Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 24 de julio de 2016

HAZ, SEÑOR, QUE MI VIDA SEA UNA ORACIÓN



La oración se hace verdadera oración cuando se encarna en la vida. Una oración desencarnada se convierte en religión, precepto o piedad sin savia divina y sin vida y sin frutos. Porque la oración tiene como resultado dar frutos, y si no los hay es que es oración sin vida, muerta. No hay gripe auténtica si no contagia, y, siguiendo el mismo paralelismo, no hay oración cuando no se refleja en la vida.

El Padre nuestro que Jesús nos enseña es una oración encarnada en la vida, porque es la relación de un Padre con sus hijos. Un Padre al que santificamos su Nombre porque nos ha dado la vida y todo lo que tenemos y somos. Un Padre al que le pedimos su Reino porque entendemos que es en su Reino donde verdaderamente podemos ser felices. Y, un Padre, al que también pedimos nuestras necesidades de cada día y su Perdón, cómo y en la medida que también nosotros estamos dispuestos a perdonar. Y que nos libre de exponernos a las tentaciones.

Una oración encarnada, porque ese Padre Vive, está pendiente de nosotros y, en su Hijo Jesús se hace presente en cada reunión en su Nombre. Es un Dios vivo, que actúa en cada instante de nuestras vidas y que habla y escucha y camina con cada uno de nosotros. Es un Dios con el que hablamos en el peregrinar de nuestros caminos y con el que interactuamos en todo momento. Por lo tanto, no puede ser una oración que sirva sólo para un rato, para cumplir con un precepto o para utilizarla en puntuales momentos como normas o hábitos de vida. ¡No, así no!

Es una oración viva y modelo y referencia de vida. Es una oración que incide en cada actitud y vivencia existencial de nuestro ser, actuar y obrar. Es una oración que nos invita a santificar el nombre de Dios, a buscar su Reino y nuestro pan de cada día, a perdonar y a cuidarnos de ponernos en peligro alejándonos de la actitud de vivir en su Voluntad. Es una oración de relación íntima y diaria con Alguien que Vive y está dentro de mí.

Por eso, Padre, dame la sabiduría de descubrir tu presencia en cada instante de mi vida, conmigo mismo, en mi relación con los demás, sobre todo en la actitud de perdonar las ofensas recibidas, y fortalece mi perseverancia e insistencia en no perder la confianza de pedirte todo aquello que me relaciona y me lleva a Ti y al gozo de tu presencia. Amén.

sábado, 23 de julio de 2016

¿DÓNDE ME PLANTO, SEÑOR, PARA ETERNIZAR MI VIDA?



Sólo Tú, Señor das sentido y norte a mi vida. Sólo tú, Señor, ordenas el armario de mi endurecido corazón con sentido, y pones esperanza en el lugar destacado que corresponde a mi vida reforzando así la confianza y la fe en Ti, mi Señor. Sólo Tú, Señor, alimentas y das nueva savia a mi vida para que dé frutos en tu Nombre y para tu Gloria.

Sólo Tú, Señor, alientas mis pasos y orientas mi camino lleno de sombras, de dudas, de fracasos, errores,  miserias y de pecados, lavándolos con tu Perdón y Misericordia. 

Gracias, Señor, por tu descanso y por tu alivio; por tu comprensión y tu paciencia. Da Luz a mi pobre vida y fortalécela para que sea dócil y fiel a tu Palabra y a tu Voluntad. Amén.

viernes, 22 de julio de 2016

DAME, SEÑOR, LA GRACIA DE DESCUBRIRTE DENTRO DE MI VIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




No parece que me cueste mucho decir que Vives y has Resucitado. Pero, cosa diferente es que me lo crea ardiente y profundamente, y que experimente tu viva presencia alrededor de mi vida. Tu Misterio no está al alcance de mi capacidad ni de mi entendimiento. Necesito tu Luz y el Auxilio del Espíritu Santo, para verte y experimentarte dentro y en el obrar de cada instante de mi vida.

Esa es la Gracia que hoy, Señor, te quiero pedir. La Gracia de sentirte, de experimentarte, de verte, de escucharte y de encontrarte como lo hizo María Magdalena. Pero, también, la Gracia de sentir la inquietud de buscarte y de caminar a tu encuentro para descansar en Ti mis fracasos, mis anhelos, mis impaciencias, mis luchas y mis pecados. Porque sin Ti, mi Señor, no podré soportar mi pesada carga y sucumbiré a las tentaciones de este mundo.

