Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 1 de febrero de 2020

MI VIDA: VIENTO - HURACANES - TEMPESTADES

Resultado de imagen de Mc 4,35-41 por Fano
Mi vida y la vida de cualquier persona no es una balsa. No debe ser una balsa, porque de serlo se perdería. Aprendemos a fuerza de superar muchas olas, muchas tempestades y muchos huracanes. Los fuertes vientos nos enseñan a estar firmes, bien arraigados y echar fuertes raíces que nos sostengan fuertemente al suelo. Y esas tempestades, huracanes y fuertes vientos son los maestros que nos enseñan que la vida es una navegación imprevistas y llenas de momentos inesperados que nos exigen probar nuestra fe y nuestra confianza en nuestro Padre Dios.

Por eso, todo ahora recobra sentido en nuestro camino particular. Gracias, Señor, por esos duros momentos que he tenido que soportar y padecer en mi vida. Gracias por sentirme débil, desfallecer, necesitado y, sobre todo, confiado y asido a tu Mano salvadora. Gracias, Señor, porque esos momentos y circunstancias de mi vida me han dado la oportunidad de confiar y creer en Ti y en tu Palabra. Y esperar con alegría, paciencia y perseverancia tus promesas.

Gracia, Señor, por entender tu Amor y tu Misericordia y por aceptar, no resignado, sino esperanzado y confiado . que tu Promesa de Salvación y Buena Noticia tiene sentido, me llena de esperanza y me salva. Gracias por darme cuenta que el sufrimiento y todos los avatares de mi vida, aunque no deseados ni queridos, han sido inevitable, como a Ti mismo te sucedió entregando tu Vida por nosotros, y una hermosa posibilidad de probar mi fe y mi confianza en Ti. Gracias, Señor porque ahora lo entiendo.

Gracias por darme esa sabiduría, fortaleza y paz para poder reconocer la acción de tu Espíritu y darme cuenta de que tu presencia no consiste en solucionar mis problemas, ni darme una formula mágica que dé solución a todos mis problemas sino en aumentar mi fe fiándome de tu Palabra y creyendo en tus Promesas. Así, unido a Ti y sabiendo que no duermes sino que estás presente en cada instante de mi vida, mi camino, a pesar de sus fuertes vientos, impetuosos huracanes y terribles tempestades, ser llevadero y mi carga más suave hasta llegar al verdadero puerto donde Tú, mi Dios, me esperar con los brazos abiertos. Amén.

viernes, 31 de enero de 2020

GRACIAS, SEÑOR, POR TU MISERICORDIA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Todo es Gracia, y por la Gracia de Dios, dada gratuitamente, tú y yo estamos salvados y perdonados. Somos rescatados del pecado y vueltos a ser hijos dignos de Dios. Lo decimos con tanta facilidad que no nos damos cuenta lo que decimos, valga la redundancia. Es tan grande el misterio que, como la semilla que crece en el campo, también crece el Reino de Dios dentro de nuestros corazones sin apenas advertirlo.

Me sería difícil saber con precisión cuando descubrí el Reino de Dios dentro de mí. Me resultaría imposible conocer con exactitud cuando tuve mi primer encuentro con el Señor. No sabría precisarlo. Sin embargo, si sé que, poco a poco, se ha ido fraguando dentro de mí una relación, hoy a diario, que se concreta en tener en todo momento al Señor presente en mi vida. Si bien, es verdad que muchas veces pasa desapercibido o no me doy cuenta.

Sin embargo, el Reino de Dios crece en mi interior. Es posible que no como a mí me gustaría o que no respondo con la voluntad y deseos que creo debo hacerlo, pero eso no descubre sino mi condición pecadora y mi pobreza de espíritu. Por eso, es un misterio que, a pesar de mis pecados, mis distracciones y limitaciones el Reino de Dios continúe vivo y creciendo dentro de mí. Al menos se mantiene y persevera soportando todas mis dejaciones, perezas, pasiones y pecados.

