Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 30 de junio de 2016

EL VALOR DE LA MISERICORDIA



Vivimos y lo hacemos con esperanza. Esperanzados por la Misericordia que Dios nos ofrece. Otra cosa es que no sepamos valorar ni somos conscientes del amor que Dios nos tiene. Jesús ha venido a salvarnos, no a curarnos de nuestras dolencias y enfermedades, porque, tarde o temprano, volverán, y llegará nuestra hora. Lo verdaderamente importante es, pues, la salvación definitiva, no la temporal, la de este momento. Porque este mundo es caduco, y sólo el que perdura y es eterno tiene valor.

Por lo tanto, nuestra mayor enfermedad son nuestros pecados. Y es eso lo que Jesús quiere salvar. Viene a borrarlos de nuestros corazones y a pedonarnos, para que por ellos no perdamos el goza y la plena felicidad de vivir eternamente junto al Padre. Porque no nos condena y mata nuestras dolencias, enfermedades y nuestra muerte física, sino nuestros pecados.

Así que, podemos preguntarnos: ¿Qué es más importante, perdonar nuestros pecados o curar nuestras dolencias? Es verdad que con el dolor no podemos vivir y necesitamos que el Señor nos cure. Y Jesús lo hace y se preocupa porque todos estemos bien. Pero sería absurdo querer y pedirle al Señor que nos libre del dolor y olvidarnos de limpiar nuestros pecados y caer en la muerte eterna.

Es verdad también que el tiempo del dolor, aunque no lo queramos nos viene bien. Y nos viene bien, a pesar de ser contra nuestra voluntad, porque nos obliga a reflexionar y a levantar la mirada hacia Dios, y a pedirle que nos sane, pero también que nos perdone y, por su Infinita Misericordia, nos esforcemos en vivir según su Voluntad y en su Palabra. Y, muchas veces, sin dolor o contra tiempos nos olvidamos y resistimos a encontrarnos con el Señor.

Pidamos esa Gracia y la sabiduría de apreciar la Misericordia de Dios y el perdón de nuestros pecados, para, a través de él, alcanzar la Vida Eterna.

miércoles, 29 de junio de 2016

REZAMOS POR EL PAPA



Primero te pedimos, Señor, que nos fortalezcas nuestra fe y que optamos por seguirte. Y que queremos hacerlo con todas las consecuencias. Y sabemos que somos débiles y que tememos defraudarte y no estar a la altura de la circunstancias. Pero también confiamos en tu Misericordia y tu Gracia para sentirnos fuertes y capaces de seguirte como Pedro y los apóstoles.

Pero, también, te pedimos por el Papa Francisco, hoy sucesor directo de Pedro, para que tenga la fuerza, la voluntad y la sabiduría de cumplir con la misión que Tú, en la Persona de Pedro, le has encargado como sucesor de él, apacentar y pastorear tu Iglesia. 

Sabemos de las dificultades y peligros que nuestro mundo de hoy nos presenta. Sabemos de los peligros que acechan a todos los que te siguen, Señor, y también, de forma especial, a nuestro Papa Francisco. Y, confiados en tu Palabra y Poder, descansamos y esperamos que tu Iglesia siga con paso firme protegida contra los poderes del Infierno, para cumplir con su misión.

Por eso, unidos a nuestro Papa Francisco, con todos los Obispos y presbíteros; con todos los religiosos y religiosas, órdenes, asociaciones y seglares, te pedimos que nos concedas la Gracia de sostenernos en la obediencia y en la unidad, para que tu Iglesia pueda dar testimonio y evangelizar siguiendo tus enseñanzas y mandatos. 

También te pedimos que mandes obreros a tu mies, porque la tarea es ingente y los obreros pocos. Despierta, Señor, vocaciones y compromisos, tanto para el sacramento del orden como para la evangelización y la tarea de los seglares. Necesitamos agentes de pastoral comprometidos desde la vida y la oración y según tu Palabra. 

Confiados en que nos escuchas y que nos darás lo que necesitamos, continuamos el camino esforzándonos injertados en Ti para responder, cada día, según tu Palabra. Amén. 

martes, 28 de junio de 2016

MI VIDA ES UNA TEMPESTAD



Posiblemente no reflexionamos lo suficiente, y vivimos de forma algo acelerada que no advertimos ni el tiempo ni las tempestades que se suceden en nuestras vidas. Quizás algunas sean pequeñas que no llegan a hacer zozobrar la barca de nuestra vida, pero otras irrumpen con fuerza y ponen en amenaza nuestra integridad.

Mucho tiempo de nuestro camino lo pasamos en vigilancia y amenaza de tormenta. Cada día es un despertar en riesgo, aunque no nos demos cuenta ni lo tengamos en cuenta. Nuestra vida está siempre en peligro y sólo lo advertimos cuando se materializa ese peligro. Nuestra vida, podemos decir, es un inmenso mar que siempre amenaza levantarse con bravías olas gigantes que pueden envolvernos.

