Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 7 de marzo de 2020

PERDONAR NO ESTÁ EN MIS MANOS

Resultado de imagen de Mt 5,43-48
No puedo atreverme a perdonar, sobre todo a los enemigos, con sólo mis fuerzas. Me es del todo imposible porque mi naturaleza está herida por la envidia, el odio, la venganza, el poder y el egoísmo. Mi inclinación es espontánea y responde con la misma condición: a ofensa recibida, ofensa como respuesta. Es la condición humana la que prevalece y a la que no puedo escapar.

Saber que estaré vencido y a merced del Maligno es cierto y sería disparatado intentarlo vencer con mis propias fuerzas. Eso lo he de tener muy claro: sin el concurso, la asistencia y el auxilio del Espíritu Santo no podré perdonar. La fuente de mi misericordia debo de encontrarla en la fuerza y la Gracia del Espíritu Santo. Para eso ha venido a mí en la hora de mi bautismo.

Por tanto, consciente de mi debilidad y flaqueza,  te pido, Señor, la Gracia de perdonar y ser misericordioso, en y por tu Nombre, con y a todos los hombres sin distinción ni condición, actuando tal y como Tú lo haces conmigo. De forma gratuita y desinteresad, sólo por verdadera Amor. Gracias, Señor, por tu Inmenso Amor y Misericordia. Amén.

viernes, 6 de marzo de 2020

NO ES COSA FÁCIL LA RECONCILIACIÓN

Resultado de imagen de Mt 5,20-26
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Una cosa es decirlo y otra hacerlo. Me refiero a la reconciliación. No parece que nos sea muy difícil reconciliarnos con Dios, pero la cosa cambia cuando tenemos que hacerlo con otras personas de la misma naturaleza que la nuestra. A nuestro Padre Dios no lo vemos y nos consideramos inferiores y, por tanto, nos resulta más fácil humillarnos, obedecerle y arrepentirnos de ofenderle. 

Pero, todo cambia con respecto a los hombres. La cosa es diferente y, pedir perdón a uno igual que yo, y que, quizás lo considero menos que yo, me resulta muy difícil, hasta el punto que no puedo hacerlo. Entonces experimento que necesito la Gracia y el auxilio del Espíritu Santo. Sin Él no podré hacerlo. Por eso, en el Sacramento de la Reconciliación encuentro las fuerzas para perdonar a aquellos que he ofendido o me han ofendido.

No se trata de reconciliarme con Dios yo sólo y que todo quede entre Él y yo, sino que, esa reconciliación me valdrá en la medida que yo me reconcilie con el ofendido o con el ofensor. Es decir, según sea yo el que haya ofendido o sea el ofendido. Y nos damos cuenta que así debe ser, porque es lo que verdaderamente le da sentido a esa intención de dolor de contrición y de arrepentimiento. No queda sólo en palabras sino que realmente demuestras tu arrepentimiento humillándote o siendo misericordioso ante la persona ofendida u ofensora.

Pidamos al Espíritu Santo que nos dé la fortaleza y la voluntad necesaria para afrontar nuestras acciones, con verdadera humildad y mansedumbre, con las que podamos ofender o ser ofendidos ante los demás. Amén.

jueves, 5 de marzo de 2020

NO NOS CANSEMOS DE PEDIR

Resultado de imagen de Mt 7,7-12
Pedir y se les dará, nos ha prometido Jesús:  « Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y... - Mt 7, 7-12 - por tanto, pidamos con verdadera confianza sabiendo que nuestro Padre nos escucha y nos atiende y nos dará lo que realmente necesitamos y nos conviene. Y es muy importante saber y confiar en esto que acabo de decir, "lo que realmente necesitamos, sobre todo para la salvación de nuestra alma", porque eso es lo único y verdaderamente importante.

Nos hacemos esta pregunta, ¿qué es lo verdaderamente importante? Supongo que todos coincidiremos, al menos los que creemos en ella y que, por los méritos de Jesús, y la Misericordia de nuestro Padre Dios podemos alcanzarla, la Vida Eterna. Eso no descarta que todas las demás, me refiero a las necesidades que corresponden a nuestra naturaleza humana, son importantes y tenemos que pedirlas también, porque realmente las necesitamos. Sin lugar a duda que sí.

