Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 19 de marzo de 2018

PONGO EN TUS MANOS, SEÑOR, MIS PLANES

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La intención es clara, Señor, quiero poner mi vida en tus Manos y, no seguir mis planes, sino caminar por los tuyos. Pero, esa es la intención, cuanto la realidad es otra. Porque, llegado el momento se me nubla la vista y no veo tus señales ni tus signos, sino sólo mis ambiciones y proyectos. Me pierdo encerrado en mi egoísmo y esclavizado por mis pasiones. Y me es difícil saber cual es el camino y cual es tu Voluntad.

Pero, quizás, eso no sea todo o lo peor, sino el no ser paciente y perseverar. Es decir, confiar en el Señor y esperar su respuesta, porque siempre llegará. El Señor no se va a olvidar de sus hijos y siempre le dará la salida necesaria para cumplir con su Voluntad, sobre todo, cuando sabe de nuestras buenas y limpias intenciones. Porque, eso es lo que hoy queremos pedirte, Señor, la confianza de abandonarnos en tus Manos y confiar plenamente en tu Palabra.

Sabemos que la misión de renunciar a nuestra vida es tarea imposible para nosotros. Somos humanos y nuestra humanidad, herida por el pecado, está vencida por el príncipe de este mundo. Nos será imposible cumplir con tu Voluntad Señor, al menos, queriendo hacerlo solos. Estamos vencidos antes de empezar, pues ya nacemos con la mancha del pecado original. Nuestra esperanza nace en el Bautismo. En él hemos sido llenos de tu Gracia, Señor, y limpios del pecado.

Y, por tu Gracia, Señor, hemos sido revestido con la fuerza del Espíritu Santo para, en Él, ser fuertes y vencer la esclavitud del pecado. Entonces, injertados en Ti, Señor, estamos en disposición de vencer al pecado y entregarnos a la renuncia de amar nuestra vida en este mundo, para, ofreciéndola por los otros, ganarla para la vida eterna. Y, así, poder escucharte y, como San José, orientar el rumbo de mi vida tratando de seguir tus Voluntad, Señor.

Danos, Señor, la luz y la Gracia para saber encontrar y realizar los planes que Tú quieres que tus hijos sigamos, y que nos ayuden a cumplir tu Voluntad. Tal es la de amarnos los unos a los otros como Tú nos amas. Amén.

domingo, 18 de marzo de 2018

SÓLO QUIERO FIARME DE TI

Resultado de imagen de Jn 12,20-33
Cuanto más me lo propongo más experimento mi impotencia y más se descubre mi egoísmo. Y más me cuesta dominar mi mente y, sobre todo mi lengua. Mis pensamientos no me dejan descansar y siento el deseo de mandar todo a la porra. Está claro que todo esto que sufro es obra del demonio, que lo que pretende es desesperarme y alejarme de la Misericordia de Dios.

Porque, eso es lo que no debo perder de vista, la Misericordia de Dios. Ella es la que me salva y me sostiene con esperanza, y a ella debo confiarme. No me salvan mis buenos propósitos, ni tampoco mis buenas obras, ni nada de lo bueno que haga. Sólo me salva mi fe en Ti, Señor. Porque, por muchas cosas buenas que haga, siempre seré un pecador vencido por el pecado y, perdonado, por tu Infinita Misericordia.

Quiero, Señor, morir a mi lengua y callar profundamente en un silencio compinchado con tu Espíritu, donde yo guarde todos mis deseos y mis suficiencias puestas en tus Manos y abandonadas a tu Voluntad. Pero, experimento esa impotencia que me descubre mis limitaciones, mis pobrezas y mis miserias. ¿Cómo morir a mi propia vida? ¿Cómo darme a la muerte de mi propia vanidad, de mis egoísmos y de mis ambiciones, hasta evangélicas, y evadirme en el silencio de la humildad y la obediencia?

