Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 7 de junio de 2016

¿DOY GUSTO Y ALUMBRO LA VIDA DE LOS QUE ME RODEAN?




Ser sal y luz es la meta que todos nos proponemos. Aunque muchos no lo sepan ni lo tengan presente, todos buscamos y nos gusta ser sal y luz. Porque los somos cuando transmitimos un mundo de esperanza, de futuro, de salvación. Y eso lo hacemos cuando, confiados en el Señor, cantamos sus alabanzas y glorias según su Palabra.

Uno de nuestros grandes errores es buscar esa alegría y testimonio en cosas grandes, heroicas o que llamen la atención. ¿Dónde se dice eso? No se trata de eso, simplemente se trata de amar. Y amar se hace desde lo pequeño a lo grande. Donde estés y donde la vida te exija esa sonrisa, esa palabra de esperanza, ese servicio o esa repuesta agradecida.

En cualquier instante y momento de nuestras vidas podemos ser sal y luz. Y lo somos cuando eres capaz de guardar silencio y con debida prudencia tratar de no herir; cuando te esfuerzas en ser respetuoso y mirar si estás marginando a alguien; cuando miras y te preocupas por que el otro se sienta bien y atendido; cuando tratas de, más que hablar, vivir tu amor. Porque lo que convence no son tus palabras ni las mías, sino cuando comprobamos y experimentamos que tus palabras coinciden con tu vida.

¿Qué pensarían de mí si lo que digo no se corresponde con mi vida? Indudablemente, ¡todo se vendría abajo!, ¿no? Otra cosa es que mi vida presenta fallos, debilidades, errores y fracasos, y en muchos instantes pierdo el control y no doy buen ejemplo. Eso, simplemente, significa que soy pecador, pobre y mísero, y que, por eso, como todos ustedes necesito el Perdón y la Misericordia de Dios. El único Perfecto.

Por eso, insistentemente y sin desfallecer, no dejemos de pedir a cada instante la fortaleza y la voluntad de estar siempre dispuesto a ser sal y luz, y con nuestro humilde esfuerzo en el Espíritu Santo, contagiar de alegría y esperanza este mundo y alumbrarlo hacia la Casa del Padre, el lugar donde ya la alegría y la paz estarán eternamente presente. Amén.

lunes, 6 de junio de 2016

QUIERO SER, SEÑOR, BIENAVENTURADO



Esa es la lucha de cada día, la de contarme entre tus bienaventurados. Y no es fácil, Señor, porque para lograrlo hay que seguirte, y seguirte a Ti supone un camino de cruz, de renuncias y desapegos; de olvidos de ti mismo y de entregas sin condiciones. Seguirte a Ti es aceptar ir muriendo cada día a mis egoísmos hasta llegar a ser libre por y en tu Amor.

¡Qué hermoso y bonito es alcanzarlo y quererlo! Pero qué difícil es recorrerlo. La locura sería querer andarlo sin tu concurso. Ese sería el disparate más grande que podamos cometer. Hay muchos que así lo piensan y lo comienzan. Quieren, ensoberbecidos y orgullosos, alcanzar la felicidad por sí mismos y creen poder conseguirlo. No advierte su esclavitud por el pecado y no observan que están sometidos a su propia humanidad herida y pecadora. ¡Cómo olvidarnos de Ti, Señor, a la hora de superar mis pecados!

Te necesitamos ardientemente y desperadamente. No sabremos ni podemos dar un simple paso sin tu Espíritu reconfortante y tu Amor ardiente. Todo nos remite a Ti, porque Tú estás en todas partes. Y vivir tu bienaventuranzas es vivir en, con y por Ti. Tú eres el impulso y la fuerza que nos mueve y nos transforma; Tú, mi Señor, eres la esperanza que alimentas mi espíritu y lo conviertes según tu Voluntad. Tú, mi Señor, eres la llama que no cesa y que renuevas mi vida constantemente y a cada instante. ¿A dónde voy sin Ti?

¡Señor, llena mi vida de Ti! ¡Señor, dame la sabiduría de saber escuchar y seguir tus Señales, tus Pasos y tu Palabra! Dame la Gracia de contar entre tus bienvaventurados y ser pobre de espíritu, manso, compasivo, misericordios, sediento y hambriento de justicia, limpio de corazón y bien intencionado, buscador de la paz y dispuesto a sufrir injurias, persecuciones y toda clase de mal por Ti. Porque sé que detras de ese camino está la plenitud del gozo y de la Vida Eterna.

