Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 19 de julio de 2017

SENCILLOS Y HUMILDES

No es cosa fácil. Cuesta mucho sostenerse en la humildad y sencillez. Porque eso, aparentemente, desmerece y empequeñece, y a nadie le gusta quedar por debajo. Cuesta y, por experiencia se hace difícil mantenerse en la humildad. Quizás estés buscando cosas más heroicas o de mayor notoriedad, pero ser humilde está al alcance de todos, pero son pocos los que lo logras.

Esta será una buena oportunidad para pedírselo al Señor. Señor, convierte nuestro orgulloso corazón en un corazón noble, humilde, agradecido y sencillo, para que pueda dejar entrar tu Palabra y acogerla con alegría y entusiasmo. Tengamos la confianza que el Señor nos dará la fortaleza para vencernos y soportar con paciencia el mantenernos en la humildad.

Porque, ser humilde no es parecer un bobo, ni limitarse y echarse para atrás en todo. Ser humilde es y significa vivir en la verdad y reconocerse pecador y que de los demás también puede aprender. Ser humilde es tomar conciencia que todo lo que tienes, de bueno y de inteligente, lo has recibido de Dios. Y lo que no es tan bueno, puedes, con la ayuda del Espíritu Santo, mejorarlo y hacerlo bueno.

Ser humilde es abrir tu corazón a la Palabra de Dios, y confiar en Él. Tal y como los niños confían en sus padres y se fían de su palabra y de lo que les dicen. Eso te pedimos, Señor, danos un corazón de niño, confiado y abierto a tus enseñanzas y tus mandatos. Amén.

martes, 18 de julio de 2017

PENSANDO EN TU ENCUENTRO

Es posible que nuestra tendencia natural sea agarrarnos a la vida. Sin lugar a duda, somos humanos y esa es nuestra tendencia natural. Pero, la vida humana es una vida corta, destinada a corromperse y sufrir una transformación. Y, esa transformación, es lo verdaderamente importante. Es lo que cuenta y lo que importa. Nada ni nadie le puede superar. Morir para Resucitar. Es lo que Jesús nos ha revelado y nos ha venido a comunicar. Es la Buena Noticia de salvación.

Por tanto, todo lo que puedes aspirar aquí abajo, siendo importante desde nuestro punto de vista humano, no se puede comparar con el gran Tesoro de la Vida Eterna. Eso es lo que nos promete Jesús, y, no sólo eso, sino que nos lo ha demostrado resucitando a Lázaro, su íntimo amigo. También a la hija de Jairo y al hijo de la pobre viuda de Naím. Y a otros gravemente enfermos. 

Pero, lo más asombroso, su propia Resurrección. El fundamento de nuestra fe. Gracias, Señor, por darme la sabiduría de creer en tu Palabra y fiarme de Ti. Gracias, Señor, por ilusionarme y llenarme de esperanza con el momento de mi encuentro contigo, mi propia muerte. Gracias, Señor, por darle sentido a mi vida y hacerla más valiosa y gloriosa en la medida que se consume y se acerca al encuentro directo contigo. Gracias, Señor.

Pero, quiero pedirte que me des la fuerza y voluntad de no descansar ni pararme. De seguir amando más y mejor que lo habré podido hacer, y de abrir mi corazón a tu Misericordia. Porque, la necesito, Señor. Necesito que laves mis heridas y enmiendes mis fracasos, torpezas y pecados. Perdóname, Señor, por tanta basura e inmundicias que te he ofrecido. Perdóname, Señor, y inundame de humildad y de saberme pobre, pecador e indigno de recibir tu Misericordia y tu perdón. Pero, ¿a dónde y a quién voy a ir, Señor, si no es a Ti, que eres Infinitamente Misericordioso y perdonas todos mis pecados?

Tú, Señor, eres mi única esperanza y quien sostienes mi vida y le das sentido. Aléjame de la actitud de Corozaín y Betsaida, y abrir mi corazón a la escucha de tu Palabra y a la acción de dar frutos. En Ti, Señor, confío. Amén.

lunes, 17 de julio de 2017

DAME, SEÑOR, SABIDURÍA PARA ENTENDER


Cuesta entender. Y cuesta, porque nuestra razón razona, valga la redundancia, de manera y forma humana. No podemos entender que nos vayamos a enfrentar con nuestros padres, ni hermanos e hijos. ¿Cómo puede suceder eso? Incluso, pensamos que estamos dispuesto a tolerarles muchas cosas que nosotros no vemos de la misma forma. Son nuestros padres, hermanos, hijos...etc.

Sin embargo, experimentamos una contradicción. ¿No descubrimos que en la media que Dios ocupa el centro, meta y fin de nuestra vida, que la primera obligación, después de centrarnos en el Señor, es honrar a padre y madre? ¿No deducimos que, en la medida que amemos más al Señor, le corresponderemos más a ese amor si amamos más a nuestros padre. Y también a nuestros hijos, hermanos y familia en general. Y, la cima y máxima expresión de nuestro amor al Señor se fundamenta en el amor, no sólo a los nuestros, sino a nuestros enemigos.