Por eso, Señor, consciente de tu presencia y de tu Gracia, te pido que sostengas mi vida y que no la dejes instalarse en la comodidad, en la suficiencia o en la apatía. Dame la fortaleza y la sabiduría de permanecer en tu presencia y en esforzarme en responder a tu Gracia dejándome cultivar por tu Amor y tu Misericordia. Amén.

jueves, 30 de enero de 2020

QUE SEA LIBRE PARA COMUNICAR TU PALABRA

Resultado de imagen de Mc 4,21-25
Una de las cosas que más necesito, Señor, es ser libre. Libre para poder decir siempre lo que pienso y que ese pensamiento esté siempre de acuerdo contigo, Señor. Es decir, sea tu Voluntad y no la mía. Y, para eso, está claro, Señor, que necesito dejar actuar dentro de mi corazón al Espíritu Santo, para que me dé esa magnanimidad de corazón para amar y perdonar con la misma medida que tu Misericordia, Señor, me perdona y me ama.

Es claro, no hace falta probarlo, que mi corazón no es así. Que le falta mucho amor, mucha magnanimidad, mucha misericordia y mucho de todo. Es un corazón pecador, egoísta y cómodo. Un corazón que se mira a sí mismo y que, casi siempre, piensa en sí. Y nada puedo hacer, Señor, sin Ti. Necesito y te pido, Señor, que lo transformes y lo cambies, para que, permaneciendo en Ti pueda parecerse a Ti.

Haz, Señor, que sea capaz de amar a tu estilo y a la máxima medida que Tú has pensado para mí. Que dé todo, Señor, según lo he recibido y al máximo según los talentos que Tú me has dado. Me canso, Señor, de repetirte siempre lo mismo. Me da la impresión, cada día, de no adelantar nada y hasta de estarte mintiendo o engañándote. Tengo la sensación de ir para atrás en lugar de dar algún paso para adelante. Y siento miedo de quedarme instalado en la mediocridad y no dar la medida que Tú esperas de mí.

Pero, y te doy gracias, Señor, continúo adelante. Trato de perseverar a pesar de mis pecados y mis perezas y comodidades. Sigo tras tus pasos y espero confiado que tu Gracia, tu Magnanimidad y tu Amor transformen mi corazón. En eso confío y eso camino esperanzado. En tus Manos y en tu Infinita Misericordia, Señor, me abandono. Amén.

miércoles, 29 de enero de 2020

SEÑOR, SIEMBRA MI CORAZÓN DE TIERRA BUENA DONDE TU SEMILLA DÉ FRUTOS

Resultado de imagen de Mc 4,1-20
Hay muchas clases de tierra y sólo, la buena y la fértil puede dar frutos. El mundo en el que vivo está lleno de muchas clases de tierras y es muy fácil cometer el error de caer en tierra mala. Hay muchas tentaciones y apariencias que pueden engañarte y que tratan de engañarte. Las hierbas malas, las piedras y abrojos andan por todas partes y amenazan con invadir tu particular tierra para dejarla infértil baldía. Y tienes que cuidarte de ello.

Por eso, Señor, acudo a Ti, para que me libres del pecado de caer en sus manos. Para que cuides mi tierra y la alejes de la superficialidad de vivir en la indiferencia, en la comodidad, en la poca profundidad de las cosas y caiga entre pierdas y abrojos que ahoguen mi vida y la sequen de tu amor. Dame, Señor, esa tierra buena que acoja tu semilla y pueda cuidarla y darle profundidad para que eche raíces en la tierra de mi corazón y dé frutos.

Sé Tú, Señor, mi buen Sembrador y siembra mi corazón de buenas semilla que den frutos de amor. De ese amor que sea capaz de tener paciencia, de ser compasivo y misericordioso, de soportar todas las inclemencias que la vida me depara injertado en Ti, para que, al final de mi vida pueda darte los frutos, bien sea treinta, sesenta o cien según Tú hayas dispuestos. Gracias, Señor. 

martes, 28 de enero de 2020

SANTO TOMAS DE AQUINO

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Santo Tomás de Aquino


H I M NO

Experiencia de Dios fue vuestra ciencia,
su Espíritu veraz os dio a beberla
en la revelación, que es su presencia
en velos de palabra siempre nueva.

