Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 16 de marzo de 2016

CREERNOS MERECEDORES DE TU GRACIA




Quizás sin darnos cuenta, por el hecho de estar bautizado y pertenecer a la Iglesia, en la que hemos vivido desde pequeño y celebrado los sacramentos y la Eucaristía, pensamos que somos mejores que aquellos que se acercan de vez en cuando, o que aquellos otros que ni siquiera están bautizados. Nos creemos, con todos los derechos, a ser merecedores de la Gracia de Dios porque procedemos de su linaje por el bautismo.

Nos falla el saber que todos los hombres tenemos, por la Gracia de Dios, el regalo Infinito de ser sus hijos. Porque Él así lo ha querido y, por el Bautismo, nos ha regalado ese inmenso y hermoso regalo. Seamos de la condición que seamos: blancos, negros; pobres, ricos; creyentes o no creyentes; discípulos o no; judíos o no judíos...etc. Todos somos sus hijos, y a todos nos ama con locura, porque por su Amor ha derramado su Creación, y en ella ha puesto al hombre, centro y locura de su Amor.

Tú y yo existimos porque Dios nos quiere y nos sostiene. Porque de no ser así, desapareceríamos en un instante. Existimos por su Gracia, y no se arrepiente de habernos dado la vida. Su acto de Amor creativo no ha sido un capricho instantáneo y puntual, sino que la Creación y en ella, tú y yo, es un acto continuado del Amor de Dios. Dios continúa amándonos cada instante de nuestra existencia.

Las huellas dactilares de la Trinidad están en nosotros. Somos semejantes a Dios, creados libres por su Amor, y con vocación para la verdad y para el Amor en el Espíritu Santo. El hombre, libre, busca la verdad y se realiza en el amor. Padre, libertad Infinita; Hijo, Camino, Verdad y Vida, y Espíritu Santo, Amor del Padre e Hijo, proyectado en la vivencia mutua de los hombres a semejanza de la Trinidad.

Danos, Señor, la sabiduría de entender todo lo que tu Hijo, Jesús, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, nos ha revelado, y la capacidad de hacerlo vida en medio de todos los hombres, e injertados en el Espíritu Santo, en cada instante de nuestra vida. Amén.

martes, 15 de marzo de 2016

GRACIAS PADRE, PORQUE CADA DÍA EXPERIMENTO LA NECESIDAD DE TU GRACIA



En la medida que decides vivir y seguir al Señor, experimentas la pobreza y debilidad de tus fuerzas. Ves la película de tu vida necesitada imperiosamente de la Gracia del Señor. No puedes, ni siquiera atreverte a amar, y más, perdonar, sin su Concurso, sin su Gracia, sin su Amor. SIN MÍ NO PODÉIS HACER NADA (Jn 15,5b), nos dice el Señor en una ocasión.

Experimentas que todo depende y dependerá del Señor. Tú sólo tienes la oportunidad, porque así también lo ha querido Él, de decidir el camino a tomar. Puedes optar por el camino que el mundo te ofrece. Un camino de luces de colores, de éxito, de fama y riqueza; un camino de placeres, pasiones, sentimientos y dulzura limitada y temporal; un camino de alegrías efímeras y gozo inmaduro, imperfecto, intranquilo que conduce a la muerte.

O puedes elegir el camino, simplemente, de Cruz con el que Jesús te invita a recorrer el particular y propio calvario de tu vida. Una Cruz que, en principio, asusta, duele, mortifica, complica, inquieta, desespera, y se hace hasta pesada; una Cruz de dolor, de sudor y sangre, de incomprensiones, de insultos, de críticas que dejan huellas de sufrimiento. Un camino que no se entiende ni comprende sino cuando, a la hora de fruto maduro, el gozo, la paz y la felicidad emergen plácidamente y eternamente. 

Una Cruz que libera, porque viene del Libertador, del Hijo que hace la Voluntad del Padre. Y el Padre quiere, busca y desea el bien de sus hijos. Un Padre veraz, que no engaña, que da la vida de su Hijo, y que nos ama con verdadera locura de Padre dándonos su misma Gloria para compartirla con nosotros.

No se puede pedir más. No sólo pedir, sino que no sabríamos pedirle eso. Él, en el colmo del Amor, se nos ha adelantado y nos ha regalado lo que nosotros no seríamos capaces ni de soñar, y menos pedir. ¡Padre, perdónanos porque no sabemos ni pedir ni, menos, entenderte! Postrados a tus pies te adoramos y bendecimos y, confiados a tu Misericordia, esperamos tu salvación. Amén.

lunes, 14 de marzo de 2016

TESTIGO DE LA PALABRA DE DIOS

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Jesús es nuestro principal Testigo. Él es la Luz del mundo, el Camino y la Vida. Lo avala el Padre, que lo ha enviado, y al que nadie ha visto ni conoce. Sólo por el testimonio de Jesús lo conocemos. En Jesús todo se explica y todo está justificado. Jesús es la Razón de nuestra fe y nuestra esperanza. Su Resurrección, por el Poder del Padre, deja en evidencia a todos aquellos que ponen en duda su Palabra.

