Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 19 de octubre de 2015

LA MEJOR RIQUEZA: EL AMOR



Nuestra afición natural es almacenar riquezas. Somos propensos a coleccionar, y hacerlo con los bienes y riquezas nos encanta. Pensamos que somos más poderosos y felices teniendo riquezas y bienes, y, por supuesto, nos gusta coleccionarlos.

Pero, el problema no es ese, sino el fin y el motivo de esas colecciones. Porque en cuanto sus fines sean para compartirlas con los que no tienen nada y lo necesitan, el fin es buenísimo, pero en cuanto sean para guardarlas y atesorar de forma egoísta, no sirven para nada. Las riquezas y bienes encarcelados no sirven de nada ni para nada. Son como basuras echadas al fuego. Acaso, sólo dan calor por unas horas.

Son gozos temporales, caducos, que como espejismos se diluyen en el vacío sin apenas disfrutar su presencia. Quedan pronto en el olvido. El Evangelio de hoy, (Lc 12,13-21), nos habla de ese problema, pero el corazón del hombre sigue embotado, endurecido y ciego sus oídos. No reacciona, y entrega su corazón al esfuerzo de almacenar riquezas pensando en que en ellas se esconde la felicidad.

Grave error, porque una felicidad temporal y finita no es una felicidad plena. Y cuando se trata de alcanzar felicidades a medias y caducas, hacemos mal negocio. Porque pronto quedamos sumidos en la tristeza y la desdicha. Se hace necesario almacenar riquezas que realmente valgan para tener vida plena y eterna, y ese tipo de riqueza es el amor.

Pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine, y nos dé la sabiduría de saber coleccionar tesoros que nos sirvan para la verdadera vida, la que dura para Siempre. Tesoros revestidos y adornados por el verdadero amor, que siempre está reluciente y brilla eternamente.

Danos, Padre del Cielo, la sabiduría de discernir el verdadero valor, del verdadero, valga la redundancia, tesoro que nunca muere y va con nosotros a la verdadera vida vivida en el gozo eterno en la unidad contigo. Amén.

domingo, 18 de octubre de 2015

CUANDO TE DISPONES A SERVIR TE OLVIDAS DE TI



La cuestión es que servir exige renuncias y olvido de ti mismo. Hablamos del servicio voluntario, del servicio sin gratificaciones, del servicio ofrecido simplemente por amor. Porque cuando trabajas por gusto, como decimos vulgarmente, lo haces por amor. No puedes encontrar otra razón, aunque no lo entiendas ni lo sepas.

Todo lo que haces, voluntariamente y gratuito, por tus hijos y familias, ¿por qué lo haces? ¿Por amor al arte? Lo haces por el compromiso que tienes con ellos. Pues bien, eso se llama amor. El amor es un compromiso. Es lo que nos dice Jesús hoy en el Evangelio. Él ha venido a darnos su vida para salvarnos, y lo hace de forma voluntaria y por amor, siguiendo la Voluntad del Padre.

También a nosotros se nos pide lo mismo. Servir por amor, no por ambición de poder y riquezas. Pero nuestra condición humana, y, por tanto, pecadora, nos lo pone muy difícil. Ya cayeron en la trampa los apóstoles. Sobre todo, Santiago y Juan, y también todos nosotros. Y eso puede resultar ser bueno, porque esa debilidad nos hace depender del Señor; nos hace necesitar al Señor; nos hace seguir al Señor y dejarnos invadir por la acción del Espíritu Santo, para que nos ayude, nos asesore y nos guíe por el camino de la renuncia y el servicio.

Pidamos al Señor las fuerzas necesarias para renunciar a todo interés y beneficio que obstaculice nuestra actitud despegada de servir a los demás, sobre todo a nuestros enemigos. Danos, Señor, la Gracia de poner todo nuestro entusiasmo en servir a tu estilo, renunciando a nuestros apegos y apetencias.

Es fácil decirlo y suena muy bien, pero somos conscientes de lo difícil de llevarlo y vivirlo en nuestra vida. Por eso, sabiendo nuestras debilidades y pecados, te pedimos, Señor, que nos ayudes a servir como a todos nosotros nos gustaría. Amén.

sábado, 17 de octubre de 2015

UNA VEZ MÁS Y TODAS LAS QUE HAGAN FALTA



No me cansaré de repetirlo, y malo sería que me cansara. Aumente mi fe, Señor. Y también mi confianza, porque experimento que me falta mucha fe y confianza.

Imagino que mi vida sería totalmente diferente si tuviera una fe como un grano de mostaza. Recuerdo que Tú ya me lo dijiste en una ocasión, Mt 17,20. Pero necesito oírlo muchas veces. Oírlo y repetirlo sin parar ni cansarme. También, Tú me lo propones y me animas a no desfallecer cuando me hablas en la parábola de la aquella viuda y el juez injusto, (Lc 18, 1-8).

