Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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martes, 12 de mayo de 2020

UNA PAZ QUE RESPONDE AL MAL CON EL BIEN

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Cuando hablamos de paz estamos hablando de una paz diferente a la del mundo. Porque, mientras el mundo sedimenta su paz en la fuerza y el poder, la paz de la que habla y da el Señor Jesús es la paz que nace de la reconciliación y del amor misericordioso. 

Si bien el mundo nos ofrece una paz instalada en el equilibrio de fuerzas o apoyada en intereses económicos u otros beneficios, la Paz que nos da y ofrece Cristo Jesús es una paz sustentada en la misericordia y el perdón. Una paz que vive y nace desde lo más profundo del corazón y se ofrece abiertamente y sin condiciones. 

Una paz diferente a la que nos da este mundo, porque, mientras, la del mundo, es causa del pecado y de la razón del hombre, que no entiende otra forma de darse, la que nos presenta y ofrece Jesús es una paz cuya esencia y núcleo es el amor. Un amor gratuito, generoso, sin condiciones, misericordioso y entregado a hacer el bien y que vive en la verdad y justicia.

Y esa paz pervive incluso en el dolor y la amenaza de muerte. Así se explica el sufrimiento de muchos cristianos y la entrega de sus vidas en defensa de su fe. El número de ellos es incalculable y la historia es testigo de los numerosos testimonios que se han dado y se dan actualmente en todos aquellos cristianos que están dando sus vidas por su fe en Jesús de Nazaret. Y eso no se entiende sino en la paz, porque sin paz no se puede soportar esa entrega y ese sacrificio.

Pidamos también nosotros vivir en la Paz que nos da Jesús, y abrirnos al Espíritu Santo para que, llenos de su fortaleza podamos ser testimonios de reconciliación, de amor y de paz en este época de nuestro mundo que nos ha tocado vivir. Amén.

lunes, 27 de abril de 2020

ACTO DE AMOR - SAN FRANCISCO JAVIER

Testimonios para Crecer: San Francisco Javier, 3 de Diciembre
San Francisco Javier

Oh Dios mío! Yo os amo;
y no os amo porque me salvéis, 
o porque castiguéis con fuego eterno
a los que no os aman. 
Vos, vos, Jesús mío,
habéis abrasado todo mi ser en la Cruz;
sufristeis los clavos, la lanza, 
las ignominias, innumerables dolores,
sudores, angustias, y la muerte;
y esto, por mí y por mí, pecador.
Por qué, pues, no te he de amar, 
oh Jesús amantísimo? 
No porque me lleves al cielo,
o porque me condenes al infierno, 
ni por esperanza de algún premio; 
sino así como vos me amasteis, 
así os amo y os amaré:
sólo porque sois mi Rey
y sólo porque sois mi Dios. Amén.

lunes, 13 de abril de 2020

NO SE PUEDEN CALLAR

Morning Prayer: 6 Apr – Acts 2:14, 22-33; Mt 28:8-15 ~ eye ...
Las mujeres están llenas de gozos y alegría. No les cabe en el corazón el regocijo y la maravilla de la que han sido testigos directos por el anuncio del ángel. Jesús ha resucitado y no pueden hacer otra cosa que salir corriendo para decírselo a los apóstoles. Y es que, ¿a quién se lo podrían decir? A nadie más que a los apóstoles, pues solo ellos podrían creerle. También, Jesús se les aparece a los apóstoles, a sus amigos, porque son los únicos que pueden creerle.

Hoy, nosotros, que tenemos noticias de muchos milagros en Lourdes, Fátima y otros lugares no aceptamos la presencia real de Dios entre nosotros. Es decir, su Resurrección. E incluso si se nos apareciera un muerto. Nos impactaría, pero con el tiempo quedaría en el olvido. Porque, de lo que se trata es de que la Palabra de Jesús cambie nuestra vida y pongamos el amor en el centro de ella. Un amor conforme al de Jesús y a como Él nos lo ha transmitido con su Vida y con sus Obras.