Señor, sólo Tú puedes curar mis heridas sangrantes que inquietan mi alma y la perturban hasta desorientarla y confundirla. Dame la paz de no desesperar y de perseverar en la controversia y confusión. Dame la fe de ponerme en tus Manos, aunque todo me indique que voy perdido o nada se endereza en mi vida. Hay mucha gente sufriendo y yo soy un privilegiado ante ellos. Señor, perdona todos mis desvaríos y desavenencias y acógeme en tu Misericordia.

Señor, guardo silencio y postrado ante tu presencia trato de poner toda mi atención en escucharte. Para ello, silencio todo mi mundo exterior e interior y me esfuerzo en sólo dejar entrar tu Voz. Cura, Señor, mi alma. Amén.

sábado, 17 de marzo de 2018

CONTROVERSIA

Resultado de imagen de Jn 7,40-53

Jesús llama la atención. Desde su interrupción en la vida pública, Jesús es el centro de las miradas y no deja a nadie indiferente. Todos tienen que decir algo a sus Palabras. Y hay opiniones para todos, desde los que quedan asombrados y le admiran, hasta los que le discuten y le ponen en tela de juicio, pues su mensaje les deja mal y les fastidia su negocio. Esa es la pura realidad.

Jesús descubre la verdad y propone la justicia y la caridad, sobre todo con aquellos más disminuidos, más necesitados y excluidos. Y eso a muchos les fastidia. Posiblemente, podemos compartir que preocuparse por el desamparado y el necesitado cuesta, nos exige esfuerzo, desprendimiento y entrega, pero en ese darse se esconde esa felicidad que se busca desesperadamente. Jesús nos trae la buena Noticia, porque al darnos y amarnos hasta el extremo alcanzamos la verdadera salvación que buscamos.

Inundamos de tu Amor, Señor, y danos esa fortaleza y firmeza de afirmarnos firmemente, valga la redundancia, en tu Persona. Nosotros no queremos discutir ni poner en duda ninguna de tus Palabras. A pesar de nuestras limitaciones, de nuestras dudas y pecados, confiamos en Ti y nos fiamos de tu Palabra. Sólo queremos que no permitas que la confusión, el Maligno o nuestras dudas nos alejen de Ti, Señor.

Danos la fortaleza para también nosotros saber ser signo de contradicción para todos aquellos que quieren adaptar tu Palabra a sus conveniencias o a las reglas del mundo. Danos la valentía para defender con decisión la verdad, la justicia y el amor fraterno entre los hombres, aunque eso nos traiga rechazos, disensiones y malestar. Porque, eso nos descubre que estamos en el verdadero camino y siguiendo tu Palabra.

Por eso, Señor, te pedimos que nos aumentes nuestra fe, y nos sostengas unidos a los hermanos para que, juntos podamos ser fuertes y capaces de proclamar tu Palabra. Amén.

viernes, 16 de marzo de 2018

PERSEVERANDO ANTE TU PRESENCIA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


También yo estoy lleno de confusiones. No sé si realmente estoy en el camino cierto o me voy por los cerros de Úbeda. Quiero significar que no te experimento Señor como a mí me gustaría, ni te descubro como yo quisiera hacerlo. También, no sé si hago todo lo que puedo o regateo esfuerzos según la capacidad que Tú, mi Señor, me has dado. Sí, Señor, me confundo y me impaciento.

Entonces, me doy cuenta de la necesidad de la fe. Fe que todos los que te han seguido han mantenido en los momentos más oscuros de su vida. Sí, Señor, creer en Ti es lo más firme y más grande que podemos hacer, porque eso si está en nuestras manos. Tú nos lo has dejado. No podemos tener fe, pero si podemos seguirte, estar a tu lado y dejarnos llevar por tu Espíritu. 

Saber que la fe es un don que sólo Tú nos puedes dar y, por nuestra parte, nosotros tenemos que confiar y perseverar sabiendo que Tú pondrás clarividencia en nuestra mente para comprenderte y amarte. Está claro que el esfuerzo es duro, pero la recompensa es grande. Todos somos un poco Tomás, que si no vemos no creemos, pero también importa mantenernos en la comunidad para tener esa segunda oportunidad donde veamos claramente. Y eso esperamos, Señor, para como él decirte: "Señor mío y Dios mío".