Por eso, mi Señor,  es una Inmensa alegría escuchar la Noticia, la Buena Noticia de tu Resurrección, porque ella nos llena de esperanza, de alegría y Vida. Vida que se renueva y se transforma cada vez que, Tú, Señor, te haces presente en nuestra Vida.

Y te pedimos que nos des la sabiduría de descubrirte en todas partes, a derecha e izquierda, delante y detrás. Arriba o abajo, en el pobre, en el marginado, en el que te busca y no te encuentra y en los necesitados. Pero también en aquellos que te rechazan, quizás porque no te conocen o porque no han oído hablar de Ti.

Ábrenos, Señor, nuestros oídos y nuestros ojos, para ver y escuchar tu Palabra y tu Mensaje, y hacerlo vida en nuestra vida y en lo más profundo de nuestro corazón, para que vivido y transmitido en nuestro obrar de cada día sea conocido, escuchado y vivido por todos aquellos que buscan la eterna felicidad. Amén.

jueves, 21 de julio de 2016

LA SUERTE DE CONOCER TU PALABRA



No es para menos el tomar conciencia de la gran suerte y la dicha de sabernos nacidos en el tiempo donde se ha dado a conocer los misterios del Reino de los cielos. Sí, porque los anteriores a Jesús no pudieron ni ver ni oír su Palabra y sus obras. Sin embargo, a nosotros se nos ha dado esa oportunidad.

Te damos gracias, Señor, por esta suerte, pero te pedimos que no tengamos nuestros oídos cerrados, ni nuestros ojos vendados. Que los abramos y estemos atentos a tu Palabra y a tus signos. Porque Tú nos dice que: "a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará". Y es que está claro, porque quienes no escuchan tu Palabra, perderán todo lo que tienen en este mundo y la vida para la eternidad. Sin embargo, los que la escuchan y la conservan, no sólo conservaran la vida que tienen, sino que la tendrán para toda la eternidad en tu presencia.

Queremos, Señor, vivir en tu Palabra, y te suplicamos que nos des la sabiduría de permanecer en ella, acogerla y vivirla, para que transforme nuestras vidas y aumente nuestra fe. Sostennos despiertos y atentos a la acción del Espíritu Santo, para ser dócil a su Palabra y nos dejemos llevar por sus impulsos, y buscar siempre gustad siempre del bien y gozar con tu consuelo.

Gracias, Señor, por conocerte y por tu Iglesia, que nos ayuda a perseverar y a recordarnos el camino de salvación para que, distraídos por las tareas y tentaciones de este mundo, no perdamos el rumbo ni el norte de tu Palabra y tu Misericordia. Ayúdanos a esforzarnos en ser perfectos, a perdonar, a atesorar valores para el Reino de los cielos, a no juzgar y a buscar y desear el bien, que deseo para mí, también para todos los demás. Amén.

miércoles, 20 de julio de 2016

EN CONSTANTE REBELDÍA



Siempre tengo alguna queja. Me resisto a aceptar mi propia tierra. Y esa actitud es la que provoca envidias, odio y criticas negativas que provocan enfrentamientos y lejanías. Quiero la tierra del vecino, los frutos que produce el otro. Quiero todo lo del otro porque no me contento con lo mío. Quiero más y lo mejor.

Y en ese querer me distraigo y olvido de recoger las semillas a la orilla del camino y llevarlas a tierras donde puedan crecer y dar frutos. Y no lucho en las tierras del pedregal dejando que la raíz se seque por la poca profundidad de la tierra. ¿No se puede hacer algo y añadir más tierra? O, abandono y dejo que los abrojos ahoguen la semillas mientras las contemplo con los brazos cruzados. Todo menos aceptar el reto y camino de tu vida con la esperanza de salvarla para la eternidad.

La cuestión es transformar todos esos inhóspitos lugares, que terminaran por matar la semilla buena plantada en mi corazón, en buenas tierras para que bien fertilizadas por el buen Sembrador den los frutos apetecidos y esperados. Y eso lo puedes hacer confiando y poniéndote en Manos del Espíritu Santo que, enviado por el Padre, el Señor nos regala para que nos auxilie y asista en esa lucha constante por el camino de nuestra vida.

Pidamos esa Gracia y pongamos nuestra confianza en la Palabra del Señor, que nos alumbra y describe el camino con sus peligros y tentaciones para que los podamos sortear y, de su Mano, alcanzar la fortaleza y capacidad de transformar la tierra de nuestro corazón en buena tierra que dé los frutos que el buen Sembrador espera.