Pidamos, pues, que nuestra vida sea conforme al Plan de Dios y que vivamos haciendo su Voluntad. Porque, es de eso de lo que se nos pedirá cuenta, de la medida de amor que demos en nuestra vida. Y de eso es de lo que tendremos que preocuparnos y de pedir insistentemente al Señor para que seamos capaces de vivir en nuestra vida según su Voluntad y, de esa manera, transmitir de forma natural y hasta espontánea que Jesús Vive y en Él está nuestra esperanza y nuestra vida. Amén.

jueves, 12 de marzo de 2020

LÁZARO Y EL HOMBRE RICO

Resultado de imagen de Lc 16,19-31
Tras esta parábola, Jesús, nos enseña y nos muestra el camino y la necesidad de compartir con los demás, sobre todo, con los necesitados, los pobres y los excluidos de la sociedad. Esa es la razón, pienso yo, por la que unos han recibido más talentos y cualidades que otros. Y en esos talentos están incluidos las familias, los lugares de nacimientos, los ambientes y todas las circunstancias que nos han servido para llegar a transformar, por la Gracia de Dios, nuestros corazones en corazones amorosos y misericordiosos semejantes al Señor.

La parábola nos muestra como unos han recibido más que otros e, implícitamente, la necesidad de servirnos los unos a los otros. Evidentemente, los que tienen más a los que poseen menos. Es ese servicio, apoyado en la verdad y la justicia, lo que hará que reine la paz entre los hombres y que el mundo distribuya e iguale las necesidades de los más pobres y necesitados.

Aquel hombre rico ignoró al pobre Lázaro y teniéndole al lado no se percató de sus necesidades. Vivió indiferente a las necesidades del pobre y eso traerá consecuencias en su vida. Porque, hemos sido creados para amar y no para el desamor. Por tanto, el hecho de que no cumplamos con nuestro destino, que es donde encontramos esa felicidad que buscamos en otro lugar, nos llevará a vivir eternamente en la infelicidad.

Pidamos que nuestros corazones sean transformados, por la Gracia de Dios, en corazones amorosos y sensibles a las necesidades de los que sufren y esperan nuestra ayuda. Pidamos y abramos nuestros corazones para darle posibilidad y libertad al Espíritu Santo que nos transforme y nos dé el impulso necesario y la luz suficiente para ver claro que sólo en el Señor encontraremos la felicidad y la Vida Eterna. Amén.

sábado, 22 de febrero de 2020

MI CONFESIÓN DE AMOR

Resultado de imagen de Mt 16,13-19
A cada instante de mi vida confieso mi amor al Señor. Cada vez que recibo o me pongo en su presencia estoy confesando mi fe y amor al Señor. Pero, confieso también que no basta con decirlo, sino que también hay que vivirlo y manifestarlo en hechos y obras concretas.

Porque, el amor se nota, se ve y se palpa. Porque, el amor no se descubre en las palabras, sino en las obras. Jesús, nuestro Señor, no solo lo anunció sino que lo manifestó en la Cruz, donde, allí disipó toda duda. Y yo, Señor, temeroso de que me quede sólo en palabras quiero pedirte que me llenes de tu Fortaleza para dar muestras y señales de mi amor concretado en obras. Obras que se traduzcan en alivio, ánimo, servicio y ayuda para todos aquellos que lo necesiten.

Obras que revelan y dejen al descubierto que mi amor no es sólo de palabras sino también, y principalmente, de obras. Dame, Señor, la entereza, la paciencia, la fe, la voluntad y el amor necesario para amar como Tú quieres que yo lo haga, y como yo también, a pesar de mis debilidades, quiero hacerlo. Amén.

jueves, 30 de enero de 2020

QUE SEA LIBRE PARA COMUNICAR TU PALABRA

Resultado de imagen de Mc 4,21-25
Una de las cosas que más necesito, Señor, es ser libre. Libre para poder decir siempre lo que pienso y que ese pensamiento esté siempre de acuerdo contigo, Señor. Es decir, sea tu Voluntad y no la mía. Y, para eso, está claro, Señor, que necesito dejar actuar dentro de mi corazón al Espíritu Santo, para que me dé esa magnanimidad de corazón para amar y perdonar con la misma medida que tu Misericordia, Señor, me perdona y me ama.

Es claro, no hace falta probarlo, que mi corazón no es así. Que le falta mucho amor, mucha magnanimidad, mucha misericordia y mucho de todo. Es un corazón pecador, egoísta y cómodo. Un corazón que se mira a sí mismo y que, casi siempre, piensa en sí. Y nada puedo hacer, Señor, sin Ti. Necesito y te pido, Señor, que lo transformes y lo cambies, para que, permaneciendo en Ti pueda parecerse a Ti.

Haz, Señor, que sea capaz de amar a tu estilo y a la máxima medida que Tú has pensado para mí. Que dé todo, Señor, según lo he recibido y al máximo según los talentos que Tú me has dado. Me canso, Señor, de repetirte siempre lo mismo. Me da la impresión, cada día, de no adelantar nada y hasta de estarte mintiendo o engañándote. Tengo la sensación de ir para atrás en lugar de dar algún paso para adelante. Y siento miedo de quedarme instalado en la mediocridad y no dar la medida que Tú esperas de mí.

