Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 16 de mayo de 2015

PEDIR LO QUE NECESITAMOS PARA CUMPLIR LA VOLUNTAD DEL SEÑOR



Lo más importante de nuestra vida es alcanzar nuestra propia salvación. Pero el Señor ha querido que la misma esté ligada y unida a los demás. Por eso el amor es la bandera que debe unirnos, y por medio del cual nos podemos salvar. 

Conscientes de nuestra pequeñez y limitaciones, Jesús nos invita hoy a pedir todo aquello que consideramos necesario al Padre en su Nombre. Y nos lo garantiza. Respondamos sin dudar a esa gran invitación con confianza y fe. El Señor nos lo dice como nuestro mejor amigo. Sabe que nuestro Padre nos escucha, que nos quiere con locura y nos regala todo lo que nos haga  y necesitemos para salvarnos.

No perdamos esta oportunidad que nos regala la vida. Regalo inmenso del Padre. Somos conscientes que no sabemos pedir. Por nuestra naturaleza humana nos sentimos inclinados y sometidos a apetencias y apegos que queremos satisfacer. Y experimentamos el deseo de pedirlos, y quizás no sean las cosas que necesitemos. 

Porque lo verdaderamente importante es encontrarnos Contigo, Señor, y llegar, por Ti, al Padre. Vivir en tu Amor, Padre mío, es nuestra máxima aspiración.

Danos Señor la fuerza, la sabiduría, el valor, la voluntad y la perseverante paciencia para, confiado y abandonado en Ti, podamos caminar en nuestra corta vida hacia la Casa que Tú mismo nos has preparado junto al Padre. Amén.

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