Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta Resurrección. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Resurrección. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de noviembre de 2017

¡DIOS MÍO, QUÉ SERÍA DE MÍ SIN TI!

Muchos agnósticos piensan que Tú, Señor, eres una invención del genero humano. Una invención como resultado a dar respuesta a sus muchos interrogantes y miedos. Piensan que, más que una realidad obedece a una necesidad, lógica y de sentido común, que les descarga y les justifican sus ideas y proyectos. Y en esa dinámica tratan de tranquilizar y silenciar sus conciencias.

No cabe duda que la resurrección admite la demagogia y las evasiones. Se presta al autoengaño y al rechazo, y tienes muchos caminos por donde se puede evadir. En cierto modo es lógico, pues, el hecho de ser libre para elegir hace necesario que haya muchos vericuetos por donde puedas escapar. La libertad exige diferentes opciones, pero, el peligro está en que hay que elegir bien, pues solo una es la verdadera. Eso explica la existencia de la fe. Se hace necesaria tenerla, pues ella nos ayuda a confiar esperanzadamente.

Al margen de todo esto, hay muchas otras razones que evidencian tu presencia y tu Resurrección, Señor. La primera es que hay testigos de que tu Sepulcro estaba vacío; la segunda, que fue una mujer la primera en verte y dar testimonio de tu Resurrección; la tercer, tus repetidas apariciones ante de ascender a la derecha de tu Padre, y la cuarta, múltiples razones que nos alargarían mucho el tema.

Sería absurdo pensar que la Escritura, donde se da testimonio de todo esto, fuese inventada, pues está escrita por unos judíos que, no parece normal, se echen piedras sobre su mismo tejado. Absurdo pensar que defiendan a una personaje que critique la ley del sábado; absurdo pensar que sigan a un líder cuyo primer testimonio lo da una mujer, que en la sociedad judía no tiene voz ni voto, ni credibilidad alguna. Más todavía, absurdo pensar que, Pedro, recriminado por Jesús -Mac 8,33- con las palabras:  "apartarte de mí Satanás..." y que no podía entender que Jesús terminase en la cruz, ignominia para los judíos, fuese después el elegido para presidir su Iglesia, y diese su vida por Él.

¿Cómo es posible que ante todos esos hechos unos hombres sean capaces de dar testimonio de Ti, y escribir los santos Evangelios? ¿O están locos, o es una prueba fehaciente de la verdad de tu Resurrección, Señor? Sí, Dios mío, vives dentro de mí y moras en mi corazón. Me buscas y me llamas, porque quieres darme la Vida Eterna, para, como ángel, vivir gozosamente en tu presencia.

Aumenta, Señor, mi fe y revísteme de la humildad que necesito para ver, tras las apariencias, a mis hermanos como Tú los ves. Amén.

miércoles, 7 de junio de 2017

LA ESPERANZA EN LA RESURRECCIÓN

Líbranos, Señor, de caer en la tentación de la incredulidad. Líbranos, Señor, de caer en la tentación de seguir los dictados de nuestra razón en la cosas referente a Ti. Líbranos, Señor, de caer en la tentación de interpretar tus Palabras adaptándolas a nuestra limitada razón. Porque, sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Ábrenos, Señor, la mente para entender tu Palabra, y el corazón para creer en ella, a pesar de que no podamos entenderla. Porque, Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida, y la esperanza de nuestra Resurrección. En Ti, Señor, creemos y en Ti nos abandonamos y ponemos todas nuestras esperanzas, pues tu Palabra nos revela la Resurrección y la eternidad: «Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error». 

Gracias, Señor, por el don de la Fe. Gracias por los dones del Espíritu Santo, y gracias por abrirnos nuestro entendimiento para creer en tu Palabra. Tú, Señor Jesús, eres la Palabra de Dios. En Ti se concreta y se realiza todo lo que se dice en las Escrituras y Tú das testimonio con tu Vida y tus Obras. Danos sabiduría, fortaleza y paz para continuar nuestro camino en intimidad y sincronía con tu Palabra y Voluntad.

También, Señor, reviste nuestro corazón de humildad y sencillez, para que sepamos ponernos al servicio de los más necesitados y soportar las embestidas de los soberbios y los suficientes. Que sepamos darles ejemplo y testimonio, no sólo de palabra sino también con nuestra vida. Amén.

domingo, 2 de abril de 2017

¡¡RESURRECCIÓN!!