Pero, y te doy gracias, Señor, continúo adelante. Trato de perseverar a pesar de mis pecados y mis perezas y comodidades. Sigo tras tus pasos y espero confiado que tu Gracia, tu Magnanimidad y tu Amor transformen mi corazón. En eso confío y eso camino esperanzado. En tus Manos y en tu Infinita Misericordia, Señor, me abandono. Amén.

jueves, 21 de noviembre de 2019

DANOS, SEÑOR, LA PAZ

Resultado de imagen de Lc 19,41-44"
Nos empeñamos en buscar la paz donde no está. Porque, la paz no se encuentra en el poder, ni tampoco en las riquezas. Tampoco la encontraremos en el éxito ni en la fama. Sin lugar a dudas, la paz no está en este mundo que trata de seducirnos y engañarnos. De ello tenemos innumerables ejemplos delante de nuestros ojos que buscando la felicidad en las cosas de este mundo no encuentran la paz. 

Porque, la felicidad es una consecuencia de la paz. Tú y yo somos felices cuando experimentamos la paz dentro de nosotros mismos, en el centro de nuestros corazones. Entenderás que nadie puede ser feliz si no experimenta la paz en su corazón. 

Por tanto, Señor, te pido que llenes mi corazón del gozo de la paz. Esa paz con la que Tú me saludas cada día y me das desde el Amor. Ese amor que yo debo poner en mi corazón como primera prioridad y fuente de mi paz y felicidad, para, luego, darme, por tu Gracia, a los demás en correspondencia a tu Infinito Amor.

Te doy gracias de antemano porque sé y confío, Señor, que me escuchas y me das esa paz que ansío y te pido. Eso sí, no sé cuándo ni cómo, pero si sé que llegará, porque tu Palabra siempre se cumple. Ahora, consciente de mis flaquezas y debilidades, también te pido, Señor, que me sostengas y me llenes de tu fortaleza, para resistir todas las pruebas que tu permitas en mí y me ayudes a perseverar firmemente en tu presencia. Amén.

jueves, 7 de noviembre de 2019

GRACIAS, SEÑOR, POR TU AMOR

Resultado de imagen de Lc 15,1-10"
Es una gran noticia comprobar que Jesús me confiesa hoy esa gran preocupación por mí. Está pendiente de mi vida y, sin titubeos emprende la búsqueda ante el peligro que nos acecha al ser arrastrado por el pecado. Un pecado que me esclaviza y busca sacarme del redil de la Casa del Padre. Un pecado que me seduce con espejismos de felicidad que tratan de engañarme y conducirme al precipicio de la perdición.

Por eso, Señor, en este momento y desde este rincón de oración, yo quiero elevar mi plegaria hacia Ti y pedirte fortaleza y sabiduría para perseverar y sostenerme, ante esas tentaciones que tratan de seducirme, fiel a tu Palabra y vivir obrando según tu Voluntad. Por eso, Señor, quiero darte las gracias, no sólo por advertirnos y decírnoslo, sino por demostrarnos con tus obras esa preocupación de liberarnos y salvarnos de caer en las garras del pecado. Y lo haces, Señor, hasta el extremo de dar tu Vida por mí y por todos los hombres.

Gracias de nuevo, Señor, por tu gran Amor y por, inmereciéndolo, gozar de esa gran oportunidad de ser salvado de la esclavitud del pecado. Amén.

lunes, 17 de junio de 2019

SÓLO EL AMOR NOS LLEVA A LA PAZ

Resultado de imagen de Mt 5,38-42
Todos sabemos que la venganza no cierra el capítulo del dolor. A más venganza más dolor y menos paz. El deseo de venganza no te deja descansar e incluso consumada la venganza no consigues reconciliarte con la paz y el dolor sigue presente. Ante tantos deseos de venganza y de dolor el corazón anhela descanso y paz, y esa medicina sólo la consigues con el amor.

Sólo con amor se apaga el fuego del dolor producido por la violencia y el deseo de venganza. El mundo no entiende de respuestas de amor ante el acoso violento del vengador y se defiende pagando con la misma moneda. Y ese es el gran error creer que con la violencia se apaga el dolor sufrido. Así el mundo sufre de forma interrumpida y el fuego consume el corazón humano.

