Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 28 de noviembre de 2016

AVIVAR LA FE

Podemos pensar que esa persona se ha curado o que esto se ha solucionado por casualidad, porque cuando nos cerramos a la fe nada sucede por obra de Dios. Podemos ver hasta a un resucitado, pero, como en la parábola del rico epulón, Lc 16, 31, sino oyen a Moisés y los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.

La fe necesita una tierra humilde, capaz de estar dispuesta a morir para dar frutos. Una tierra sembrada con el agua de amor, transparente, sin dobleces e hipocresías y dispuesta a abrir los ojos a la verdad. Supongo que aquel centurión, que amaba a su siervo, estaba lleno de esa clase de tierra, y sólo bastaba un paso para abrirse a la fe. ¿Cómo queremos ver si no tomamos las gafas que necesitamos?

La fe necesita un cuidado, una preparación y también un tiempo de espera. No nace la semilla enseguida, y menos aún, da frutos. Necesita tiempo y cuidados. La fe necesita amor, porque cuando se ama se aviva, pues me atrevería a decir que la fe nace del amor. Porque cuando se ama te comprometes, por amor, por los demás. Tal es el caso del que nos habla hoy el Evangelio. El centurión se comprometió por amor en sanar a su siervo, y, claro, llega al encuentro con Jesús, el único Médico que sana el cuerpo y el alma.

Por eso, pidamos al Señor que aumente nuestra fe, porque también aumentará nuestro amor por los demás. Pidamos al Señor que aumente nuestra entrega, nuestra disponibilidad al servicio, nuestros deseos y acciones solidarias y, en definitiva, que aumente nuestro amor, porque eso es lo que realmente es amar.

Y no tengamos prisa, porque para el Señor no hay prisas. Puede ocurrir que esas prisas sea la prueba de tu amor y fe en el Señor. Él lo puede todo y es dueño del tiempo y del espacio. Y toda una vida, un instante para Él. Como buen Padre, que nos ha creado por amor, también nos dará aquello que necesitamos para que también nosotros avivemos el amor. Amor que es fuente de felicidad y eternidad. Precisamente lo que todo hombre busca. Amén.

domingo, 27 de noviembre de 2016

TIEMPO DE ESPERA Y PREPARACIÓN

Estamos en espera, Señor, de tu próxima venida. Es tu Palabra la que nos ha revelado esa promesa y tu Palabra es Palabra de Vida Eterna. Pero no es una espera pasiva ni indiferente, sino una espera activa, vigilante y en constante preparación. ¿Y qué significa prepararnos? 

Prepararnos, entiendo humildemente, que es estar abiertos al amor y a dejarnos amar. Prepararnos es estar en íntima relación con el Señor de tal manera que sea Él quien dirija mi vida. Prepararnos es perseverar en un diálogo abierto con el Señor que filtre todos los actos de mi vida por su Voluntad. Prepararnos es dejarnos modelar por su Voluntad. 

Y eso exige tener al Señor dentro de nuestro corazón en todo momento. Pero esa preparación como espera, Señor, descubrimos que sin Ti, nos es imposible sostener y realizar. Por eso, en este nuevo tiempo de adviento que hoy empieza, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para poder guardarnos de todas aquellas tentaciones que nos impiden cumplir tu Voluntad.

Hay momentos que la espera se nos hace larga, y también nos cuesta mantenernos en actitud vigilante. El camino se empina en muchas circunstancia de la vida y se nos hace difícil subirlo. Danos, Señor, la sabiduría y perseverancia para saber esperar y mantenernos fieles a tu Palabra. Danos, Señor, la paz y fortaleza para sostenernos firmes y fieles a tu Palabra y perseverar en la espera de tu segunda venida.

En tus Manos, Señor, nos abandonamos y expectantes y alegres aguardamos tu segunda venida esperanzados de, por tu Misericordia Infinita, estar entre tus elegidos y a tu derecha. Amén.

sábado, 26 de noviembre de 2016

LA VIDA DE LA TIERRA, HERMOSA Y TENTADORA

La vida es hermosa porque ha nacido de tus Manos, Señor. Y Tú no puedes hacer nada malo. Todo lo creado está puesto para disfrute del hombre. Pero nosotros, débiles pecadores, lo estropeamos todo rechazándote y alejándonos de Tí, Señor. Danos esa sabiduría, paz y fortaleza que, como tu Madre, María, sepamos discernir y guardar en nuestro corazón todos nuestros interrogantes para, rumiados y reflexionados, encontrar caminos que nos ayuden a perseverar y seguirte con firmeza adheridos a tu Palabra.