Nuestra esperanza es la resurrección. El Evangelio de hoy nos lo deja claro, pues, si Jesús ha resucitado a su amigo Lázaro, y más tarde, ha Resucitado Él, la pregunta es: ¿Cómo no va a resucitar a aquellos que creen en Él? Los signos son evidentes, pero la ceguera de los hombres, que se obstinan en permanecer en la oscuridad también se pone de manifiesto.

La resurrección de Lázaro está puesta como prueba y signo para Gloria de Dios. Jesús así la preparó, para demostrar al mundo el Poder de Dios y dar testimonio de su Amor por y para la salvación de los hombres.Y nosotros confesamos nuestra fe y te pedimos, Señor, que nos la aumentes. Como Marta y María queremos expresar que creemos en Ti, Señor y sabemos de tu Amor y tu Poder, y que nos resucitarás al final de los tiempos.

Pero, también queremos expresar que vivir en el amor que Tú nos manifiesta es el gozo y la alegría mayor que el hombre puede alcanzar. Porque, dentro de cada hombre, hay una llama de amor, que, de no prenderla, quedará en tinieblas y oscuridad, y su vida se perderá en la tristeza y la angustia. Hemos sido creados para amar, y si no amamos vamos contra nuestro destino. Y ello nos perderá y hará nuestra vida un infierno.

Y es que precisamente el amor nos llevará a la resurrección. Es lo que nos dice Jesús, "amar a Dios y al prójimo tal y como nos ama Él". Por eso te pedimos, Señor, que nos des la fuerza y la capacidad de amar a tu imagen y semejanza. Porque cuando amamos nos sabemos resucitados. 

Danos, Señor, esa Gracia de amar a nuestros hermanos y de saber en cada momento responder a las necesidades de todos aquellos que realmente lo necesitan, como Tú lo haces con nosotros. Amén.

viernes, 29 de julio de 2016

LA VIDA, NUESTRA MAYOR PREOCUPACIÓN

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Nos gustaría creer en la Resurrección y en todas las que hizo Jesús, sobre todo en su propia Resurrección. Nos gustaría creer, pero muchos hombres se resisten porque eso les obligaría a cambiar de vida y  no hacer su voluntad sino la Voluntad de Dios. Ese es el problema, que no han descubierto el verdadero y único Tesoro que es Jesús, el Mesías enviado, y creen encontrarlo en el mundo.

O, dicho de otra forma, no creen que Jesús les resucite y prefieren vivir las posibilidades que les da este mundo, aunque sean pocas y caducas. Se vuelven ciegos y venden su Tesoro de Vida Eterna por un plato de lentejas que se volverá ácido y se estropeará. Así de cruda es la realidad.

No aceptan la puerta estrecha que les propone el camino de la Verdad y de la Vida Eterna, y se sienten encantados con la puerta ancha de la mentira, el placer y las tentaciones de éxito, fama, poder y riqueza que este mundo aparente y engañoso les ofrece. Y por muchos milagros que Jesús haga delante de ellos no los verán ni los aceptaran.

Sin lugar a duda, la Vida es nuestro mayor don y valor. A ella nos agarramos hasta la última gota de nuestras fuerzas. ¡¡Queremos vivir!! Esa es nuestra meta y todos nuestros esfuerzos van dirigidos a alcanzar la vida. Vida Eterna si fuera posible, pero que, resignados, no creemos que podamos lograr. Esa es nuestra duda y tribulación. Quizás nos falte fe. Todo lo contrario que Marte y María. Ellas se lamentaban de que Jesús no estuviese allí en ese momento.

Marta creyó en todo momento en Jesús, y, por supuesto, Jesús no le falló. Porque el Señor no se cansa de querernos y de perdonarnos. Podemos cansarnos nosotros, pero nunca Él. Pidámosle que nos dé fuerza y sabiduría para nunca fallarle nosotros y, como Marta y María, tengamos claro que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y nos resucitará cuando regrese para llevarnos con Él al gozo Eterno junto a su Padre. Amén.

viernes, 22 de julio de 2016

DAME, SEÑOR, LA GRACIA DE DESCUBRIRTE DENTRO DE MI VIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




No parece que me cueste mucho decir que Vives y has Resucitado. Pero, cosa diferente es que me lo crea ardiente y profundamente, y que experimente tu viva presencia alrededor de mi vida. Tu Misterio no está al alcance de mi capacidad ni de mi entendimiento. Necesito tu Luz y el Auxilio del Espíritu Santo, para verte y experimentarte dentro y en el obrar de cada instante de mi vida.