Danos, Señor, la sabiduría y la paciencia para, aceptando la clase de tierra que me has dado en este mundo, sepa transformarla con tu Gracia en la tierra buena que tu esperas recibir y que yo, por tu Amor y salvación, quiero darte. Amén.

martes, 19 de julio de 2016

LA SANTIDAD NO ES COSA DE VÍNCULOS



En la vida estamos relacionados por vínculos. Las familias nacen por vínculos y en ellos se estrechan las relaciones. Pero también, la experiencia nos dice que nacen vínculos en la amistad y en relaciones laborables y de otros tipos. Sin embargo, Jesús habla de otro vínculo, la Santidad. 

Somos hijos de Dios, no por la sangre, sino por el amor que Dios nos tiene y por el que nos ha creado. Y su relación con nosotros se sostiene en el amor. Y es ese amor el que nos acerca y nos acoge como hijos suyos. Por lo tanto, todo está sostenido en vivir en su Palabra y su Voluntad, porque cuando hacemos la Voluntad de Dios estamos amándole.

Pero no es fácil amar, porque el amor exige renuncia y soportar los defectos de los demás. Amar es la asignatura de nuestra vida y siempre la tendremos pendiente de aprobar. Amar es el título de nuestra filiación filial como hijos del Padre. Es el amor los que nos une y nos hace hijos de nuestro Padre Dios. No hay otro parentesco ni otra forma de relacionarse con Dios.

Y en eso nos da y nos sirve de ejemplo y modelo María. Madre de Dios por elección del Padre, pero Madre, hermana, hija...etc., porque ha amado y realizado la Voluntad de Dios. Jesús, lejos de mostrarse indiferente a su presencia, sabe que la destaca y la encumbra en la excelencia de ser su Madre, y la primera en cumplir la Voluntad de su Padre, que la ha elegido para ser su Madre aquí en la tierra.

Danos, Señor, esa sabiduría, como tu Madre María, de saber amar en sintonía contigo y con la Voluntad de tu Padre, que nos ha hecho coherederos de su Gloria hermanados en Ti por los méritos de tu Pasión, Muerte y Resurrección. Amén.

lunes, 18 de julio de 2016

LA POCA REFLEXIÓN TE VUELVE CIEGO



No se trata de hacer y hacer. Ni tampoco de llenarse de actividades que te hagan perder la capacidad de tomar conciencia de lo que haces y cómo lo haces. Se trata de ser y hacer. Se trata de controlar lo que haces y ponerlo al servicio del bien de los demás.

El camino necesita reflexión y tomar conciencia del destino a dónde vas. Sería absurdo caminar sin una meta prefijada a dónde dirigirse. Caminar sin saber dónde vas es lo mismo que agobiarse, desesperarse y de experimentarse angustiado y desorientado. El hombre necesita pararse y poner su camino en orden, porque la poca reflexión te impide ver y te vuelve ciego.

¿No te ha ocurrido pasar una y mil veces por la misma calle y preguntarte por ella y no saber dónde está? Pues a mí sí. En cierta ocasión me preguntaron por la calle la Gaviota y no supe decir donde estaba. Más tarde me enteré que era una calle por la que pasaba asiduamente. Igual nos puede ocurrir con nuestra propia vida. Nos la han dado. No nos han pedido permiso para regalárnosla, porque se supone que todos la aceptamos, pero tampoco nosotros, en muchos casos, nos preguntamos para qué nos la han dado y a dónde nos dirigimos.

Y si nos dejamos llevar por el ajetreo que la propia inercia de la vida nos envuelve, puede ocurrir que perdamos el norte y nos aventuremos en un mar sin rumbo ni brújula. Conviene, pues reflexionar y pensar que camino y rumbo tiene nuestra vida. En esa intención descubriremos que sólo hay una cosa importante, tal es saber nuestro destino. Porque conociéndolo nos conduciremos mejor y viviremos esforzándonos en ese sentido.

Por eso, en esta humilde y simple reflexión, Padre del Cielo, queremos pedirte que nos ilumines el camino para saber realmente a dónde nos dirigimos. Y ello nos exige prestarte atención y atenta escucha, y estar vigilantes para no distraernos ni perdernos con el ajetreo y las tentaciones que las cosas de este mundo nos ofrecen. Amén.