Pero, siempre guiados y alentados por y con la confianza de que nuestro Padre nos escucha y sabe lo que realmente necesitamos y lo que nos conviene. Es esa la actitud que tenemos que tener y la confianza con la que debemos dirigirnos a nuestro Padre, siempre abiertos a su Misericordia y a lo que Él disponga sobre nosotros. Sabemos y conocemos que Dios está presente en nuestra vida, pero también que nuestra naturaleza, pecadora, pobre, finita y limitada necesita de la Gracia y el Poder del Padre que nos ama.

Es en esa confianza donde debemos postrarnos pacientemente,  obedientemente y confiadamente y abrirnos a la acción de su Espíritu, sumisos a su Voluntad y esperanzados en que nuestro Padre Dios nos llevará, nos indicará, nos abrirá la puerta necesaria para llegar a Él. Amén.

miércoles, 4 de marzo de 2020

INSISTIMOS, SEÑOR: "AUMENTA NUESTRA FE"

Resultado de imagen de Lc 11,29-32 por Fano
De nuevo, Señor, y siguiendo tus propias instrucciones, y aprovechando este tiempo cuaresmal, insistimos en pedirte que aumentes nuestra fe. Una fe que necesitamos conservar, sostener y acrecentar en tu Palabra y en tu Persona, porque, Tú, Señor, nunca nos ha fallado y tu Palabra siempre se ha cumplido. Una fe que nos sostenga vivos, despiertos, vigilantes y atentos a la escucha de tu Palabra.

Una fe que no nos exija pruebas ni signos, pues Tú, Señor, eres el Signo y la Persona que nos alumbra y nos das la luz que necesitamos para creer. Una fe que nos mueva a abandonarnos en tus Manos y permanecer y perseverar abiertos a tu obediencia, sin condiciones sino disponibles a tu Amor y por tu Amor.

Aumenta nuestra fe, Señor, para que, sin titubeos ni vacilaciones sigamos tus pasos con voluntad firme y decidida a pesar de nuestras debilidades, miserias y pecados. Amén.

martes, 3 de marzo de 2020

PADRE DE TODOS

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La oración del Padrenuestro nos une a todos, porque decimos que Dios es Padre de todos. No decimos Padre mío, sino Padre nuestro. Y, aunque lo hagamos en la intimidad, estamos siempre rezando por todos y unidos a todos. Porque, nuestro Padre Dios nos ha creado a todos y, por consiguiente, nos quiere a todos y ha venido a salvarnos a todos. Así que cuando hablamos con Dios nos sentimos hermanos todos.

No cabe ninguna duda que nos cuesta mirar para nuestro propio interior. Vernos interiormente nos resulta duro y no siempre podemos hacerlo, aunque sabemos que lo necesitamos y nos es muy necesario. La oración del Padrenuestro nos ayuda a tener ese encuentro con el Señor y con nosotros mismos. Viene a ser como un espacio breve y sencillo donde, acompañados por la mirada del Padre, podemos vernos interiomente y disponernos a perdnar en la misma medida que también somos perdonados nosotros por el Padre.

Es siempre el Padrenuestro una oración que nos da la oportunidad de pedirle a nuestro Padre fuerza para hacer su Voluntad y no la nuestra; para pedirle el alimento diario y, sobre todo, el alimento del alma que nos da la Viday nos mantiene unido al Señor, Padre nuestro. Y también, la oración del Padrenuestro es la oportunidad para pedirle que fortalezca nuestro espíritu para resistir las duras tentaciones de cada día, que se nos presenta en el desierto de nuestra vida, pero, también, le pedimos para que sepamos evitarlas y alejarnos de ellas.

Gracias, Padre nuestro, por esa hermosa y verdadera oración del Padrenuestro, que me acompaña cada día y me señala el verdadero camino que me lleva al encuentro y unión contigo. Amén.

lunes, 2 de marzo de 2020

OBRAS DE MISERICORDIA POR AMOR A JESÚS

Resultado de imagen de Mt 25,31-46 por Fano
Es de sentido común que si todos nos esforzamos en vivir pendiente de los demás, sobre todo de aquellos más necesitados, todo iría mejor. Y es verdad que si todos tratÁramos de vivir en la verdad y la justicia el mundo iría mejor. A nadie se le esconde que si tratáramos de preocuparnos los unos por los otros habría menos miseria. El mundo sería mejor.