Esa es la Gracia que hoy, Señor, te quiero pedir. La Gracia de sentirte, de experimentarte, de verte, de escucharte y de encontrarte como lo hizo María Magdalena. Pero, también, la Gracia de sentir la inquietud de buscarte y de caminar a tu encuentro para descansar en Ti mis fracasos, mis anhelos, mis impaciencias, mis luchas y mis pecados. Porque sin Ti, mi Señor, no podré soportar mi pesada carga y sucumbiré a las tentaciones de este mundo.

Por eso, mi Señor,  es una Inmensa alegría escuchar la Noticia, la Buena Noticia de tu Resurrección, porque ella nos llena de esperanza, de alegría y Vida. Vida que se renueva y se transforma cada vez que, Tú, Señor, te haces presente en nuestra Vida.

Y te pedimos que nos des la sabiduría de descubrirte en todas partes, a derecha e izquierda, delante y detrás. Arriba o abajo, en el pobre, en el marginado, en el que te busca y no te encuentra y en los necesitados. Pero también en aquellos que te rechazan, quizás porque no te conocen o porque no han oído hablar de Ti.

Ábrenos, Señor, nuestros oídos y nuestros ojos, para ver y escuchar tu Palabra y tu Mensaje, y hacerlo vida en nuestra vida y en lo más profundo de nuestro corazón, para que vivido y transmitido en nuestro obrar de cada día sea conocido, escuchado y vivido por todos aquellos que buscan la eterna felicidad. Amén.

jueves, 31 de marzo de 2016

TAMBIÉN NOSOTROS, SEÑOR, NECESITAMOS VERTE



Sin Ti, Señor, no podemos caminar, ni siquiera un momento. Necesitamos tu Luz, tu compañía y tu consejo, y sin Ti nuestros pasos serían torpes, equívoco y caminos de perdición. Sería un grave error buscar la felicidad y el gozo fuera de Ti, porque en el mundo nunca la podremos encontrar.

Y esa tentación nos pierde. Por eso, Señor, necesitamos tu presencia, tu Resurrección. No porque con ella podemos justificar nuestra fe, sino porque sin ella no podríamos encontrar el verdadero camino de felicidad y el gozo de la paz. Porque, Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Esperarlo y buscarlo en otro lugar sería, aparte de descabellado, erróneo y equivocado, y, sobre todo, de perdición.

Si Tú no estás, ¿qué hacemos, Señor? Eso es lo que se preguntaron los apóstoles. ¿Y ahora qué hacemos? No sabía qué hacer ni cómo, ni por dónde empezar. Estaba cantada tu Resurrección. Es verdad, más tarde se dieron cuenta, que Tú lo habías dicho, pero no se enteraron, ni tampoco muchos de nosotros, todavía, se enteran. Porque no conocemos la Ley de Moisés, ni lo que han dicho los profetas, ni lo que dicen de Ti, mi Señor, los Salmos.

Danos la sabiduría de seguirte rastreando tu Palabra cada día. Eso es lo que pretendemos en estos humildes blogs, tanto de Dodim a agapé, como en este Rincón de oración, para no perder tus huellas y desenterrar de nuestro corazón las huellas dactilares que Tú has dejados escrita en él. Danos, Señor, esa sabiduría y esa inteligencia necesaria para que podamos entenderlas y seguirlas.

Pero, sobre todo, Señor, danos la fortaleza de saber, dócilmente, someternos a tu Voluntad, porque, a pesar de no entenderla, comprender que es la mejor opción para nuestro bien y salvación. Y, superando nuestras apetencias, gustos, intereses y egoísmos, renunciar a todo lo que no sea y coincida con tu Voluntad. Danos la Luz de discernir y descubrirla, no buscándonos, sino buscándote, Señor. Amén.

domingo, 17 de mayo de 2015

TE PEDIMOS, SEÑOR, QUE NOS HAGAS SENTIR TU RESURRECCIÓN



Hablamos de tu Resurrección, y queremos sentirla. Sentirla como lo más grande de nuestra vida, pero nuestra limitada capacidad humana nos impide darnos cuenta de lo que decimos y de lo que queremos celebrar. No sentimos como nos gustaría sentir. Y en esos sentimientos descubrimos nuestra pequeñez y tu Grandeza, Señor.