Y si quieres responder y poner a Jesús en el centro de tu vida, tendrás que, simultáneamente, esforzarte en amar a todos los hombres. Sean del color y creencia que sea, e, incluso, tus enemigos. Porque, así te ama Dios y así quiere que tú también le ames. Y, como nos experimentamos pequeños, limitados, imperfecto, pobres y pecadores para poder amar con esa capacidad, te suplicamos, Señor, que nos des tu Gracia y nos fortalezcas en sabiduría y voluntad para poder amar de esa forma en la que Tú nos amas.

Esa es nuestra petición de hoy. No pedimos tesoros ni bienestar. Aceptamos la cruz que nos toca llevar. Cada cual sabe la que tiene, y no envidies la del otro por parecerte más suave, porque es la tuya la que Dios quiere que lleves y soportes.Eso sí, te pedimos fuerza, paciencia, luz y perseverancia para, aun no entendiéndola, soportarla y cargarla sobre mis débiles hombros. 

Y esperar confiado que tu Palabra se cumpla como siempre ha sucedido. Porque, Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna y has vencido a la muerte. Amén.

domingo, 16 de julio de 2017

REGANDO TU VIDA

Cuando cae agua nace la posibilidad de que la tierra dé frutos. Sin agua esa posibilidad es nula, pero con agua crece muchos enteros. No es seguro del todo, porque hay lugares que, a pesar de la lluvia, la tierra no germina ni da frutos. Hay una condición, que sea tierra buena.

Porque, teniendo agua en abundancia, tu tierra puede ser estéril y no dar frutos. Porque, puedes oír la Palabra, pero no entenderla ni esforzarte en hacerlo, y, pronto, el Maligno, te alejará y dejará estéril ante la Palabra. Son los pajarillos que se comen tus semillas. Puedes tener oportunidad de escuchar la Palabra, pero llenar tu corazón de cosas mundanas y no hacer lugar para las cosas de Dios. Y puedes conocer la Palabra y hasta estar dispuesto a vivirla y entusiasmarte con ella, pero la seducción del mundo y las riquezas terminaran por alejarte y desistir.

Son muchas las tentaciones y los peligros que pueden alejarnos de la Palabra y del camino que conduce al Señor. Y, sobre todo, a dar frutos que testimonien nuestro amor y nuestra fe. Por eso, Señor, te pedimos que nos riegues nuestras vidas con tu Gracia y nos mantengas siempre en el camino. Te pedimos, Señor, que abras nuestros corazones y dejemos que tu Palabra los fecunde y los haga fructificar y dar frutos. Te pedimos, Señor, que conviertas nuestro corazón en tierra buena, fértilmente abonada, para que sea frondosa y fértil a dar hermosos y buenos frutos.

Riega, Señor, nuestras vidas y conviértela en jardines que den hermosas flores, llenas de colorido que irradien paz y serenidad. En fructíferos árboles que desprendan hermosos frutos que alimenten el amor y la fraternidad entre los hombres y favorezcan la justicia y la paz. Y en tierra que persevere, que se mantenga abonada y abierta a la lluvia de la Gracia que, con y por los Sacramentos de tu santa Iglesia, nos sostengan siempre fuertes y decididos a seguir sembrando la tierra de nuestra vida con buenos frutos. Amén.

sábado, 15 de julio de 2017

ORACIÓN Y RUTINA

Cada día parece igual al otro. Sale el sol por el mismo lugar, y se vuelve a marchar por el de siempre. Y, aparentemente, ocurren las mismas cosas del día anterior. Es verdad que, de vez en cuando, hay algún suceso o noticia diferente que parece cambiar la rutina, pero la sustancia de cada día es muy parecida. Por lo menos, a título personal de cada uno.

Sin embargo, todo es diferente, porque Dios está en todo, y, por supuesto, contigo. Y Dios no se repite, pues dejaría de ser Dios. Dios es siempre Dios y su eternidad es infinitamente plena de gozo y felicidad. Y eso no puede aburrir ni hacerse rutinario. 

Sucede que tú y yo no lo vemos, ni lo comprendemos, ni apreciamos esas diferencias de cada día. Para empezar Dios no tiene espacio ni tiempo. Es eterno, y eso cambia toda nuestra forma de ver las cosas y de entenderlas. Cada día, si lo miramos desde la mirada de Dios, toda cambia y es diferente. Y en esa mirada descubrimos nuestra pequeñez y pobreza, y la necesidad de luchar para sostenernos en el Señor y desprender amor y misericordia.