Supongo que eso no se puede negar ni discutir. También es verdad que muchos no merecen que se les ayude y no corresponden a las preocupaciones que se tienen por ellos. Sin embargo, tampoco merecemos nosotros que Dios haya tenido Misericordia de nosotros, sin merecerla, e incluso haya enviado a su Hijo para que diera su Vida por nosotros. Si eso ha hecho Dios con nosotros, pregunto, ¿no tendríamos que hacer lo mismo con los demás aunque no nos correspondan?

Creo que esa forma de actuar nuestra está en relación con el Padrenuestro. Perdonar hasta setenta veces siete incluye el intentar ayudar también setenta veces siete. Ahora, también es verdad que nuestra capacidad no puede con esa misión. Necesitamos la asistencia y el auxilio del Espíritu Santo para poder amar y perdonar si mirar a ser correspondido. Por eso, tenemos que estar unidos al Señor e injertados en el Espíritu Santo, que ya hemos recibido en el bautismo. De ahí la importancia del bautismo.

Pidamos con toda confianza el auxilio del Espíritu Santo para poder ser capaces de cumplir esa misión de amar sin condiciones. Para ser capaces de perseverar y soportar todas esas afrentas y rebeldías que rechazan nuestro desinteresado servicio y amor. Pidamos que tengamos siempre presente que lo hacemos por amor a nuestro Señor, porque, Él ya lo ha hecho y lo sigue haciendo por nosotros. Amén.

domingo, 1 de marzo de 2020

DINERO - PODER - PRESTIGIO

Resultado de imagen de Mt 4,1-11
Quieras o no tu vida es un desierto. Un desierto en el que luchas cada día por encontrar agua. Esa agua en la que tú piensas que está esa felicidad que buscas. Porque, desierto es camino de búsqueda de ese oasis que te dé felicidad, seguridad y gozo pleno. Por eso, caminas y caminas cada día y te levantas y empiezas una nueva jornada que significa lucha y lucha.

Buscas el agua que te dé dinero; el agua que te dé poder y el agua que te dé prestigio. El agua que es signo de vida, de riqueza, de poder y prestigio. Pensamos que es en esa riqueza, poder y prestigio está nuestra felicidad. Ese es nuestro desierto de cada día en el que sufrimos las tentaciones que nos seducen y con las que establecemos una lucha a muerte por resistirnos a entregarnos para perseverar en el seguimiento a Jesús y a su Palabra. Él nos enseña el camino en su vivencia y retiro al desierto.

Y todo eso sucederá en los cuarenta días  con sus respectivas noches que dure nuestra vida., porque eso es lo que significan los cuarentas días y noches, todo nuestro tiempo de lucha para convertirnos y perseverar en el seguimiento y cumplimiento de los mandatos del Señor. Las tentaciones del desierto que padeció y sufrió Jesús son también las nuestras. Todos buscamos y padecemos la tentación del pan material. Nos importanOra mucho los bienes materiales y nos desviamos del camino del desierto interesados en acumular bienes y poseerlos. Y Jesús nos dice: «Está escrito: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’». 
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Pero, también somos tentados por la ambición del poder. Queremos ser poderosos, mandar e imponer nuestros criterios y formas de pensar. Queremos ser los dueños de todo lo que nos rodea y mandar a nuestro capricho y antojo. Queremos el mundo y la respuesta de Jesús es: «Apártate, Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él darás culto’».

¡Y cuánto nos importa el prestigio! Queremos lucirnos y que todos se enteren de lo que valemos, de que somos el mejor, el perfecto, el elegido, el bueno de la parroquia. Somos también tentados a que vean lo bueno que somos: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: ‘A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna’». Jesús le dijo: «También está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’».

Pidamos ser humildes y mansos, y, sobre todo, fiarnos del Señor y se fiel y obediente a su Palabra. Pidamos que cada día, como Él en el desierto, nosotros también podamos salir airosos por obra del Espíritu Santo, de nuestra lucha contra el demonio. Amén.