Por eso nos atrevemos a pedirte sabiduría y capacidad de experimentar la grandeza de tu Resurrección, y de tomar conciencia de que estamos invitados por Ti a Resucitar también junto a Ti. ¡Es para volverse loco! Quizás por eso no nos permite experimentar más allá de nuestra limitada humanidad, porque no estamos preparados para entenderte ni para asumir tan alta dignidad.

Presumiblemente y claramente, necesitamos la fe. Que es fiarse de tu Palabra y, confiado en Ti, esperar tu llegada cuando Tú lo decidas. Pero esperarla proclamando tu grandeza y tu buena Noticia de Resurrección. Esperarla confiados en que todo lo que nos has dicho y nos has dado lo podemos realizar, y confiados en que nos estás preparando un lugar inimaginable junto a Ti para vivir en plenitud toda nuestra vida.

Gracias Señor, vale la pena pasar lo que haya que pasar esperando tu venida. Vale la pena darle sentido a esta vida en la esperanza de anhelar un día el encuentro pleno y dichoso contigo. La muerte ya no pinta nada, sólo que es el momento cumbre de nuestra cita, de nuestro encuentro, de verte y contemplarte cara a cara y de no saber como imaginarlo.

Gracias Señor porque llenas mi vida de esperanza, de ilusión, de paciencia, de gozo y de amor. Espero ilusionado ese momento de mi vida como la cita y el encuentro más importante que me impulsa día a día a seguir caminando lleno de esperanza. Amén.

lunes, 6 de abril de 2015

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!



Los cristianos estamos hoy de enhorabuena, porque Jesús ha Resucitado. La Resurrección es el pilar y fundamento de nuestra fe. Sin ella nada tendría sentido, y Jesús no pasaría de ser un extraordinario Hombre, pero nada más. Por lo tanto, todas las especulaciones sobre la desaparición de su Cuerpo o inventos falsos no tienen sentido, pues sin la Resurrección la Iglesia hubiese desaparecido.

Eso esperaban también los judíos cuando los apóstoles empezaron, tras recibir al Espíritu Santo en Pentecostés, a proclamar la Buena Noticia. Se decían que si no era cosa de Dios todo acabaría con el tiempo. El resultado es que la Iglesia lleva 2015 años en pie contando desde el nacimiento de Jesús, a pesar de las dificultades, persecuciones y pecados. Signo evidente de que la asiste, la mantiene y dirige el Espíritu Santo.

Sentimos tu aliento, Señor, y te damos gracias por tu presencia entre nosotros. Sentimos tu aliento, Señor, cuando somos capaces de amar, de querernos, de darnos los unos a los otros y de renunciar a nuestros egoísmos por entregarnos al servicio de los demás. Sobre todo, experimentamos tu presencia en la alegría y el gozo que sentimos al hacer tu Voluntad de vivir tu Palabra en la entrega solidaria por hacer el bien común, y en la lucha por construir un mundo mejor.

No nos cabe ninguna duda que, cuando hacemos el bien, y es lo que sentimos dentro de nuestros corazones, experimentamos paz, gozo y felicidad. Y eso nos hace descubrir tu presencia, porque eso es lo que nos has enseñado y lo que nos propone. Experimentamos que es tu Espíritu, Señor, quien nos empuja y nos levanta en los momentos de debilidad y desvanecimiento. Nos sostiene la esperanza de mantenernos firme hasta tu segunda venida.

Gracias Señor por tu Resurrección. Gracias, Señor, por sostenernos y darnos la vida un año y otro en tu presencia. Gracias, Señor, por danos la Gracia de perseverar y de mantenernos fieles a tus mandatos con la alegría y la esperanza de sentirnos salvados para la eternidad. Amén.

sábado, 4 de abril de 2015

DÍA DE SILENCIO Y ESPERANZA



Es un día triste, triste porque Jesús ha muerto en la Cruz. Pero también un día de gozo y de alegría porque esperamos la Resurrección del Señor. Es necesario que haya muerte para que también haya Resurrección. La muerte da tristeza, pero en Jesús es simplemente un paso hacia la alegría y felicidad eterna.

Desde ese momento, los cristianos sabemos que la muerte es simplemente un paso hacia la Vida. Una Vida nueva, gozosa y eterna. Eso supone tristeza, porque la muerte es separación y lejanía mientras caminemos por este mundo, pero, al mismo tiempo, supone alegría y gozo, porque tras la muerte está la Resurrección. Y eso supone el nacimiento a una vida nueva y plena para toda la vida.