Sólo la paz puede calmar ese deseo de venganza y esa es la propuesta de Jesús. Señor, desde estas humildes páginas te pedimos que inundes nuestros corazones de paz y de bondad para que, llenos de tu Espíritu, podamos avanzar en respuestas de amor ante las amenazas de violencia y sufrimiento que el mundo nos propone. Esa es la solución, más amor, menos violencia; más amor, fin de la violencia. 

Ante el amor no hay respuesta violenta. Todo se queda en calma y se establece la paz y la fraternidad, porque, ¿cómo responder con violencia ante una respuesta de bondad, de mansedumbre, de generosidad y de amor? No puede haber otra respuesta que la de corresponder con la paz y la fraternidad. 

Pidamos al Señor, abiertos a la acción del Espíritu Santo, que nuestros corazones, llenos de su Gracia, vivamos esas respuestas de amor ante las amenazas violentas que el mundo nos propone. Amén.

viernes, 24 de mayo de 2019

QUIERO SEGUIRTE SEÑOR

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



Seguir a Jesús es derrumbar todas las barreras e impedimientos que nos separan, que nos enfrentan,, que son causa de violencia y de guerras. Seguir a Jesús es allanar los caminos que nos llevan a buscar el bien, la justicia y la verdad entre los hombres y establecer vínculos de paz y de fraternidad.

Jesús nos propone el amor mutuo entre todos sin distinciones, sin diferencias, sin xenofobias, sin racismos, sin injusticias y sin mentiras. Jesús nos propone construir un mundo mejor de la única forma posible, con el amor. Un Amor del que el mismo es ejemplo, modelo y referencia. Un modelo que llega al extremo de dar su vida para ofrecernos su misma Vida, la Vida Eterna.

Un modelo que pasa por tratarnos como amigos, no siervos, al revelarnos todo lo que Él ha recibido del Padre. Un modelo, Señor, que yo quiero seguir y recibir, agradecido de tu Mano generosa, entregado y abierto sin levantar barreras que lo impida. Un modelo, Señor, al que abro mi corazón y entrego mi humilde vida, para que, por tu Gracia, sea purificada y renovada constantemente en tu Palabra y en la Voluntad del Padre. Amén.

sábado, 6 de abril de 2019

TÚ, SEÑOR, ERES MI DIOS

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Aquellos soldados se han quedado admirados. Ellos habían oido hablar a mucha gente en el templo, pero nadie había hablado como Jesús. Sus Palabras desprendía admiración y sus obras asombro. Hablaba con una autoridad diferente a todos. A nadie habían oido enseñar como lo hacía Jesús. 

Les sorprenden sus milagros, su forma de tratar a la gente, sobre todo su acogida a los publicanos, enfermos, leprosos, pecadores y, de manera especial, a los más necesitados. Su caridad y su delicadeza con todos sorprende y deja admirado a todos. No recuerdan a nadie que enseñe de esa forma. Su amor desprende una autoridad que les deja asombrados e incapaces de volverse contra Él. 

Su forma de hablar con ese amor manifiesto les desborda y les llama intensamente la atención. No habían visto nada igual. Sus Palabras reveladoras del Dios del que se siente enviado sorprende y deja a todos en un estado de asombro. También yo, Señor, quiero dejarme asombrar por tus enseñanzas y tus Palabras. Tú eres mi Dios y en Ti creo firmemente, a pesar de mis horas de tribulación, de dudas y de oscuridades.

Tú, Señor, eres la respuesta a todos mis interrogantes. Y no porque quiera darle una respuesta para descansar en ella, sino porque encuentran eco en mi atormentado corazón y le dan gozo y satisfacción a su búsqueda y a sus afanes. Tú, Señor, me hablas de lo que yo busco y quiero. Tú, Señor, sabes que es lo que mi corazón desea y de eso me hablas y me enseñas el camino.

Gracias, Señor, porque tu Palabra me transmite paz, serenidad, gozo y esperanza. Gracias, Señor, porque tu caridad y enseñanza me permiten encontrar sentido a mi vida y caminar con esperanza y alegría. Gracias, Señor, porque todos mis sufrimientos y adversidades descansan apoyados en esa paz y serenidad que tus Palabras producen en mi pobre y atormentado corazón suavizándolo y tranquilizándolo. amén.

lunes, 4 de marzo de 2019

CUMPLIR PARA AMAR

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Mc 10,17-27
Dame, Señor, la fortaleza en mi débil voluntad para amar en la misma medida que Tú, Señor, me amas. Y eso, Dios mío, no lo puedo lograr yo por y con mi fuerza, sino con la asistencia de tu Espíritu. Sé la atracción que en mi pobre naturaleza, herida por el pecado, ejercen las fuerzas y las pasiones de este mundo, pero no quiero dejarme vencer y someterme al vacío que produce el no corresponder a tu amor, Señor.