Porque, Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna: "Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros". Amén.

domingo, 5 de junio de 2016

¡SEÑOR, VIDA ETERNA!



Claro que me gustaría que me curaras, Señor, y también que me salvaras de la muerte en este mundo. Pero, sé que tendrá que llegar mi hora final en este camino mundano, y, también sé, que en esa hora Tú no podrás intervenir porque así lo has dispuesto tu mismo. Y tendré que compartir esa hora final de mi vida, es decir, mi muerte, contigo. Y esa es la hora más gloriosa e importante de la vida de todo hombre.

Eso es lo que quiero pedirte hoy, Señor. Ser salvado en esa hora final de mi vida para estar contigo y gozar de tu compañía eternamente. Porque esa es la salvación definitiva y eterna. Eso es lo que cuenta, Señor y eso es lo que te pido: "Ser sanado el día de la muerte de este mundo y quedar limpio de pecado, para reunirme contigo. Todo lo demás es transitorio y secundario.

Dame, Señor, la Gracia de saber el día y la hora de mi partida, para disponerme y prepararme al encuentro contigo. Has que mi vida sea una total preparación para ese momento tan importante y crucial, y que todos mis esfuerzos vayan en esa dirección, es decir, a cumplir tu santa Voluntad: "Amar", pues ese es tu Mensaje y tu Testimonio, amar hasta el extremo.

sábado, 4 de junio de 2016

REZAR ES SEGUIR EN EL CAMINO, COMO MARÍA Y JOSÉ


No es fácil continuar el camino de conversión ante tantas sorpresas y dificultades. Hay muchas lagunas que ni siquiera podemos  superar, sino simplemente sortear y dejarlas atrás conservándolas en nuestro corazón. Y eso exige esfuerzo, voluntad, perseverancia y, sobre todo, confianza.  Y en eso, María y José nos dan ejemplo y nos alumbran el camino.

En eso consiste nuestra oración de hoy, la súplica para fortalecernos y no desfallecer. Sí, Señor, queremos seguirte a pesar de no entender muchas cosas y muchas actitudes que nos confunden y desaniman. El diablo está metido también en la Iglesia y consigue confundir y desviar a muchos de nosotros, que multiplicamos sus efectos y aumentamos el daño y las heridas.

Necesitamos la fuerza de tu Gracia, Señor, para crecer también en sabiduría y madurez según tu Voluntad. El ejemplo de María y José ante la sorpresa del comportamiento de Jesús nos marca la pauta para también nosotros, llenos de paciencia y esperanza, soportar los interrogantes y misterios que no entendamos y que construyen barreras que pueden dificultar nuestro camino.

Danos, Señor, la Gracia de sentirnos acompañados, protegidos y comprendidos por nuestra Madre, María, y con la misma actitud que ella tuvo contigo, siendo dócil a tu Voluntad,  dejarnos que tu Gracia nos inunde y nos transforme para crecer en sabiduría y en madurez y poder amar y servir como Tú, nuestro Señor, nos has enseñado. Amén.

viernes, 3 de junio de 2016

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Siempre. Señor, seré oveja perdida, porque en cualquier momento que me aleje de Ti estará el lobo del Maligno pendiente de confundirme, tentarme y alejarme de Ti. Necesito estar siempre en tu presencia y no alejarme de tu pastoreo y vigilancia. Y eso se consigue no alejándome de la Iglesia, el redil donde estaré protegido de todo peligro. Es verdad que a veces el Maligno se viste de oveja y se introduce dentro del redil, pero Tú nos has prometido el auxilio del Espíritu Santo para defendernos e iluminarnos y saber por donde tendremos que ir.

Y a Él recurrimos confiados en su auxilio y protección. Es también verdad que estando unidos seremos mucho más fuertes e iremos más seguros. Por eso, Señor, queemos estar siempre dentro de tu rebaño y entre tus elegidos y protegidos, y para eso te pedimos que fortalezcas nuestra voluntad y aumentes nuestra sabiduría para saber que lo mejor para tener buenos pastos es dejarnos pastorear por Ti.

Danos, Señor, la Gracia de estar siempre entre las noventa y nueve que dejas en el campo y la alegría de también celebrar el encuentro de la perdida y de colaborar, junto a todas, para que ninguna se pierda.

