Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 8 de septiembre de 2014

LA ESTRELLA DE MARÍA



Tu camino, Señor, es camino de humildad, de sencillez y de pobreza. Ese fue el camino que recorrió María y que nos enseña e invita también recorrer a nosotros. Posiblemente todavía no la hayamos comprendido, porque no está la salvación que nos trae Jesús en el poder, las riquezas, el prestigio o la fama. Simplemente, está en el amor.

Así, María nos regala humildad y sencillez bañada de amor. Un amor que se concreta en su silencio amoroso en muchas cosas que no entendía, pero que obedecía. Porque se fía del que se las ofrece y cree firmemente en su Palabra. También José escucha la voz en sueño y se fía del Señor. Sabe de la pureza e inocencia de María y entiende que lo que ocurre es cosa de Dios.

Mi humilde reflexión me lleva a preguntarme: ¿Estoy yo en la misma actitud de José y María? ¿Estoy abierto a los cambiós que la vida me ofrece, a veces amargos y duros, para, aceptándolos, vivirlos en la presencia de Dios y según su Voluntad? ¿Y creo que con la asistencia del Espíritu Santo, injertado en Él y por su Gracia podemos alcanzar la promesa que el Señor nos ha prometido?

La pregunta es, ¿quiero como José y María dejarme guiar por el Espíritu de Dios con, dónde y cómo Él disponga en mi vida? Y la respuesta si es "sí" tendremos que hacerlo unidos íntimamente en Él. Pidámoselo confiando en la promesa que Él mismo nos ha hecho.

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