Sí, sé que esperas y necesitas, porque así lo has querido, que yo ponga todo lo de mi parte, y mientras no lo haga, Tú, Señor, no moverás un dedo. Por eso, consciente de la libertad que me has dado, me esfuerzo, confiado en tu generosidad y misericordia, en abrir mi corazón y dejarme conducir por tu Espíritu. Has depositado en mí unas capacidades y unos talentos, y quieres que yo los ponga en juego. No te gusta que los entierre y me cruce de brazo. Entonces estaré perdido.

No quiero instalarme en la comodidad de quedarme en el mero cumplimiento. Sufro, con confiada paciencia, las tentaciones que el mundo, demonio y carne me presentan y con las que experimento mis debilidades y el sometimiento que padece mi humanidad herida por el pecado. Eso descubre la necesidad que siente mi corazón de abandonarme en tus brazos y, a pesar de mis oscuridades, seguirte y seguirte.

Sé lo difícil que es seguirte, Señor, cuando mi corazón está apegado a las riquezas. Tú ya me lo has dicho: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!». Y eso es lo que yo te pido. No me des riquezas si eso es para mi perdición. Y si me las das, dame un corazón desprendido y generoso para ponerlas para el bien de los que realmente las necesitan. Amén.

jueves, 3 de enero de 2019

YO, SEÑOR, SIGO LAS INDICACIONES DE JUAN


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Yo, Señor, sigo el camino que Juan me ha señalado. Yo, arrepentido de todos mis pecados y de tantos rechazos, me postro ante Ti, Dios mío, y me sumerjo en tu Infinita misericordia que por tu inmenso amor me ofreces, sin merecerlo, gratuitamente. Soy también  consciente de mis debilidades y de mis torpezas. Me siento aprisionado en mi nataruleza humana sujeta a tantas apetencias y debilidades que me vencen y me limitan mi libertad. Y me someten haciendo lo que no quiero y dejando de hacer lo que quiero.

Ante Ti, Señor, vengo aleccionado por Juan, en actitud de arrepentimiento y con deseos de encontrarme contigo para, liberado en Ti, hacer la Voluntad del Padre que Tú me anuncias y me revelas. Pero, Señor, han pasado muchos años de mi vida, y te doy gracias por ello, pero, presiento mi debilidad y fragilidad ante las tentaciones de este mundo que te da la espalda. Y tengo miedo que pueda, como le ocurrió a Pedro en los momentos de tu Pasión, abandonarte.

Por todo ello, Señor, quiero pedirte que llenes de tu Fortaleza y de tu Gracia mi pobre naturaleza humana, herida y tocada por el pecado. Pedirte, Señor, que me sienta fuerte y firme ante las tentaciones que el príncipe de este mundo me pone delante. Pedirte, Dios mío, la sabiduría de saber siempre discernir y elegir la Palabra que Tú me ofreces y me revelas ante todo lo que el mundo me pone a mis pies.

Sé, Señor, que seguirte no es nada fácil y que el camino es duro. Esa es mi lucha y la lucha de todos aquellos que queremos seguirte. Danos la alegría de descubrir cada día el valor de tu Palabra y el gozo de dar amor a los que realmente lo necesitan. Porque, esa felicidad que buscamos no está en las cosas que el mundo nos ofrece y con las que quiere engañarnos, sino en vivir el amor de darnos a aquellos que sufren y necesitan alivio y descubrirles que Tú les amas y quieres darles el gozo y la eternidad plena. Amén.

jueves, 25 de octubre de 2018

EL AMOR FRENTE AL CONFLICTO

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No se parará el conflicto hasta que el amor sea lo que reine en el corazón de todos los hombres y mujeres. Es el amor el agua que extingue el fuego y sofoca el conflicto y siempre debe estar preparado y exigido para eso. Pero, también es el amor quien prende el conflicto cuando se trasgrede la verdad y la razón y el sentido común se inclinan por la mentira, lo falso e injusto.

Nuestro camino, el verdadero camino es el del amor. Es ese Camino el que nos señaló el Señor y el que Él mismo recorrió. Y no falto de conflicto hasta el punto de ser condenado y crucificado. Igual nos pasará a nosotros si queremos seguirle. Una buena señal de que lo recorremos bien es el encontrarnos con conflictos. Conflictos que se originan en torno a la verdad y la justicia. Porque, todo lo que no vaya en esa línea originará conflictos.