No me voy a callar, Padre Bueno, y continuaré pidiéndote que esa fe y confianza en Ti, me ilumine y me dé la Gracia de creer en Ti fuertemente con la confianza que tuvo Abraham y Jacob.

Dame, Señor, la fe que necesito para servirte y vivir toda mi vida en y según tu Palabra. Soy consciente de mis debilidades. Un día sí, y otro también, tropiezo con y en la misma piedra. Experimento que estoy parado y que apenas adelanto. Mientras, a mi derredor, muchos samaritanos pidiendo ayuda, y yo quieto, impasible, o mirando para otro lado. ¿Qué puedo y debo hacer, Señor?

Aclárame el camino y dame la fuerza para recorrerlo llevándolo a mi vida. A la que tengo y vivo ahora, en estos momentos. Sí, soy débil, y mi corazón está esclavizado, encadenado a las pasiones y apetitos que inundan mi corazón de muchas cosas., pero Tú, Señor, puedes liberarme.

Y yo quiero dejarme liberar por Ti. Sólo por Ti, porque eres el Único que puedes hacerlo de verdad. No quiero las promesas falsas de un mundo mentiroso que, ni puede y engaña. Quiero sólo tu Palabra y tu Promesa en y con la que me dices que has venido a liberarme y lo demuestra entregando la vida por mí.

Dame, Señor, tu Gracia. Amén.

viernes, 16 de octubre de 2015

CLARO, SIENTO TEMOR DE NO CORRESPONDERTE,SEÑOR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Camino confiando por tu Bondad y Misericordia. Sé que eres un Padre Bueno porque Jesús, Tu único Hijo Verdadero, me ha revelado tu incondicional amor en la parábola del hijo prodigo. Y yo me identifico con ese hijo tuyo que, desobedeciéndote, ha dejado tu Casa y, no haciéndote caso, se ha marchado al mundo esperando encontrar el él la felicidad que negabas encontrar en Casa de tu Padre.

Me ha costado darme cuenta, como nos sucede a todos. Necesitamos una experiencia que nos descubra la realidad de nuestra vida, y el verdadero camino de la felicidad que tanto buscamos. Nos vendamos los ojos en la medida que nos alejamos de tu Casa, y nos dejamos deslumbrar por el espejismo de falsas realidades que el mundo nos ofrece. Todo es mentira apoyado en una hipocresía disfrazada de verdad.

Por eso, Señor, consciente de los peligros que nos acechan, y de nuestras debilidades, queremos pedirte hoy que no permitas que abandonemos tu Casa. En ella encontraremos lo que realmente anhelamos, aunque en muchos momentos sea duro comprenderlo y entenderlo. Nos basta solo la fe y la confianza que Tú nos das, Señor, porque todo lo que haces por nosotros es bueno y nos hace felices.

Protégenos, Señor, porque experimentamos miedo y temor de perdernos. Nos has regalado la vida, pero quizás nos sepamos conservarla hasta que Tú vuelvas a buscarnos. Tememos derrocharla y perderla para siempre, y vivir, eso es lo peor, alejados de Casa para siempre.

Por todo ello, te rogamos Señor que nos mantengas unidos a esa buena masa que son tus hijos, nuestros hermanos, y que apoyados unos en otros, sepamos amarnos, ayudarnos y vivir según tus mandatos. Amén.

jueves, 15 de octubre de 2015

EL PELIGRO EMPIEZA CUANDO QUIERO SER COMO DIOS



Parece un poco exagerado pensar que queremos ser como Dios, pero cuando le rechazamos estamos afirmando que Dios no nos interesa, porque no nos da lo que queremos, o porque no piensa como a nosotros nos gustaría, o, simplemente, porque no está a la altura de nuestras expectativas. Supongo que eso significa rechazar al Señor.

Cuando tú no quieres una cosa, la apartas de tu vida, la olvidas o la tiras a la basura. Eso no te sirve, y dar la espalda a Dios, es decirle que no te sirve. Quizás, peor, que tú necesitas otra cosa, que las cosas de las que Jesús, el Hijo de Dios, no son validas para ti y que con ellas no estás de acuerdo. ¿No es eso afirmar que tú eres superior? ¿No es eso afirmar que su doctrina está caduca o vieja? ¿Cuántos dicen que la Iglesia, que Él ha fundado, está desfasada, retrasada, en el siglo XV?

Yo, Señor, quiero mantener mi fe en Ti. Yo,Señor, no quiero razonar de esa forma; yo, Señor, quiero hacer oídos sordos a las cosas tan modernas y útiles que el mundo me ofrece; yo, Señor, quiero servirte y ser tu esclavo al ejemplo de María; yo, Señor, quiero ser como niño y dejarme guiar por tus enseñanzas, consejos y palabras que me invitan a vivir a tu estilo y desde tu Amor.

