Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 9 de julio de 2018

APOYADOS EN TI, SEÑOR

Resultado de imagen de Mt 9,18-26
Apoyados en Ti, Señor, encontramos fuerza, alegría y esperanza para continuar el camino. Y nos apoyamos en Ti, Señor, porque sabemos de tu presencia y creemos en tu presencia. Otra cosa sería atrevernos a camina solos. Conocemos tu Palabra y confiamos ciegamente en ella. Al menos eso queremos y deseamos. Nos fiamos de Ti, Señor.

Eso no significa que tendremos dudas y, en el camino, aparecerán dudas. Somos débiles como manifiesta Pablo en su carta a los corintios -12, 7-10- pero nos sabemos apoyados en Ti y seguros, a pesar de nuestras debilidades y tentaciones. Y, siguiendo el testimonio de Pablo, nuestra debilidad nos sirve para fortalecerno y afirmarnos en Ti, Señor. 

Caminamos hacia delante, con dudas y tentaciones, pero seguros y confiados, y también alegres y esperanzados. Como ese magistrado y esa mujer que padecía flujo de sangre. Seguros que en Ti, Señor, encontramos la Vida, esa Vida Eterna a la que aspiramos. Compartimos esta vida terrenal y conocemos que es caduca. Tiene sus días contados, pero, caminamos y te pedimos, como aquella mujer y el magistrado, que con tu presencia y tu misericordia seremos devueltos a la Vida. A esa Vida Eterna a la que aspiramos.

Te damos gracias Señor por sostenernos en la fe. Y, te pedimos con toda confianza, que cada día, tanto al anochecer como al amanecer, nuestra fe sea acrecentada y renovada, para continuar la marcha tras tus pasos con la firme perseverancia de sabernos salvados para la Eternidad. Amén.

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