Por eso, consciente de la cantidad de conflictos o guerras que se originan en nuestras vidas, te pedimos, Señor, que nos ilumina, nos fortalezcas y nos llenes de humildad y esperanza para, día a día, ir superándolos en tu presencia y por la Gracia y auxilio del Espíritu Santo. Son guerras, Señor, interiores, que nos inclinan al mal, que nos tientan y seducen. Guerras que nacen en mi corazón, en mi forma de ver las cosas, por mis egoísmos, proyectos e ideas. Guerras que tengo que discernir y ponerlas en tu Mano Misericordiosa y suplicarte, Señor, luz para encontrar el correcto discernimiento.

Y guerras también, Señor, exteriores. El mundo - demonio - carne me esperan en el camino y me tientan y me exigen y me comprometen con mentiras, con intereses, con conveniencias, con pasiones, caprichos, gustos y bienestar. Un mundo que me tienta cada día y al que tengo que enfrentarme. Sí, Señor, seguirte a Ti me exige lucha constante y enfrentamientos incluso en mi propio entorno, familia, amigos y trabajo. Y hasta en tu misma Iglesia.

Danos, Señor, la Gracia que necesitamos para sostenernos en la fe y en la esperanza y, confiado en tu Infinita Misericordia, continuar humildemente y pacientemente siguiendo tus pasos. Amén.

martes, 25 de septiembre de 2018

VÍNCULOS FAMILIARES


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Nacemos y no nos piden permiso para hacerlo. Venimos a este mundo por obra y gracia de Dios y lo hacemos en una familia. Porque, se necesita un hombre y una mujer que, unidos por el amor, prolongan ese compromiso amoroso en el fruto de los hijos. Y, de esa manera, tú y yo nacemos en una determinada familia.

No se nos ha pedido permiso ni se ha contado para nada con nosotros. No podemos elegir nada, ni la familia, ni los hermanos, ni la ciudad, el pueblo, el país...etc. Sin embargo, eso sí, podemos elegir amarlos y cumplir en y con ellos la Voluntad de Dios. ¿Y cuál es la Voluntad de Dios? Primero, escuchar su Palabra para conocer que nos dice y quiere que hagamos. Y segundo, una vez conocida esa Palabra tratar de vivirla entre todos los que me rodean.

Fácil de saber lo que hay que hacer, pero muy difícil hacerlo. Necesitamos estar muy unidos al Señor y al Espíritu Santo, para que fortalecidos en sus frutos y dones tener la voluntad necesaria para ir sobreponiéndonos a todas aquellas dificultas que nacen en el camino, ya sean de los propios obstáculos que la vida nos pone, o de las dificultades de nuestro propio ser, la envidia, la pereza, la gula, la ambición, la desgana, la soberbia...etc.

La pregunta nace ahí, esta en la punta de nuestra lengua: ¿Me acerco yo lo suficiente para estar familiarizado con la Palabra de Dios? ¿Dedico y busco un tiempo suficiente para escucharla y para tenerla presente en mi vida? ¿Y trato de ponerla en práctica y vivirla asistido y auxiliado por el Espíritu Santo? Danos Señor fortaleza y voluntad para responder a estas preguntas y cumplir tu Voluntad. Amén.

lunes, 10 de septiembre de 2018

AFERRADOS A LA LEY

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Quizás no nos demos cuenta, pero seguimos aferrados a la ley. O dicho de otro modo, damos más importancia a la ley que a hacer el bien en un momento determinado. Hay muchos ejemplos en nuestra vida que nos aclaran este criterio. 

Estamos en una cola y dentro de una hora se cierra. Aparentemente tenemos tiempo para ser atendido en las horas establecidas, pero, de repente el funcionario o funcionaria se atasca en un problema o cualquier otra circunstancia, y cuando llegamos se han pasado unos minutos de la hora. Preguntamos, ¿debe atendernos?

Y, si por casualidad llegamos desde lejos algunos minutos tarde, detrás de esa persona a la que está atendiendo pasado algunos minutos, por motivos de tráfico o algún otro problema, nos deberían escuchar y atender. Más cuando comunicamos que vivimos lejos y que hemos pedido permiso en el trabajo para solucionar ese problema. 

De eso se trata, de que la ley está al servicio del hombre y debemos de ser compasivos y generosos en algunos momentos con los demás. Sabemos de las dificultades, sabemos de lo que nos cuesta, pero también sabemos que amar es servir y, al menos por unos minutos debemos de se comprensivos y atender. Porque, también nos gustaría que nos atendieran a nosotros.