La vida nos llena de tentaciones y de placeres que tratan de seducirnos y someter nuestra voluntad a sus caprichos. Incluso, nos parece de bobo no aprovecharlos y disfrutarlos. Es lo que muchos hacen y nos invita también a nosotros a imitarles. El Maligno se vale de ellos para seducirnos y engañarnos. Los utiliza como sebo y tentación para someternos y alejarnos de Ti, Señor.

Pero esa no es nuestra intención. Tú la sabes y la conoces profundamente porque puedes leerla en lo más profundo de nuestros corazones. Nosostros queremos sosternernos en tu Palabra, Señor. Y te pedimos que nos llenes de fortaleza y fortifiques nuestra voluntad para, en el Espíritu Santo superar las embestidas del Maligno, y caminar firmemente hacia Ti.

Somos conscientes de experimentarnos rodeados de tentaciones que nos seducen y nos atraen, pero sabemos que ese no es el camino que lleva a Ti. Y nos cuesta superarlo. Nos asusta la puerta estrecha y nos atrae la ancha, que es espaciosa y cómoda. La estrecha, la que Tú nos señala se nos hace dura y difícil de atravesar. 

Pero queremos seguirte y obedecerte y, contigo, Señor, confiamos poder vencer y salir victoriosos. Y es eso lo que hoy volvemos, como siempre, a pedirte. Insistimos como Tú nos has dicho y perseverando en ello nos abrimos esperanzados a tu Espíritu. En Tí confiamos, Señor.

viernes, 25 de noviembre de 2016

INDIFERENTE AL MOVIMIENTO DE LA VIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS

A veces parecemos indiferentes o inertes a apreciar los movimientos que se producen a nuestro derredor. Plantamos una semilla y pronto aparece un brote verde que nos indica que esa semilla ha pegado y tiene vida. También observamos que nacen nuevos brotes verdes en los árboles que nos indican que se acerca el verano. La vida cambia y se mueve. Y eso nos indica que es movida por Alguien.

Igual, siendo fieles a la Palabra de Dios, descubrimos que el Reino de Dios se acerca y cada día que pasa es un día más cerca de nosotros. Las cosas de este mundo pasarán, pero la Palabra de Dios nunca pasará. Despertar a esta realidad y apreciar que la vida camina y el Reino se acerca es una Gracia que pedimos hoy, desde este humilde rincón de oración, al Señor.

Uniéndonos todos, enlazados espiritualmente desde cualquier lugar que estemos, enlacemos nuestras manos y, reunidos en el Señor, pidamos con todas las fuerzas de nuestro corazón que despertemos sensiblemente a ese hálito de vida que se respira en un brote nuevo y que nos indica que Dios mueve el mundo y se aproxima su hora y su segunda venida. 

Sepamos sostenernos en la esperanza de la Palabra de Dios, y bebamos, cada día, de la Fuente de su Magisterio y Sabiduría, para, empapados de su conocimiento y sabiduría, sepamos discernir a cada instante esos brotes verdes que, como nos indican que llega el verano, también nos manifiestan que se acerca el Reino de Dios. Estemos, pues, atentos a su Palabra y no dejemos pasar ni un día en saborearla, reflexionarla y compartirla en la medida de nuestras fuerzas y posibilidades.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en nosotros la llama de tu Amor, y así, de esta manera, nuestros corazones serán creados de nuevo y podamos, en tu Espíritu, renovar la tierra. Amén.

jueves, 24 de noviembre de 2016

LA HORA DE LA VERDAD

Nadie ignora que tendrá su hora final. Todos lo sabemos, pero no reaccionamos. Algo así como si no nos diésemos cuenta o estuviésemos hipnotizados. O que no tenemos capacidad para comprenderlo, pues de tener eso en cuenta, quizás no pudiéramos vivir. El resultado es que vemos morir a los demás, pero no pensamos en nuestra propia muerte, y menos nos preparamos para ese mágico momento.

Sí, porque la muerte es un momento mágico, donde terminan las calamidades de este mundo y empieza el verdadero gozo pleno y eterno junto al Padre. Claro, pero para eso tenemos que hacer los deberes. Es decir, la Voluntad de Dios, que no es otra sino la de amarnos todos como Él nos ama. Así de sencillo, pero tan complicado y difícil que sin Él no podremos realizarlo ni vivirlo.

Todo se complica y se tiñe de desesperanza cuando observamos como el mundo se viste de terror, sangre y muerte. Cada día vivimos tensamente la aparición de nuevas tragedias, de terrorismo y de ensangrentadas guerras y muertes. En este contexto, Señor, nos llena de esperanza tu Palabra y nos da paz y sosiego. Confiamos en Ti, Señor, y te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para soportar todas esas pruebas que nos amenazan con confundirnos, con hacernos caer y perder tu camino.

