Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 17 de enero de 2020

¡SEÑOR, PERDONA MIS PECADOS!

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Gracias, Señor, por crearme libre y darme la opción de decidir por mi propia voluntad. No me pones condiciones ni me exiges nada, simplemente me ofreces esa felicidad eterna que busco y me das señales y signos que, a parte de asombrarme, me descubren que Tú, Señor, eres el Hijo de Dios enviado a recuperar, rescatar y devolverme la dignidad de ser hijo de Dios. Gracias, Señor.

Pero, también aprovecho este hermoso momento y gran oportunidad, Señor, para presentarte mis parálisis, sobre todo, las que voy descubriendo en este camino hacia Ti. La parálisis del miedo y de la comodidad que me impiden en muchos momentos levantarme y seguirte con fortaleza y entrega. La parálisis de la soberbia, por la que me resisto a aceptar muchas cosas y a poner las mías primero y a no ser lo necesariamente humilde como me gustaría y aceptarme pecador. La parálisis de la lujuria y la de la impaciencia que me desesperan y atormentan en una lucha y batalla diaria. También, Señor, las parálisis de la perfección y seguridad.Todas son parálisis que me impiden avanzar hacia Ti, Señor, y minan mis fuerzas y mis ánimos. Todas esas parálisis esconden y paralizan mi fe y mi entrega total a tu Amor. 

Sí, tengo muchas parálisis, Señor, y necesito que, primero, tal y como le has dicho a ese paralítico, perdones mis pecados y, luego, mandame a levantarme, tomar mi camilla y seguir tus pasos en y con  la Esperanza, Misericordia y Amor que me ofreces y propones. Gracias, Señor. Y no permitas que me instale y me quede en mis parálisis, porque la diferencia entre el justo y el pecador es que, a pesar de ambos pecar siete veces, el pecador se instala en su pecado y no se levanta, y el justo toma su pecado y se levanta implorando, Señor, tu Misericordia y tu Amor. Amén.

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