Yo, Señor, desde este humilde lugar, y junto con todos los que quieran sumarse, queremos pedirte que nos des la fuerza y la sabiduría de ser humildes, pequeños y limpios, para amar buscando siempre el servicio y lo mejor para nuestros semejantes.

Y, Señor, aceptar tu invitación para descansar en Ti cuando las fuerzas en el camino no sean las necesarias, venga el desfallecimiento o la oscuridad nos esconda el horizonte y la verdadera Luz. Porque, Señor, en Ti tendremos siempre un apoyo, un consejo, un descanso, un reponer fuerza, una palabra de ánimo, una esperanza y una promesa de Vida Eterna. Amén.

miércoles, 14 de octubre de 2015

NEGARME ES SUPERIOR A MIS FUERZAS



A nadie le gusta negarse. O dicho de otro modo, a todos nos cuesta renunciar a lo que nos atrae, nos gusta, porque nos da placer, y nos divierte y satisface. Cuando decimos que es ley de vida, queremos significar que nos cuesta demasiado vencer esa inclinación o tendencia. Es el resultado de nuestra humanidad y de nuestro pecado. Estamos esclavizados y sometidos, y liberarnos nos exige un gran esfuerzo.

Entre otras cosas porque dejaríamos de ser humano si no experimentásemos esas inclinaciones que nos inducen al relajamiento, abandono y a un apetito desordenado. O al menos, despreocupado y egoísta. Negar esa realidad es auto engañarse. Y la mejor actitud es enfrentarse desde la humildad, la sencillez y la unión con y en el Espíritu Santo.

No estamos solos. Hubiese sido disparatado o imposible dejarnos solos. O darnos una voluntad de hierro y poderosa para poder vencer nuestras inclinaciones y pasiones. Dios lo ha hecho como ha querido, y ha querido estar junto a nosotros y colaborar con nuestro pequeño esfuerzo. Tenemos el regalo de la libertad y la voluntad, y, fundamentalmente y más importante, la Gracia de Dios para luchar y vencer en la renuncia de nuestras propias pasiones.

Hoy, Señor, desde este "Rincón de oración", nos postramos ante Ti para pedirte que fortalezcas nuestra voluntad y afirmes nuestra libertad, para que no te fallemos, y para que tengamos el valor de sostenernos triunfante en esa lucha de cada día, cuerpo a cuerpo, con las fuerzas del mal, que amenazan con distraernos y sumergirnos en un mundo de apariencias, de mentiras y espejismos.

Aumenta, Señor, nuestra fe y llénanos de tu Sabiduría, para que, este mundo que nos tienta y nos puede, no haga mella en nosotros, ni tampoco nos distraiga de tu Camino. Porque Tú, Señor, sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

martes, 13 de octubre de 2015

SEÑOR, QUITA LA APARIENCIA DE MI VIDA



También yo vivo en las apariencias. Creo que nos salvamos muy pocos de poder evitarlo. Quizás no tengamos esa intención, pero sin darnos cuenta caemos en ella. Estamos sujetos al qué dirán, y el respeto humano nos puede muchas veces. Nuestras costumbres y tradiciones muchas veces nos pueden y pasan por encima de lo verdaderamente importante.

Por eso, Señor, hoy te pedimos que nos des la sabiduría de saber sobre ponernos a nuestro respeto humano y a nuestros miedos. Saber discernir qué es lo verdaderamente importante y mantenernos en ello sin miedo y sin respeto por lo que piensen y digan otros. Queremos, no sólo limpiar el vaso de nuestra vida por fuera, sino fundamentalmente por dentro, porque el verdadero valor está dentro de nosotros.

Sí, pensamos que no debemos olvidar las normas externas, pero no de forma rígida ni anteponiéndolas al bien y servicio del hombre. Lo verdadero e importante es lo que se fragua dentro del hombre y, desde ahí se materializa fuera para su bien. Y eso es lo que te pedimos encarecidamente, Señor.

Danos, Señor, la fortaleza de superar y salvar todos aquellos obstáculos que nos impiden cumplir, por encima de tradiciones, con la verdad según tu Palabra. Que sea ella, tu Palabra, la que guíe y conforme los actos de nuestra vida, y que las apariencias no se interpongan para desbaratarlo y adulterarlos.

Somos conscientes de la dificultad que encierra el llevar y vivir la verdad, pero en Ti, Señor, esperamos encontrar la fuerza y el valor de llevarlo a cabo con firmeza y voluntad. Danos la constancia y perseverancia de sostener nuestra vida según tu Verdad, y desterrar las apariencias que tratan de esconderla.

En Ti, Señor, pongo todas mis esperanzas y me abandono en tus brazos, confiado en que mi vida responda cada vez más limpia y nítida reflejando tu Palabra y tu Verdad. Amén.