Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 30 de junio de 2015

CONVIENE IR PREPARADOS



A la hora de proyectar una misión nos preparamos convenientemente. Un viaje exige un tiempo para elegir y preparar los objetos y utensilios que necesitamos llevar para el uso de las necesidades durante ese tiempo. Y la vida exigirá una constante y diaria preparación con la que afrontar los obstáculos y adversidades que se nos presentan cada día.

Pero será muy importante conocer, discernir y utilizar lo necesario para el camino, y lo imprescindible para sostenernos firme y no desfallecer. Hay tempestades que nos pueden y para las que necesitamos el auxilio del Espíritu Santo, y sin el cuál no podríamos vencer. El Señor es nuestro guía y nuestro patrón, Él nos salva y nos llena de paz y sosiego. En Él encontramos paz.

Calma, Señor, las tempestades de nuestra vida y las desesperanzas de nuestras inquietudes y ambiciones. Danos la serenidad de saber ser pacientes y de aceptar con obediencia y sabiduría las contrariedades y las embestidas del mar de nuestra vida. Danos la fortaleza de no perder la serenidad en los momentos de confusión y oscuridad. Sabemos las dificultades de la navegación, pero confiamos en Ti, Señor.

Mantén nuestra barca a flote, Señor, a pesar de nuestra mala orientación y nuestro rumbo equivocado. Somos frágiles y débiles, y proclives a perdernos. Sin Ti nuestro rumbo será equivocado y necesitamos de tu Gracia para enderezarlo y orientarnos rectamente.

Danos, Señor, la sabiduría de estar atentos a tus indicaciones y vigilantes a las tempestades que azotan nuestra vida y nunca perder el estar cerca de Ti para suplicarte que nos proteja y nos cuides ante las tormentas que nos amenazan. Amén.

lunes, 29 de junio de 2015

A PESAR DE QUE EL TIEMPO BARRUNTA TEMPESTADES



No son los tiempos propicios, como dirían los futurólogos y magos de la antigüedad. Se avecina el derrumbe y el deterioro de los valores. El humanismo cristiano parece tambalearse y todo se cuestiona. La verdad se pone en duda y entra el relativismo espontáneo según el gusto, las apetencias e intereses de cada uno.

Emergen muchos autodidactas convencidos de poder dirigir el mundo y nacen ideologías por doquier a gusto de todos. Unos proponen decidir sobre la vida; otros se encargan de poner el género a las personas y, supongo que también a los animales. El mundo les pertenece y ha dejado de pasar a manos de algún creador o big bang. 

También los hay que inventan nuevas leyes y derechos, o cumplen lo que les apetece y consideran lícito según ellos. Están diciendo que son ellos la ley y la verdad, y tratan de organizar el mundo e implantar su propia ley natural, la de ellos. Hay muchas tempestades, y tempestades de enormes olas que casi parecen imposibles de salvar. La Barca zozobra y recurrimos a Ti, Señor, ¿dónde estás? ¿Duermes?

Sin embargo, a pesar de este mundo en ebullición y violencia, donde las esperanzas parecen perdidas, la Voz de Jesús resuena en el Evangelio de cada día: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». 

Y renacen las esperanzas porque en Jesús todo se ha cumplido, y su Palabra es Palabra de Vida Eterna. El triunfo será de la Iglesia. Es Palabra de Dios como repetimos cada día en la Eucaristía. Sí, amigos y hermanos en la fe, con Jesús estamos salvados y nada hay que temer.

Pidamos al Señor serenidad, confianza, fe y paciencia para soportar las embestidas de ese mar bravío que nos embiste, pero nunca desesperados, al contrario, serenos, pacientes, alegres y en paz, porque la promesa está hecha y el Señor siempre la cumple. Amén.

domingo, 28 de junio de 2015

SIN LUGAR A DUDA

¿Qué puedes decir ante este hecho?


Se trata de creer o no. No me cansaré de repetirlo, porque la resurrección de la hija de Jairo y la curación de la mujer con flujos de sangre son hechos históricos y no pamplinas. Y ante estas evidencias decidimos creer las que nos interesa y desechar las que no. Es cuestión de creer o no. Eso no significa que respetemos las creencias de todos.