Gracias, Señor, por la fe que nos mantiene y nos fortalece para continuar el camino, y por la esperanza de esperar la Resurrección. En ella se fundamenta nuestra fe, y encontramos el valor para superar todos los obstáculos que nos salen al paso. Gracias, Señor, por todos los estímulos e impulsos que, en y por Ti, recibimos de tu santo Espíritu, y con su asistencia nos llenamos de las fuerzas necesarias para continuar el camino.

Hoy, recordando aquellos momentos históricos, esperamos, en silencio, el momento de proclamar la hora de tu Resurrección. Y te pedimos la paz, sabiduría y fortaleza que nos dé la perseverancia para permanecer y continuar en tu Amor.

sábado, 27 de diciembre de 2014

SEÑOR ACTUALÍZANOS EN TU PRESENCIA



Tenemos testimonios de tu Resurrección. Juan, tu discípulo amado, nos lo cuenta, siendo él uno de los testigos principales que, junto a Pedro, comprobaron que el sepulcro estaba vacío. Sin embargo, lo confesamos de forma tan rutinaria que parece como algo que sucedió y se sabe, pero no incide seriamente en nuestras vidas.

No tomamos conciencia de la importancia de tu Resurrección Señor. O mejor, no valoramos el hecho de que Tú Vivas y estés entre nosotros. O decimos que sí creemos, pero como algo tradicional y acostumbrado que no repercute en nuestra forma y estilo de vida.

Por eso, Señor, te pedimos que nos actualices tu presencia y que nos hagas conscientes de que Tú vives y caminas con nosotros. Te pedimos Señor que, como Juan, nuestra alegría sea completa cuando vivamos y transmitamos el acontecimiento de tu Resurrección. Y lo hagamos, no sólo con nuestras palabras, sino también en los acontecimientos de nuestras vidas.

Danos, Señor, la luz de advertir tu presencia y de compartir contigo nuestra vida. Danos, Señor, la Gracia de hacerte un lugar dentro de mi corazón, para llevarte conmigo a todas partes, y vivir contigo todos los instantes y acontecimientos de mi vida. Amén.

lunes, 21 de abril de 2014

GRACIAS SEÑOR POR DEJARTE VER



Gracias Dios mío por tu Resurrección. Gracias porque por tu gloriosa Resurrección tenemos nosotros la esperanza de resucitar también. Gracias Señor por dejarte ver en los apóstoles, pues son ellos los que nos han transmitido a través de la Iglesia sus testimonios de tu Resurrección.

Pedro y Juan corrieron, avisados por las mujeres, desesperados hacia el sepulcro. Y lo vieron vacío. Entonces sus ojos se abrieron y entendieron aquello que antes no entendían: Tu Resurrección. Y a lo largo de sus vidas, junto a los demás apóstoles y discípulos, dieron su vida proclamándote y anunciando al mundo tu Resurrección.

Hoy la celebramos nosotros y queremos llegar también un día a estar con ustedes junto al Padre también celebrándola, pero en esa hora, para siempre y en plenitud de gozo y alegría. Danos, Dios mío, el don de la fe y la perseverancia de permanecer fieles a tu Voluntad dando testimonio de tu Amor amando a los demás. De manera especial a los más pobres y excluidos.

Señor, que no nos dejemos llevar por las comodidades de este mundo ni tampoco por las seguridades. Danos la sabiduría y la fuerzas de poner nuestra seguridad en tu Amor. Amén.

domingo, 6 de abril de 2014

HEMOS VENCIDO A LA MUERTE



Es la diferencia entre los que creen en Jesús, «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo», y entre los que no creen en Él. 

La muerte, el azote de todo hombre, no es ningún problema para los que ponemos nuestra esperanza y confianza en el Señor Jesús. Sabemos por las Escrituras que Jesús resucitó a Lázaro, y esperamos también que nosotros, por su Amor y Misericordia, resucitaremos también. ¿Hay algo más grande? 

La Resurrección es el fundamento de nuestra fe, porque de no haber resucitado Jesús, todo se vendría abajo. Te damos gracias Señor por revelarnos tu Amor, pues lloraste con las hermanas de Lázaro, y por tu Misericordia que nos perdonas y nos habla de resucitarnos. Te pedimos perdón porque a pesar de recibir rechazos, incomprensiones, indiferencia y desprecio, Tú, Señor, permaneces ahí pacientemente pendiente de nuestras respuestas.