El mundo se nos viene encima y nos aplasta. Sin embargo, el hombre, empecinado y esclavizado, continua erre que erre rechazando tu Plan de salvación. Sí, Señor, nos lo has dicho muchas veces y le has abierto los ojos a muchos ciegos. No sólo de vista solar, sino de vista espiritual, porque esa es la más necesitada y más importante. Pues la de los sentido se acaba y sólo permanece la espiritual, la Luz que nos viene de Ti y la que Tú, Señor, nos dará en esa hora final de nuestra vida.

Eso te pedimos, Señor, que veamos esa Luz que viene de Ti y que, esperanzados y alegres, te recibamos, a pesar de la destrucción de este mundo opaco y esclavizado, que nos quiere sepultar. En Ti, Señor, ponemos todas nuestras esperanzas. Amén.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

EL CAMINO EXIGE FIRMEZA Y PERSEVERANCIA

No será fácil. Todo se vuelve contra nosotros. Seguir a Jesús no es del agrado de todos y les molesta. Porque defender la verdad molesta. Molesta a todos que se sienten cómodos y bien. Nadie quiere perder su estado de privilegio ni su situación acomodada y segura. Todos buscamos, vamos también a incluirnos, una vida fácil, segura y cómoda.

Y salir de esa situación se hace difícil e incómoda. Y, claro, cuando nos lo descubren y nos señalan, tal y como hizo Juan el Bautista, nos incómoda oírlo y más arrepentirnos y ponernos en camino. Porque ponernos en camino es salir de nuestras comodidades y seguridades y luchar por la verdad y el bien. Porque salir de nuestra propia tierra es buscar el bien, la justicia y la verdad. O dicho de otra forma, es hacer de este mundo un Reino de paz, justicia y amor, tal y como Dios quiere. 

Y eso choca contra el egoísmo de aquellos que quieren quedarse en su propia casa y de no ceder nada de lo que tienen en bien de los demás. Eso enfrenta a los hombres y origina persecuciones, luchas y muerte. Por eso, Señor, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para perseverar en el camino de la verdad y de la vida. Queremos seguirte a pesar de lo que nos espera, porque confiamos en tu protección y en tu amor. Tú nos lo has dicho. No nos coge por sorpresa. Estamos avisados.

Pero se nos ha quedado tus últimas Palabras en este Evangelio de hoy: "Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas". Y en eso nos apoyamos, porque confiamos en Ti. Porque Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna, y porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida.  Danos, Señor, esa capacidad de lucha para sostenernos firmes en perseverar a pesar de los peligros que nos acechan. Amén.

martes, 22 de noviembre de 2016

SÓLO EN EL SEÑOR NUESTRO CORAZÓN SERÁ GENEROSO

Será absurdo pretender ser generoso por mis propios méritos. Nuestro corazón está contaminado por el virus del egoísmo. Es un corazón humano contagiado por el pecado y sometido a la debilidad humana. No podemos desprendernos de nosotros mismos sin el concurso de Dios. Necesitamos de su Gracia para amar como Él nos ama. Y no hay otro camino. Sería absurdo intentarlo sin contar con Él.

Por eso, Señor, te pedimos esa Gracia de transformar nuestro corazón endurecido por un corazón suave, tierno, humilde, comprensivo y bueno. Un corazón lleno de bondad y generosidad. Pero eso no se hará sin nuestro concurso. Esa es la razón de habernos creados libre. Necesitamos tu Gracia para convertirnos y para, con nuestro humilde esfuerzo, dejarnos transformar por tu Amor.

Porque esa es la aspiración y la meta, amar como Tú nos ama. Y esa es también la imposibilidad de aspirar a algo inalcanzable por nuestras propias fuerzas. Necesitamos tu concurso, tu asistencia y tu amor. Por eso, está claro, nos ha enviado el Espíritu Santo, para que en, con y por Él podamos transformar ese nuestro corazón de piedra por un corazón capaz de amar y de darnos como es viuda pobre.

Te pedimos, unidos en oración, que nos transformes, Señor, nuestro insensible corazón en un corazón capaz de reaccionar a la más mínima sensibilidad de necesidad de nuestros hermanos. Danos también la sabiduría de saber qué y cómo actuar, y de emplear la astucia y la habilidad para que nuestra ayuda sea eficaz y útil. 

Todo, poniendo nuestro inútil esfuerzo, lo dejamos en tus Manos, Señor, y confiamos en que iremos, poco a poco y con paciencia, dando sentido a nuestras vidas, que no tienen otra razón sino la de cumplir tu Voluntad. Amén.