Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 28 de junio de 2016

MI VIDA ES UNA TEMPESTAD



Posiblemente no reflexionamos lo suficiente, y vivimos de forma algo acelerada que no advertimos ni el tiempo ni las tempestades que se suceden en nuestras vidas. Quizás algunas sean pequeñas que no llegan a hacer zozobrar la barca de nuestra vida, pero otras irrumpen con fuerza y ponen en amenaza nuestra integridad.

Mucho tiempo de nuestro camino lo pasamos en vigilancia y amenaza de tormenta. Cada día es un despertar en riesgo, aunque no nos demos cuenta ni lo tengamos en cuenta. Nuestra vida está siempre en peligro y sólo lo advertimos cuando se materializa ese peligro. Nuestra vida, podemos decir, es un inmenso mar que siempre amenaza levantarse con bravías olas gigantes que pueden envolvernos.

Y somos muy ingenuos e irresponsables cuando nos atrevemos a navegar por nuestro propio mundo sin llevarte, aunque sea aparentemente dormido, junto a nosotros y en nuestra barca. Es eso lo que te queremos pedir hoy, Señor. La Gracia de sabernos en constante riesgo y perderte. Por eso, te pedimos que no perdamos nunca, ni el tiempo, ni el espacio donde encontrarte y donde caminar contigo. 

Que podamos tenerte a mano para despertarte y pedirte auxilio. Aunque pequemos en la desconfianza y en la fe. Auméntala, Señor, también en nosotros, para que no desesperemos ni pasemos miedos cuando el mar bravío de nuestra vida se enfurezca y nos zarandee como títeres. Que tengamos siempre la confianza y la fe de sabernos asistidos, auxiliados y protegidos por tu Amor.

Gracias, Señor, porque sé que te has subido a mi humilde barca; Gracias, Señor, porque eres Tú quien me buscas y te auto invitas a navegar conmigo por mi vida, aunque yo no te diga nada. Gracias, Señor, porque sé que estás ahí. Dame confianza y aumenta mi fe para siempre acudir, sin dudarlo, a tu llamada. Amén.

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