Y somos muy ingenuos e irresponsables cuando nos atrevemos a navegar por nuestro propio mundo sin llevarte, aunque sea aparentemente dormido, junto a nosotros y en nuestra barca. Es eso lo que te queremos pedir hoy, Señor. La Gracia de sabernos en constante riesgo y perderte. Por eso, te pedimos que no perdamos nunca, ni el tiempo, ni el espacio donde encontrarte y donde caminar contigo. 

Que podamos tenerte a mano para despertarte y pedirte auxilio. Aunque pequemos en la desconfianza y en la fe. Auméntala, Señor, también en nosotros, para que no desesperemos ni pasemos miedos cuando el mar bravío de nuestra vida se enfurezca y nos zarandee como títeres. Que tengamos siempre la confianza y la fe de sabernos asistidos, auxiliados y protegidos por tu Amor.

Gracias, Señor, porque sé que te has subido a mi humilde barca; Gracias, Señor, porque eres Tú quien me buscas y te auto invitas a navegar conmigo por mi vida, aunque yo no te diga nada. Gracias, Señor, porque sé que estás ahí. Dame confianza y aumenta mi fe para siempre acudir, sin dudarlo, a tu llamada. Amén.

lunes, 27 de junio de 2016

SOY UN ILUSO CUANDO ME CREO FUERTE PARA IR YO SÓLO A LA OTRA ORILLA



Me ocurre eso con mucha frecuencia. Es la fábula de la zorra y el cuervo. Apenas me lanzan elogios, apenas me creo que soy fuerte y estoy capacitado para navegar yo sólo hacia la otra orilla. Gracias que, en la travesía, el Espíritu de Dios me hace experimentar mis debilidades, mi fragilidad, mis pecados y me ilumina para darme cuenta de mi necedad e ignorancia. Perdóname Señor.

Sería el mayor disparate de mi vida tratar de saltar a la otra orilla yo sólo para ver lo que ocurre. Porque en mi aventura solitaria el Maligno me acecha y me estimulará a hacerlo y a creerme, como el cuervo con la zorra, que mi voz es una delicia y maravilla. Aprovecho, como nuestro Papa Francisco, para pedir oraciones, para que el Espíritu Santo me llene de humildad, de luz y de misericordia.

Danos, Señor, la sabiduría de sabernos necesitados de tu acompañamiento, y nunca dar el salto en nuestra humilde barca sin tu presencia, sin tu luz, sin tus consejos, sin tu asesoramiento y fortaleza. Danos, Señor, la paciencia y perseverancia de no ceder a las ofertas y deleites que el mundo nos ofrece con inteligencia y sabiendo de nuestras debilidades y apetencias. 

Refuerza nuestra voluntad, Señor, para que tengamos la suficiente valentía y coraje para sostenernos con firmeza en tu seguimiento y en la vivencia de tu Palabra y cumplimiento de tu Voluntad. Danos la capacidad y el poder de mantener nuestra mirada fija hacia delante. Nunca volverla atrás, sino mano en el arado y vista firme en tu Persona y en tu seguimiento.

Porque, Tú, Señor, eres lo primero en mi vida, y necesito sostenerme firmemente en tu Palabra. Ayúdame a abrirme y dejarme dirigir por la acción de tu Espíritu, porque lo importante no es que viva yo, sino que Tú me invadas y llenes toda mi vida. Porque así quedaré contagiado de tu Amor y responderé amando yo también. Amén.

domingo, 26 de junio de 2016

SEGUIR LOS CAMINOS DE JESÚS, PERO A SU MANERA NO A LA NUESTRA



Muchas veces nos olvidamos de que seguir a Jesús es hacerlo como Él quiera y nos manda, no como a nosotros se nos pueda ocurrir o nos guste. No es nada extraño que nos suceda eso, pues en el Evangelio de hoy vemos que Santiago y Juan entendían el seguimiento de otra forma. Ellos estaban dispuesto a responder a aquellos samaritanos, con fuego del cielo, que osaron no acoger a Jesús porque se dirigía a Jerusalén.

Realmente no habían entendido nada. Pero a sí nos ocurre todavía a muchos de nosotros. Confieso que muchas veces experimento esa sensación y deseos de responder con fuego, entiendase la metáfora. El camino de Jesús está marcado por el Amor del Padre que lo envía, y es ese mismo amor el que nos sostiene a nosotros cada instante de nuestra vida. 

De tal modo que si no amamos nosotros también, incluso a nuestros enemigos, no nos hemos, como Santiago y Juan en aquel momento, enterado de nada. Santiago y Juan lo llegaron a comprender, pero nosotros, que seguimos en el camino necesitamos urgentemente comprenderlo. Seguir a Jesús es poner a nuestra espalda todo lo demás. Y todo lo demás son nuestras pesadas piedras llenas de apetencias, apegos, ideas, privilegios, placeres, bienestar, comodidades y egoísmos. Jesús por encima de todo eso.