Jesús nos enseña que la Ley está para servir al hombre y no para ser estrictamente cumplida sometiendo al hombre a ella. Esa es la cuestión, no está el sábado primero que el hombre, ni el descanso para hacer sufrir al hombre. Primero, aliviar su dolor, por encima de la ley, y luego dejar que descanse, pues el dolor le priva de descanso.

Pidamos al Señor que sepamos discernir cuando debemos comprender y someter la ley al servicio del hombre, pues está legislada para servir y beneficiar al bien del hombre. O dicho de otra forma, una ley que no esté dirigida a amar al hombre deja de ser ley y se convierte en imposición y dictadura. Por la Gracia de Dios y asistidos en el Espíritu Santo, pidamos luz para encontrar la verdad y la justicia en el amor a los demás. Amén.

miércoles, 25 de julio de 2018

LA CLAVE ES EL AMOR

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El problema empieza con nuestras propias pretensiones. Entramos en una comunidad, una parroquia o un grupo, y, al poco tiempo, cuando ya entramos en confianza, queremos que las cosas sean de nuestro agrado. O encontramos muchas cosas que no nos gustan y criticamos. Hacemos capilla y causa común con aquellos otros que piensan como nosotros y queremos cambiarlas. Eso choca con los otros u otros que piensan otras cosas. Y se arma el lío.

Y nunca se acaba, porque cuando se decide una cosa, aparecen otros que piensan diferente. El problema es eterno porque nuestro corazón no ama como ama el de Cristo, nuestro Señor. Por lo tanto, la clave es amar como ama el Señor. Por eso, Él es el fundamento de la comunidad, de la parroquia, del grupo o de aquellos que se unen para amarse. Porque, cuando se trata de amor se trata de poner a Cristo Jesús en el medio. Son Palabras dichas por Él: "dónde dos o tres se reúnen en mi Nombre, allí estoy Yo con ellos -Mt 18, 19-20-.

Por lo tanto, no desesperemos cuando aparezcan los problemas en la comunidad, grupo o parroquia ni tampoco rasguemos nuestras vestiduras, porque es lo lógico dada la naturaleza de nuestra capacidad de amar. Tengamos paciencia y miremos al Señor que está entre nosotros. Él suavizará nuestro corazón y nos convertirá en la medida que nosotros colaboremos con Él. 

El Espíritu Santo está para fortalecernos, danos la sabiduría de aprender, de tomar buenas y acertadas decisiones y de superar todas esas dificultades que se desprenden de nuestro corazón humano y carnal. Nos irá convirtiendo en la medida que también nosotros nos dejemos convertir, porque la clave no es cambiar al otro, sino aceptarlo tal y como Cristo me acepta a mí. Será Él que nos cambie. Simplemente necesitamos confiar y tener fe en el Señor. Así se lo pedimos. Amén.

lunes, 16 de julio de 2018

CUANDO AMAS DESDE TI TE ENFRENTAS AL OTRO

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Tu amor siempre será interesado y cuando el otro te ofrece resistencia o piensa diferente a ti, tu amor deja de desearlo. Porque, tú y yo amamos por deseo, por querer y por recibir algo. Hasta en el amor a los hijos queremos conseguir lo que a nosotros nos gustaría y, aunque seguimos queriéndolos, quedamos algo decepcionados y hasta, a veces, nos enfrentamos. Queremos incluso organizarles hasta la vida y hasta buscarle la familia. Conocemos muchas historias de familias que ha pasado eso.

Nuestro amor no es verdadero amor porque está sometido y manchado por nuestro pecado. Nuestra naturaleza es humana y pecadora. Por tanto, no ama con verdadero amor. Y Dios, ha enviado a su Hijo, para que nos enseñe a amar con verdad y en verdad. Un amor como el de su Padre del Cielo. Un amor ágape, entregado a servir hasta dar la muerte. Un amor que no exige, que no mira ni busca correspondencia. Un amor que al darse gratuitamente sin cuestionarte ni exigirte, te cambia, te transforma.

Porque, el amor con el que nosotros amamos busca el interés, la satisfacción, el gusto, la fama, el privilegio...etc. Es un amor egoísta, porque cuando no le da lo que busca se retira o se enfrenta. Es un amor mal entendido. Por eso, cuando Jesús te da su amor no te pide que sobresalgas, ni que seas mayor o más que el otro. Te pide solamente que te muestre servidor del otro y que experimentes que tú con tu corazón no podrás hacerlo. Necesitas un corazón como el de Jesús, un corazón ágape dispuesto y disponible a darse hasta el extremo.