Abristeis el camino para hallarla
a todo el que de Dios hambre tenía,
palabra del Señor que, al contemplarla,
enciende nuestras luces que iluminan.

Saber de Dios en vida convertido
es la virtud del justo, que, a su tiempo,
si Dios le dio la luz, fue lo debido
que fuera su verdad, su pensamiento.

En nuestro corazón de criaturas,
no se encendió la luz para esconderla,
que poco puede andar quien anda a oscuras
por sendas de verdad sin poder verla.

Demos gracias a Dios humildemente
y al Hijo, su Verdad que a todos guía,
dejemos que su Luz, faro esplendente,
nos guíe por el mar de nuestra vida. Amén.

Laudes - Santo Tomás de Aquino, 
presbítero y doctor de la Iglesia

lunes, 27 de enero de 2020

LIBERTAD EN LA VERDAD

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Cuando se vive en libertad se vive en la verdad, porque, la verdad nos hace libre y justos. Todo lo contrario que la mentira que disfrazándose de verdad trata de engañar y falsear la verdad y vivir en la injusticia. Es el caso de los escribas de aquella época, pero también de ahora, que esconden la mentira difrazándola de verdad y engañando al pueblo.

Tachan de mentirosa a la Iglesia de hoy, continuadora de la misión de Jesús a través de los apóstoles, porque la verdad, la justicia, el amor y la fraternidad entre los hombres perjudica sus intereses y destruye sus egoístas intenciones de vivir según sus caprichos, egoísmos e intereses. Por eso, como ayer con Jesús, hoy también muchos acusan a la Iglesia de farsante y de demoniaca.

Y de la misma forma que lo desmintió Jesús, también lo hace su Iglesia proclamando la verdad y la justicia y perseverando en la unidad con un solo Señor, nuestro Padre Dios, a través del Hijo encarnado en naturaleza humana, nuestro Señor Jesucristo. Por eso, Padre, hoy te pedimos, la unidad de toda nuestra Iglesia en una sola como Tú y el Padre son uno. Y te pedimos que nos sostengas en la unidad y en el amor fraternos, injertados en el Espíritu Santo, para mantenernos firmes y unidos en Ti. Amén.

domingo, 26 de enero de 2020

LAUDES DEL III DOMIGO DEL TIEMPO ORDINARIO

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H I M N O

Creador sempiterno de las cosas,
Que gobiernas las noches y los días,
Y alternando la luz y las tinieblas
Alivias el cansancio de la vida.

Invocando a la luz desde las sombras
El heraldo del sol alza sus voces:
Nocturna claridad de los viajeros,
Que separa la noche de la noche.

Al oírlo el lucero se levanta
Y borra al fin la obscuridad del aire,
Con lo cual el tropel de los espíritus
Malignos pone fin a sus maldades.

Con esta voz que al nauta reanima
Las olas del océano se calman,
Con esta voz hasta la misma piedra
De la Iglesia se acuerda de su falta.

El gallo canta y llama a los dormidos
Increpa a los poltrones y reprende
A los que se resisten a su canto.
Levantémonos, pues, resueltamente.

Canta el gallo y renace la esperanza,
Retorna la salud a los heridos,
El puñal del ladrón vuelve a la vaina
Y la fe se despierta en los caídos,

Pon tus ojos, Señor, en quien vacila,
Y que a todos corrija tu mirada:
Con ella sostendrás a quien tropieza.
y harás que pague su delito en lágrimas,

Alumbra con tu luz nuestros sentidos,
Desvanece el sopor de nuestras mentes,
y sé el primero a quien, agradecidas,
Se eleven nuestras voces cuando suenen.

Glorificado sea el Padre eterno,
Así como su Hijo Jesucristo
Y así como el Espíritu Paráclito,
Ahora y por los siglos de los siglos. Amén.