Pensamos que muchos nos autoengañamos y hacemos demagogia de la verdad. Con esto no queremos hacer proselitismo, porque Jesús no lo hizo ni propuso hacerlo. Jesús propone, y nosotros en Él, también proponemos su Mensaje. Ocurre que todo hombre de buena voluntad y buen gusto busca su felicidad, pero quizás la busca por caminos equivocados. La riqueza, el poder, la fama, el placer, la buena vida egoísta y otras son caminos que ya el hombre ha experimentado y continua experimentando.

En base a esa experiencia nos atrevemos a compartir que esos caminos son caminos equivocados. Porque sus resultados no son satisfactorios sino todo lo contrario. Dejan una estela de vacío, de insatisfecho, de remordimientos y perdición. El hombre descubre que cuando más feliz se ha sentido es cuando se ha dado gratuitamente al bien del otro.

Cuando se deja la piel, olvidándose de sí mismo por aliviar al otro, experimenta un gozo inexplicable que perdura y le hace feliz. Entonces descubre que es en el amor donde se encuentra la verdadera y eterna felicidad. Pero un amor de entrega, de renuncia, de olvidarme de mí para darme y entregarme por amor en servicio a los demás.

Se necesita ser humilde, porque ante este hecho no hay palabras. ¿Qué dirías de estar tu presente, o afuera esperando ver salir a la niña por sus propios pies? ¿Hubieses creído en Jesús? Pues piensa que quienes allí estuvieron te lo han transmitido.

Pidamos la Gracia de la fe. La fe que tuvo aquel jefe de la sinagoga, Jairo, y la mujer que padecía flujos de sangre, para que, admirados y postrados ante el Señor, tengamos la fuerza y la confianza de vivir y proclamar su Voluntad. Amén.

sábado, 27 de junio de 2015

ANTE TI, SEÑOR, ME POSTRO CON LA ESPERANZA DE QUE AUMENTES MI FE



No tengo otra súplica en mis labios que la de pedirte, Señor, la fe. La fe que necesito desesperadamente como agua fresca que alivia mi corazón y que alimenta mi alma y me perseverar hacia Ti. Hoy, como el centurión ayer, te suplico que, si quieres, me fe crezca y me dé las fuerzas necesarias para servirte mejor en los hermanos. Para eso te pidió el centurión tu mediación.

Sé que si no la recibo es porque quizás no estoy lo suficientemente preparado. Y eso es mi culpa, mi gran culpa. Tú me conoces mejor que nadie, y sabes los secretos de mi corazón. Sabes de mis capacidades, de mis fuerzas y voluntades, y de lo que soy capaz. Quizás una fe mayor no la podría resistir y acabaría con la poca que pueda tener. Pedro vivió una experiencia de ese tipo cuando te prometió fidelidad y falló. Lloró amargamente.

Tú, Señor, sabes lo que me conviene y también lo que necesito a cada instante, y yo en Ti confío. Permíteme Señor caminar agarrado a Ti y cogido de tu Mano. No sabría donde ir ni qué dirección tomar. Tú eres mi guía, mi norte y mi rumbo. Guíame Señor por el camino de tu amor y aumenta mi fe. Amén.

viernes, 26 de junio de 2015

MI ALEGRÍA NO ES PROPORCIONAL A MI FE

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




No significa que estar alegre es derramar permanentemente sonrisas o dar saltos que expresen tu alegría. Significa que tu presencia irradia serenidad, equilibrio, gozo y paz. Y eso se nota. De la misma forma que cuando alguien tiene un malestar, un simple dolor de cabeza, lo expresa en su rostro.

Tener fe y confianza en el Señor origina gozo y alegría. Ese gozo y alegría a la que nos referíamos antes. Se nota, y si no es así es porque algo no concuerda. O no hay fe o falta la confianza en el Señor. Con el Señor siempre habrá pesca, y siempre la barca estará a salvo. Eso no significa que pueda haber una tormenta que nos asuste, o que hayan unos días de poca pesca. Nuestra fe y confianza estriba en que el Señor sabrá a qué obedece esa tormenta o mala pesca.