Y eso si no se entiende y se cree, no se produce ni da frutos. La fe es creer en Jesús y que en Él podemos transformar nuestro corazón para amar de esa manera. Desde Él; con Él y por Él. Porque, ese es el único camino para ser feliz. Ponernos en sus Manos y dejarnos transformar por Él es la única vía que tenemos para convertirnos. Empecemos acercándonos a Él y pidiéndoselo. Amén.

domingo, 15 de julio de 2018

TAMBIÉN HOY SOMOS LLAMADOS A MISIONAR

Resultado de imagen de Mc 6,7-13
No hay tiempo de descanso. En cualquier momento estamos dando testimonio del amor de Dios, incluso en la hora del descanso, porque misionar nos exige respetar, escuchar, comprender, estar disponible y solidario y toda actitud que se desprende del deseo de amar como Jesús, el Señor, nos ama.  

Pero, partir con una condición, no como meta, pero sí como necesaria, la pobreza. Se nos ha dicho que para seguir a Jesús y proclamar su mensaje es necesario dejarlo todo. Hoy, el Señor, nos da una serie de mandatos a la hora de salir en misión: Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas».

La pobreza nos ayuda a ser transparente y a estar disponible. Porque, las riquezas, los bienes materiales, el poder, la fama, el prestigio y muchas cosas más nos impiden transparentar la verdad y dejar pasar la luz. Transmitir el Evangelio exige limpieza de corazón y exclusión de todo aquello que contamina, ensucia, mancha o impide que la verdad brille luminosamente. Y nos reconocemos y sabemos pecadores. Indigno de transmitir el mensaje del Señor.

Por eso, desde este rincón de oración elevamos nuestra plegaria, unida a todos los que se sumen a ella, rogando fortaleza, sabiduría y perseverancia para soportar todas las inclemencias que la misión nos presente. Rogamos luz para saber proclamar, con obras y palabra, el mensaje de salvación que Dios, por medio de su Hijo, el Señor Jesús, nos regala, rescatándonos de la esclavitud del pecado y liberándonos, para gozar junto a Él, en plenitud de gozo y felicidad eterna. Amén.

jueves, 10 de mayo de 2018

UN MUNDO DISTRAÍDO Y SEDUCTOR

Resultado de imagen de Jn 16,16-20, según Fano
Vivimos en medio de una selva. Una selva donde el peligro nos acecha en cada esquina, una selva donde las disputas, los enfrentamientos y las guerras amenazan con romper la convivencia y sembrar la discordia y la muerte. Hay muchos lugares donde la vida es una quimera y camina pendiente de un hilo, y otros, aunque en apariencia reina la paz, se vive en la injusticia, en la mentira y en el poder.

Hay también un mundo donde los inocentes son condenados sin previo aviso y sin defensa propia. No se les deja ni nacer ni levantar la mano para protestar. Un mundo donde el rey es el egoísmo y el placer. Un mundo donde, a los ya avanzados de edad, se les presenta la jubilación del cuerpo y se les condena a la muerte por inutilidad. Un mundo absurdo donde el amor ha sido cambiado por la productividad y los intereses económicos.

Y dentro de este mundo estamos también nosotros, Señor. Nosotros que queremos vivir como Tú nos has enseñado y donde el amor es lo primero. ¿Cómo permanecer en este mundo sin Ti, Señor? Si Tú te vas nos quedamos desorientados y vencidos. Te necesitamos, Señor. Y en esa esperanza de volverte haber dentro de poco nos atrevemos a continuar la lucha sin cuartel que nos impone este mundo destrozado por el afán de poder, de riqueza y de placer.

Danos, Señor, la fuerza y sabiduría para sostenernos en tu Amor; danos, Señor, la perseverancia para resistir los embates de la concupiscencia que este mundo nos presenta como su mejor regalo; danos, Señor, la esperanza de sabernos acompañado por Ti y en espera de tu regreso y de confiar en que al final toda esta lucha, tristeza y sufrimientos se convertirán en gozo y plenitud eterna. 

Con estos sentimientos y fundadas esperanzas, confiados en tu Palabra, Señor, que siempre ha tenido fiel cumplimiento, y apoyados en la comunidad, donde compartimos nuestra fe y nuestros ánimos para continuar el camino, te damos gracias, Señor, por tu presencia y por tu Amor. Amén.