino. Me conoces y sabes que soy presa fácil del desánimo y del abatimiento y me cuesta mucho reconocerte en mi oración. Ilumina mi mente y mi corazón para que sepa descubrirte y experimente esa cercanía que me llena de paz y amor. Gracias Señor.

Cristo resucitado, enciende el calor de mi fe y esperanza de tal manera, que en esta Pascua de resurrección, la vivencia de la caridad sea el distintivo de mi vida. Que sea capaz de dar pasos que me acerquen a ser reflejo de Ti, y de vivenciar en mi vida tu estilo de Vida. Que mi vida se apague para que tu Vida se ilumine en mi pobre vida y sea la Luz que dé testimonio de tu Palabra. 

Señor, alimenta mi vida con tu Cuerpo y Sangre, y dame la fuerza y la voluntad de renunciar a la vida de este mundo para, dándome y entregándome al servicio y caridad a los demás, encuentre el verdadero camino de alabarte y glorificarte. Amén.

sábado, 21 de junio de 2014

OCUPA TODO MI CORAZÓN SEÑOR



Soy de los que no tengo derecho pedirte nada. Soy de los que he recibido más de lo que merezco. Soy Señor, un privilegiado por tener la fe de creer en Ti y por esforzarme en acercarme a Ti. Por la Vida, pero también por los padres que me has dado, la familia y sobre todo, la compañera e hijos que me han acompañado a lo largo de mi travesía por la vida, y que siguen haciéndolo. No tengo ni hay palabras para agradecerte tanto recibido.

Pero también por mis hermanos, aunque parezca una contradicción por el mal que me han podido hacer algunos. Quizás sin ese mal camino andado, yo no estuviese hoy aquí, o no iría por el camino que Tú me indicaste a través y valiéndote de esas concretas circunstancias. Son estrellas que Tú has puesto en mi camino, algunas en penumbras, que han servido para señalar el otro camino, el Verdadero que conduce a Ti.

Dame Señor todo lo que necesito, así sea sufrimientos, penas y tristezas si eso es lo que necesito y me viene bien. Porque lo bueno y bien para mí será todo aquello que me sirva y me ayuda a caminar recto hasta Ti. Pero dame también la fuerza y la capacidad para soportarlas y superarlas, y, sobre todo, convertirlas en Gracia de tu Gracia por la acción de tu Espíritu Santo.

Dame Señor la luz para saber entregarte toda mi vida y ponerla en tu servicio. Amén.

miércoles, 16 de abril de 2014

SIEMPRE A TU LADO SEÑOR



Tengo que darte las gracias Señor porque tu Amor es Inmenso, Infinito, pues no se puede hacer más de lo que Tú has hecho por los hombres. Te has quedado, después de entregar tu vida, esperando en el Sagrario por cada uno de nosotros. Allí, vivo, bajo la especie de pan permaneces pacientemente esperando mi visita. ¡Y cuantas veces te he dejado plantado! Se me cae la cara de vergüenza.

Gracias Señor porque, ¡por fin he comprendido la necesidad de tu cercanía y de tu Gracia!, y quiero abrir mi corazón para aceptarla, recibirla y guardarla para que nunca salga de mí. Y para que me dé las fuerzas necesarias para nunca separarme de Ti, aunque vengan, que sé que han de venir, noches oscuras que me impidan verte y seguirte.

Dame Señor esa luz que guíe mi camino sin pérdida y sin confusión a pesar de los obstáculos y las encrucijadas del camino y de los peligros que acechan en su trayecto. Lléname de paciencia para esperar siempre en Ti como Tú, Señor, esperas de mí, pues siendo yo indigno de Ti, Tú, Señor, me das la dignidad de ser tu hijo.

sábado, 5 de abril de 2014

TU ERES EL HIJO DE DIOS



Te doy gracias Señor porque desde niño te he tenido como mi Dios y Señor. Niño que no entendía nada y que sólo me ponía en tus Manos, pues así me lo enseñaban los sacerdotes, ya fallecidos, de los que guardo un grato y agradecido recuerdo y pido a Dios por sus almas.

Y he crecido sin entender nada porque tu Inmensidad y Misterio es insondable Señor y no cabe en ninguna cabeza humana. Pero hoy, ya bastante mayor, jubilado, sigo sin entenderte y con más dudas que de niño. He decidido no hacerme más preguntas sino confiar en Ti, porque en mi dilatada experiencia he descubierto que Tú eres mi respuesta a todo lo que busco en la vida.

Y esa es la prueba, entre muchas razones, que me da esperanza y afirma mi fe. Experimento tu presencia porque las preguntas que busco en Ti se hacen respuestas. Porque la felicidad eterna que todos ansiamos, en Ti, cobra esperanza y se hace realidad. Las cosas de este mundo son efímeras. Experimentamos su caducidad y sus efectos en un vacío sin sentido y depresivo. Sólo Tú, Señor, me llenas de esperanza y de amor. ¿Es qué necesito más razones?

Y es el amor lo que me llena de plenitud y gozo.

miércoles, 5 de marzo de 2014

ESCÓNDEME MI AVARICIA Y MI VANIDAD SEÑOR



Sé que debo esconderme Señor y no lucir mis dones o virtudes de Ti recibidas. Pero también sé de mi pobreza y de mis egoísmos. Muchas veces me resulta difícil esconderme ante un halago o piropo, y mis sentimientos se hinchan de vanidad y de codicia. No puedo reprimir, aunque no los quiera, mis egoístas sentimientos y emociones. Confieso, y Tú lo sabes Señor que soy un pecador.