Esa es nuestra petición de hoy. Sácanos Señor, de la rutina de quedarnos atrapados con y en las cosas de este mundo inmóvil. En movimiento, pero parado y caduco en el tiempo. Ábrenos los ojos y llénanos de abundante misericordia ante los acontecimientos de cada día para verlos con tus Ojos y tu Mirada. Eso, simplemente, le dará un matiz y un color amoroso y diferente, cargado de luz y de alegría, a cada día de nuestra existencia.

Eso queremos pedirte hoy Señor, que nos hagas ver las diferencias de cada día que se esconden en nuestros corazones y tratar de vivirlas. No desde la indiferencia, sino desde el amor y la misericordia. Llénanos de tu Espíritu y danos motivos ilusionantes para, aceptando tu camino de espinas, soportarlo con entrega, voluntariedad, alegría y gozo. Amén. 

viernes, 14 de julio de 2017

ESTAMOS EN OTRO MUNDO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


No estamos en el mundo al que aspiramos. Este, si es verdad que en él vivimos, es el paso para llegar al otro. Sería una desilusión y una catástrofe pertenecer a este mundo, y más grave, quedarnos en él para siempre. Nuestro corazón nos dice que somos de otro mundo. De un mundo donde reina el amor y el perdón; de un mundo donde la fraternidad y la justicia dan origen a la paz.

Y no podemos conformarnos con este mundo lleno de lobos que originan enfrentamientos, luchas y guerras por el poder y el tener. La ambición está metida dentro de todos ellos. No hemos sido creados para el odio y la guerra, sino para el amor y la paz. Por eso, Señor, Padre Bueno, te pedimos que nos saques de este mundo perverso y contaminado por el odio y la ambición; por el desenfreno y el egoísmo; por el placer, la orgía y el sensualismo degenerado.

Un mundo gobernado por el príncipe del mal, y que pone toda su seducción para engañarnos y perdernos. Un mundo cómodo, instalado, placentero y lleno de ofertas y atracciones que nos tienta a dejarnos llevar y a abandonarnos en sus manos. Un mundo que nos conduce al precipicio y que llegado a él sólo nos queda el vacío y el sin sentido. Es decir, la muerte.

Danos, Señor, la fuerza y la voluntad de oponernos a todas estas tentaciones y de conducirnos por tu Palabra. Ayúdanos a encontrar caminos y respuestas que nos alejen de esos ambientes mal intencionados e instalados en el ocio y la diversión como centro de sus vidas, y a buscar la disponibilidad, la entrega y el espacio para derramar amor y servicio a los demás, tal y como Tú haces con nosotros.

Porque, Señor, es en el amor entregado y servido donde se encuentra el verdadero gozo y la felicidad que el hombre, ciego y sometido por el Maligno, busca en otro lugar. Sálvanos, Señor y aléjanos del peligro. Amén.

jueves, 13 de julio de 2017

COMO OVEJAS ENTRE LOBOS

No se entiende la Buena Noticia. No se entiende, porque de entenderse sería abrazada por todos los hombres, pues, es de sentido común, todos buscan y quieren la salvación. Salvación que no es sino vivir en pleno gozo y plenitud de felicidad eternamente. ¿Qué levante la mano quien no quiere eso? Sin lugar a dudas que todos lo queremos y trabajamos por y para eso.

Entonces, ¿qué ocurre para que eso no se produzca? Está claro que el problema se esconde en el mismo hombre. Al ser creado libre, se cree capaz de encontrar esa felicidad por sí mismo. Lo tenemos, de forma maravillosa, descrito por nuestro Señor Jesús en la parábola del hijo pródigo, o mejor, del Padre amoroso. Nos desnuda y retrata, el Señor, en ese hijo menor que no está contento en la casa del padre y quiere buscar y encontrar su propia felicidad por sí mismo.

de la misma forma, también hay muchos hombres que no acogen ni aceptan esa Palabra de Dios que nos descubre y nos enseña el camino de Salvación. Hoy, Señor, en nuestro "Rincón de oración", queremos unir nuestras manos y pedirte todos a una que nos des la sabiduría de fiarnos de tu Palabra. De confiar en lo que Tú nos dices y nos manda. Y de abrir nuestros corazones para acoger con esperanza y perseverancia todo el camino que Tú nos trazas y nos señalas.

Sí, Padre, sabemos que somos torpes, débiles y pecadores. Sabemos que nuestras vidas no son ejemplos para convencer o dar testimonio a otros, pero confiamos en Ti. Porque, Tú nos conoces, y si has puesto esta Noticia de Salvación en nuestra humildes y pobres manos, es porque, contigo, podemos hacerlo. Porque, Tú, Señor, eres todo poderoso y lo puedes todo. Y con la fuerza del Espíritu Santo podemos, primero convertirnos, para luego dar testimonio y convertir a otros. 

Sí, Padre, te pedimos esa sabiduría, esa perseverancia, esa fortaleza y paciencia, para llevar ese Mensaje de Salvación a todos los hombres que abran y acojan en sus corazones tu Palabra. Amén.