Así exclamo Tomás cuando lo presenció con sus propios ojos: "Señor mío y Dios mío" Juan (Jn 20, 27-28). Y así debemos de exclamar nosotros en cada Eucaristía que le comemos espiritualmente. Porque es el mismos Jesús transformado en alimento espiritual, que nos asiste, nos transforma y nos perdona. 

Pidamos la fortaleza y la luz de no dejarnos tentar por las apariencias, placeres, comodidades de este mundo seductor, que nos deslumbra con sus ambiciones de poder y de riquezas. Pidamos la Gracia de afirmar nuestra esperanza en la Palabra de Jesús, Verdadero Dios y Verdadero Hombre. Rostro visible del Dios invisible que Él nos describe, nos ofrece y nos transforma para darnos la Verdadera Vida Eterna llena de gozo y plenitud.

Jesús es la plenitud de toda aspiración del hombre. En Él se encuentra todo aquello que buscamos y que perseguimos con verdadero afán y entusiasmo. Pidamos quitarnos la venda de los ojos, para ver claro con la esperanza de encontrar el verdadero Tesoro, que es Xto. Jesús. No seamos necio e ignorantes y demos más crédito a las cosas de este mundo caduco y de perdición que a la Palabra de Jesús que nos acerca a su Padre Misericordioso.

Y para ello, Señor, te pedimos la Gracia de no desfallecer ante los peligros y tentaciones que cada día ponen en tela de juicio tu Palabra y Misericordia. Danos esa sabiduría y esa perseverancia. Amén.

domingo, 13 de marzo de 2016

SUJETOS A LA LEY, LIBERADOS POR EL AMOR



Esa es nuestra historia, sometidos, por el pecado, a la ley y la justicia, y esclavos de su cumplimiento, que cargamos más en los pobres y excluidos, que en los poderosos y privilegiados. Porque estando la ley en manos de los hombres es administrada según sus intereses y egoísmos. Así, aquella mujer que quisieron lapidar, fue muchas veces gozo y placer de todos ellos. ¿Y quién nos da derecho a matarla, cuando la hemos usado cosificándola? La hipocresía nos tiñe de vergüenza hasta el punto que nos impide lanzar la primera piedra.

Hacen la ley, pero luego la cumplen según les convenga. Una ley que no es justa para todos, sino que regula sus intereses y egoísmos. Una ley que, a veces, cuando los interese lo demandan se hace flexible, tolerante, comprensiva y hasta misericordiosa. Pero que no actúa siempre así, dependiendo de privilegios y situaciones que diferencian a unos de otros. Todos tenemos el mismo Padre, pero, parece, que no nos trata, según el proceder de ellos, a todos por igual.

La diferencia está en el Amor. Dios nos ama, y aunque tengamos que pagar nuestros pecados, tenemos siempre la puerta abierta del arrepentimiento y del perdón. No estamos muertos ni condenados. Todo lo contrario, estamos perdonados y salvados. Ya ha pagado nuestro Señor Jesús por cada uno de nosotros, pero, no todo está hecho. Nuestro Padre Dios quiere que nosotros colaboremos. Esa es la razón de nuestra libertad, no hay otra.

Y, por el hecho de ser libres, tenemos la oportunidad de creer en Jesús o de rechazarle. Ese es nuestro dilema: 15 »Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal... leer más. Por eso, experimentamos deseos, Señor, de rogarte, postrados a tus pies, que nos des el don de tu Amor para liberarnos del pecado que nos domina y nos somete a la ley de las tinieblas. Danos esa capacidad de ser misericordiosos como el Padre y de estar en actitud de perdonar tal y como el Señor nos perdona a cada uno de nosotros.

Enséñanos, Señor, a hacer realidad en nuestra vida la oración del Padre nuestro, y de vivenciar el perdón que recibimos de tu Mano generosa, perdonando nosotros también a los que nos ofenden. Amén.

sábado, 12 de marzo de 2016

ES UN PELIGRO IDENTIFICARNOS COMO MEJORES



Siempre aspiramos a ser mejor, y es un peligro y tentación creernos mejores que otros. Es posible que tengamos cosas buenas de las que otros carezcan, pero nadie es mejor que nadie, porque todos somos hijos de Dios, y todos perdonados por su Misericordia. Sólo El, que es Perfecto, puede entrar en nosotros y juzgar nuestras bondades y amor.

Corremos, pues, el peligro de instalarnos como aquellos sumos sacerdotes y fariseos. Instalarnos en la posesión de la verdad, y de creernos los únicos capaces de interpretar la Ley y la Escritura. Incluso tachando a los demás de ignorantes y malditos.