No tengo otra alternativa que recurrir a Ti, Dios mío, y suplicarte humildad y discreción. No quiero premios ni halagos que me paguen mis humildes servicios, porque quiero hacerlos como correspondencia a Ti, y Tú, Señor, me los has dado gratis y sin condiciones. Y no para que te los devuelvas, sino para que redunde en beneficio propio mío. Porque cuando amo a tu estilo, yo, Señor, soy el primer beneficiado, pues la felicidad se esconde detrás de la generosidad del corazón.

Cuando soy reconocido, y eso, ¿qué voy a decir Señor?, me gusta, quedo pagado. Mis premios ya me han sido entregados. ¿Qué más voy a pedir? Experimento pobreza y descubro que no he actuado de forma gratis, pues he recibo en compensación el premio a mi egoísmo. Y quiero hacerlo gratis, tal y como Tú me lo has dado. Ayúdame, Padre mío, en el Espíritu Santo, a ser humilde, a tener fuerza y voluntad de no esperar premios ni privilegios, sino ser el más servidor y escondido de tus siervos. 

Sólo por amor y amor y nada más. Necesito Señor tu Gracia para poder actuar y vivir así.


domingo, 12 de enero de 2014

¿QUÉ MÁS PUEDO PEDIRTE?



Toda mi vida pidiendo, suplicando y quizás exigiendo felicidad. ¿Quién soy para pedir bienestar y felicidad? ¿Qué Dios me haya puesto aquí no significa que tenga que mantenerme y darme todos mis caprichos y deseos? ¿Es qué no me basta con la vida y todo lo que nos rodea para satisfacer nuestras necesidades? ¿Y nuestra inteligencia, que por ella dominamos a todo ser viviente?

¿Tiene el Señor culpa de nuestro egoísmo y de someternos unos a los otros? ¿Tiene el Señor culpa de lo mal que administramos todo lo que Él nos ha dejado? Un termómetro que nos puede servir de guía es el ver como administramos nuestros propios países, y lo bien que lo hacen nuestros políticos. Lo mal administrado, y hasta el hambre que pasan muchos en estos momentos es culpa directa de esos señores gobernantes.

Pero nosotros no sabemos más que pedir y muy poco aceptar. En lugar de esforzarnos en ser más complacientes y agradecidos con tanta gracia que hemos recibido del Padre Dios. Hoy el Evangelio, su Palabra, nos relata como el Señor, el Hijo de Dios, se Bautiza para que nosotros podamos seguirle en ese Bautismo. Santifica las aguas y nos da su Espíritu para que nosotros de igual manera podamos seguirle e imitarle en el Amor.

Señor Jesús, infunde en nosotros la fuerza de tu Santo Espíritu y abre nuestra pobre cabeza para que podamos entenderte y comprender todo el amor que nos da y  por el que buscas nuestro bien y nuestra felicidad.

Experimentar que las contrariedades y sufrimientos que tendremos que padecer, y sabemos que llegaran, son peldaños para afirmarnos en la fe y obediencia en Jesús, hacen el mayor regalo que podamos recibir de nuestro Padre Dios. 

Porque la fe es fe cuando la adversidad señala lo contrario.

sábado, 19 de octubre de 2013

SOLAMENTE GRACIAS



Gracias Señor por todos los bienes recibidos. Si miro detenidamente mi vida, sólo percibo bienes y regalos que no merezco. El Amor y la Misericordia de Dios han sido grandemente generosos conmigo. Por eso, Señor, repito desde lo más profundo de mi corazón: "Gracias Señor".

Gracias por los padres que elegiste para mí. Gracias por esos padres que me educaron y que, sin ser practicantes y religiosos, no impidieron, al revés, que yo me acercara a Ti. 

Gracias por darme las fuerzas para formarme y conocerte. No sé mucho, pero me basta saber que Tú, Señor Jesús, eres el Hijo de Dios Vivo. Y eso no lo sé por mis conocimientos, sino por tu Gracia. Gracias Señor por tu protección antes las enfermedades en el recorrido de mi vida. No han sido graves, salvo la última, muerte súbita. Una arritmia que me dejó muerto aproximadamente veinte minutos. Recuerdo que estaba en apuros económicos y llevaba una vida desordenada y alejada de Ti.

Bueno, no tanto, porque Tú nunca te has ido de mi vida. Fui yo quien se alejó demasiado y te di la espalda. ¡Señor, no permitas que tu Rostro se aleje de mí! Estaba en apuros, decía, y me acordé de Ti. No podía acordarme de otro, porque sólo Tú puedes salvarme. Y me tumbaste para levantarme de nuevo. Fue como un sueño, y de nuevo volví a la vida. Me pusiste en el camino, pero, ¡qué camino! Estaba lleno de espinos, peligros, trampas...etc. Más mi mayor sorpresa y alegría fue experimentar que Tú seguías ahí. ¡No te habías ido! Y seguías mi misma ruta.

Así me atreví a seguir yo también. ¡Qué buena compañías eres Señor! Gracias porque, unos años más tarde, me distes la oportunidad de escribir en un blog. ¡Qué maravilla! ¡Siempre había deseado eso, hablar de Ti al mundo, y ahora lo podía conseguir! Gracias Dios mío, pero todavía quedaba más: "Los Blogueros con el Papa". Un grupo de creyentes hermanados en la fe en Ti, que caminamos juntos fortaleciéndonos, apoyándonos y reconciliándonos en tu Amor.

Pero por encima de todo Señor, gracias por ese hermoso regalo que es el Espíritu Santo. Él, experimento, ha guiado mis pasos; alumbra mi camino y abre mi corazón a la reconciliación con todos mis hermanos.