Y seguimos sin entenderlo y sin reaccionar a tanta ignorancia y ceguera. Por eso, Señor, te pedimos que abras nuestra mente e ilumines nuestro corazón para, agradecidos infinitamente, alabarte, adorarte y darte gracias por tanta dicha y gozo. 

¡Estamos salvados para siempre porque Tú Señor has vencido a la muerte!

viernes, 27 de diciembre de 2013

¿QUÉ SERÍA DE MÍ SIN TU RESURRECCIÓN?



Cuando experimento la tristeza de este mundo agobiante, cruel y sin piedad. Un mundo donde prima el poder, la fuerza y los intereses de los más poderosos y ricos. Un mundo de fuertes y débiles donde el amor se fundamenta en el egoísmo y la soberbia. Un mundo de muerte.

Me quedo sin aliento y sin esperanza. ¿A dónde ir a buscar paz y justicia? Sí, sé que hay algunos que la sienten y la dan; sí, sé que hay mucha gente buena que se dan y dan amor y justicia, pero no bastan para tanto sufrimientos y esclavitudes que se dan en este mundo perverso. Un mundo bueno pero que el hombre egoísta y avaro estropea y hace hostil y angustioso.

¿Dónde buscar consuelo y esperanza para superar este calvario de cruz? Sólo en Ti, mi Señor tengo puestas las esperanzas. Esperanzas de que este mundo se transforme en un mundo de paz, de amor y justicia. Espero con todas mis fuerzas que así sea. Y la noticia de tu Resurrección ha multiplicado mis esperanzas, la han hecho realidad, porque Tú Señor has vencido a la muerte y al mal.

Ven Señor y reina sobre este mundo perdido y corrompido, y llénalo de paz, gozo, justicia y alegría, para que reine la concordia y se haga tu Voluntad: "que los hombres se amen como Tú nos has enseñado a amar".

lunes, 29 de julio de 2013

VIVIR ES LO QUE IMPORTA

Agarrados al Señor

Nadie quiere morir, y cuando alguien lo prefiere, decimos que está loco, porque la inclinación del hombre es conservar la vida por encima de todo. Mientras hay vida, hay esperanza, y no hay mayor valor que la propia vida. ¡Claro!, vivir en el gozo y la felicidad. Sería absurdo vivir en el sufrimiento y la angustia.

Y no tiene sentido, Padre bueno, que nos hayas creados para, después de un tiempo, acabar en muerte. Estamos llamados a la Vida Eterna. Es eso lo que sentimos y todos deseamos, pero somos libres para elegirlo y toda elección exige unas condiciones, un precio y un camino.

Tú, Señor mío, eres la Resurrección y la Vida, y yo siento en lo más profundo de mi corazón tu llamada a ser eternamente dichoso en tu presencia. Aumenta mi fe y lléname de esperanza, porque la fe en Ti me dará la Resurrección Eterna, pues has dicho: "Quién cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá eternamente.

Como Marta, quiero decirte, Señor, que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Dame la firmeza, la sabiduría y la voluntad de empeñarme en seguirte y no dejar tu camino aunque no te entienda, te escondas o parezca que llegues tardes.

 

lunes, 22 de julio de 2013

¡CREO SEÑOR QUE HAS RESUCITADO!



Y eso llena plenamente mi vida, porque le da esperanza y sentido. Sin Ti todo se hace oscuridad y tiniebla, y la vida pierde toda su hermosura y esperanza. Tu Resurrección colma mis ansias de felicidad, porque sin eternidad no hay felicidad. La vida cobra todo su esplendor cuando Tú te haces presente en ella.

Alúmbrame el camino, Señor, de tu Resurrección, para que no deje de seguirlo con paso firme y decidido. Tu presencia fundamenta mi vida, y tu Resurrección la llena de contenido y de sentido. Mis palabras no alcanzan a expresar todo el significado que tu Resurrección significa para la humanidad, y mi vida se mueve muy por debajo de tal alta dignidad.

No entendemos tu sacrificio y tu humillación ante el hombre, tu criatura, hasta el punto de entregarte a una muerte de cruz para salvarlo. Y nuestro pago es poner en duda tu Resurrección. Por eso, Señor, hoy quiero manifestarte mi adhesión y me fe en proclamar a los cuatro vientos que creo firmemente en que has Resucitado y Vives entre nosotros.

Danos Señor, te lo suplicamos, el aliento y las fuerzas de vivir en tu Palabra y en tu Amor.