No queremos, Señor, caer en esa tentación. Y, aprovechando este humilde rincón de oración, queremos pedirte luz, docilidad, paciencia, perseverancia y, sobre todo, fe y confianza en tus Palabras. Dejarnos invadir por tu Misericordia y embriagarnos de tu Amor. Danos la sabiduría de conocer la Verdad de tu Mensaje y la ternura de tu Amor. Y la capacidad y fortaleza de ser capaces de llevarlas a mi vida y hacerla realidad en la cotidiana vivencia de mis circunstancias y ambientes.

Enséñame a estar en constante movimiento de dar y también recibir, porque sólo en Ti está la Verdad, y a los que Tú quieres dárselas. Danos ese corazón humilde y sencillo capaz de, como una esponja, vaciarse y llenarse de tu Amor y Misericordia, para, de la misma forma, derramarse en los demás.

En esa actitud, Señor, quiero postrarme ante Ti, y abrir todo mi corazón para, paciente y sumiso a tu Gracia, recibirla cuando, Tú, mi Dios y Señor, quieras concedérmela. Amén.

viernes, 11 de marzo de 2016

DAME, SEÑOR, FORTALEZA PARA IMPLICARME HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Eso te pido, Señor, la fortaleza de arriesgar mi vida por defender tu Verdad y tu Mensaje. Por defender la Tuya, porque has padecido y sufrido una Muerte ignominiosa por todos los que no han querido escuchar tu Palabra ni tu Mensaje de salvación. Realmente somos unos locos que no se saben locos, y lo más grave es que perdamos la verdadera vida por nuestra insensata locura.

Danos, Señor, la sensatez de saber discernir que buscamos y queremos en esta vida, que, principalmente, Tú nos has regalado. ¿Qué buscamos?, porque lo que buscamos no lo encontramos. El corazón del hombre permanece inquieto, angustiado y en movimiento de búsqueda. No descansa, y no lo hará hasta que llegue y descanse en Ti. ¡Señor, inunda mi pobreza con tu Gloria y dame la luz de la fe y la docilidad en tu Palabra!

Consciente de no dar un paso bien dado sin tu providencia y protección, encamina, Señor, nuestros pasos hacia Ti. Se Tú la Lampara que alumbren nuestros pasos y que los dirija a la Casa del Padre. Aléjanos del ruido de este mundo, y aunque permaneciendo en él, danos la sabiduría y fortaleza de no vendernos a sus seductores encantos, sino a saber siempre anteponer tu Palabra y Vida a sus tentaciones y pecados.

Y, confiados en tu Palabra y Providencia, Señor, nos atrevemos a enfrentarnos a los peligros y amenazas de este mundo, y a defender y proclamar tu Palabra, así sea a riesgo de perder nuestra vida, porque sabemos que, perdiendo nuesra vida en este mundo, caduco y finito, la ganaremos para el Verdadero mundo, que es y consiste en Vivir Eternamente a tu lado. Amén.

jueves, 10 de marzo de 2016

SI QUEREMOS, MIL Y UNA JUSTIFICACIONES PARA NEGARLE



No nos faltaran justificaciones para negarnos a creer. La fe no es algo visible ni tangible, y, por lo tanto, podemos disimularla, falsearla y engañarla. Puedo decir que creo, pero que soy débil y fallo. Pero en el fondo lo que hago es disimular, porque no tengo ningún interés en corregirme o esforzarme en no fallar. Busco esas circunstancias que me invitan y seducen para fallar.

El pecado no está en el hecho material, sino en la intención del corazón. Puedes cometerlo, pero no desearlo ni buscarlo, más las circunstancias te invitan y tu debilidad sucumbe. Sí, lo has cometido, pero tú no querías y estás arrepentido. Tu corazón está dolorido y busca limpiarte pidiendo perdón en el sacramento de la penitencia. Hay una gran diferencia.

Y Dios no puede ser engañado. Entre otras cosas porque Él lo sabe todo, lo ve y sabe de lo que se trama dentro de lo más profundo de tu corazón. El juego necesita limpieza, y eso sólo lo ve Dios. Por eso no podemos juzgar nosotros, pues no estamos capacitados para ello. Sólo Dios es el único Juez.

Podemos, pues, negar todo lo que queramos, darle muchas vueltas y, demagógicamente hacer ver lo negro blanco, pero todo al final se sabrá. La verdad siempre emergerá. Para eso está el Espíritu Santo. No se ha quedado de vacaciones, ni para pasarlo bien ni contemplarnos, sino que actúa, está en nosotros, y se hace presente para, respetándonos, asistirnos, darnos luz, indicarnos el camino, fortalecernos y señalarnos la verdad. Luego te toca a ti poner de tu parte tu colaboración disponiendo tu libertad y poniéndola en sus Manos.

No está la Escritura para interpretarla a nuestro modo. Se ha quedado en Espíritu Santo en la Iglesia para indicarnos el camino y la verdad. Es pues, necesario escuchar y ser dócil a la Palabra. Y eso te pedimos hoy, Señor, desde este humilde rincón de oración:  Fortalécernos, danos sabiduría y perseverancia para, pacientemente dóciles a tu Palabra, seamos capaces de creer y vivir en ella. Amén.