Nuestra oración de petición de hoy, estriba en pedirte, Señor, paciencia, firmeza y perseverancia. A pesar de los ruidos y los prejuicios que se levantan en todos los ambientes, dejando en tela de juicio la identidad del Señor, yo quiero pedirte hoy, Señor, que mantengas mis esperanzas puestas en Ti; que disipes mis confusiones y, como un niño, se abandone en los brazos de su Padre.

Protégenos, Señor, porque somos ovejas dispersas y en medio de lobos, que nos confunden, nos esclavizan, nos someten y nos impiden ver al único y buen Pastor que nos reune, nos sostiene y nos conduce al redil del gozo, paz y plena felicidad eterna. En tus Manos nos ponemos, Señor. Amén.

jueves, 15 de marzo de 2018

JESÚS, RESPALDADO POR TESTIGOS

Resultado de imagen de Jn 5,31-47 por Fano
Un testimonio es válido cuando está refrendado por varios testigos, al menos tres. Y testigos que demuestren la verdad de lo afirmado. Sabemos que el propio testimonio no es admitido como tal. Jesús, habla del testimonio de Juan, declarado en el Jordán, no buscado como testimonio, sino con la intención de que les ayude a comprender.

Pero, sí tiene el testimonio del Padre, que le proclama su Hijo predilecto y nos manda que le escuchemos y hagamos lo que Él nos dice. Sus obras son las obras del Padre, las que le ha mandado a hacer. Él y el Padre son uno y si el Padre resucita a los muertos, así también Jesús da la Vida a los que quiere. Sus obras dan testimonio de que es el Hijo de Dios. Obras que realizo y que dan testimonio que el Padre me ha enviado.

Y el otro testimonio son las Escrituras, que los judíos interpretaban de acuerdo con sus intereses. ¿No sigue ocurriendo lo mismo hoy? A veces tratamos de darle vuelta a la Escritura poniendo nuestra interpretación para suavizar más nuestras culpas, en lugar de aceptar nuestra pobreza, nuestra debilidad y nuestro pecado. Y descansar en el Señor, que nos aliviará y nos convertirá.

Y es que levantamos barrera que nos impiden ver. Primero, nos falta el amor a Dios. No le conocemos ni nos relacionamos con Él intensamente. No le ponemos en el centro de nuestra vida. No nos abandonamos en sus Manos y confiamos en El. Luego, ¿cómo va a nacer el amor en nuestro corazón hacia Él? Fijémonos en las personas que dan testimonio de ese amor con Él y observemos el tiempo que dedican a estar en su presencia. María, la hermana de Marta, había escogido la mejor parte.

Otra barrera se encuentra en la ausencia de nuestra recta intención. Somos mal intencionados y damos rienda suelta a nuestra maledicencia y murmuración buscando sólo la gloria humana. Nos interesa lo de aquí abajo y cuando eso se manifiesta ocurren cosas como las que estamos viendo en este mundo, que nos ha tocado vivir. Y luego, nos preparamos las Escrituras a nuestra manera, tal y como hemos comentado.

Ante todas estas barreras, te pedimos, Señor, que nos ilumines, nos quite la venda que sostienen a nuestros ojos en las tinieblas y nos muevas a conversión. Una conversión más profunda, más cuaresmal y más cercana a Ti, para que cada día crezca más nuestro amor, nuestra entrega y nuestra buena actitud. Amén.

miércoles, 14 de marzo de 2018

NO HAY OTRA ALTERNATIVA

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Te pasarás la vida buscando tus deseos de felicidad, porque, ¿supongo que buscas la felicidad? Y te ocurrirá como aquel hombre de la piscina de Betsaida, no tendrás quien te empuje hacia ese camino de felicidad porque se encuentra en el amor. Y un amor entregado, universal, es decir, incluyendo a los enemigos, y eso tú ni yo lo podremos cumplir. Necesitamos la acción del Espíritu Santo para poder llevarlo acabo.

