Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 10 de junio de 2015

NO SE TRATA DE LEYES SINO DE AMAR



La ley está para cumplirla y se hace necesario establecerla y tenerla presente y muy en cuenta pero no siempre la ley acierta en beneficio del hombre. Y la máxima finalidad y misión de la ley es servir al hombre. De tal forma que, si la ley perjudica al hombre deja de ser ley para pasar a ser castigo.

Conviene matizar que cuando hablamos de beneficiar al hombre, nos referimos al bien común, es decir, a la generalidad, no a uno en particular. Eso no quita que cada hombre es fin del bien y provecho de la ley. Pero, siendo esa la finalidad de la ley, se hace también necesario darle cumplimiento, porque de no hacerlo faltamos al respeto y a la verdad.

En las prisiones vemos un ejemplo de lo que está escrito en el corazón del hombre. Allí están aquellos que la han incumplido, pero son tratados dignamente, al menos esa es la aspiración, y su finalidad de privación de libertad está dirigida a integrarlo y encauzarlos al bien común de todos. La convivencia necesita que todos cumplamos unas leyes y normas que sirvan para el respeto y la defensa de la libertad y la paz.

Pero, la ley necesita del amor. Del amor que nos ayuda al perdón. A un perdón contrito del que ha cometido el delito o la infracción. Un perdón que nace del arrepentimiento personal del causante y que demanda comprensión, generosidad y amor por parte de los perjudicados y por la sociedad que lo espera acoger.

Ese es el nuevo espíritu que Jesús agrega a la ley, le espíritu del amor, que nos describe y enseña en la parábola del hijo prodigo. El Espíritu de Dios que nos ama con un amor infinito de Padre amoroso que nos espera a pesar de nuestra cabezonería y rechazo. Danos Señor ese espíritu de amor que necesitamos para cumplir como Tú quieres, con tus mandatos. Amén.

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