¡Claro, necesitamos tiempo y lucha diaria a cada instante! Esa es la guerra y la batalla de cada día. Pero no estamos solos. Contamos con la ayuda necesaria y suficiente:  "La Gracia de Dios", que caminando a nuestro lado, en el Espíritu Santo, nos impulsará, nos fortalecerá, encenderá nuestra corazón y nos dará la voluntad necearia para superar todos los obstáculos en cada momento.

Eso nos exige no mirar hacia atrás; eso nos exige sacar el pie que tenemos medio metido en el mundo, y estando en él no dejarnos llevar por él; eso nos exige, estando en el mundo, llevar siempre al Espíritu Santo dentro de nuestro corazón, y, abierto a su Gracia, dejarnos guiar por Él. Eso nos exige alimentarnos con la mayor frecuencia posible del Espíritu de Dios, en la Eucaristía, como buscar con la frecuencia necesaria el perdón de nuestros pecados en la Penitencia,  y del ejercicio diario de la reflexión y oración.

Pidamos esa Gracia para que podamos sostenernos con la debida perseverancia y fortaleza en el verdadero camino de salvación y seguimiento al Señor. Amén.

sábado, 25 de junio de 2016

INSISTIR COMO TÚ ME ACONSEJAS, SEÑOR: "AUMENTA MI FE"




Pedir la fe es la oración de todos los días. No obstante, nuestra lucha consiste en eso: Construir una fe firme y sobre roca, para que las tempestades no la derriben. Una fe firme sobre la Roca de tu Amor por el que has dado tu Vida por mí y todos los hombres.

Dame, Señor, la sabiduría de experimentarlo y la voluntad de pedírtelo a diario. De no desfallecer como aquella mujer viuda con el juez injusto (Lc 18, 1-8). O también como el centurión, con confianza, con seguridad y decisión, porque Tú, Señor, escuchas a todo el que se acerca a Ti. No porque yo lo diga, sino porque tu Vida lo descubre y lo afirma: Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre. Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle. Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; Él expulsó a los espíritus con una palabra, y curó a todos los enfermos, para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «Él tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades.

Todo en Ti se cumple, y la Roca que lo fundamenta es tu Resurrección. Por eso, Señor, aumenta nuestra fe y haznos, a ejemplo de tu Madre María, fieles seguidores tuyos que tratan y se esfuerzan en cumplir tu Voluntad. Porque esa es nuestra máxima aspiración y meta. Amar a tu estilo y sobre todo a los pobres que más lo necesitan.

Sin Ti, Señor, quedamos a la deriva, perdidos y sin voluntad de exigirnos renunciar a nuestros egoísmos. Insistimos como aquella viuda para que transformes nuestros corazones, porque aunque sabemos que Tú nos escuchas y tu Misericordia es Infinita, necesitamos suplicarte cada día que nos ayude a superar nuestras debilidades. Eso nos da confianza y nos reconforta. Gracias Señor.

viernes, 24 de junio de 2016

DIRIGE MI CAMINO, SEÑOR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Posiblemente nos cueste creer que como Juan Bautista nosotros tenemos también un camino trazado del que dar cuenta ante el Señor. Posiblemente no hayamos pensado en eso, y, menos aún, tomar conciencia de nuestra verdadera misión. Pero está ahí, dentro de nosotros, y consagrada desde el día de nuestro Bautismo.

Otra cosa, que por la libertad que se nos ha dado, no hagamos caso y que sigamos el camino de nuestras propias ideas y proyectos que del que tenga Dios sobre nosotros. Nadie se ha quedado sin talentos. Todos los hemos recibidos, y los que, aparentemente no parecen tener, quizás sea el servir a otros de oportunidad para aplicar y utilizar los suyos. Todos servimos para algo, y es que de eso se trata, de servir para el servicio de los demás. Y ahí se recoge y se encuentran la necesidad de los más desfavorecidos y desposeídos de todo.

La experiencia nos descubre que son los niños, los seres más indefensos y desprovisto de todo, los que son el centro de amor de toda la familia. Son los que nada pueden dar, y los que reciben todo. Son el objeto de la expresión más grande de amor que el hombre y la mujer puedan dar. Son la imagen más perfecta en la tierra, humanamente hablando, del amor de Dios. ¡Cuánto nos quiere Dios!

Ahora, tú decides. Tú, donde quieras que estés y las circunstancias que vivas, tienes el sello de Dios en tu corazón y ese corazón, si está vivo, debe latir hasta que se oiga afuera, en el mundo por donde lates. De lo contrario puede ser un corazón mediocre y casi muerto. La vida es para vivirla, pero vivirla en plentitud. Y la plenitud es alcanzar el gozo eterno.

Y eso no se compra en este mundo, sino, a través de él, se alcanza, por la Gracia de Dios, viviendo injertado en Él y dando, como Juan Bautista, testimonio de su Palabra, con nuestra humilde palabra y vida. Pidamos esa Gracia, para que nuestras vidas sean ejemplos de esfuerzo en ese camino de esperanza, de testimonio y de verdad. Amén.