También hemos experimentado eso en nuestras propias casas. Algunas veces nuestros padres nos han privado de algún dulce o privilegios. Y nos han invitado a padecer ciertos sacrificios o esfuerzos que no pueden venir bien. Siempre hemos sabido que lo hacen por nuestro bien. ¿Cómo no lo va a hacer también el Señor, nuestro Padre? Él, que es la plenitud de la Bondad, Misericordia y Amor.

Pidamos al Señor con toda confianza, como hizo el leproso, que nos cure y limpie de nuestras lepras. De la lepra de la ambición; de la lepra de la vanidad y la envidia; de la lepra del poder y la riqueza; de la lepra del egoísmo y las apetencias; de la lepra del desamor, la suficiencia e ignorancia. De la lepra del odio que nos impide amar. Amar sobre todo a los enemigos.

Y pidámoslo abriendo nuestros corazones, dejándonos invadir por la fuerza del Espíritu Santo, para que guiados por Él seamos instrumentos que, limpiados del pecado de nuestras lepras, seamos fuentes puras de limpieza, por su Gracia, para otros que andan ciegos y contaminados. Amén.

jueves, 25 de junio de 2015

SENTIR EL AGUIJÓN DEL SACRIFICIO



Todo lo que supone amor esconde sacrificio. No hay amor fácil ni cómodo. En el amor experimentas gozo, pero el gozo de dar y darte por ayudar y aliviar el sufrimiento de otros. Porque el gozo de darte a ti mismo se llama egoísmo. Es bueno que lo que quieras para ti mismo lo desees y quieras también para los otros.

El amor no consiste en una piedad sensible, afectiva, con olor a rosas y canciones. Sí, es parte de eso, pero contiene también, y en grandes dosis, una piedad sacrificada, una piedad de renuncias, de entrega, de obras que dan sentido a la piedad de palabras y sentimientos sensibles y afectivos. Ambas complementan y definen el verdadero amor. El amor con el que nos amó y nos ama Jesús, y el que nos enseñó, con su Vida, a que también lo viviéramos nosotros.

Somos conscientes de la gran dificultad que nos supone amar en ese estilo. Nosotros criaturas imperfectas, apegadas, limitadas y egoístas estamos marcados por el fracaso y el pecado. Nunca podremos vencernos y ser capaces de morir a nosotros mismos. Necesitamos la Gracia del Señor sin la cuál no podemos hacer nada, y necesitamos pedírsela consciente de que nos la dará porque nos quiere y ha entregado a su propio Hijo para salvarnos. ¿Cómo no nos la va a dar?

Pero necesita nuestra colaboración, nuestra perseverancia, nuestro compromiso, nuestro esfuerzo, nuestra lucha, nuestra entrega y nuestra total disposición, apertura  y obediencia a su Gracia. Toma nuestra libertad, Señor, y danos esas cualidades para abrirnos a la acción del Espíritu Santo. Amén.

miércoles, 24 de junio de 2015

PREOCUPADOS POR LA EVANGELIZACIÓN



Hay una frase de san Pablo que dice: ¡Ay de mí si no evangelizara! Porque eso significaría que tampoco has vivido según la Palabra de Dios. Se supone que si vives en Cristo, evangelizas, y si no lo haces es porque te has dedicado a vivir en ti mismo. 

El creyente comprometido se preocupa de responder a su compromiso de Bautismo y se cuestiona si con su vida y palabra proclama ese compromiso. Hoy, el testimonio de Juan el Bautista nos compromete y nos apremia a hacer nosotros lo mismo. Cada cual en la medida de sus posibilidades y según sus circunstancias y la misión que el Espíritu le asigna. Porque todos tenemos una misión que cumplir, ya sea en la familia, en el trabajo, en la misión apostólica, como religioso, seglar, casado, soltero, sacerdote...etc.

Lo verdaderamente importante es que nos descubramos como hijos de Dios y hermanos de los hombres y nos esforcemos en vivir desde y en la verdad según la Palabra de Dios. Todos estamos de acuerdo que si los pueblos tomaran como constitución los diez Mandamientos de la Ley de Dios y los cumplieran, la vida sería diferente y los problemas desaparecerían.

Pidamos eso, que los pueblos descubran que la mejor propuesta es la que nos propone el Señor, la Ley de Dios, que es muy sencilla de comprender, de explicar y de proclamar: "Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Jesús, nuestro Señor, nos ha enseñado a amar con su ejemplo y vida".