Gracias, Señor, por tu pastoreo y por cuidarnos tanto hasta el punto de entregar tu Vida por salvarnos. Danos también la Gracia de dejarnos amar y de que nuestro amor se fortalezca y crezca para perseverar y permanecer siempre entre los de tu rebaño. Amén.

jueves, 2 de junio de 2016

UN AMOR QUE EXIGE RENUNCIA Y DESPRENDIMIENTOS



Todo está contenido en lo mismo. No hay más. El egoísmo de administrar tu propia vida y no compartirla te separa del otro y te impide amarlo. Cuando no se ama es porque no se comprende. La misericordia exige fundamentalmente eso, comprender. No persigue ni busca justicia, sino comprensión. Y al comprender, perdonas. Perdonas lo injustamente hecho.

Porque perdonar no es que no se reconozca el error, la falta o pecado, sino que se comprende la debilidad, la necedad, la fuerza del egoísmo que ha llegado a vencerte y hacerte errar. Misericordia quiero y no sacrificios (Mt 9, 13), dice el Señor. Esa es la clave de nuestro amor. Realmente amamos cuando somos capaces de ser misericordiosos. No como a nosotros nos gustaría o pensamos, sino como el Padre es con nosotros. La medicina es el ejercicio del esfuerzo de parecernos con el Padre.

Y eso ya sabemos que ruta nos marca. Reflexión y escucha de la Palabra, Penitencia y Eucaristía. Todo lo demás irá viniendo por el camino. Y sobre esa Roca, que es la Palabra y la Eucaristía, se construye el único y verdadero amor. Un amor que no se escapa de tempestades, de tormentas y fracasos, pero un amor que, apoyado en la acción del Espíritu, está capacitado y preparado para soportarlo todo. Un amor capaz de exigirse renuncias y desprendimientos, y capaz de madurar y crecer hasta gozar en el darse más que en el recibir.

Pero llegar a ese momento y experiencias exigen un camino y un dolor. No es fácil, pero sí es posible. Posible si se recorre bien acompañado. La verdad no se aprende en los libros, sino en el propio camino. Tampoco está en el cambio, sino en la actitud del que quiere cambiar. No se trata de buscar en otros lo que no encuentras en el tuyo, porque eres tú y el otro quienes tienen que experimentar esas renuncias que exigen, y esos desprendimientos que buscan.

Sólo quien ha sido capaz de renunciar a su Divinidad, tomando naturaleza humana y despojándose de todo rango, sabe entender eso. Por eso es el Único que tiene autoridad para decirnos que: "Ámense como Yo les he amado". Y eso te pedimos, Señor. Amén.

miércoles, 1 de junio de 2016

DISIPAS MIS DUDAS, SEÑOR



No me asustan las dudas, Señor, porque sé que mi capacidad no puede alcanzarte ni entenderte. Si así fuera mi desilusionaría, porque sería un dios entendible, capaz de comprender. Y eso significaría que no serías dios. Mi sentido común me dice que Tú tienes que ser un Dios Grande, Inmenso, Poderoso y Creador. Un Dios capaz de crear todo lo que mis ojos pueden, de momento, alcanzar a ver. Un Dios que no se puede explicar, y menos entender, porque su Inmensidad es ininteligible e inefable.

Un Dios que está por encima de todo lo que existe, porque la existencia ha salido de Él. Un Dios del que me fío y del que espero la plena felicidad en el otro mundo que Él nos tiene prometido. Tratar de entenderlo es rechazarlo, porque la misión será imposible.

Resultará inexplicable tratar de explicarlo, porque nuestra mente no alcanza para comprender. Por eso, tomar la actitud y postura de los saduceos es cerrarse los ojos a la luz porque no vemos de donde nos viene la luz. Sabemos que es el sol quien nos alumbra, pero, ¿de dónde ha salido? 

Hoy, Señor, quiero abandonarme a tu Palabra y creer en tu promesa: ¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. 

Danos, Señor, la sabiduría de permanecer en tu Palabra y confiar en que en la medida de que nuestros pasos se dirijan hacia Ti, tu huella de amor se vaya fraguando en nosotros y nos vaya conformando a tu imagen y semejanza para vivir en la esperanza de reafirmarnos en tu Amor y Misericordia. Amén.