No podemos esconder las necesidades que tenemos. Si es verdad que solemos esconder nuestras carencias ante la presencia de los demás. Vivimos de la apariencia y nos apetece presentarnos delante de los demás sin nuestras carencias y necesidades.
En el fondo nos descubrimos suficientes. Porque suficientes no es ser y creerse más que los demás, sino también aparentar serlo escondiendo nuestras necesidades. Pero, tarde o temprano, no podremos ocultarlo ni resistirlo, y levantaremos la mirada para pedir ayuda. Y sólo a Ti, Padre del Cielo, podremos recurrir.
Porque la verdadera ayuda que necesitamos sólo nos la puede dar Tú, Señor. Porque sólo Tú nos conoces; porque sólo Tú eres bueno y puedes darnos lo que realmente necesitamos; porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna y Misericordia Infinita que nos perdona y nos das la verdadera Vida plena de gozo y eternidad.
Gracias Señor por hacerte presente en nuestra Vida. Gracias, Señor, porque nos acompañas y nos perdona, y nos espera pacientemente a que volvamos a Ti. Gracias Señor por aguantar nuestros rechazos, nuestras dudas, nuestras rebeldías y, sobre todo, nuestra ignorancia. Porque en el fondo somos unos pobres ignorantes que no entendemos la maravilla de tu Amor.
Perdona Señor nuestro atrevimiento e ignorante osadía. Perdona nuestra incapacidad de entenderte y de, incluso, exigirte nuestras apetencias y caprichos. Perdona Señor por tanta pobreza y pecados. Danos la sabiduría de ponernos en tu presencia y humildemente aceptar todo lo bueno que Tú quieras darnos. Amén.