Por lo tanto, así de claro y rotundo, si quieres ser feliz necesitarás amar de forma integra, al bueno y al malo; al amigo y al enemigo. La referencia es Jesús que nos ama a ti y a mí no mereciéndonoslo. Y, sabemos, que eso es irrealizable para nosotros. Por lo tanto, la alternativa es clara, creer en el Señor y fiarnos de su Palabra..

Hoy nos lo dice claro en el Evangelio: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor». Hoy, que tenemos vida estamos todavía a tiempo. Se trata de creer en Jesús y de seguirle. ¿Cómo? Tenemos a su Iglesia, con todos los defectos que quieras, pero es su Iglesia, y el Espíritu Santo la dirige y la protege. Y tenemos los sacramentos y las comunidades, donde podemos experimentar la vivencia del amor. Por lo tanto, se trata de confiar y creer. Y no hay más vueltas de hojas, porque cuando no quieres creer tendrás siempre justificaciones y excusa para evadirte.

De cualquier modo, quieras o no, nuestra hora llegará y tendrás lo que hayas cosechado. Pidamos la luz que nos abra los ojos y que nos ayude a ver claro. A desenterrar nuestras parálisis y nuestros prejuicios para levantarnos y seguir al Señor. Amén.

martes, 13 de marzo de 2018

¿A QUIÉN BUSCAS PARA QUE TE CURE?

Resultado de imagen de Jn 5,1-3.5-16
Esa es la pregunta de millón, y la que a muchos nos pasa desapercibida. ¿Busca tu salvación en el mundo? ¿Crees que en una piscina puedes encontrar tu salvación? Quizás, por sus aguas medicinales puedes mejorar, pero la salvación no está ahí. Y, si no despertamos, podemos gastar nuestra vida esperando lo que no se puede esperar. Tal es el caso de aquel hombre que llevaba, nos dice el Evangelio, treinta y ocho años esperando que alguien le ayudara a sumergirse en aquella piscina.

¿También tú y yo esperamos que el mundo nos cure? La medicina puede aliviarnos y hasta prologar nuestra vida, pero salvarnos, no. Sólo, Jesús, el Señor, nos puede salvar y darnos Vida Eterna. Y aquel hombre, a pesar de tanto años, lo encontró. También tú y yo lo podemos encontrar en cualquier momento de nuestra, pero, para ello, tendremos que buscarle o estar atento cuando se hace presente en nuestra vida.

Malgastamos el tiempo y lo derrochamos en una espera inútil. No podrás resolver tus asuntos, y menos los de otros, sin no te agarras al Señor. Posiblemente, nos quedamos cerca del agua, pero nunca entramos, porque no sabemos entrar. Todo es de Dios y todo está sometido a Él. No podemos alcanzar la sobrenaturalidad si no estamos injertados en el Señor. Nosotros pertenecemos al mundo natural y cuando nos proponemos algo sobre natural por nuestra cuenta, fracasamos. Sólo Dios puede hacerlo.

Hay muchas parálisis que nos afectan y no nos percatamos de ella. Y también muchos paráliticos a los que no podemos ayudar porque, nuestros pecados, nos paraliza, nos envejece, nos empobrece y nos hace imposible alcanzar la verdadera agua Bautismal que nos salva. Necesiamos encontrar al Señor y a su Gracia, y pedirle que nos sumerja en las aguas de la Gracia, de la oración, del silencio, de los sacramentos, para que fortalecidos por ellos superar esas parálisis que nos afectan a nuetras vidas y nos mantienen lejos del Señor.

Pidamos al Señor como aquel parálitico, que nos cure y que nos saque de nuestras parálisis que nos impiden amar, porque es en el amor donde encontramos nuestra salvación y nuestra felicidad. Amén.